Oblivion pasó las 100k leídas, y es todo GRACIAS A USTEDES<333.
Asentí lentamente. ¿Cómo este chico logro reconocerme apenas le hable?
"Connie dijo que vendrías." me sonrió casi como su hubiera logrado leerme la mente. "También dijo que la disculparas, que tuvo un retraso." ¿Un retraso? ¿Ósea que aun con mis 45 minutos tarde tendría una oportunidad?
"gracias" le sonreí amablemente agradeciendo su información.
"Puedes sentarte a esperarla si quieres" apunto hacia una de las mesas que estaba un poco más allá. "Ella llegará en unos..." subió su manga y miro su muñeca, esperaba ver un reloj, pero no, sólo la piel de su brazo. "pronto." dijo volviendo a bajar su manga. Reí ante la antigua broma de ver la hora sin reloj, era un clásico.
"Okey, gracias." Hice como me dijo y fui hacia la mesa más cercana. Comencé a mirar por la ventana, prestándole atención a una chica que discutía con su novio fuera de la tienda. ¿Así nos veíamos Zayn y yo cuando peleábamos? No, claro que no.
¿O sí?
"Entonces....Emma" me giré rápidamente para ver al chico parado al lado de mi mesa, con un bolígrafo en una mano, y en la otra una pequeña libreta de hojas marrones claro. "¿puedo sentarme?" miro el puesto vacío frente a mí. Mire alrededor, al parecer no había nadie a quien atender.
"Claro"
Tomó asiento y comenzó a golpear el bolígrafo contra la mesa. Su pelo era algo largo y tenía ondas en él.
"¿Para qué quieres el trabajo?" preguntó de pronto. ¿Que no era obvio?
"Necesito dinero" respondí segura.
"mm claro" su voz era ronca y lenta, realmente lenta en una forma...casi sensual.
" Te haré una pequeña entrevista ¿bien?"
"Bien" respondí algo insegura.
"¿Nombre?" Puso la punta del lápiz contra la hoja, dispuesto a escribir.
"Emma Renee Brynston" Puso mis manos bajo la mesa y sobre mis piernas ¿este chico tendría alguna influencia para conseguir mi trabajo? El asintió con la cabeza cuando término de escribir.
"¿Fecha de nacimiento?"
"Diciembre 13"
"¿Edad?" Apenas había terminado de responder la anterior pregunto esta.
"17"
"¿Estudias?" sus preguntas iban cada vez más rápido sin darme tiempo a pensar.
"Sí, último a--"
"¿Drogas?" ¿Qué?
"No" conteste algo nerviosa.
"¿Piña, naranja o Frambuesa?"
"Frambuesa" respondí casi por inercia. Harry golpeo la mesa con ambas de sus palmas levantándose al mismo tiempo. No entendía que pasaba y cuando se acercó al mesón lo único que imagine fue que llamaría a Connie para decirle que no servía para ese trabajo. ¿Dramático, no?
Seguí sus movimientos hasta que estuvo de vuelta en la mesa, con un gran vaso de vidrio que dejaba ver un líquido rosa dentro.
"Frambuesa, con solo dos hielos" estiro el vaso hacia mí, poniendo dentro un sorbete blanco de líneas rojas. Me sonrojé un poco, esperando que el chico no lo notara.
"Gracias" murmuré revolviendo el jugo con el sorbete.
"Connie invita." se encogió de hombros y me sonrío.
"Styles!" gritó alguien al centro del local, parecía un empleado, uno joven. "Necesito la cuenta 4." grito el muchacho cuando Harry había puesto su atención en él. El chico de rulos me dio una mirada pidiendo permiso, a lo que asentí en respuesta. Cuando llego a la caja, comenzó a revisar papeles y sacar cuentas, pequeñas mechas de cabello caían por su frente y extrañamente, me vi realmente tentada a peinarlas hacia atrás mientras acariciaba su cabello.
Zayn’s POV.
La jodida página en internet no ayudaba en nada. En absolutamente nada.
Llevaba al menos quince minutos tratando de encontrar algo para prepararle a Emma, nada muy grande, pero al decente. Y es que joder, sé que sigue molesta conmigo, y estaba tan jodido en ella, que no podía pensar en tenerla enfadada.
Así que tipie en el buscador “cenas fáciles.” Pero no salía más que mierdas.
¿Cupcakes con corazones? ¡¿Qué le pasa al jodido mundo?!
Deseche idea tras idea.
La solución paso por mi cabeza…pero joder, ¿tan mal estaba?
Es por Emma, es por tu novia.
Me repetí una y otra vez, mientras salía del departamento. Parecía un cobarde debatiéndome entre si golpear su puerta o no. Hasta que lo hice.
¿Por qué demonios tardaba tanto? Iba a dar la vuelta y cancelar todo, era una tontería.
“Zayn” Escuché su voz, esa chillona voz que me molestaba tanto.
“Olivia” Ocupe su mismo tono. La chica no dejaba de mirarme directo a los ojos mientras sostenía la puerta.
“¿Todo bien?” Preguntó ladeando la cabeza. Yo asentí rápido. “¿Tú y Emma arreglaron las cosas?” Habló un poco más suave.
Joder, por qué ¿por qué de todas las personas en este mundo ella tenía que haber sido la que me había encontrado en las escaleras la noche anterior?
Y es que, luego de verme en medio de la nada, manejando sin sentido, y sin poder encontrar una jodida botillería, decidí regresar al departamento. Pero no fui capaz de entrar. ¿Y sí Emma estaba llorando? No iba a soportar verla llorar, no iba a soportarlo porque soy un cobarde.
Así que en vez de entrar y armar lío, había decidido sentarme en las escaleras del pasillo, y esperar a que mi propio pulso se calmara.
Y claro, la señorita, tengo voz chillona y soy una entrometida, había salido de satán sabe dónde.
Prácticamente me había obligado a contarle porque estaba ahí fumando un cigarrillo donde sabía perfectamente que estaba prohibido.
Así que no tuve más opción que contarle.
“Espera.” Me dijo soltando por fin la puerta, mientras yo dejaba los recuerdos de la noche anterior de lado. “¿Está embarazada?” Se tapó la boca. Sí, le había contado todo… todo.
“No” Moví la cabeza rápidamente. “Pero está molesta.” Hablé carraspeando mi garganta.
“No es para menos” Se cruzó de brazos. Y yo rodé los ojos.
“Necesito que me ayudes” Mire a cualquier punto menos a su molesta cara. “quiero hacerle una cena o una mierda así.”
Hubo un silencio jodido, ¿habrá escuchado o estará sorda ahora también?
La mire…puto error.
Tenía la sonrisa más burlona que hubiera visto antes. Maldita cabrona.
“Pues buena suerte” Subió las cejas y dio un paso atrás a punto de cerrar la puerta, perra…
“Espera” Detuve la puerta con mi mano. “Joder, necesito que me ayudes.” Sí pensaba que le iba a rogar estaba totalmente loca y equivocada. Me miró con los ojos entrecerrados.
“Bien.” Rodó los ojos y salió de su departamento, quizás tenerla en mi cocina no sería bueno después de todo.
Emma’s POV.
“Muchas gracias.” Abracé a Connie mientras salía de su oficina, era una mujer encantadora, y había llegado tarde por qué había tenido problemas con su abogado, estaba en medio de trámites de su divorcio, pobre.
“No es nada cariño, me servirás mucho aquí.” Había conseguido el trabajo. E incluso me habían dado un horario flexible que se acomodaba a mis clases.
Viernes, sábados, por la tarde. De 18:00hrs a 22:00hrs o cuando pudiera hasta las 23:00hrs.
Y los días que pudiera en la semana era recibida sin ningún problema dijo Connie. No ganaba mucho, de hecho no alcanzaba a ser un sueldo mínimo, pero Hey, de eso a no tener nada…
“Recuerda enviarme tu talla, para hacer tu uniforme.”
“Claro.” Le sonreí. “Nos vemos la próxima semana.”
“Así es cariño.” Posó su mano en mi hombro, que mujer más encantadora. “Oh, ¿por qué no te quedas? Podemos compartir una pizza.” Sugirió Connie. Miré la hora en el reloj de la pared… aún era temprano.
“Está bien”
Y así fue. Pizza, Connie…Harry, y yo.
Cielos, mi estómago dolía de lo mucho que había reído. Y las pizzas estaban buenísimas. Cómo nunca había comido dos pedazos más de lo normal. Sentía que no comería hasta días después. Y vaya, ya habían pasado al menos cuatro horas o cuatro horas y media desde que había salido de casa.
“Ten” Le entregué la servilleta con mi número a Harry, ya que su teléfono había quedado sin batería. Íbamos a ser compañeros de trabajo, así que concordamos con que mantenernos en contactos sería bueno…
“Listo.” Guardo el papel en su bolsillo trasero. “Nos vemos la semana entrante, Ems.” Ems… la última persona que me había llamado así había sido Zayn.
“Adiós Harry.” Abrí la puerta viendo como me sonreía con esos hoyuelos que resaltaban en sus mejillas…
Me despedí a través de la ventana moviendo mi mano. ¿Por qué me tomaba tanto irme de ahí?
Finalmente llegué a mi auto. Tenía una llamada pérdida al revisar mi bolso.
Zayn.
Encontré inútil llamarlo, de todas formas ya llegaría a casa.
Iba cansada, y satisfecha, sólo tenía ganas de entrar a la cama, ya hablaríamos todos los temas pendientes con Zayn al día siguiente.
Maneje por la calles, distraída. ¿Harry viviría cerca?
Cielos…Harry realmente me había… nada.
Nada, Harry nada.
Sólo al imaginarme el pensamiento una puntada llegó a mi pecho. ¿Cómo siquiera pude pensar que Harry había llamado mi atención?
Yo quería a Zayn, y no podía estar más segura de eso.
…
Llegué al departamento con unas ganas increíbles de ir a la cama, abrazarlo y quedarme dormida ahí, entre sus brazos.
Cuando abrí la puerta, sólo unas pequeñas luces de las mesas a lado de los sofás estaban prendidas. Camine lento, siguiendo la luz que daba al centro de la sala de estar.
Una mesa puesta con platos servidos y una –elegante- presentación estaban sobre la mesa adornada. Una botella de vino y copas. ¿Qué era todo esto?
Me acerqué a uno de los platos, posé mi mano en una esquina, la comida estaba fría. Las velas apagadas.
Y el típico sonido proveniente de la terraza…
Camine hasta allí, sabiendo con que me encontraría. Y ahí estaba, apoyado en las barras con un cigarro entre los labios.
Mis pequeños tacones sonaron contra el suelo llamando su atención. Se giró inmediatamente, parecía algo molesto… ¿desilusionado?
“Lo siento.” Hablé con un hilo de voz, por algún motivo me sentía culpable. “Me demoré un poco más… con Lucy.” Mentirosa. Me recriminé a mí misma.
Él asintió sin decir nada. Le dio una última calada al cigarro, y lo pisó.
“¿Tienes hambre?” Negué lentamente con la cabeza. Cielos, me sentía tan mal.
Subí mi mirada y vi sus ojos. Estaban tan… desanimados. No sé, no podría describirlo.
“Pero si quieres que cenemos…” Intenté sonreír y tomar su brazo. Pero él se alejó de mí.
“No…”Habló lento. “Me iré a dormir,” Paso por mi lado sin darme tiempo a responder nada.
Segundos después entre a la sala de estar, la puerta de la habitación estaba cerrada. Me acerqué a la mesa aún decorada, intacta. Y me percaté de una rosa, una rosa tan roja cómo las llamas, puesta al lado de uno de los platos. La tomé, en el tallo tenía una pequeña nota en papel rosa y lápiz azul. – Lo siento - Se leía en la notable letra de Zayn.