Y aún estoy aquí, aguantando a los fastidiosos fans que vienen a buscar un autógrafo.
Es tan sorprendente la idiotez humana de algunos, que el simple hecho de tener un disco firmado por un cretino cualquiera, hace que las personas se exciten como si fuera la mayor fuente de placer que hay en este pequeño mundo.
Realmente me da repudio pensar hasta donde pueden llegar con tal de tener mi porquería de firma...
—Ianto mi amor ¡¡¡Soy tu mayor fan!!! ¿¡Me firmas tu disco!? —Dijo una chica la cual tenía una gorra que decía "Ianto Dios" y una camiseta de color rosa fosforescente que decía "Ianto amore forever"
—Claro —Digo con una sonrisa fingida mientras miro directamente a sus ojos— Dame el disco, ragazza —le guiño mi ojo derecho mientras la observo intensamente a sus ojos.
—S-¡SI! —Me entrega el disco y noto como sus mejillas ganan un rojizo intenso.
Como digo...
Es tan sorprendente hasta dónde puede llegar la estupidez humana, que incluso caigo en el jueguito, solo para quitarme el aburrimiento.
Y si que me lo quitoooo~...Jajajajajaja...
Lo único divertido de estas firmas de autógrafos, es que Carla me deja hacer lo que se me plazca con mis fans, si quiero coquetear a las más lindas me lo permite y si...quiero tener algo más...
—Aquí tienes ragazza~ —La miro intensamente— Si tienes deseos, puedes quedarte una vez que el evento teeermineee~
—C-Claro— me dijo ella con un tono de voz nervioso y luego toma una servilleta de mi mesa y con un labial tono carmesí, anota un número— Estaré esperando su llamada~—Susurra coquetamente para luego retirarse del lugar.
Cuando veo que la hermosa fan se retira, tomo el papel y leo el número. Parece que ella será la fan número siete que me cogeré esta noche, bien por mí, ya estoy algo fastidiado del sexo con Melissa, JAJAJAJAJA.
Mientras Ianto seguía firmando autógrafos a la multitud de fans que se encontraban en el salón más amplio del Conservatorio Di Musica de Santa Celilia, una chica con una gorra negra, gafas oscuras, unos jeans y una camiseta que decía "Ianto the best violinist" color purpura, se acerco lentamente a él y sin que la multitud como él se diera cuenta, dejo un vaso con un contenido extraño en su mesa. A continuación sigilosamente ella se retira.
Mientras esta acción por parte de la chica ocurría Carla se encontraba con Elliot y Dimitrie quienes se mantenían juntos con el fin de hablar sobre situaciones donde Ianto sería involucrado.
— ¿No crees que es irresponsable permitirle al muchacho tener sexo con mis estudiantes?
—Mmmm, pues ellas son quienes buscan a mi joya de oro—Dice la mujer mientras se mantiene observando en una pantalla táctil portátil las próximas actividades para el violinista— No deberías quitarles la oportunidad de estar con su "Dios"
Al escuchar esto, Elliot quien se encontraba con una copa del mejor vino tinto que existía en Italia, observaba con intensidad a la joven mujer, mientras degustaba y bebía pequeños sorbos.
—Sé que solo soy el profesor de Ianto, pero he estado con él desde hace años y siempre he pensado que es irresponsable lo que hacen de permitirle una vida tan repugnante como...
Dimitrie quien estaba inspirado y a la vez molesto hablando con Carla sobre sus acciones permisivas hacia Ianto, este fue interrumpido por la cabeza mayor de la familia Conti.
—Ianto es un hombre —Dice Elliot mientras mantiene un semblante sin expresión— El hace con su vida lo que se le plazca, en eso no debemos intervenir—vuelve a tomar de su copa de vino.
Al escuchar esto, Carla esboza una sonrisa y mira a Dimitrie directamente a los ojos.
—Ya oíste a su padre y él sabe que es lo mejor para su hijo—Vuelve a enfocarse en los eventos para Ianto en su aparato—
Al presenciar la indiferencia del padre como la manager, Dimitrie comenzó a sentir que su rabia hacía ambos sujetos comenzó aumentar de una forma considerable. Para él le era incomprensible cómo Elliot podía tratar a su hijo como una "cosa" e incluso tenía el descaro de lucrar con él, obligándolo a hacer algo que el chico no tenía deseos.
Si alguna vez él se veía involucrado en el asesinato de Elliot, no iba a dudar en apoyar a su querido alumno. Ya que era entendible el odio de Ianto hacía él y su deseo de venganza, el cual lo mantenía vivo.
Mientras el grupo seguía viendo asuntos relacionados con el violinista prodigio, el joven se había dado una pausa para ir en busca de una botella con agua para aliviar su sed.
Ianto, al estar buscando con la mirada a Carla para que le consiguiera una, de repente enfoca su mirada a un vaso con un jugo de arándanos que estaba encima de su mesa.
Mmmm~ es extraño que los que trabajan con Carla me dejen algo así...en fin...supongo que consumir algo dulce me ayudará más para aguantar este horrendo ¿día? Jajajajaja, por lo menos me dará energías para dirigirme a un hotel con mis fans~~
Bueno, bueno, como iba diciendooo~
Al disponerme a tomar el vaso y a beber su contenido, de repente miro a mi alrededor percatándome que los guardias de seguridad contenían a mis fans quienes querían fotografiarme mientras me daba un respiro, también observo a mi profesor con la súcubo de mi manager y el maldito de Elliot Lucifer.
Luego giro un poco mi cabeza y a continuación la ladeo algo intrigado, ya que me había parecido ver a Emilia entre la multitud de paparazzi que se encontraban fotografiándome.
No entiendo el...por...por...por... ¿Por qué ella está aquí?...a continuación me percato que ella desaparece entre la multitud y por donde se suponía que ella caminaba solo soy capaz de ver a una de las fans que se alejaba del grupo hacia una dirección en especial.
...Una fan...que se movía rápido como si...si...fuera...
Emilia...
De repente reacciono y observo el vaso con el líquido que casi me llevo a mi boca, para darme cuenta y susurrar.
— Es veneno.
Al decir esto tiro el vaso al piso llamando la atención de algunos de los que se encontraban en el salón. Después, solo enfoco mi mirada en la misteriosa fan que va caminando tranquilamente y sin poder contener mi felicidad del haber visto a mi amada por unos momentos, atine a decir al experimentar el palpitar de mi corazón con frenesís por dichosa situación.
—EMILIAAAA ¿¡HAS VENIDO A BUSCARME PARA LLEVARME A NUNCA JAMAS!? ¡¡NO ME DEJES!!
Al terminar mis palabras, todos se quedaron en silencio, supongo que es por mi reacción. Recuerdo que mire a mis alrededores feliz al ver a los individuos que se encontraban en la sala y luego, enfoco mi mirada en la misteriosa fan quien había comenzado a acelerar sus pasos
A los segundos esos pasos se convirtieron en zancadas y finalmente comenzó a correr.
—EMILIA ¡¡ESPERA!!
Esas fueron mis palabras al empezar a correr al presenciar que la fan se alejaba de mí velozmente.
En mi mente solo estaba la esperanza de alcanzarla y poder ver su hermoso rostro pecoso, sus ojos de tono miel y su hermosa cabellera lisa de tono cobre.
Ver a mi Deidad... Emilia.
Mientras el joven corría detrás de la fan, todas las personas comenzaron a seguirlo con pasos apresurados, pero los guardias de seguridad que se encontraban en el lugar, hicieron una especie de cadena humana para contener a toda la gente que seguia al prodigio.
Al ocurrir esto, Carla quién se había conseguido un megáfono con la productora comenzó a hablar a todos los comensales.
—CONSERVEN LA CALMA, EN UN MOMENTO MAS ESTARAN CON EL VIOLINISTA IANTO CONTI, POR AHORA A TOMADO UN RECESO ESA ES LA RAZON DEL POR QUE SE HA IDO, PERO SEAN PACIENTES MIENTRAS ESPERAN.
A pesar de que Carla hablaba , la gente aun se mantenía forcejeando a los guardias de seguridad para ir en busca de Ianto. Al ocurrir este caos en el salón, Elliot solo se limito a observar serio lo que ocurría para luego enfocar su mirada en el vaso que había arrojado su hijo al suelo. Por otro lado, Dimitrie tranquilamente sale del lugar con el objetivo de ir en busca de su querido alumno.
En ese instante por los pasillos del Conservatorio, Ianto se movía raudo y veloz mientras su corazón seguía palpitando con intensidad como su piel comenzaba a sudar ante la adrenalina que recorría todo su cuerpo. Era la segunda vez que tenía una emoción de gran magnitud por alcanzar a alguien, que al sentir esta sensación le era inevitable no recordar a su preciosidad Emilia, quién fue la primera que le hizo experimentar tales sentimientos.
Finalmente, al llegar la misteriosa fan a uno de los salones de clases del Conservatorio, Ianto entra y con fuerza cierra la puerta para colocarle pestillo con la intensión de que nadie entre.
Posteriormente el joven jadeando de cansancio comienza a hablar.
—... ¿Emilia?... ¿eres tú?
En ese momento, la joven dándole la espalda al violinista le dice:
—Se supone que mi hermana se suicido por tu culpa, así que no puedo ser ella.
¿Eh?
Esa voz...ese acento...no...no...
...No puede... ¿ser?
Al mantenerme atónito al escucharla e ir pensando en diversas situaciones que viví con Emilia y con...una pequeña de cabellos de cobre, soy capaz de presenciar que la misteriosa fan se gira hacía mi, se me acerca y lentamente comienza a sacarse sus anteojos oscuros y su gorra dejando al descubierto su rostro como cabellera.
Sus ojos... eran celestes, los más bellos celestes que tuve la oportunidad de ver alguna vez, pareciendo preciosos mares cristalinos.
...Su cabellera...era de tono cobre brillante tan precioso como el cielo a punto de oscurecer para llegar a la apacible anochecer...
Su piel blanquecina como la nieve de las eternas navidades junto a mi madre...las cuales me hacía feliz.
En ella...pequeñas pecas de tonos marrones, las cuales me recordaba a la crema del chocolate caliente, siendo bañada por pequeños trozos del más dulce toffifee...
Ella...la misteriosa fan...es la persona con quién jamás pensé volver a reencontrarme...
...Después de que Emilia se fuera a nunca jamás.