Oblivion ✖️ Zayn Malik ✖️Term...

Par Coffee-nights

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"- Me llamo Emma.- Él inclino la cabeza y no dijo nada. - ¿No me dirás tu nombre? - Pregunté. Se río de una... Plus

Oblivion
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Epílogo.

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Par Coffee-nights

GRACIAS POR TODO <3.

Espere al menos treina minutos, treina minutos le había tomado a  Zayn salir del baño, yo estaba acostada en la cama, seguía solo con su camiseta y mis bragas, cuando salió fue directo a su clóset, apenas me miro. Bufé girando mi cuerpo, estaba recostada apoyada en mi estómago, había ocultado mi rostro contra la almohada, sólo escuchaba a Zayn moverse de aquí a allá mientras se cambiaba de ropa.

Me quedé ahí, pensando en lo que había pasado un rato atrás, y se había arruinado, por una llamada, una jodida llamada.

Cuando pensé que me quedaría dormida, sentí un beso en mi cabeza, contra mi pelo. Moví mi cabeza apoyando mi mejilla en la almohada. Él me miraba, lejos de tener una expresión de felicidad, pero no estaba echando humo.

“Zayn…” Antes de que me dejara hablar negó con la cabeza y cerró los ojos.

“Tengo hambre.” Se rascó la nuca. “¿Hagamos algo?”  Me  ofreció la mano, la tome y salí de la habitación con él, era increíble como él controlaba mis emociones.

Cuando estábamos terminando de cocinar la pasta con salsa, me giré a verlo, mientras me apoyaba en el mesón.

“¿Estás enojado?” Pregunté casi en murmuro.

“No.”

“¿La verdad?”

Hubo un silencio, y se giró a verme.

Zayn’s POV.

“No contigo.” Respondí, joder, ¿cómo esperaba que no estuviera enojado, sí acabábamos de tener sexo, y ella se había ido a hablar con ese hijo de puta?

“Él no hará nada malo.” Habló refiriéndose a su amiguito cara de muñeco.

“Claro que no.” Rodé los ojos, y decidí girarme de vuelta a la olla con la pasta. Era tan jodidamente inocente que no se daba cuenta de que ese idiota pretendía devorársela en cuanto pudiera.

Igual que yo.

“Yo sé que no.”  Se acercó, y pude sentir la punta de sus dedos pasando por mi espalda.

“Sí miraras más atenta te darías cuenta que ese idiota te folla cada vez que te mira.”  Hablé entre dientes. ¿Qué tanto le costaba alejarse de él?, ¿Y a él no le basto con haber estado en el hospital, para alejarse de Emma?

Tan rápido como llegaron, se alejaron sus dedos.

Mierda.

“Me iré a duchar.” Me avisó, pero ni siquiera me di vuelta para verla.

Cuando sentí las puertas cerrarse golpeé la mesa… e hice que mis nudillos sangrarán gracias a que estúpidamente golpee la orilla.

Tomé un paño, lo mojé y lo apreté contra mi piel.

Tocaron a la puerta y fui a atender. Cuando abrí quise devolverme y tirarme por el balcón. ¿Qué toda la mierda viene junta en el mismo momento?

“Hey.” Saludó con esos labios rojos que a veces te daban ganas de arrancarle los labios.

Subí las cejas en saludo.

“Ha sido bastante tiempo.” Me cerró un ojo, yo solo asentí. Ella se cruzó de brazos.

“¿Estás drogado?” Me dijo bufando. Desearía estar drogado.

“No” Rodé los ojos. “¿Qué quieres Madison?” Pregunté casi molesto.

“¿No me harás pasar?” Preguntó mordiéndose el labio. ¿Cómo es que me folle tantas veces a esta chica?

“Nop”

Me levanto una ceja, cómo si eso debiera intimidarme.

“Idiota.” Murmuro entre dientes, y comenzó a buscar en su bolso “En mi casa, a las 22:00.” Dijo entregándome una invitación. Que infantil. 21 años y aún entregaba invitaciones para sus fiestas. La tomé y la mire de reojo.

“Bien.” Antes de que pudiera decir algo más, cerré la puerta. No me podía importar menos que pensará que era mal educado.

Caminé hasta la cocina…mierda las pastas.

Tiré el pedazo de papel en algún lugar del mesón, y fui a apagar la estufa.

Había servido dos platos con salsa y pasta, cuando apareció Emma.

Joder, aún llevaba una camiseta mía, una limpia, pero ahora ocupaba unos pequeños shorts de jeans. Sus pies descalzos. Su pelo amontonado a un lado mientras intentaba desenrredarlo con sus dedos.

“Huele bien.” Habló, yo asentí.

Me acerqué con los platos hacia el comedor. Emma tras de mi.

“¿Qué es esto?” Cuando me giré a verla, tenía la invitación en la mano…maldición.

“Nada”

“Parece una invitación” entre cerro los ojos en concentración. “¿Tienes una fiesta?” Pregunto en murmuro.

Yo asentí enterrando mi tenedor en la masa de la pasta.

Emma se sentó a mi lado mirando su comida.

“¿Irás?”

“No lo creo.”

“¿Por qué?”

Por qué estoy tan jodido que prefiero pasar tiempo contigo  a estar con esos malditos cabrones.

“No quiero.” Respondí frío. Emma soltó el trozo de papel, dejándolo a un lado…se veía jodidamente linda.

“Me gustaría que fueras” Mencionó tomando un poco de jugo.

“¿Por qué?” La mire directo a los ojos, se que ella sabe que la miraba, sí no, no se hubiese sonrojado.

“No lo sé.” Agacho la mirada. “No quiero que dejes a tus amigos de lado solo por que me estoy quedando aquí”

“¿Qué? ¿Piensas que es por ti?” Carcajee, y vi vergüenza en su cara, joder, no.

“Emma, no quise decirlo de esa forma.” Me retracté. “De verdad no me interesa ir con esos cabrones.” Arrugó su nariz ante el uso de mis palabras frías.

“Esta bien” Suspiro rendida. Me quedé mirándola. Maldición.

“Ve conmigo.” Sugerí.

“¿Qué?” Sus ojos se abrieron mostrando esas dos perlitas brillantes.

“Ven conmigo, a la fiesta” Hablé sin importancia.

“No lo sé…estarán tus amigos.”

“¿Y?” Levanté una ceja.

“Que…” Tomó aire antes de hablar, joder, ¿qué era tan complicado? “Qué tu y yo no somos nada, no quiero que tus amigos crean cosas que no son, ni quiero arruinar tu noche.” Lo último salió casi en susurro.

¿Ella no quería que pensaran qué estaba conmigo? ¿por qué? … ¿qué hay de malo en nosotros?

“No arruinarás nada.” Trate de sonreír, pero la pregunta seguía en mi cabeza… ¿no quería ser vista conmigo?  Mierda, estábamos teniendo sexo, ¿Y no quería que supieran que era mía?

Mi teléfono comenzó a vibrar sobre la mesa, miré el identificador. Demonios.

“Debo contestar” Ella asintió y yo me levanté rápido caminando hacia la habitación. Conteste de golpe.

“¿Qué quieres?”

“Zayn, hijo, ¿cómo has estado?”

“Bien” respondí seco, sí ya lo odiaba de por sí, cuando pretendía ser el papá del año me hacia imaginar su cabeza colgada.

“¿Cómo va tu trabajo?” Preguntó.

“Te enviaré los informes mañana, Julián cerró su compañía.” Informé, aunque no podía importarme menos.

“Bien, Bien, me alegra oír eso.” Rio “Tu madre vino a mi oficina ayer” Me tensé ante sus palabras, ¿de verdad ella había sido tan estúpida de haber ido a meterse ahí?

Claro que era estúpida.

Hice un pequeño sonido, indicándole que siguiera.

“Quería pedirme perdón” Se rio sin una jodida gota de humor. “¿Sabes que hice?” Me revolvió el estómago la maldad con la que hablaba. Jodido bastardo.

“¿Qué?” Pregunté gruñiendo.

“Que jamás la perdonaría, que ninguno de nosotros lo haría, ni tus hermanas, ni tú, nadie.”

Mis hermanas… Joder, si pudiera alejar a mis hermanas de todas esas mierdas. El siguió hablando.

“Le mostre todos los informes que me haz enviado, como nuestra empresa ha surgido sin ella.” Se quedó callado por unos segundos. “Sin ella y su jodido amante de Brynston.”

Apreté mis puños… mierda.

¿Por qué Emma tenía que ser hija del amante de mi madre? ¿Por qué jodida mierda, ella de entre todas las chicas?

“Y por último.” Tomó aire. Puedo decir que tenía los dientes apretados, malditamente teníamos los mismos gestos. “Le dije que se preparara, ella y su puto amante, sobre todo Brynston, por que lo iba a destruir, lo iba a destruir donde más le duele…Y tú, hijo mío, tú me estás ayudando a conseguirlo” Corté la llamada antes de seguir escuchando su mierda. Y tire el celular contra el suelo.

Puse mi cara entre mis manos.

Maldición… refregué mis manos contra mi rostro, necesitaba despejarme…

“¿Zayn?” Escuche su voz a mi espaldas, me giré rápido, y la encontré mirándome desde el umbral de la puerta. Preocupación en sus ojos. “¿Estás bien?”

Di un paso hacia ella, no aguantaba toda la mierda que estaba viviendo, apreté mis brazos alrededor de su cintura, y la besé. Sus manos llegaron a mi cuello. Y correspondió el beso, lento, haciéndome bajar la intensidad de una forma que solo ella podía. Acariciaba mi nuca con la punta de sus dedos, tan tranquila, tan dulce… tan destruida iba a estar por toda la mierda qué le estaba haciendo.

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