No soy otra típica rubia

By MS99reader

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Clara Williams es conocida en su escuela por su carácter fuerte. Sin embargo con la llegada de Travis Brown... More

No soy otra típica rubia
Fiesta en la playa 1.
Fiesta en la playa 2.
De vuelta a la rutina.
Primer día de clases.
Encuentros de pasillos
No es el mejor día.
Fiesta de Jace Parker
Declaraciones inesperadas.
Un extraño amanecer.
Una oportunidad.
Problemas de digestión.
Confesiones frustradas.
Nuestra primera cita.
¿Rechazo?
Miradas
Celoso.
De visita.
Efectos colaterales a un beso.
¿Qué te importa?
AVISO
¿Momento incómodo?
Cuidadora de ebrios.
Todo se aclaró.
AVISO 2.
¡Pelea!
Fuga.
"Mejores amigos".
Shopping
¿Término?
Noche de chicas.
Aún no.
Expulsados de clases.
Tregua.
Psicópata.
Tal vez fue una mala idea.
Esto no es una cita.
¡Las palomitas se quemarán!
Problemas.
¡Hijo de puta!
Fue un error.
Los mejores amigos.
¡Traicionada!
Necesito un abrazo.
Un salto hacia el vacío.
Like Old Times.
La verdad.
Tocata.
Tocata 2.
¿Estás enojado?
Aprendiendo a conocernos.
¡Todo calza!
Tensión.
Clara no está de humor.
La "Sorpresa".
Ya da lo mismo.
Algo raro está pasando aquí...
Tortura

¿Me perdonas?

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By MS99reader

Me miré en el espejo. Mi rostro estaba horrible. 

Tras la ventana, todavía se veía el cielo oscuro, ni rastros de los más mínimos rayos de sol. Eran alrededor de las cinco de la mañana, y yo no podía volver a dormir; el rostro desilucionado de Travis se paseaba sin cesar por mi mente, junto a todas sus palabras, con las que por primera vez pude sentir que de verdad no era un juego, y que me quería en serio.

Pero el corazón es ciego, y muchas veces trata de llevarnos por el camino que más le gusta, en donde uno arriesga todo, y generalmente siempre sale herido.

Yo no sabía que era todo esto de querer a alguien que no fuera mi familia, Lia o Chris. Si hubiera sabido que con esta historia se podría llegar  a sufrir tanto, preferiría haberme resignado con un par de gatos. Son peludos, suaves, no molestan ni te hacen sentir aquellas estúpidas cosquillas en el estómago. 

Ojalá Travis fuera un gato.

Al principio me pregunté por qué me afectaba todo esto. Se supone que así era nuestra "relación", hacernos la vida imposible el uno al otro. 

Tal vez yo también quería a Travis... sólo tal vez.

Pero se me era imposible aceptarlo aún. Y no hablo exactamente de acuerdo a tener claros mis sentimientos, porque todo está más que dicho.

Se me hacía imposible aceptar que lo quería, pero que no podía estar con él, porque sabía que me haría daño, porque me costaba confiar en él, pero sobretodo... porque sabía que una relación como la nuestra, no funcionaría.

Me odiaba a mí misma, me detestaba. Soy una cobarde, una miedosa, y por estúpida le estoy haciendo caso a mi conciencia en vez del corazón. Odio mostrarme débil, odio llegar a ser tan vulnerable, odio ser tan orgullosa, odio.... esto.

Tomé el teléfono y marqué el número de Chris. Al tercer pitido, escuché su soñolienta voz:

- ¿Clara? -dijo entremedio de un bostezo- ¿Tú eres imbécil o estás consciente de que acabas de interrumpir mi sueño?

- Chris... -dije con un hilo de voz- ¿Tienes un momento?

Hubo un extraño silencio. Al parecer, mi amigo comenzaba a imaginarse que algo raro estaba pasando.

- Hey... -su voz ahora se mostraba dulce y tierna- ¿Pasó algo?

- Eh... sí pero da igual. -respondí- sólo... sólo quiero conversar con alguien.

- ¿ A las cinco de la mañana?

- Ajá...

- Estás loca, Williams. Ahora puedo concluir al fin mis predicciones.

Y de la nada, el sonido de llamada finalizada estampó contra mi oído. Chris había cortado, me había cortado.

El corazón se me estrujó por completo.

"Lo que faltaba."

Ahora si que me sentía más sola que nunca, inundada el la soledad del cielo oscuro y entre mis propios sollozos. Tal vez debería seguir intentando con dormir

Me acomodé nuevamente entre las sábanas, tapando mi cuerpo hasta las orejas. Cerré los ojos y suspiré fuertemente, esperando que mi cuerpo se fuera con aquel suspiro al sueño. Pasaban los minutos y aún no podía luchar contra este maldito insomnio.

- Claro, cuando no me hace falta el sueño, te duermes rápidamente, -me dije- pero cuando necesitas dormir, te da un ataque de energía. ¡Bien, Clara, eres genial!

Puse los ojos en blanco. Todo esto era desesperante.

 Unos pequeños y horribles ruidos, más parecidos a rasguños, comenzaron a azotar mis oídos.

- ¿En serio? O sea, ¡ya tratar de dormir en tranquilidad me cuesta, y justo aparecen estos malditos sonidos! ¡Esto es horrible, joder! -chillé mientras me levantaba de la cama quitando las sábanas de encima de mi cuerpo.

Caminé hasta la ventana, que era el lugar de donde venía mi distractor. Seguramente debe ser una rama que está chocando contra ella. Levanté la persiana, pero mis suposiciones fueron en vano, no había nada.

Resignada, me dispuse a volver a la cama, pero antes de voltear mi cuerpo, el macabro rostro de una persona se estrelló contra mi ventana, dándome un susto de los dioses.

- ¡POR LA PUTA MADRE, MIERDA! -exclamé.

Al principio, su rostro se veía difuminado por la oscuridad y la niebla, pero al acercarme nuevamente a la ventana, pude comprobar quien era, por lo que abrí rápidamente la ventana.

- ¿Cómo mierda trepaste ese árbol? ¡Casi me das un infarto! -grité en susurro.

- ¿Cómo iba a dejar a mi mejor amiga cuando más me necesita? -habló mientras se adentraba en la habitación- Vamos linda, ven aquí. -dijo al estirar sus brazos para darme un abrazo.

Hubo un extraño silencio de debilidad. Y sin dudarlo dos veces, me estreché conta él.

Y era justamente lo que necesitaba.

- G-gracias por venir... -sollocé.

- No tienes por qué agradecerme, ¿Creías que te dejaría sola?

- Es que cortaste de la nada... sólo lo supuse.

- Fue porque a penas te escuché, supe que te pasaba algo, más aún si la llamada fue en plena madrugada... -replicó- Siento no avisarte, pero no había tiempo que perder. -rió roncamente.

- Te quiero mucho Chris. - lo apreté mucho más fuerte.

- Yo también, Clara. -acarició mi cabello suavemente y depositó un tierno beso en él- No te imaginas cuánto.

Sinceramente, Chris era un amigo irremplazable, lejos el mejor. Siempre estaba ahí para mí, no importa la circunstancia, la hora o el lugar, Christopher Johnson nunca te iba a fallar. Y con tan solo pensar de que no estaba sola, que estaba con mi viejo amigo, que tenía apoyo, me tranquilicé un poco.

Nos dedicamos a ver una pelicula tapados bajo la cama. Él con su pantalon de dormir y con una musculosa -que supongo que se la puso para no llegar tan desnudo- y yo, con su vieja y grande camiseta de pijama. Su cercanía me relajaba, y no nos dimos ni cuenta de que el tiempo pasaba y que los rayos de luz comenzaban a asomarse por los pequeños agujeros de las persianas. 

Yo no podía entender como Chris -a pesar de ser un oso dormilón de primera- lograba mantenerse despierto frente a cada reacción mía. No sé si en realidad estaba durmiendo y simplemente estaba con el sueño muy ligero, o si de verdad se encontraba atento a cada una de mis posibles reacciones.

Él es genial, y en estos momentos, me siento la chica más afortunada del mundo al tenerlo como mejor amigo.

Estiré un poco mis piernas y arrugué los ojos por la luz, dando sin querer, unos pequeños golpes a Chris.

- Hey... -susurró adormilado- ¿Estás despierta ya?

Traté de ahogar una risa.

Probablemente en cualquier otra ocasión le hubiera respondido "No tarado, estoy durmiendo y hablo dormida" , pero como se ha portado tan tiernamente conmigo, que simplemente asentí.

- ¿Estás mejor? -preguntó- ¿Quieres contarme qué fue lo que realmente pasó que hizo correr a Claribú a los brazos de este papasito?

- Idiota. -puse los ojos en blanco- Y que quede claro que yo sólo te llamé y que tú corriste hacia mí subiendo los arboles como un simio.

- Veo que te vas recuperando... -rió.

Giré mi cuerpo hacia él para mirarlo. Tenía su cabeza posada relajadamente en el respaldo de mi cama, el pelo alborotado y su brazo bajo mi nuca. Y a esto, súmenle los ojos algo entrecerrados a causa de la molestia hacia la luz.

Estaba horrible.

Sonreí levemente mientras lo observaba.

- Gracias Chris. -dije.

Chris me devolvió la sonrisa al instante.

- No es necesario. -respondió- Sólo quiero que estés bien, y si puedo aportar con un pequeño granito de arena para hacerlo... -dijo acariciando mi mejilla con su pulgar- Simplemente lo haré sin pensarlo.

Y yo haría exactamente lo mismo por él.

Tomamos desayuno, saludamos a mamá y Chris llamó a su casa para dar señales de vida antes de montarnos en el Jeep para un agradable mañanero.

Un surf mañanero, mentes sucias.

Al llegar, Chris-chico-brazos-fuertes, tomó ambas tablas en cada uno de sus brazos, mientras yo llevaba los equipamentos necesarios, que en realidad no eran muchos ya que esta vez lo haríamos sólo en traje de baño.

Las olas californianas estaban perfectas. Una de las cosas por las que amo mi ciudad, es porque tiene playas increíbles para practicar nuestro deporte favorito.

El agua, chocaba contra mi cuerpo, mojando al instante toda parte de él. Ya ingresada en el mar a una profundidad razonable, Chris me acercó la tabla y juntos, cada uno en la suya, comenzamos a bracear.

Braceaba con fuerza, con agresividad, más rápido que nunca. Trataba de descargar toda mi impotencia de una manera sana y sin que alguien -probablemente Chris- salga herido.

Afortunadamente, no hizo falta esperar para conseguir una ola.perfecta, por lo que gire junto a mi tabla en dirección contraria al.horizonte para tomarla. A medida que se acercaba, nadaba de manera más veloz, y ya al moverme con ella, con un rápido salto me puse de pie y manejé como diosa la marea.

Nos quedamos un rato más en la playa después de surfear, solo que ahora nos cambiamos al lateral de la playa, donde casi ni hay olas. Ambos nos encontrábamos acostados boca arriba en nuestras tablas, mientras nuestros cuerpos se mecían lentamente gracias al agua.

- Estuvieron fantásticas, ¿No? -agregó mi mejor amigo.

- Así es... -suspiré- Hey, ¿sabes que hora es?

- Son... -Chris volteó su muñeca para ver su reloj de agua- Las diez menos cuarto... Y llegamos a las ocho en punto, -afirmó- Creo que deberíamos  ir a clases,  ya hemos estado afuera los dos primeros bloques. La hora que viene me toca música, y ya sabes, no pienso perder la clase.

- No estaría mal... -respondí- A mi me toca pintura...

- Y a Lia teatro.

- ¿Tenías que incluirla en la conversación? -bufé- No tengo ganas de saber de ella, Chris.

- Por favor Clara,no seas pendeja. -regañó- Tú sabes perfectamente que ambas son muy amigas mías, pero tengo mis preferencias y creo que están más que claras. No te entiendo, joder, primero te enfadas por la traición, luego te dispones a perdonarla, después lloras como una nena y ahora la vuelves a odiar. Y eso no es todo, creo que estás mezclando tu impotencia con tus otros problemas, como Travis por ejemplo. Mira linda, no te enfades, ¿vale? Soy tu mejor amigo y te conozco perfectamente. Soy un chico, soy más directo y no te andaré con rodeos al momento de decirte algo. Sé que no me has dicho bastante de lo que ha pasado con Travis, pero te puedo asegurar que no me equivoco en lo que diré. Se que es difícil tomar decisiones en cuanto a relaciones, pero si algo he aprendido en esta perra vida, es que ninguna de las cosas que valen la pena son fáciles. La vida no es un cuento de hadas todo repleto de color rosa, yo diría que es más bien como un arcoiris. Hay momentos que estarán pintados dulcemente, pero también otros más oscuros. Sin embargo, todo sigue siendo un conjunto que al observarlo, luce precioso. Creo que tú y Lia están separadas por una mierda. No permitas que algo así te quite una amistad de años, todo tiene que pasar por altos y bajos. Y sobre el chico ese que te tiene loca... tú sabes que por mí sería mucho mejor que estuvieras sola, pero a mi no me engañan esos ojos cuando se miran o cuando te hace una broma...S-se nota que... le agradas y podría apostar que a ti... también. Todo esto suena tan extraño desde un chico, pero no puedes pasar toda tu vida esperando no ser lastimada. No puedes pasar toda tu vida pensando y preocupándote del "¿qué pasará?". Ojalá llegue el día en que aclares lo que realmente quieres, solo trata de que... no se te haga demasiado tarde.

Me quedé muda. En verdad que Chris tenía la razón, tanto, que confundían mis propios puntos.

Tal vez no los confundía, tal vez simplemente él lograba decir lo que yo nunca me atreví a replicar.

Y con el simple hecho de escucharlo, comenzaba a razonar.

Nos acercamos a la orilla y nos vestimos nuevamente para ir a la escuela. En el Jeep, no cruzamos ni media palabra durante el trayecto. Fue algo muy incómodo, pero prefería que así fuera. Después de lo que me dijo, mi cabeza daba vueltas y vueltas pensando en sus palabras.

Al llegar al instituto nos bajamos y entramos por el campo de fútbol para no ser descubiertos por el director. Que nos viera el equipo y su entrenador, simplemente nos daba lo mismo.

Chris se adentró al camerín de varones antes que yo y desde el otro lado me extendió la mano para ayudarme a entrar también.

Miré a mi al rededor al ingresar con los ojos como platos. Decenas de chicos a medio vestir o con tan solo una toalla amarrada a la cintura se paseaban dentro del vestidor aún sin percatarse de mi presencia.

Oh Dios mío.

- Deberías taparte los ojos. -comentó Chris.

- Esto no puede estar pasando...

- Vaya, vaya, vaya... -dijo uno de los chicos con toalla- ¿Decidiste recuperar tu trono de capitán, Johnson?

- Cállate, Ryan... -respondió- Sé que me extrañas en el equipo, pero lo siento, el surf es lo mío.

- Así veo... -contestó.

Ryan se inclinó un poco para ver detrás de la espalda de Chris , en donde yo me encontraba.

- Wooooow... -continuó- ¿Es lo que yo creo que veo ahí? ¡Hey chicos, alerta de chica! ¡Clara Williams ardiente por vernos!

El resto de los jugadores se voltearon al instante, emitiendo ruidos, silbidos y frases bastantes obscenas gracias a mi presencia.

- Salgamos de aquí. -gruñó Chris.

Tomamos rumbo hacia la salida, con Chris protectoramente por delante de mí.

Pero su protección no sirvió de mucho, ya que torpemente, choque contra uno de los desnudos y tonificados pechos de los jugadores.

- E-eh... Lo siento... -dije cabizbaja.

- Tranquila, es un placer. -dijo una grave voz bastante familiar para mi gusto.

Levanté la mirada.

- Parker.

- Williams. -dijo con una sonrisa seductora.

- Con permiso. -dije mientras abría paso, pero su cuerpo, nuevamente me lo impidió.

Fruncí el ceño.

- Nosotros tenemos que hablar. -dijo Jace- No podemos dejar esto como si nada.

- Jace, sinceramente, lo que pasó entre nosotros por ahora es lo que menos importa. Así que, si me disculpas...

Lo empujé y seguí con mi camino hacia la salida.

- ¡Te buscaré, Williams! -exclamó desde lo lejos.

Puse los ojos en blanco.

Imbécil.

Junto a Chris, nos adentramos en los pasillos de la institución. Llegamos a un punto en que los salones de artes se dividían, por lo que nuestro trayecto juntos llegaba hasta este lugar.

- Clara... -comenzó Chris- Piensa en lo que te dije... ¿Ok?

- Ok. -sonreí tímida.

- Nos vemos. -dijo depositando un tierno beso en mi frente.

Resoplé.

Puto amor.

Ingresé a la clase de pintura, que para variar, ya había comenzado.

- Buenas noches, señorita Williams. -dijo la profesora- Tome asiento si no quiere otra anotación.

Giré los ojos.

Observé mi alrededor. Los mismos alumnos de siempre excepto uno.

Lo hacía a propósito.

Me senté a unos cuantos asientos más allá de Travis, quien por cierto desde que entré, no había dejado de mirarme con sus ojos penetrantes.

El quería hablar conmigo a pesar de todo lo ocurrido.

El corazón se me estrujó.

Ay.

Traté de enfocarme en lo posible en mi pintura, pero realmente no tenía la menor idea de qué hacer, ya que hoy nos tocaba "estilo libre". Entonces simplemente me dejé llevar por las emociones, y se podría decir, que esta era la primera vez que pintaba en serio y con el corazón. Nunca antes me había esmerado en algún trabajo.

Y como de costumbre, antes de terminar la clase, los trabajos tenían que ser presentados a los demás compañeros.

Uno a uno iban enseñando sus emocionales obras artísticas.

- ¿Cuál es su nombre señor? -preguntó la profesora.

- Travis Brown.

- Vaya... Creía que usted estaba en música.

- Me gusta más esta clase. -respondió dirigiendo su mirada hacia mí.

Bajé la cabeza, las mejillas me ardían más que nunca.

- Pues, adelante. -continuó la maestra.

Travis se paró en frente de la sala como los alumnos anteriores. Tomó su dibujo con ambas manos y lo miró durante unos segundos.

Dentro del boceto se podía observar una playa en un día nublado. Una bandada de aves que volaban felizmente y que luego son estrelladas contra la arena.

- Hay lugares que marcan en nuestras vidas, como en mi caso la playa. Las aves, representan a una chica. Sólo a una. Como verán, al principio vuela felizmente, todo por el momento es diversión. Pero la neblina la ataca, provocando que se derrumbe en la arena, donde las olas ansiosas esperan tragarla. Mi obra la quiero titular miedo. Podría dibujar el después de las aves, pero hay veces en que las personas sòlo se estancan en lo malo y son incapaces de superar o enfrentar lo que se les viene de una manera valiente. Solo pasan su vida huyendo. -concluyó sin abandonar su vista.

El salón lo aplaudió entusiasta,mientras que la profesora seguía impresionada de las habilidades del chico.

Debo admitir que el dibujo le quedó hermoso, incluyendo su sentimentalidad que chocó tan fuerte con mi corazón como una verdadera daga.

 El timbre para el descanso sonó y me fui tan antes pude. Sé que no puedo dejar las cosas pasar así, se que tengo que hablar con él, pero ahora no tenía ganas ni ánimo.

Caminé por el pasillo a ritmo apresurado. Uno nunca sabe cuando un "Travis-gorila" te puede atrapar.

Llegue a mi casillero algo más cansada de lo usual y me apoyé contra él.

Travis tenía razón al igual que Chris: yo ya no podía seguir huyendo.

Pero es que... ¡es que aún no me sentía preparada!

Sacudí la cabeza.

<<Estúpida Clara, deberías dejar de pensar en él.>>

Abrí la taquilla para guardar algunas cosas. De ella, cae un aromatizado sobre rosa.

¿Una carta?

La recogí de inmediato y la abrí. Dentro de ella estaba escrito:

Clara, ¿podemos hablar?
te espero en tu casa, besos.

Fruncí el ceño.

Si no fuera por el sobre rosa y el lápiz con brillitos podría haber jurado que era un psicópata quien la escribió.

Pero estaba más que claro que era Lia Mckenzie.

Sonreí.

Pensé en ir directamente a mi casa, pero luego recordé que Lia era una chica bastante responsable, por lo que era de suponer que tendría que ser a la hora en que terminan las clases.

                          ~o~

La jornada escolar ya había terminado y aproveché de pasar a dejar a Chris a su casa antes de llegar a la mía.

Bajé del Jeep y esperé ver a Lia en la entrada, pero no habían señales de ella.

Realmente me apestaba esto de que me digan que nos juntemos y me dejen "plantada" por decir así.

Entré a casa y saludé a mamá, quien se encontraba algo más emocionada de lo normal.

- ¿Todo bien? -pregunté confusa.

- De maravilla, hija. -sonrió- ¿No vas a subir a tu habitación?

- Eh... te quería saludar primero, mamá.

- ¡Ay sí! ¡Que torpe! -rió- Bueno cariño, es hora de que subas. - dijo cambiando drásticamente su tono voz y expresión a algo más serio.

- Pero...

- Sube.

- ¿Ok...?

Subí las escaleras algo atemorizada. Algo raro pasaba, ya que mamá no solía comportarse así.

Abrí la puerta como de costumbre y pude comprender a qué se debían las extrañas reacciones de mamá.

Un enorme y colorido cartel cubría la muralla de mi habitación con la palabra "perdóname".

Mis ojos no creían lo que veían. Nunca imaginé que Lia tedría un gesto tan tierno para mí.

- ¿Me perdonas, bebé?

Quité la vista del cartel.

Oh no.

- ¿Qué mierda haces aquí? -dije en tono seco y cortante.

- Supongo que leíste la carta... -contestó.

- Creía que era Lia quien la había escrito.

- Era lo que se esperaba. Sabía que si te decía que era yo, m evitarías. Así que te hice creer que había sido tu mejor amiga al escribir una carta al estilo Lia Mckenzie.

- Eres... un...idiota. -dije antes de fruncir mis labios.

Jace se acercó hacia mí y tomó suavemente mi rostro entre sus manos.

- Tu idiota. -sonrió a centímetros de mí- Qué dices... ¿Me perdonas Williams?




Nota de la autora: Uhhhhhhhhhhh

¿Será perdonado Parker?

¡Cada vez nos acercamos más al final!

¿Qué opinan del cap?

Yo creo que me fui al chancho con el final jiji amo dejarlos con intriga <3<3<3<3<3<3<3<3<3

NO ME MATEN.

Siento la demora lectores amados :( <3

¿Alguien se acuerda de la historia de que le contó Jace a Clara sobre un pasado-presente algo oscuro de Travis?

Pues si la respuesta es no...
COMIENCEN A RECORDARR!!

¿Alguien recuerda a una tal "Megg" nombrada en el capítulo en que Clara sale con Travis?

TAMBIÉN COMIENCEN A RECORDAR!!

*** ESTOS DATOS SE LES HARÁN BASTANTE ÚTILES PARA LOS CAPÍTULOS QUE SE VIENEN.

AY, ¿dije ya que amaba dejarlos con intriga? Creo que esto los dejará peor.

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJA.

Bueno eso.
Los.amodoro.mucho <3

Nos leemos.pronto!

XOXO,

~MS.









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