Nota: ¡HE HECHO UN VIDEO PARA EL FANFIC! Está arriba <3 no es mucho, aunque creo que di un spoiler gigante.
XIII
POV JUNGKOOK
Los días siguientes detesté mi propia existencia.
En primer lugar, no tenía ni la más remota idea de cómo me había metido en el embrollo que resultaba tener una relación ficticia con Yoongi.
En segundo lugar, no entendía cómo había sido posible que Yoongi hubiese estado guardando para sí mismo su primer rechazo, y todo lo que eso implicaba. Que su primer amor había sido un chico, y que eso le había traído más problemas de lo que seguramente tenía estimado. Mierda. Le habían golpeado por querer a alguien.
¿Qué rayos estaba mal con el mundo?
Y, en tercer lugar, cada vez que en el departamento tenía la oportunidad de cruzarme con Jimin, éste no hacía más que fulminarme con la mirada. Por supuesto no entendía eso. ¿No había sido él quien me había rechazado? ¿No era él quien se encontraba en una relación real con Taemin?
Aunque daba lo mismo cuantas vueltas le diera al asunto, no lograba enterrar el dolor que me producía recordar cómo Taemin curaba sus heridas el día que ambos coincidimos después de Halloween. Escuché a Tae hablar con Hoseok del tema.
Yo estaba enterrado en el sofá jugando play, fingiendo ignorar la conversación, mientras la parte curiosa de mí prestaba más atención a los cuchicheos de mis compañeros en la cocina que a matar a los jodidos zombis que se aparecían por la pantalla del televisor.
—¿Te ha dicho por qué llegó en ese estado? — A mí, particularmente me gustaba la discreción de Hobi. No funcionaba para nada que el tono de su voz sonara como campanitas en las orejas. Sonreí, casi agradecido de ello.
—Que se le ha ido tomar sus medicamentos— murmuró Tae. No estuve seguro de haber escuchado eso, pero al menos sonaba convincente en mi mente. —, y que ha entrado en crisis mientras tenía una conversación con Kookie. Creo que no salió del todo bien, y se ha ido de desmadre a otra fiesta. Tomó más de la cuenta y tuvo un encuentro con un grupo de muchachos... Ya sabes cómo se pone, así que le han golpeado, aunque, a decir verdad, parecía feliz de haber podido propinarle un combo a uno de los chicos.
—¿Con Kookie? — preguntó Hobi. —¿Y qué pinta Taemin en este cuento?
—No lo sé, no me ha contado. — solté un largo suspiro, intentando parecer ofuscado mientras arrugaba la nariz, pendiente del televisor. —Pero si me preguntas a mí... algo me huele a gato encerrado.
—Oh, bebé...— canturreó dulcemente Hobi. —¿Cómo es posible que puedas oler a un gato encerrado?
Tae chistó, y luego se oyeron las risas de ambos.
—¡Es metafórico!
Era noviembre 14. Aún muy pronto para la temporada de nieve, pero ese día cayeron los primeros copos blanquecinos que desdibujaron Seúl en una especie de esponjosa nube. Jimin y yo no habíamos entablado conversación alguna desde "ese día", y parecía más lejana la idea en mi cabeza de que pudiese haber chance para ello. Poco lo veía en el departamento y por las noches el característico aroma a pasta provenir desde la cocina había desaparecido completamente. Parecía un fantasma, existente sólo en mis memorias. A veces, en pocas oportunidades cuando terminaba de estudiar para mis exámenes, y tenía días libres en el trabajo podía verlo, contemplándolo siempre a la distancia con el cabello desordenado y morados surcos albergándose debajo de sus antes resplandecientes ojos. Verlo así me desconcertaba, pero su imagen no era muy diferente de la mía, así que si por alguna desconocida razón nuestras miradas se cruzaban estaba seguro de sentir que cierto lenguaje en sus orbes intentaba decirme algo con desesperación.
O... ¿Era eso lo que yo intentaba hacer?
Terminaba encogiéndome de hombros, desviando la mirada a otro aburrido lugar, sintiendo la presión de sus ojos en cualquier punto de mi rostro. Tal vez en mi nariz, o en mi mentón, o en mis cejas, no lo sé, pero podía sentirla y eso me frustraba.
Recuerdo bien ese día.
La nieve en las aceras de la calle, ejerciendo peso sobre las ramas de los ya desnudos árboles. Había salido de introducción a la música contemporánea y estaba decidido a ir por un chocolate caliente en el apretado break entre esa clase y la otra que era a las diez de la mañana, pero Yoongi había insistido un montón en que nos juntáramos en el arco de la facultad de psicología. A penas podía caminar bien debido al frío, y tenía el abdomen contraído intentando mantener todo el calor posible en mi cuerpo, por eso, cuando lo vi con las mejillas encendidas sobando sus brazos, dando pequeños pasitos en el mismo lugar logré esbozar una sonrisa. Últimamente Yoongi era el único capaz de hacerme sonreír.
—Detestas el frío ¿Qué hacemos aquí? — mi tono, aunque aparentemente intentaba reprenderlo, sonó preocupado. —Hoy te ves intelectual. — bromeé
Yoongi llevaba lentes, y un gorro que aplastaba sus ya rubios cabellos contra su frente.
—Quería verte. — murmuró molesto.
—Pues aquí estoy. — apunté, observando el vapor salir de mi boca.
—¿Tienes tiempo? Quería invitarte a tomar chocolate caliente a la cafetería. — pensé por un momento en la clase siguiente. Negué con la cabeza.
—Estaba por entrar al siguiente módulo ¿Qué tal a las 12:00? Estoy libre para entonces. — junté mis manos para entrar en calor.
Su boca formó una perfecta o.
—¿Cómo van las cosas en el departamento? — preguntó de pronto, pasando de la cafetería. Enarqué una ceja, sin ánimos de responder.
—Van. — sentencié. — Y no lo dije antes... pero creo que me molesta que me preguntes por el tema, estoy en etapa de negación, supongo.
Yoongi río entre dientes.
—Lo he visto. — su voz sonó como un secreto.
Abrí los ojos cuanto me lo permitían mis rasgos.
—¿A Jimin? — inquirí, repentina y patéticamente avergonzado, él asintió.
—¿Estudia aquí verdad?
—Si, pero nunca antes lo he visto. Su facultad está del otro lado de la universidad...
—Iba con cafés en la mano. — susurró Yoongi, luego soltó una risita echando un vistazo a los estudiantes que transitaban por el lugar. —No sé por qué pensé... que tal vez él podría venir a verte. — parecía lamentarse. — Así que he venido lo más rápido posible, no quiero que estés solo por ahí y lo veas, que se te acerque.
—¡Awww! — exclamé, olvidándome de Jimin, porque ver a Yoongi actuar así me daba mucha ternura. — Te estás tomando muy en serio nuestra relación, Yoonie, no sabes lo feliz que eso me hace. Tal vez ahora acepte tu invitación a tomar chocolate caliente.
Sus mejillas volvieron a encenderse, aunque esta vez no por el frío. Seguramente le había dado en pleno orgullo.
—Mocoso — dijo irritado. —, deja de fingir que estas bien.
Automáticamente mi rostro endureció.
—Lo estoy. — dije convencido.
—No lo estás.
—Si lo estoy.
—Deberías conocer a otras personas. — apuntó, finalmente. Parecía que lo tenía atorado en la punta de la lengua, o esa fue la impresión que me dio.
—Tal vez. — dije. —Tal vez debería ir por ahí, besando a muchas personas y volverme loco. — hice un ademán de manos.
—No me refiero a eso, Kookie. — reprochó. — Deberíamos salir hoy ¿Qué tal? Ir a tomarnos algo. Me han recomendado un pub para universitarios, precios moderados, buena música.
—¿Desde cuándo te interesan esos lugares? — pregunté ofuscado.
—Desde que estoy preocupado por ti. — sentenció. Ocultó el mentón debajo de su bufanda negra. — Me preocupas. Mira, sé que puede parecer más fácil fingir que estás bien, que no te entran balas. Pero Kookie, está bien si quieres desahogarte, divertirte, reír o llorar. No es necesario que lo hables conmigo, aunque sabes que puedes hacerlo... sólo déjame estar ahí para ti.
Di un largo suspiro, acortando la distancia.
—Está bien. — susurré. —Podemos salir esta noche. — di un pequeño toque con de mi dedo índice sobre la punta de su nariz. —¿Sabes, Yoongi? Te quiero.
—Yo no. — fue lo último que dijo, con esa sonrisa fanfarrona tan característica en él, asomándose detrás de la bufanda.
Por la noche seguí el instructivo mensaje que Yoongi me había enviado. Literal:
Yoongi:
Date una ducha larga.
Recuerda secarte el pelo.
Ponte guapo, ya sabes, ponte esos pantalones negros y esa camisa suelta, de seda azul marino que te regaló tu madre.
Olvida llevar puestas tus botas timberland, usa zapatos negros o zapatillas.
Usa un buen perfume
Y, abrígate.
Ah, y sal triunfante del departamento, como si fueras a la cita de tu vida, con el hombre de tu vida, en este caso, yo por supuesto.
Jajaja...
Yo:
Supongo que tú irás igual de presentable
Yoongi:
Claro que no
Iré como siempre voy a cualquier lugar, Kookie.
Tardé demasiado. Era obvio que no usaría lo que me había recomendado, ya que cada vez que me miraba en el espejo no veía más que el reflejo de un farsante. Si. Podía escuchar la voz de mamá decir lo guapo que me veía, incluso yo podía admitirlo, pero la vestimenta no representaba mi estado anímico. Una vez en casa no había logrado disipar las dudas. Esas que se enfundaban en mi cabeza preguntándome si Jimin estaría o no en su habitación, sí de verdad había estado caminando por la facultad de psicología con dos vasos de café, sí estaría con Taemin viendo películas en su casa, abrazándose... ¿Jimin era de abrazar a las personas? ¿Era Jimin una persona afectuosa?
Mierda, nada de eso ayudaba.
Así que cuando el reloj marcó las nueve y media de la noche, me decidí vestir unos jeans simples con un polerón negro y mis infaltables botas timberland. A penas presté atención a las preguntas de Tae que comía en silencio junto a Hoseok en el sofá. Me miraban como si estuviese loco.
—¿No saldrás con el frío que hace o sí? — preguntó Tae, echándose un manojo de arroz a la boca.
—He quedado con Yoongi. — dije, envolviéndome en mi abrigo. Tae frunció el ceño.
—¿Eso va en serio? — volvió a preguntar.
—No es de tu incumbencia, bebé. — recalcó Hobi, acariciando su brazo.
—¿Va en serio lo de Jimin y Taemin? — inquirí con voz ronca y desmedida. Me sorprendí de mí mismo. Era la primera vez en días que hablaba del tema con Taehyung, y abiertamente le hacía saber de mi interés por Jimin a Hoseok.
Él abrió la boca.
Si. Estaba enojado, con él, con Jimin. Más con él. ¿No era él el que me había dado falsas ilusiones? El que se había dicho mi amigo. ¿Entonces por qué parecía que tomaba más partido por Jimin que por mí? ¿Por qué me había estado evitando todo este tiempo?
—Lo supuse. — solté resentido ante su silencio. Me guardé las llaves en el bolsillo tomando el pomo de la puerta.
—¡Kookie! — exclamó Tae. —Espera.
Me giré para verlo correr rápidamente a su habitación y traer un libro entre las manos.
—Ya no sé qué más hacer. — se lamentó, ocultando sus ojos bajo el mechón que caía sobre su frente. — No quiero estar entremedio y guardar silencio como si nada, en serio. No puedo ayudarte más que entregándote esto, que espero pueda servirte. Léelo cuando tengas tiempo.
—¿Qué es eso? — miré con recelo el objeto.
—Sólo léelo. — pidió, entregándome el libro. —Quizás puedas entender por qué no puedo hacer ni decir mucho, y perdóname.
Rodé los ojos.
—Tae...
—Es sólo que me siento cómplice de un delito o algo así — se rascó la nuca mirando a Hobi, que sonreía apenado, escuchando nuestra conversación. —Tómalo como muestra de nuestra amistad, pero por favor, mantenlo como un secreto.
—Ya.
Dije cerrando la puerta a mi espalda. Por alguna desconocida razón el corazón me palpitaba rápido, y no se detuvo hasta que encontré una banca vacía en la cual poder sentarme y ojear bien el libro. No supe bien si sentí sorpresa o miedo al darme cuenta de que, eso nada tenía de libro, o historias, o cuentos, sino que era más bien un diario, garabateado, escrito, rayado, incluso con algunas hojas rotas.
Me detuve un momento, conteniendo la respiración, observando algunos copos de nieve caer a través de la tenue luz de un farol.
Leí el grabado en la portada de cuero del diario: Park Jimin.
Lo que estaba a punto de hacer no estaba bien, y no estuvo bien sentirme atraído por todo lo que podría haberse encontrado escrito ahí. Era personal. Todo lo que estaba escrito allí eran partes de Jimin... del corazón de Jimin.
¿Por qué Tae habría pensado que leerlo sería buena idea?
¿Por qué estaba empezando a leerlo?
Detente, Jungkook, esto no está bien.
Pero no puedo dejar de leer, con los ojos arrugados buscando que la luz del farol pueda iluminar torpemente las oraciones escritas en el papel.
1°Nota:
La doctora ha sugerido que comience a escribir. No soy bueno escribiendo. Dice que tener a mano un diario puede ser una herramienta de autoconocimiento. ¿Para qué querría yo conocerme? ¿No sería lo contrario? Desdoblarme de mi cuerpo, y apartarme de estas partes marchitas en mí.
5°Nota:
He vuelto a soñar con mamá. Volvía a golpearme. Volvía a empujarme por la puerta contra el cuerpo de papá.
Volvía a pronunciar las mismas palabras.
"Llévatelo, no lo quiero, es peor que una mascota"
9° Nota:
Siempre he querido un gato. No sé por qué simplemente no lo tengo.
10° Nota:
Me odio.
¿Por qué todo lo que toco lo destruyo?
¿Por qué no puedo ser más normal?
12° Nota:
No sé por qué estoy con Taemin. A veces lo detesto. Detesto que me hostigue. No hace más que hablar de sus problemas. ¿Dónde quedo yo?
13° Nota:
A veces me gusta mucho Taemin. O eso creo. Debe gustarme la atención que me presta. Pero sigo detestando su egocentrismo.
23° Nota:
Odio seguir aquí estancado. No puedo seguir viviendo con papá. No me entiende. Tae tiene un departamento, le he pedido que me alquile una de sus habitaciones.
36° Nota:
Taemin apesta. Se ha acostado con otro.
No podía esperar menos de él, y aun así logra seguir decepcionándome. Creo que los antidepresivos hacen su trabajo, de alguna manera no me siento mal. Es como haberse quitado un peso de encima.
40° Nota:
Extraño sentirme querido.
No tengo a nadie que me quiera...
Lo merezco, verdad. Es que a veces, a veces no, siempre, ni yo mismo me quiero.
48° Nota:
Tae es un buen amigo.
52° Nota:
Tae tiene un amigo nuevo. Se llama Jungkook. Es Horrible.
53° Nota:
¡No le gustan los hombres!
Puta madre.
54° Nota:
¿Por qué estoy coqueteando? ¿Por qué verlo por las mañanas me hace sentir bien?
55° Nota:
Ha comenzado a acompañarme todas las noches a comer pasta. Debe gustarle mucho.
Pero no le gustan los hombres.
63° Nota:
Ha venido Taemin gritando descontrolado. ¿Por qué me preocupaba más que Jungkook estuviese escuchando?
Estuve a punto de besarlo. He reafirmado mi teoría, en serio no le deben gustar los hombres, o en serio no se había lavado los dientes.
70° Nota:
Jungkook
71° Nota:
Jungkook
72° Nota:
Jungkook
73° Nota:
Lo único que puedo escribir es su nombre: Jungkook
74° Nota:
Jungkook
89° Nota:
Lo he besado. Sabe a cielo.
97° Nota:
Se le ha salido la zapatilla en la casa del terror. He venido a acostarme con una sonrisa en el rostro. ¿Por qué me siento tan feliz a su lado?
101° Nota:
Jungkook
102° Nota:
Jungkook
109° Nota:
Jungkook ¿He roto tu corazón? Porque el mío se siente destrozado. ¿Qué he hecho?
113° Nota:
¿De verdad está con Yoongi?
118° Nota:
Lo extraño
119° Nota:
Lo extraño.
124° Nota:
Merezco esto.
Él merece más.
132° Nota:
Me gusta, me gusta, jodidamente me gusta.
Nota: He estado pensando que separaré este capitulo en 3. Visualmente no me gustan los capítulos extensos, así que tendrán que esperar para ver que pasará después de esto.
Otra cosa que estuve pensando fue en publicar sus nombres de usuarios para agradecerles su cariño, sus comentarios y apoyo. Ahora mismo estoy algo corta de tiempo, por lo que tendrá que ser para el próximo. Pero sé quienes son <3 y las adoro tanto!!!! que mi corazón se retuerce de ternura al verlas ahí presente.
Muchos cariños, espero que les haya gustado !
Adelanto:
¿Que pasará con Yoongi? ¿Irá Jungkook a su cita o será que alguien se cruzará en su camino? ¿Tendrá Jimin un gato algún día...?