Maldito Nacho

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Mabel dormía en la superficie fría que tenía de habitación o al menos eso quería creer. Se despertó con pereza y se sentó abrazando sus piernas.

- tengo que escapar...- dijo en un susurro, cruzo las piernas y cruzo los brazos, para pensar levantó una ceja cerrando los ojos, pensó....Pero nada.

- Ahhhh- se quejó, se despeina su melena castaña- no tengo nada, esto no tiene escapatoria- dijo desanimada apretó sus puños.

- no me puedo dar por vencida, esto debe de tener una salida- dijo de pie recorrió con cuidado el lugar tocando la pared estaba oscuro y no veía casi nada, las cadenas se acababan y con ayuda de sus piernas tocaba lo lejano, en una parte su pierna se hundió había metido el pie en algo hueco, sonrió pero su sonrisa desapareció por una mueca de molestia.

- ¡Demonios!- dijo enojada, colocó sus manos en su cadera. Escucho un ruido proveniente de la puerta. De este salió un triángulo amarillo con una bebida rara en una mano y en la otra su bastón.

- ¡Uhu! ¡Que viva la pachanga! Oh estrella fugaz, ¿me llamaste?- dijo bailando de una manera rara.

- ¿yo? No, ¿para que llamarte?- dijo cruzando los brazos, mirándolo sería.

- pero dijiste ¡Demonios! Te recuerdo que estamos en otra dimensión, y ahora estoy en una fiesta con mis amigos ¡DEMONIOS! Será mejor que pienses antes de hablar, ahora me voy- dijo Bill riendo.

- wow wow wow no tan rápido Nacho parlante- dijo Mabel caminado hasta quedar a un metro de distancia. El triángulo que giró rápido con su tono de color rojo.

- ¿¡como me dijiste!?- dijo aplastando su bebida haciendo que se desintegre.

- Nacho Par-Lan-Te - dijo burlándose de el sacando la lengua, terminando con una sonrisa en sus labios, había conseguido lo querido, hacerlo enojar. Hasta ahora no habían hablado desde que Mabel despertó y que mejor que una pequeña "conversación" para saber el destino que Bill le tenía planeado a Mabel o al menos quería estar preparada para lo que venga.

- ¡Tú! ¡Estrella tonta!- dijo, Mabel se ofendió, frunció el ceño y lo apunto con su dedo.

- ¡Dorito estúpido!- contraatacó Bill se enojo y junto a Mabel ambos se dieron la espalda con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

- ¡Te quedarás en esta habitación por toda la eternidad! jajajaja- dijo mientras reía como maniático, Mabel iba a decir algo pero​ Bill ya había cerrado la puerta de un portazo.

- ¡Maldito Nacho! - grito, con los puños cerrados, infló los cachetes que se pusieron colorados, aunque sabía que no lo escucharía o si?

Bill se quedó en la puerta flotando, se tranquilizó y volvió a su color normal, la batalla de insultos con Mabel estaba desagradable y tenía planes aparte de votar a sus amigos de su casa para que lo dejarán pensar, ya realizado el labor con amenazas y otras cosas aterradoras. Se recostó en su sillón y frotó su ojo como si fuera un sien, mientras bebía un taza de zumo de Vintof, se disponía pensar que clase de cosas le podría hacer a su ahora prisionera, después del Raromagedon no pensó volverla a ver y si lo hacía era acabar con los Pines y eso ya estaba hecho. ¿O no?

(Créditos al autor)

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(Créditos al autor)

- podría darla de comida a los Draftans- dijo, pero negó esa idea, los Draftans, como dragones con tres ojos con cuernos y lengua de serpiente, son animales que habitan las dimensiones en busca de presas aunque sin amigables, al menos con Bill Cipher.

- no no no algo peor, torturarla por la eternidad...- dijo, ideas pasaban por su mente pero ninguna era buena para destruir a la niña Pines, sus tíos en realidad eran todo el problema junto al genio menor, ahora que no están y solo está Mabel no sabe qué hacer, aún tenía la misma pregunta en duda y la respuesta ya no le quedaba.

¿Por que le hizo caso?¿Porque?

Ahora que la tenía podía hacerle cualquier cosa, usarla, venderla, torturarla pero nada era bueno para la venganza completa.

- ahhh nada es bueno- dijo quejándose de su mente. Por su idea pasó hacerle creer a la pequeña que era importante así engañarla, y convencerla de ayudarlo a un plan siniestro contra su enemigo, Winner Kill. Decidió la última después de todo que puede fallar. Río ante su plan.

- pobre estrella fugaz.....No sabe lo que le espera- sonrió de manera siniestra, después de todo que iba a sabe el sobre creer importante a una persona pero todos tienen su lado humano, ¿no?

Mabel aún caminaba en círculos maldiciendo al nacho volador con dejarle la palabra en la boca, estiraba sus cabellos en modo furia.

- ¡Maldito Nacho! ¡Dorito parlante! ¡Figura tonta! ¡Te Odio!- gritaba por el lugar ya que estaba sola se escuchaba su eco, tenía los puños cerrados y los brazos estirados a sus costados. Tenía el ceño fruncido y arqueada una ceja insultaba a Bill con todos los insultos que se le ocurría, Mabel podría ser muy infantil pero tonta no era, podría aparentar ser lo, pero en el verano que conocieron a Bill ella aprendió grandes cosas de lo paranormal y con las cosas que no se juega o dice.

Se sentó de golpe y abrazo sus piernas su flujo sanguíneo había parado y sus heridas lentamente se cerraban pero quedaban los moretones, mientras los veía pensó en su hermano, sus tíos.... Y su cerdito.

- Dipper.....Tío Ford..... Tío Stan.....Pato....- si, lamentaba su decisión sabía que había sido egoísta, pero a los 13 Dipper decidió no quedarse en Oregón pero en el fondo si quería quedarse, y Mabel lo sabía. Ya tenían 15 años camino a los 16 más bien si no mal recordaba era en 3 días. Aunque recordaba los buenos momentos que pasaron juntos en Piedmondt, California su hogar junto a sus padres y amigos.

La vez que iniciaron las clases, su primer año en la secundaria, digamos que no habían tenido un buen comentario sobre la secundaria pero estaban emocionados bueno mas Mabel que Dipper ya que el se concentraba en seguir con su imagen de inteligente e inventivo. Ambos hermanos fueron juntos, la escuela no quedaba lejos y se iban caminando, empezaron a ver a chicos de su edad algunos se les había conocidos y eran sus amigos.

- oye Dipper, ¿crees que de verdad sea malo?- dijo Mabel con temor, era un año diferente y no quería espantar a nadie con su manera tan colorida de ser.

- hice cálculos toda la noche y las cifras son 00050% hay posibilidades que sea mala, el otro 50% puede que sea buena- dijo sacando su calculadora y haciendo los cálculos otra vez, Mabel lo vio y se mordió las uñas de nerviosismo.

- Mabel debería ser yo el nervioso no tu- le dijo guardando su calculadora en su mochila, azul marino.

- lo se Dipper, pero- tomo aire- Tienes razón puede que no sea tan malo ni tan bueno, así que ¡Es hora de enfrentarse a la secundaria!- dijo tomando la mano de su hermano que la miraba confundido.

- esperas ¿que? Mabel no quise decir eso- dijo pero fue tarde, Mabel ya están corriendo para cruzar la calle y estar frente a frente con la que era su escuela. Soltó la mano de su hermano.

- bien Dipper estamos frente a frente con nuestro futuro escolar, entremos juntos, ¿ok?- dijo extendiendo su mano, otra vez.

- como siempre, Mabel- dijo tomando su mano y entrando al salón de clases.

°°°°°°°

Mabel aún lloraba mientras recordaba esos recuerdos, aún faltan muchos pero la razón de ofrecer su vida a cambio de su hermano, sus tíos, fue después del Raromagedon.

Prisionera |Mabill| •FINALIZADA•Where stories live. Discover now