Luego de que entré con mi padre en esa reunión pude ver a sus compañeros. La mayor parte parecía tener una edad aproximada a la de mi padre. Miraban completamente atónitos la escena.
Dave, entrando ensangrentado mientras cargaba a una débil bebé en brazos y dedicaba una mirada de advertencia y molestia a todos los presentes.
Algunos desviaron la mirada y otros tragaron saliva. Estaban nerviosos por nuestra repentina aparición.
La reunión siguió normal, o eso creo, aunque si se notaban nerviosos algunos. Excepto otros que tenían miradas tranquilas, otros que parecían avariciosos y otros cuyo rostro no expresaba nada.
Al terminar esa reunión mi padre me llevó a mi cuarto. Y ya quería eso hace rato Dios. El olor a sangre de la ropa de mi padre empezaba a inundar mis cosas nasales. No era tanta claro, pero era fuerte ya para una sensible bebé como yo.
Marie me bañó y alistó para la cena. Y entonces mi padre, luego pasó a buscarme para que vayamos a la cena juntos.
El estaba muy bonito. Me encantaba verlo vestido así. Estaba más bonito de lo habitual, pues claro, mi padre siempre es bonito, y todos los días.
El me llevaba en sus brazos. Y así llegamos al comedor.
Allí esperaban sus amigos, y para mi suerte sus hijos. La mayoría eran niños, sólo ví a una niña. Y una que parecía niña pero vestía de varón. Era confuso observarla, u observarlo. No sé, esto es muy confuso.
Pero más confuso era el cambio repentino de mi padre. El no quería que nadie sepa que yo existía, y ahora, estaba frente a todos mostrándome.
- Su atención señores, señoras, y niños. Ella es Camille Galante, mi preciada hija -dijo seriamente mi padre mientras me presentaba a ellos y tomaba asiento.
- Es idéntica a usted señor -dijo una mujer acercándose a nosotros agarrando de la mano a ese niño o niña, no sabía que era- Estaría muy honrada de que mi hijo se vuelva uno de los jóvenes de honor que la protegerán. Señor, con su permiso, le presento a Karla, tiene 3 años -dijo mientras acercaba a su hijo o hija, a nosotros.
Miré bien a Karla, parecía niña, pero vestía como hombre, y además su madre le dijo "hijo".
Es tan confuso. Pero esa señora sonreía avariciosamente. Algo no me agradaba.
- Señor, su hija se ve encantadora. Déjela en manos de Anthony, yo me encargaré de entrenarlo especialmente, ahora el tiene 5 años -comentó otro señor que también se acercó- Anthony, saluda a la señorita -dijo finalizando.
Y entonces el tal Anthony se acercó a nosotros.
- Buenas noches Señorita Galante, es un placer conocerla. Espero llevarnos bien -sonrió amable el niño.
Bueno, al menos parecía ser un niño educado. Aunque vi algunas heridas cerca de su cuello. Y el parecía sudar, ¿Estará con fiebre?, aún enfermo vino aquí.
- Señor, Owen, de 3 años, se encargará de cuidarla apropiadamente en algunos años más -sonrió el tercer adulto y entonces miré a su hijo Owen que tenía a su lado.
Owen tenía un peluche de gato en sus manos, su mirada parecía vacía y su sonrisa parecía esconder alguien endemoniadamente maligno. Lo más aterrador es que tenía una cadena en sus manos que iban atadas a la mano derecha de su padre. Era... aterrador.
- Señor Galante, es bueno conocer a la señorita Camille, nuestra futura señora -dijo otro hombre serio- Ah, él es... -y antes de terminar su hijo se acercó a mi padre y yo.
- Soy Claude, 3 años. Pensé que realmente era una señorita, pero aún es una bebé -dijo Claude.
El parecía divertido y simpático. Además interrumpió sin dudar a su padre. Parecía alguien atrevido.
Y ahí se acercó otra mujer.
- Ella es Sasha, tiene 11 meses -me dijo mientras se acercaba a nosotros el hombre- Sasha es aún muy pequeña, podrán crecer juntas -me sonrió amable la señora.
Y en definitiva, Sasha parecía una bebé como yo. Apenas se paraba al lado de su madre.
- Ja ja ja -esa carcajada ya la conocía- No sean ilusos, los jóvenes de honor principales serán Marcus y Vin -reía René.
Y esa noche fue una de conocer a algunos niños y niñas, hijos de los compañeros de mis padres.
Y cenamos algo tarde esa noche.
Fue divertido, había algunos niños muy enérgicos que casi no se quedaban en la mesa. Otros eran educados y refinados y hablaban tan normal con los adultos. Y otros eran muy callados y quietos, tanto que era inquietantemente asustador.
Al terminar de cenar. Empezaron a hablar. Los temas eran muy variados.
Claro que a veces los temas eran interrumpidos por alguno que otros niños.
Hasta que llegamos a un tema que me llamó bastante la atención.
- Entonces, Señor Galante, ¿Está construyendo una escuela primaria, secundaria y preparatoria? -dijo la madre de Karla.
- Hm, así es. Es una escuela especial de doble filo -sonrió malicioso mi padre- tendrán los mejores profesores del mundo. Y éstos estarán especializados en defensa personal -dijo tranquilo.
- ¿Por qué sería necesario profesores así? -preguntó René.
- Es sencillo. Quiero que mi hija, y sus futuros hijos tengan la mejor educación en el mundo. Y claro, preparación para ser parte de la mafia -dijo mi padre y me miró, y luego volvió a mirarlos a ellos- los jóvenes de honor serán aquellos que estén en el top 10 de ese colegio, tanto en primaria, como en secundaria. La única forma de ingresar a este colegio será siendo hijo de alguien relacionado a la mafia, o siendo un escogido por mí para ingresar al colegio. Claro que, también daremos becas a aquellos que quieran cursar en preparatoria en este colegio. Pero las becas y el ingreso mismo a la preparatoria tendrá un examen especial y distinto a la de los demás institutos -sonrió orgulloso mi padre.
Todos quedaron sorprendidos. Hasta que uno de ellos habló.
- Entonces tratas de hacer un instituto de élite, donde los beneficiados sean principalmente los jóvenes de honor -dijo el padre de Anthony.
Creo que no entendieron bien a mi padre. El instituto sí, será benéfico para todos. Pero la segunda intención y la verdadera aquí, es la de formar jóvenes que sean capaz de protegerme. O eso creo. ¿Por que llegaría tan lejos?.
Sea como sea, mi padre es extremo. Construir un lugar especial, para tener a personas en las que él pueda confiarles mi vida en un futuro.
Entiendo que con tantas veces que ya intentaron matarme esté algo preocupado conmigo. Pero sigo creyendo que ésto sería algo... un poco extremo.
- Sin dudas yo seré el mejor ahí -dijo Marcus mientras salía de la habitación.
- Siento pena por la supuesta competencia que tendré -sonrió amable Anthony- con su permiso señores, me retiro -finalizó y también se fue.
Algo no pinta bien. De repente el ambiente aquí se puso competitivo, tanto en padres como hijos.
Observé a mi padre. El sonreía satisfecho.
¿Era ésta la verdadera intención de llamarlos a casa hoy?. Quién sabe.
Pero la sonrisa macabra y torcida de esos adultos desprendían un aura oscura. Algunos niños igual, mientras que otros desprendían un aura tan triste y lamentable.
Me aferre a la camisa de mi padre y cerré mis ojos con temor.
Este ambiente no me estaba agradando. Y no entiendo qué pasará en el futuro realmente.