N/A: Y aqui la continuación ;-) Subo rapidito y sin repasar, ni responder ningun comentario del anterior que me apetecía responder pero no me da tiempo.
Gracias por leer
Espero que os guste. Hay más Caskett... Y más que vendrá :)
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Ese era el caso de su vida. Sin lugar a duda. El doctor Burke se lo había pasado para darle un voto de confianza a un novato como él. Su mentor, como psicólogo oficial de la doce, había decidido encomendarle un buen caso después de mucho insistirle.
Y vistos los resultados, debía estar completamente orgulloso de su pupilo.
El mismo estaba orgulloso y satisfecho de los avances que había conseguido con ese paciente.
El doctor Adam Gordon, un joven recién licenciado de cabello rojizo y ojos verdes miró a su paciente más importante hasta el momento y escribió en el cuaderno de notas.
Rick, que se había levantado del sillón, se acercó hasta la ventana de la oficina en el piso diecinueve observando como el ritmo de la ciudad seguía sin detenerse, ni siquiera por causa de los primeros copos de nieve que comenzaban a caer.
Posó su mano sobre el cristal. Estaba helado. Sonrió.
Adam levantó la vista y se fijó en él.
Desde hacía semanas él era quien seguía su mejora, quien intentaba guiarle, quien le ayudaba en algunas crisis acompañado muchas veces del Dr. Burke quien no había dejado del todo ese caso tan excepcional.
El hombre frente a él había cambiado tanto física como psicológicamente.
-Hablaremos con la detective Beckett y…
Rick se giró y le miró serio.
-¿Ocurre algo?
Negó.
-Sabes que… Puedes contarme lo que quieras.
Rick frunció el ceño.
-No… No quiero… Perderla.
El hombre enarcó una ceja. Rick caminó despacio hasta su sillón y se sentó frente a su psicólogo. Dio un repaso a la oficina de este observando cuántos libros habían en unas de las estanterías.
-¿Por qué crees que la vas a perder?
Gracias a unas duras sesiones casi diarias con él, y sobre todo desde hacía dos semanas donde se había producido un cambio notorio, había conseguido reparar la parte afectada en su cerebro referente al habla.
Al principio le había costado pero poco a poco se estaba soltando más con él y conseguía comunicarse con bastante facilidad, a pesar que normalmente volvían las lagunas sobretodo cuando algun recuerdo bastante traumante le asaltaba de la nada y le bloqueaba de nuevo.
Rick le explicó aun con esfuerzo lo que le ocurría mientras Adam tomaba un par de notas.
-No hablas con ella.
Rick negó.
-Por que… Piensas que si hablas la vas a perder.
Rick volvió a negar.
-Rick…
Bufó mientras movía sus manos con algo de nerviosismo. Su vista estaba clavada en el suelo y entonces se dejó ir… Le explicó a su psicólogo, que estaba aterrado, que seguía sin recordar quién era o que había pasado antes de ser encontrado por ella pero que jamás había sentido nada por nadie igual.
Por supuesto evito comentar que se habían acostado y que jamás su corazón había latido de esa forma por alguien.
-Es porque ella te ha ayudado en el peor momento de tu vida-interrumpió el psicólogo.
Rick le miró molesto, pero sabía que tenía razón y también sabía que debía dejarle investigar, que estaba mal leer sus archivos a escondidas de ella y que por supuesto debía encontrar la justicia y resolver el caso.
Debía recuperar su antigua vida aun con el riesgo de perderla a ella. Tenía que enfrentarse a su futuro tan incierto como era el caos de su 'nueva vida'.
-¿Y si no me gusta lo que era antes?
Adam suspiró.
-Tienes que enfrentarte a ello, Rick. Yo sé que eres capaz.
Los dos se quedaron callados durante unos minutos y finalmente Rick se levantó cuando Adam le avisó que la sesión se había finalizado.
Se despidieron quedando en verse la semana siguiente y ambos se desearon un buen fin de semana y un buen acción de gracias, el cual se celebraba ese mismo jueves.
Rick recordó que Kate le pasaría a recoger por el edificio y la esperó en la entrada. Cuando llegó ambos fueron juntos a hacer las últimas compras para la cena con sus amigos y la Tía Teresa.
Aquel último jueves de noviembre, Kate se despertó relajada después de haber dormido abrazada a Rick.
Se había vuelto una rutina entre ellos, porque aunque no se habían vuelto a acostar, los besos y las caricias robadas seguían presentes en su día a día igual que dormir juntos.
Se estiró sintiéndose relajadísima y se mordió el labio cuando sintió el miembro duro de él contra su cadera.
Meditó la idea de dar rienda suelta a su deseo hasta que recordó que a pesar de no tener que ir a trabajar debía levantarse, ducharse y arreglarse para enfrentar a su familia y amigos en un buen día de acción de gracias.
Le miró de reojo y sonrió tiernamente. Ambos estaban terminando de arreglarse en la habitación de Kate después de ducharse. Se habían retrasado un buen rato en la ducha ya que Rick se había colado cuando ella se estaba duchando, asustándola pero acabando jugueteando bajo el agua entre besos y caricias.
Kate se miró frente al espejo. Estaba radiante. Llevaba el cabello recogido en un moño alto y un vestido negro con algo de escote y por encima de las rodillas. Como complemento llevaba unos zapatos de un color morado y una gargantilla que había pertenecido a su madre, con unos brillantes del mismo color.
Apenas llevaba maquillaje.
Se echó unas gotas de perfume detrás de la oreja y volvió a mirar a Rick, sin poder evitar soltar una risilla.
El hombre la miró directamente frunciendo el ceño.
-Ven aquí.
Se arrastró, aun descalzo hasta quedar frente a ella, ambos ladeados frente al espejo.
Kate deslizó su mano por el rostro de él, suave, recién afeitado y acarició su mentón tenuemente, obligándole a acercarse para depositar un beso en sus labios.
Beckett sonrió y bajó su mano por el pecho de él, por sobre la camisa negra.
Había tenido que esforzarse en no despojarlo de la ropa cuando le había visto aparecer primero en calzoncillos negros –que ella misma le había comprado- Y luego ataviarse en ese traje negro y camisa negra…
Luego no había podido evitar mirarle de reojo y reír cuando él estaba peleando con la corbata morada.
A juego con sus zapatos.
Pasó la prenda alrededor de su cuello y mirándole a los ojos azules se dedicó a hacerle el nudo lentamente.
Su corazón latía con fuerza. Ninguno de los dos podía separar la mirada del otro. Kate terminó de anudarle la corbata y la dejó perfecta.
Rick se movió para quedar frente al espejo, con ella a su lado.
Hacían tan buena pareja, que solo deseaba poder hablarle, decirle, confesarle lo mucho que la quería y le había ayudado… Pero estaba demasiado aterrado.
Apartó la mirada del espejo sintiéndose desleal ante su propio reflejo y suspiró.
-Oye, no te pongas así… ¡Te he dejado el nudo perfecto!-Kate golpeó su pecho con cariño- Ya hay otra cosa que sabemos de ti… No sabes hacer nudos de corbata. No solías llevar entonces…-rió mientras caminaba hacia la salida tras coger su bolso y su abrigo- ¿Estás listo?-preguntó al llegar a la puerta de la calle y se giró comprobando que él no seguía.
Desanduvo lo andado y se quedó mirándole.
-¿Rick?
Rick dudó unos segundos y finalmente asintió agarrando su abrigo tras calzarse unos zapatos.
-Vamos-Kate palmeó su trasero cuando ambos salían y luego se agarró de su brazo-Espero que no quedes asustado por la cena.
Kate se movía con familiaridad por casa de Javi y Lanie. Había estado allí cientos de veces antes incluyendo varias Navidades y algún que otro Acción de gracias.
Sonrió ayudando a Lanie preparando la mesa mientras miraba en dirección a los chicos.
Javi, con una cerveza en la mano, sentado en su sillón le explicaba a Rick, quien también bebía una cerveza algunas jugadas del partido de futbol.
El padre de Lanie hacía muecas ante los comentarios de su yerno.
Aquello era una tradición.
Lanie cocinaba junto a su madre.
Kate le ayudaba a colocar la mesa mientras cotilleaban.
Kevin aparecía a última hora y se unía a Javi y a su suegro, para ver el partido mientras dejaba a su nueva conquista con ellas, sintiéndose incomoda y ellas le asaltaban a preguntas.
Su tía Teresa llegaba a última hora con un puré de patatas y alguna salsa extraña que nadie comía, mientras explicaba lo que significaba realmente el día de acción de gracias.
-¿Estás bien, Kate?
Beckett dejó uno de los cubiertos y se giró para encarar a su amiga.
Asintió.
-¿Seguro?
-Es que… Recordaba a Danny. Nuestro último acción de Gracias, el año pasado.
Lanie apretó sus labios recordando al ex novio de su amiga.
-Cuando te pidió matrimonio… Justo cuando él estaba viendo el partido con Javi, tal y como ahora está Rick.
Kate asintió y suspiró.
-Todo es parecido pero, Rick es tan diferente…
Rick alzó la mirada buscando el contacto visual con Kate como si hubiera llegado a escuchar su nombre y le sonrió.
Suspiró.
-No te agobies por el tema…
-Lanie, le quiero-susurró.
Su amiga alzó las cejas. Fue a hablar pero justo llamaron al timbre…
-Iré a abrir.
Lanie despareció hacia la puerta y dio la bienvenida a Kevin y su nueva novia, Jenny. Tia Teresa llegó unos minutos después y aunque Donna, la madre de Lanie trató de rechazar con educación sus guisos fue imposible.
Todos se sentaron en la mesa para empezar la cena un rato después.
Kate al lado de Rick, a su lado Javi, luego Lanie, el padre de Lanie presidiendo la mesa, seguido de su mujer, luego Ryan y Jenny y finalmente al otro lado de la mesa, Tia Teresa.
-¿Quién quiere ser el primero?
Todos se quedaron callados.
-Yo-dijo Ryan-miró a todos- Yo no suelo… hacer esto, quiero decir con mi familia, todos están en Florida y la mayoría a estas alturas siendo irlandeses ya están borrachos- Todos rieron-Pero quiero dar las gracias por la familia que tengo aquí-miró a Javi y Kate- y por ti, Jen-miró a su novia-creo que…-volvió a mirar a todos-ella es la elegida.
Jenny se sonrojó y agradeció por haberlo conocido, luego besó a su novio mientras todos hablaban.
Los padres de Lanie dieron las gracias por lo bien que le iban las cosas y los felices que eran sobre todo cuando visitaban a su hija.
-Mi turno. –Espo sonrió- Gracias por los alimentos de hoy, por la familia, los amigos, por el trabajo… Y porque… Lanie me ha dado la mejor noticia que me podían dar esta mañana.
Todos miraron a su mujer y ella rio con algunas lágrimas en los ojos.
-¿Estas…?
Ella asintió. Todos la llenaron de abrazos y de felicitaciones por ese bebé que venía en camino.
Lanie aprovechó y dio las gracias por cómo iba a cambiar su vida, y por lo típico, amigos, salud, trabajo…
Sus padres aplaudieron orgullosos y felicitaron también a Javier.
-Oh querida, déjame que luego te lea el horóscopo-interrumpió Tia Teresa- ¿De cuánto estas? Si hacemos cuentas puede que sea ¿Géminis? ¿Tauro?
Kate rodó los ojos y suspiró. Su tía no podía centrarse en dar las gracias, tenía que sacar el horóscopo a colación. Alzó la mano para llamar la atención de todos.
-Me toca. –Sonrió y se percató que tenía su mano sobre la de Rick que reposaba en la mesa. Kate la acarició suavemente y carraspeó- Quiero… Aprovecho esta cena… Para decir que estoy encantada de teneros a todos en mi vida…-dijo aquello mirando a Rick- Y que… a veces los cambios, son realmente buenos, el año pasado… Yo… Danny-suspiró sintiéndose trabada por los nervios- Gracias por ayudarme tanto y Gracias Rick por estar aquí.
Rick apretó su mano casi imperceptiblemente y sonrió asintiendo. Ninguno de los dos separaba la mirada del otro ignorando por completo las demás personas que rodeaban la mesa.
Rick supo que aquel era el momento, aquel era el preciso momento para hablar, para decirle lo mucho que había avanzado y lo mucho que la quería…
Tenía que atreverse a encarar todo lo que podía pasar, tenía que decírselo.
Abrió la boca dispuesto a hablar –por fin- cuando el móvil de Kate empezó a sonar insistentemente.
Kate enarcó una ceja sorprendida al ver que la llamada era de la comisaria.
-Lo siento, es… Es trabajo.
-¿También en día festivo?-preguntó el suegro de Javi.
Kate asintió. Era extraño, algo había tenido que suceder.
-Disculpadme-dijo Kate levantándose de la mesa, dejando a Rick con la palabra en la boca viendo como se alejaba levemente de la mesa para contestar.
A medida que Kate escuchaba a su interlocutor su rostro iba cambiando. No sabía cómo tomarse aquella reacción. Espo y Ryan miraban a su amiga, compañera y jefa fijamente hasta que colgó.
-¿Qué ocurre, Kate?-Espo fue el primero en preguntar.
-Alguien… -miró a Espo y seguidamente miró a Rick- Alguien pregunta por ti en la doce. Han visto la foto y te han reconocido… Vienen de camino.
Todos se quedaron callados.
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N/A: Espero que entendais el hecho de que Rick habla un poquito pero no quiere hablar con Kate por que tiene miedo de que asi ella acelere el proceso de largarlo... No se si me explique muy bien. Tampoco es que esté al 100% recuperado... Aun le queda mucho, más con lo que se le viene encima... Veremos a ver que pasa.
N/A2: También espero que entendais por que Kate piensa en su ex novio, ese que le dejó plantada en el altar... y que probablemente se vuelva a comentar de él más adelante ;-)
Gracias por leer y por comentar.