- ¿Bill?- la voz de la castaña hizo que Bill gritara cómo niña.
- jajajajaja ¡Gritas como niña!- rió a carcajadas mientras se abrazaba el estómago. Bill bufo y con un chasquido una bola de fuego la cubrió haciéndole más cosquillas.
- ¡Esto! Jaja ¡Ya! Jajajaja ¡No es gracioso! Jajajaja- Bill sonrió cínicamente y se giró.
- ¡Llegué!- una voz lo hizo sobresaltar.
- ¡Pyronica!- la mencionada sonrió mostrando sus colmillos.
- la misma, pero qué- se detuvo al ver a Mabel estallar en risa.
- esperaras que muera de risa y luego te la comerás, ¿verdad?- no mostraba una sonrisa, sino una cara neutra Mabel le había caído bien después de todo.
- ¡No me la voy a comer!- se quejó Bill y su cabello cambio de color.
- esperen, ¡Bill! No me digas que ya es hora- sonrió.
- ¡Tarado amarillo ya entendí, bájame!- grito enojada y como si una fuerza hubiera irradiado de ella su hechizo se detuvo.
- yo no hice nada- pensó Bill. Mabel había caído al suelo y tratando de respirar otra vez.
- ¿Ok? No preguntaré eso, ni eso- señaló a Bill- supongo que tendrán que mudarse- termino.
- ¿Mudarnos?- pregunto Mabel viendo mal a Bill. Su cabello ya estaba normal.
- cada vez que soy "Humano" para que no me vean los otros monstruos me mudo a otra dimensión dónde podría decirse viven humanos, algo así- Mabel entrecerró los ojos.
- entonces, me quedaré ¿Aquí? Sola- pregunto mirando el lugar y viendo como algunas cosas la veían.
- claro que no, Estrella fugaz, si te dejo probablemente te coman y eres mi prisionera y una humana no seas tonta- le relajo esa idea.
- bueno, mientras que hablaban me tomé el tiempo de empacar y con empacar me refiero a mis cosas- rió al final.
- oh no, no vendrás con nosotros- dijo Bill mientras que el bastón regresaba de quién sabe donde.
- ¡¿Por qué?! Solo eh ido una vez, además puedo ir cuando quiera duhh-
- a la dimensión si, pero a mí casa no- se cruzó de brazos.
- eres un pesado, Mabel dile que me deje ir- ahora ella estaba cruzada de brazos.
- esto es absurdo- Bill estaba perdiendo las casillas.
- esto Bill, creo que deberías dejarla ir- dijo tímidamente.
- déjame ir, déjame ir, déjame ir- repetía sin parar.
- ¡Esta bien! Vendrás, pero antes haremos un trato- Pyronica sonrió más.
- ¡Genial! Mi lista- hizo aparecer una piel de monstruo con sus notas.
Bill la volvió a incinerar.
- ¡Oye! La había reconstruido recién- se quejó.
- ¡Cierra la boca! Ahora, mi trato es este, estrecha mi mano y te cumpliré una cosa- sonrió maliciosamente.
- ¡Esta bien! Haré un trato con Bill, haré un trato con Bill es el mejor de mis días- sonrió. Mabel la miraba con algo de intriga y a la vez miraba a Bill sabía que tenia un plan, es un estafador, rufián y varias cosas después de todo.
Estrecharon su mano las llama azules se combinan con las rosadas y forman el trato.
Aparecieron joyas en el cuerpo de Pyronica mientras ella chillaba de la emoción.
- ¡Si! ¡Las joyas más lindas de todas! Por fin son mías- aprecio las joyas color rosas brillantes con detalles negros.
- si, si, como digas- refirió el rubio a la de rosa.
- con estas podré atraer a todos los hombres que quiera en la nueva dimensión y en las otras jaja- se le salió una risa malévola, Mabel las miraba con atención eran bonitas.
- son bonitas- dijo, Bill rodó los ojos y abrió el portal.
- vamos- primero entro él, seguido de las demás. Llegaron a una sala con muebles, televisor todas las cosas humanas posibles.
- ¿Una sala?- miro a todos lados- ¿Y Pyronica?- termino.
- debe estar cambiando- rió como loco Mabel levanto una ceja y escucho un ruido proveniente de una puerta, cuando la abrió vio a una pelirosa en el suelo con las manos apoyadas y las rodillas igual.
- Bill, hay una persona en el baño- dijo mientras se acercaba a la persona presente.
Iba a tocarla cuando levanto la cabeza asustando a Mabel.
- ¡¿Por qué el mundo me pega de sustos justo hoy?!- se quejó.
- ¡Ahhhh! ¿Mabel?- una voz hizo que Mabel girará a ver a la persona.
- ¿Quién eres tú?- aquella persona era una chica con cabellos rosados con puntas negras, ojos negros, tez pálida, labios rosados y estatura media como la de Mabel un poco más grande quizás.
- soy Pyronica- se acercó a ella.
- no te acerques- dijo Mabel.
- Mabel ¿Estás bien?- sintió algo extraño en ella.
- Pyronica es un demonio, tú no eres un demonio- Pyronica ambas vieron a Bill que solo intentaba ocultar su risa.
- ¡Bill! ¡¿Qué me hiciste?!- se acercó a él mirando sus ahora manos y colocarlas en su cara.
- dos ojos, una nariz, dedos y nachas redonditas soy soy soy- Bill se tapó los oídos.
- ¡Una humana!- grito, Mabel se tapó los oídos, cuando Pyronica dejo de gritar miro mal a Bill.
- Bill, ¿cuál fue el trato que hiciste?- se cruzó de brazos, alzó la ceja y hablo con voz autoritaria.
- si, ¿qué le hiciste a mi hermoso cuerpo?- Bill rodó los ojos e hizo aparecer su bastón.
- Pyronica hizo un trato conmigo es todo, yo cumplí con mi parte y ella ahora conmigo simple- sonrió se oreja a oreja.
- ¡Me convertiste en humana! Nunca hubiera aceptado hacer ese trato- se cruzó de brazos.
- por eso no te lo dije- rió.
- ¿De qué te sirve que sea humana?- pregunto Mabel, causando la atención de ambos.
- verás Estrella fugaz, un demonio como ella no puede estar rondando por las calles es todo- se giró y se fue.
- mis cuernos- chilló, Mabel se acercó a ella.
- tranquila Pyronica, te ves hermosa- Pyronica la miro.
- ¿Enserio? Me veo mejor como demonio que como humana- apoyo su mentón en sus manos y sus codos en sus piernas.
- te parece si salimos, tal vez encuentres a un chico lindo y cuando vuelvas a ser un demonio.... Te lo comes- sonrió, Pyronica rió.
- aunque solo hablamos una vez sabes cómo levantarme el ánimo, jaja- Mabel rió con ella.
- para eso están las amigas, ¿verdad?-
- verdad-
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Pyronica es así, solo que con tez pálida, ojos negros, el cabello no tan largo y sin cuernos ni nada de fuego.
(Créditos al autor)