-Quédate con Dylan, no lo lleves con Zoe todavía, por favor. - le supliqué a Ecko.
-Es que lo tengo que llevar antes de las doce amigo. -
-Creo que Dylan es mi hijo. - confesé.
-¿Q.que decís?. - preguntó confundido.
-Eso que escuchas, no lo lleves. - dije y salí para la casa de Zoe.
Zoe Silva
-Mañana a las ocho y media tenemos que salir. - dijo Paulo.
-¿De la mañana o de la tarde?. - pregunté
-De la tarde, tontita. - rió. - Me voy, si no mi novio se me enoja. - reímos.
-Chau rubia. - le di un beso.
-Chau hermosa. -
Eran las 11:35 y Ecko no me traía a Dylan, vi que subió una historia de él riéndose asi que estaba bien.
Pasaron aproximadamente 10 minutos y sonó el timbre.
Seguro Paulo se olvidó algo, siempre le pasa lo mismo.
-Mi amor, que te olvidast.. - me callé cuando vi a Mauro y no a Paulo.
Estaba con los ojos rojos.
Intenté cerrar la puerta pero el puso su pie.
-¿Que querés?. - pregunté ya cansada de hacer fuerza.
El pasó adentro y se pasó sus manos por la cabeza.
-¿Por qué me mentiste?. - dijo en un susurro.
-¿Con qué?. - pregunté confundida.
-Paulo no es el padre de Dylan, Zoe. - dijo mirándome con lagrimas en los ojos.
-¿Que decís, nene?. -
-DYLAN ME LO DIJO, PAULO NO ES SU PAPÁ, ZOE. - gritó enojado.
-¿Que mierda estuviste hablando con mi hijo?. -
-Le dije que te conocía hace mucho y a su tía tambien, los empecé a nombrar a todos y cuando le dije que su papá se llama Paulo me dijo que no conocé a su papá. - me miró con tristeza.
Me senté en un sillón y me tape la cara con ambas manos.
-Zoe, decime la verdad. - hizo una pausa. - ¿Dylan es mi hijo?. -
Lo miré, lagrimas no tardaron en salir de mis ojos, él estaba igual o peor que yo.
-Zoe, ¿si o no?. -
-Si. - susurré. - yo, yo no aborté Mauro. -
Él al escuchar mis palabras se sentó al frente mío, se tapó la cara y lloró.
Los dos nos quedamos así un rato hasta que él habló.
-¿Por qué? ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué? ¿POR QUÉ ZOE? , LA CONCHA DE MI MADRE.- gritó todavía llorando.
-Por que no lo querías, Mauro. Por eso. - dije enojada. - Igual no te preocupes, que mañana nos volvemos a Córdoba. - me levanté.
-No. - imitó mi acción. - No te lo vas a llevar, es mi hijo también. -
-¿Ahora es tu hijo?.- reí irónica.-¿Sabés qué es lo más triste? Que te perdiste lo más lindo de un hijo, como cuando lo bañé por primera vez, cuando comió puré por primera vez, cuando dijo su primera palabra, ¿y querés saber cuál fue? - pregunté sacada. - Papá, y su papá no estaba para escucharlo. - el lloraba, yo intentaba aguantar mis lagrimas.
-Ya se que no voy a recuperar nada de eso, pero quiero que el me conozca como su papá, no como Lit. - lo interrumpí.
-No, nosotros nos vamos a ir y vos. - lo señalé. - desaparece de nuestras vidas. -
-No, Dylan es mi hijo y no me voy a perder un segundo más de su vida, voy a estar a su lado, te guste o no, Zoe. - dijo firme.
-Te guste o no, mañana nos vamos a Córdoba. -
-Si vos querés estar con Paulo amí me chupa un huevo y la mitad del otro, pero a mi hijo no te lo llevas.- me agarró de las muñecas. - No te lo vas a llevar.
-Soltame, enfermo. - me solté de su agarre. - Me lo voy a llevar, y si lo querés ver, vas a tener que ir a visitarlo a Córdoba, por qué nos vamos a la mierda. -
-No seas tan egoísta loca. -
-¿Yo egoísta? ¿Quién dejó a quién estando embarazada? - pregunté, el agachó la cabeza. - Si, vos. -
-No te lo lleves, por favor te pido.- se acercó a donde estaba yo. - Dejame conocerlo, deja que él me conozca amí. -
-Lo voy a pensar, andate. - pedí sin mirarlo.
-Okey, pero pensalo, pensalo bien Zoe, por favor. - dijo y salió de mi casa.
Él se fue y yo no hice otra cosa más que llorar, ¿por qué se tuvo que enterar?
Ésto era a lo que tanto le tenía miedo, no es de forra, pero me voy a ir a la mierda y me voy a llevar a Dylan.
Bebés falta poquito para el final, pueden mandarme al priv diciendome como les gustaría que termine, con Lit o con Paulo.