N/A: Espero que este os guste igual o más. Gracias por leer como siempre :)
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"Vamos, Ryan. Espo, daos prisa por favor" fue lo que pensó Kate una vez más.
Tragó saliva y entreabrió sus labios intentando boquear algo de aire. El calor allí abajo era más sofocante aún que un día normal de verano en Nueva York. Sintió su espalda empapada en sudor y vio como la piel del desconocido brillaba por la suciedad y la secreción.
Intentó dar un paso al frente, acercarse a él, pero él se alejó de ella pegándose de nuevo a la pared.
-Hey… Soy policía-Paseó su dedo por las letras del chaleco dónde se leía la palabra- Policía de Nueva York-dijo despacio-¿Detective?-Se quitó el chaleco antibalas dejándolo a un lado.
El hombre que debía tener unos treinta y largos años, algo envejecido por su situación, la miró realmente asustado.
Siguió con su mirada el movimiento de su mano.
Kate sacó del bolsillo de su vaquero la placa, mostrándosela mientras dejaba la pistola junto con el chaleco en el suelo.
-Mi número es el 41319… -se mordió el labio- Policía… No te voy a hacer daño.
Se acercó levemente con las manos alzadas y él no se movió. Miró hacia arriba viendo la luz que se filtraba por la escotilla.
Sólo esperaba que sus compañeros se dieran prisa.
Aquél lugar no era higiénico ni salubre, necesitaba sacar a aquel hombre de allí y ser atendido antes de que él desfalleciera y ella vomitara por el hedor.
-Gendarmerie-dijo en francés-¿Polisie?-entrecerró los ojos y negó- ¿Polizei?-el hombre ni se movió-¿Policija? –Carraspeó- ¿Booliska? ¿Polisi?
Alzó su mentón al escucharla y sus ojos azules se clavaron en ella.
Kate fue a hablar de nuevo pero en ese momento, Ryan, Espo y dos chicos de atención sanitaria llegaron, bajando directamente y asustándolo.
Había intentado con todos esos idiomas que ella más o menos manejaba por todos sus años viajando por el mundo, y justo cuando parecía reaccionar, los habían asustado.
El hombre se revolvió ante ellos, gritando y moviendo sus brazos haciendo aspavientos y tratando de defenderse. Kate quiso intervenir pero Ryan la detuvo.
-Déjales trabajar.
Kate le miró sintiendo compasión de él y salió de aquel zulo con ayuda de Espo.
Los gritos de allí abajo resonaban en aquella oficina abandonada.
-Lo van a llevar al hospital y allí intentaran averiguar que le ha ocurrido… Nadie sabía que había alguien ahí abajo-le informó su compañero-
Kate asintió algo ausente, mirando donde segundos antes había estado y finalmente se dejó llevar hasta la salida.
Las luces azules y rojas se mezclaban con los focos blancos que iluminaban el edificio abandonado del muelle a pesar de que el cielo comenzaba a cobrar vida en un nuevo día.
Dejó caer el chaleco antibalas en el maletero de su coche y lo cerró apoyándose allí.
Sonrío recordando lo muy cansada que estaba unas horas atrás y lo realmente 'on fire' que se encontraba en ese momento a pesar de que llevaba casi 24 horas sin dormir y empezaba a amanecer en Manhattan.
Un nuevo caluroso y húmedo día de verano.
-Ya está todo controlado-dijo Ryan apareciendo frente a ella y bostezando.
Se pasó una mano por su cabello castaño casi rubio, algo más largo de lo habitual y enfundó su arma mientras se quitaba el chaleco y se encendía un cigarrillo.
Kate alzó una ceja tratando de comprender.
Ryan señaló la ambulancia que abandonaba el lugar con las sirenas puestas. Seguramente allí iba el desconocido.
-Gates ha dicho que no tenemos nada más… Y nos deja descansar hasta media tarde si no surge nada. Mañana podemos seguir con la investigación sin problemas.
Beckett sonrió sabiendo las ganas que su compañero tenía de salir pitando de allí, seguramente alguna chica le esperaría en su cama.
Ryan se la quedó mirando.
-Pero tú no vas a descansar… ¿No?
Kate negó y sonrío dando un pequeño saltito mientras Kevin le miraba con una ceja alzada.
Después de toda la acción de esas horas podía salir a correr y quemar algo más de energía o seguir con el papeleo y terminar de resolver el caso.
Si que habían desarmado toda la organización que se dedicaba a la trata de humanos, pero aún quedaba un cabo suelto. Ese hombre de ojos azules.
-Lo sabíamos… Es por eso que…-dio una calada a su cigarrillo y soltó el humo- Gates quiere verte.
-¿Y Espo?
-Espo se ha marchado. Lanie no tiene el día libre para él-ambos rieron-.
-¿Y dónde está Gates?
Kevin señaló a lo lejos un grupo de agentes del FBI y de su jefa. Kate se despidió de Kevin y se acercó hasta donde la esperaba su jefa quien se despedía de los demás agentes.
-Detective, tenemos que hablar.
La mirada de su jefa la intimidó.
No supo en qué momento de la mañana, porque ya hacía rato que había amanecido, había llegado allí.
Pero si tenía claro el motivo… El motivo no era otro que su tendencia a perderse en el limbo de sus pensamientos, sobre todo en los momentos más importantes.
No es que sus pies la hubieran arrastrado unos metros, despistada. Es que se había subido al coche de su jefa y ella había conducido mientras le hablaba de lo que tenía pensado para sus próximos días de trabajo y de lo que esperaba de ella.
Beckett había dejado de escuchar y sobretodo de pensar.
Se había quedado con las palabras de agradecimiento de Gates y todos los halagos y luego la había seguido sin decir nada.
Y allí estaba, de pie, andando en aquel pasillo del hospital Mount Sinaí de Nueva York mirando a su jefa, al suelo y viceversa.
Casi a punto de hacer un agujero en las baldosas de tanto caminar.
-Capitán, déjeme… Procesar un momento…
Gates asintió.
-Me está diciendo… Que… Mi trabajo a partir de ahora consistirá en ser custodia de ese hombre…-señaló la puerta de la habitación donde se encontraba el hombre que habían encontrado en el sótano de aquella fabrica, aun sin identificar.
-Eso le he pedido, detective.
-Llevándolo a mí casa.
Gates asintió.
-De hecho, a todos los lugares que usted vaya… No podrá separarse de él.
-Pero señor…
Gates alzó la mano.
-Detective Beckett, si le he pedido –hizo una pausa, porque realmente Kate no tenía opciones a quejarse- usted ha estado a cargo de este caso, sabe más que nadie sobre ello y éste hombre confía en usted.
-¿¡Que confía en mí!? –Alzó las manos exasperada- Pero si sólo gruñe.
-El detective Esposito me informó de lo sucedido allí abajo, con quien mejor estuvo fue con usted-Gates cambió su rostro, ahora más serio que nunca- Detective, no es algo que pueda negociar… Llevará la investigación sobre este hombre…
Kate apretó los labios. Si era verdad que habían encontrado un cadáver en aquel edificio y habían detenido a varias personas, pero aquel caso aun no había terminado y el hombre podía ser clave para resolverlo… Sin embargo ella no tenía ningunas ganas de hacer de niñera de nadie y mucho menos de alguien que dependía totalmente de ella y que le provocaba escalofríos al mirarle a esos ojos azules.
-Me mantendrá al tanto de todo, si habla, si no habla… Todo, mientras sus compañeros investigan a los demás implicados ¿De acuerdo?
Kate asintió. No podía hacer otra cosa y finalmente Beckett se dejó caer en una de las sillas de los pasillos y bufó mientras Gates desaparecía al final del pasillo.
Miró la puerta.
Tragó saliva sintiéndose realmente nerviosa ante el giro que acababa de dar su vida.
No, si seguramente su tía y el horóscopo tenían razón… Su vida iba a cambiar a partir de ese caso. Para bien o para mal, iba a cambiar.
Volvió a mirar la puerta y suspiró.
Una enfermera le había informado que el paciente, llamado entre ellos 'John Doe' ya que estaba sin identificar, estaba sedado y aún tenían que tratar de asearlo por lo que aun tenía un buen rato para tomarse un café y asimilar todo lo ocurrido.
Sacó su móvil del bolsillo y mandó un mensaje a Espo y a Ryan para que le avisaran cuando fueran a la doce y se pusieran a trabajar con la foto que seguramente le habían hecho en el edificio y con los miles de archivos que había sobre personas desaparecidas.
Deseaba que hubiera una coincidencia con algún caso abierto sobre alguna persona desaparecida que cuadrara con el sexo y la edad de ese hombre y el caso pudiera resolverse cuanto antes.
No tenía ningunas ganas de enfrentarse a él… No tenía ni idea de cómo tratarlo.
-¿Detective?
Kate alzó la vista y se levantó cuando se encontró con un hombre alto, cabello y ojos oscuros, sonrisa encantadora y muy probablemente de su edad.
-Soy el doctor Davidson-le estrechó la mano mientras le sonreía-Me encargaré del paciente John Doe y me han informado que está bajo su custodia.
Kate asintió.
-Detective Beckett.-carraspeó algo incomoda ante su mirada-.
El doctor Davidson sonrío y se quedó mirándola.
-El paciente está deshidratado y desnutrido por lo que no será posible que le dé el alta como mínimo hasta esta noche…-Kate asintió- Estamos trabajando administrándole calmantes y suero… Y… intentaremos asearlo y curar algunas heridas que tiene.
Kate asintió y se quedó callada sin saber que decir.
-Puede…Si quiere, dejarme su número y la avisaré cuando despierte y le vayamos a darle alta o si algo va mal.
-Claro.-Kate sacó una tarjeta de presentación de su cartera y se la entregó.
-Kate-sonrió el hombre leyéndola-.
Beckett asintió algo incomoda.
-Pues… Eso es todo. Estaremos en contacto.
-Gracias Doctor Davidson.
-Josh-le contestó él antes de despedirse.
Kate se quedó mirando por dónde se marchaba el doctor y suspiró. Rió con flojera cuando pensó en su tía y en lo que diría de ese 'bomboncito' de doctor; justo como lo hubiera llamado ella. Seguramente recurriría a las páginas del horóscopo y ese sería el príncipe azul que la salvaría de vivir en la soledad y la compañía de su gato y sobretodo sacarla del departamento de policía.
Algo que tía Teressa deseaba con todas sus fuerzas e incluso en más de una ocasión le había insinuado echar mano a las velas para conseguir lo deseado.
Kate se acercó casi sin hacer ruido hasta la mesa donde sus compañeros estaban trabajando en una de las salas adjuntas de la planta de homicidios.
Ambos se estiraron y dieron un trago a su café a la vez.
Se les notaba frustrados y no era para menos, habían amontonados unos 400 archivos sobre la mesa, algunos abiertos y dispersados en la mesa junto con la caja de donuts que había a un lado y otros simplemente descartados por las pocas coincidencias…
-¿Algo nuevo?
Ambos se sobresaltaron cuando la escucharon a sus espaldas y la miraron con resentimiento fingido.
-Nada nuevo, sigue habiendo demasiada gente desaparecida.
Kate se sentó en una de las sillas vacías y alargó la mano agarrando un donut y llevándoselo a la boca.
-mmm delicioso-casi gimió cerrando los ojos.
-¡Eh! ¡Eso es para los que estamos trabajando!
-Todavía no puedo creer que la Base de Reconocimiento Facial del departamento no haya sido actualizada-dijo Kate sin importarle las quejas de Espo sobre los donuts- ¡A Mano!
-¿Y nos vas a ayudar un poco no?
Kate alzó una ceja y luego sonrío agarrando uno de los archivos.
-De algún modo tenemos que saber quién es ese hombre…
-Sí, sobre todo porque ya me han dicho que se tiene que quedar contigo.
Los tres se giraron al escuchar la voz de Lanie. Ryan y Espo arrugaron su frente y volvieron a girarse para mirar a Kate.
-Gracias Lan, como siempre haciendo una entrada triunfal y dándonos buenas noticias-rió Beckett.
Su amiga saludó a su marido y luego se sentó en la otra silla que quedaba vacía.
No tardó ni dos segundos en robarles otro donut ante las quejas de unos y la risa de la otra.
-¿Qué te trae por aquí?-preguntó Beckett alzando la vista del archivo que estaba leyendo y cerrándolo cuando vio que no coincidía.
-Antes de que preguntéis… Yo no tengo nada, revisé sus huellas y no están en el sistema. Debe ser un buen chico… ¿Vosotros tenéis alguna novedad?
Los tres negaron moviendo la cabeza.
-Sólo sabemos lo justo, varón en sus treinta, torturado, desnutrido, ojos azules, pelo castaño… -comentó Espo.
-Es probable que no tenga barba y unos cuantos años menos en su foto de archivo.
-¿Os han dicho el tipo de Sangre?
-Sí, es cierto – dijo Ryan sacando su libretita- Llamó un tal Dr. Davidson preguntando por ti Kate…- Beckett revisó su móvil y se dio cuenta que se había quedado sin batería. Se levantó buscando el cargador para enchufarlo mientras escuchaba a Ryan-… Nos dijo que sigue sedado pero que le sacaron sangre, tiene anemia-leyó- Las defensas bajas… Bueno todas las cosas que podía tener después de llevar un tiempecito sin ver la luz solar… y su sangre es A positivo.
Todos se quedaron callados.
-Ya podemos empezar a descartar los que no tengan ese tipo de sangre, mirad el lado positivo.
Todos miraron a Lanie quien sonreía disfrutando del donut.
-Sí, apenas son descartamos cuantos ¿100? ¿Quedan otros mil?
-Venga no os quejéis, pasadme uno-la forense se puso a leer-Este no es. Otro…
Kate rió. Los cuatro se pusieron a mirar archivos como locos sin percatarse que las horas iban pasando.
-No entiendo de verdad… Como vamos a encontrarlo porque…
-Bueno, algunos terminan muertos y se descartan, otros tienen una doble vida con alguna stripper…
-Y luego está nuestro John Doe-comentó Espo.
-Y otros directamente no aparecen.
-Nadie desaparece así como así…
Ryan le tiró a Lanie un archivo de un chico que simplemente había salido por la noche, sus amigos fueron a un callejón a orinar y al regresar a la calle, él ya no estaba. Sus amigos le habían perdido de vista un minuto y para cuando intentaron buscarle, era demasiado tarde, la calle estaba desierta, sin su amigo, sin tráfico, sin nada.
A Lanie se le quedó mal cuerpo al leer el informe.
-Algo tuvo que pasar.
-Estoy con Lanie-intervino Kate- Debe haber una explicación. Una historia hace que todo tenga sentido.
-¿Y qué historia, Becks?-preguntó Espo cruzándose de brazos.
Beckett hizo una mueca por qué no se le ocurría nada. Se quedó un momento pensativa y entonces miró a su compañero desafiante.
-La historia está en la gente que detuvimos. Ellos nos dirán como ese tipo llegó allí. Si sabemos cómo llegó-se levantó- Podemos saber quién es.
Los tres asintieron.
-Vamos… Hay gente que volver a interrogar… Preguntarles directamente por este tipo-indicó Kate mientras se levantaba mientras Espo y Ryan obedecían las órdenes de su jefa.
No habían salido de la sala que el móvil de Beckett empezó a vibrar aun enchufado al cargador.
Kate se acercó y lo desconectó contestando a la llamada.
-Sí, soy yo. Si-su rostro cambió- Cla…Claro… Ya mismo voy.
Kate colgó y miró a sus compañeros.
-Cambio de planes. John Doe ha despertado…-Tragó saliva-Puede que él tenga la respuesta a todo si consigo hacerle hablar.