Marcus es un fastidio. Está casi 24 horas pendiente de lo que hago, y sea lo que sea que hago me molesta con sus comentarios tan "simpáticos".
Pero hoy, Marcus y Vinael fueron con su madre. Así que nuevamente estoy ya tranquila en casa. En éstos momentos estoy en el regazo de mi padre, estamos en la sala de estar. Y yo estoy muy atenta a la conversación que mantiene con René.
- Sí, Zorro, ese maldito escapó a Colombia -dijo mi padre bebiendo de su "vino".
- Ya veo, un desertor -dijo sonriendo malicioso René.
- Sí -dijo mi padre y miró a René con una de sus sonrisas orgullosas- Claro que lo hicimos descansar a él y toda su familia de acuerdo a nuestras leyes -sonrió sombríamente y bebió más de su vino.
El ambiente se había tornado sombrío aquí. Al parecer están hablando de sus negocios. O al menos eso parece. Y "Zorro" parece que sí es una persona, con nombre muy raro debo decir.
- Pues el ajuste de cuentas ya quedó entonces -dijo René- ¿Tenía un hijo cierto? -dijo mirando a mi padre.
- Sí, Paolo, su tío intentó protegerlo pero ambos murieron juntos, claro junto a toda su familia hasta el séptimo lazo de sangre -papá me miró y sonrió, y luego miró a René otra vez.
- ¿Entonces que decidió luego? -preguntó René.
- Utilizó su último disparo para matarse, al menos honró su asqueroso nombre en el final -mi padre se puso serio- Sin embargo, Zorro, era uno de los más queridos y aceptados de la Gran Familia, me duele que me haya traicionado de ésta forma -dijo mi padre seriamente. Se notaba muy molesto en su tono de voz.
- Así que probablemente habrá un enfrentamiento interno de hermanos -dijo René y tomó de un sorbo todo su vino.
- Un enfrentamiento entre hermanos no es nada para mí -dijo mi padre sonriente mientras servía más vino a René.
- Claro, claro -rió a carcajadas René- después de todo tú estás acostumbrado a callar a todos los que te lleven la contraria, señor Capo -dijo esa extraña palabra que no comprendí- Mataste a tu padre a los 13 años, y asumiste el control total de la familia de inmediato, hubieron muchos que no estaban de acuerdo que un "niño" asumiera el mando, pero te encargaste cruelmente de cada uno de ellos, desde entonces te has ganado mucho respeto, y tan sólo tu nombre causa temor en quien lo escuche -finalizó y bebió un sorbo de su vino, ésta vez lo dejo a la mitad.
¿Qué significaba esa extraña palabra?. Trato de entender de lo que hablan pero me pierdo muy seguido en sus términos y palabras.
Y por lo que decía, mi padre parecía impresionante. Esas palabras parecían de halagos, estaba segura.
¿Pero qué es eso de "mataste a tu padre"?.
- Bueno, estoy acostumbrado al olor a sangre y la traición. Aún no se como sigo cuerdo -dijo mi padre dejando su vaso en la mesa.
Luego posó su mano derecha en mi cabeza delicadamente.
- Todo ésto es un gran juego para mí, cambio las piezas a mi favor -empezó a acariciar mi cabello- Desde siempre, recuerdo que odiaba la forma en que mi padre administraba a la familia. Él era muy blando, y como tal, no veía como de a poco iban levantándose contra él y robándole todo. Él era solo uno más al poder -sonrió y dejó de acariciarme, miró su mano y apretó su puño- debía matarlo antes de que alguien lo hiciera y se adueñara del control, y también porque si él seguía al mando, seguiríamos perdiendo empresas y territorio, y con ello, nuestro respeto, nuestro poder, nuestra gloria -entonces miró a René.
René lo escuchaba atento. Y yo también, estaba allí dando mi mayor esfuerzo por entender.
- Trabajamos desde las sombras, las personas normales no conocen nuestra existencia. Sólo aquellos que están metidos en ésto y las autoridades que temen no poder controlarnos -su orgullosa sonrisa estaba en su máximo esplendor- Y aquellos que nos conocen, saben que somos la más cruel, despiadada y sanguinaria familia de la mafia. No por nada nos consideran "La familia del Mal y la Destrucción", las otras familias nos temen, y cuando menos lo esperan, ya tenemos control sobre ellos -el parecía tener un gran interés en ese tema.
- Tienes razón, desde pequeño fuiste tan brillante, pero ahora mismo estás en tu punto más vulnerable -advirtió René y me apuntó- Tu preciada hija, es tu motivo y fuerza para seguir al poder, para que seas intocable, y de igual forma protegerla desde la cima. Pero -se puso serio- Es también tu debilidad, podrías perder el juicio y la cordura si entras en una situación desesperante donde ella corra peligro -y entonces cruzó sus piernas.
Mi padre lo miraba atento. No negó ni asintió. Quedó inerte, con su mirada congelada.
- Mi señor Capo, ¿Sabe lo difícil que será para ella en un futuro?, nunca hubo una mujer al mando. ¿Crees que cuando mueras no irán tras su cabeza? -continuó René.
Y ahí comprendí, que el tan solo hecho de existir era una gran debilidad para mi padre. El ahora estaba tan indefenso ante los malvados, tanto como yo era vulnerable a Graciela.
- Eso es algo que ya sé, y estoy tomando las medidas necesarias -mi padre tenía ahora una mirada de inseguridad. Era la primera vez que veía esa mirada.
Era la primera vez que ví a mi padre... indefenso. Y todo, es gracias a mi existencia.
Continuaron hablando un poco más, luego cayó la noche. Hoy dormía con mi padre.
El me leyó un cuento, luego me recostó a su lado, me arropó y me sonrió.
- Buenas Noches -me dijo dulcemente.
Tal ves esperó mucho tiempo mientras me veía. Pero finalmente se durmió.
Yo no conseguía dormir, ahora estaba preocupada por él. Debería volverme más fuerte cuánto antes, así podría ser igual de grandiosa que él.
El dormía tan plácidamente que era encantador observarlo.
Pobre papá, no creí que existiera gente más fuerte que él, y es a esa gente que el teme. Quizá es por eso que no podía conciliar bien el sueño anoche.
Y finalmente, también me entregué al sueño.