• | Ocultando La Belleza | •

By thewriter_zyx

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Owen Collins un chico de 18 años de deslumbrante belleza, al cual todo el mundo quedaba pasmado tan solo al v... More

Sinopsis
Capítulo 1: Nuevo comienzo
Capítulo 2: Universidad
Un día trágico para tod@s
Capítulo 4: Sentimientos de un enamorado
Capítulo 5: Intriga
Capítulo 6: Como una flor
Capítulo 7: Biblioteca
Capítulo 8: Evento
Capítulo 9: Nueva oportunidad
Capítulo 10: De vuelta a la universidad
Capítulo 11: Carta anónima I
Capítulo 12: Nueva visita
Capítulo 13: El chico misterioso
Capítulo 14: Comenzar a ser adulto
Capítulo 15: Roto
Capítulo 16: Carta anónima II
Capítulo 17: Una visita llena de anhelo
Capítulo 18: Loco de amor
Capítulo 19: Tomar todo de él
Capítulo 20: Incertidumbre
Capítulo 21: Magia entre melodías
Capítulo 22: Algo bueno
Capitulo 23: Carta anónima III - Sumamente aterrador
Capitulo 24: Primer amor
Capítulo 25: ¿Tickets para el cyber-café de la confusión? I
Capítulo 26: Un poco de sinceridad
Capítulo 27: Interrupción en el entrenamiento

Capítulo 3: Pensamientos indebidos

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By thewriter_zyx

L

Al abrir mis ojos, lo primero que apareció ante mis ojos fue la tierna imagen de mi adorado Owen dormido, su semblante tan relajado lo hacía ver como un ángel, sus parpados que cerrados lucían aquellas largas y elegantes pestañas le daba un toque de delicadeza que llenaba mi corazón de calidez, como su piel parecía brillar con luz propia con las primeras luces de la mañana escurriéndose por las ventanas. Verlo así me hacía sentir tantas cosas en mi interior que pensaba que enloquecería...pero, me hacía sentir relajado y en paz, su aroma era tan embriagador que causaba en mi cuerpo una gran tranquilidad, como un estremecimiento que me dejaba tendido ante él. Su belleza es tan radiante que me llena...hasta el último rincón de mi corazón, me llenaba de amor.

Entre todos estos pensamientos, recordé la noche anterior. Estuve a punto de besarlo... Casi pierdo el control...estuve a nada de cometer un gran error... A este punto no creo que pueda resistir mucho más. Este sentimiento dentro de mí crece cada vez más y me consume, hace que mi conciencia se nuble y este cerca de hacer cosas que marcarían una gran línea de distancia entre Owen y yo. Mis deseos por él son tan fuertes que a veces pienso que terminaré por explotar, tanto deseo su tacto...el poder tomarlo entre mis brazos y demostrarle toda mi pasión...tan solo poder tocar su piel...o besar sus labios...devorarlo... Pero sé que es algo que simplemente no se puede, a este paso será mejor que me calme un poco con él, no puedo desatarme mucho más, o terminaré haciéndole cosas indebidas.

Y entonces supe que volvería a estar distante con él, como las otras veces que ni siquiera me atrevo a dirigirle la mirada. Me incorporé en la cama y con frustración coloqué mis manos en mi cabeza.

Soy una vergüenza...

Me decepcionaba la forma tan descuidada de dirigirme, el no poder controlar bien lo que tengo en mi interior, me avergonzaba de mí mismo.

Alguien como yo no tiene derecho a estar con Owen...

Cuando esos pensamientos se plantaban firmemente en mi cabeza, tomaba una distancia dolorosa de Owen; no le hablaba con tanta naturalidad como habitualmente lo hacía, no le sonreía con el mismo cariño de siempre, ni siquiera me atrevía a verlo a los ojos, sentía que no era digno siquiera de hablarle, pero eso lo lastimaba, lo sabía, muchas veces él me exigía que le dijera el porqué de mi comportamiento, pero nunca le respondía con claridad, ponía escusas como "Estoy cansado" "Necesito descansar" "No me siento bien, el trabajo me tiene exhausto" y luego me iba, y me perdía en mi habitación. No estaba bien, pero de alguna u otra forma debía protegerlo de estos sentimientos tan indebidos que tenía hacia él.

Aunque ese doloroso sentimiento en mi corazón no desaparecerá, debo hacerlo por él

Volteé a ver a Owen nuevamente, seguía plácidamente dormido. No pude evitar sonreír ante su imagen, se veía tan tierno e indefenso. En ese momento debían ser las 3 o 4 de la madrugada ya que el cielo aún estaba oscuro, me levanté de la cama con la intención de ir a mi habitación y matar el tiempo trabajando en el ordenador, pero oí un ruido proveniente de Owen; estaba hablando dormido. Tan lindo...

Me acerqué a él y, con cuidado apoyé mi rodilla para poder alcanzarlo, posé una mano en su cintura mientras acercaba mis labios a su rostro.

No sé cómo puedes ser tan hermoso aun estando dormido

Y finalmente besé con amor su frente. No quería despegarme de él quería abrazarlo y acurrucarme con él, pero nuevamente el dolor en mi corazón me lo impedía.

Luego, una sonrisa dolida se escapó de mis labios junto con un susurró:

-Soy patético...

O

Me desperté por los rayos solares que me pegaban en el rostro y perturbaban mi sueño, obligándome a levantar de la cama, junto con la bendita alarma. Con pereza me incorporé en la cama, estiré mis brazos y espalda, disfrutando la sensación que le siguió, y entonces miré a mi alrededor, notando de inmediato que Liam no estaba.

Supongo que ya se fue a arreglar...

Luego me dirigí al baño y, como todas las mañanas me miré al espejo antes que nada, mis ojeras no estaban tan grandes como otros días, de hecho ya casi no se notaban, pero aún eran un poco visibles, creo que haber dormido con Liam hace que tenga un sueño tranquilo. Seguido me despojé de mi ropa y me dirigí a la bañera, abrí el grifo de agua caliente, pero me alejé cuando salió el agua porque primero salía fría, fría helada, proveniente de Alaska Huh, pero luego se niveló bien y pude bañarme con comodidad, el agua tibia siempre me hacía sentir muy relajado y en calma.

Cuando terminé me dirigí nuevamente a mi habitación con una toalla en la cintura y otra colgada en el cuello con la cual me estaba secando el cabello. Inmediatamente divisé la chaqueta gris de Dean en el lugar en el cual dejé ayer, me acerqué a ella y la tomé entre mis manos.

Tal vez hoy lo vuelva a ver y se la pueda devolver...

Luego, con una pequeña sonrisa la dejé nuevamente en su lugar, junto con mi mochila. Luego volvería para buscarla e irme.

Abrí mi closet y saqué la prenda de hoy; unos blujeans azules oscuro, una camisa negra, y un suéter completo gris con capucha, con mis casuales converse blancos y negros.

Seguí a bajar por las escaleras hasta la cocina. Liam no estaba ahí. Lo volví a buscar en la sala pero tampoco estaba, así que fui a su habitación; lo encontré. Estaba durmiendo plácidamente en su cama, me pregunté qué hacía allí, pero supuse que se levantó casualmente en la noche y se fue a su cama tal vez por incomodidad de estar en la mía. Recosté mi hombro del marco de la puerta mientras lo miraba con una pequeña sonrisa, se veía muy tierno dormido como bebe.

Al verlo tan tranquilo, una sonrisa maliciosa se formó en mis labios. Me acerqué a él con cautela, a aproximé mis labios hasta sus oídos, y entonces...

-Si me asustas te hago cosquillas

Ya estaba despierto el muy maldito.

Apreté los labios.

-Bu

Al instante siguiente Liam me tomó de la muñeca y me jaló con fuerza hasta dejarme tendido en la cama para él posicionarse de inmediato encima de mí. Me miraba con una de sus sonrisas juguetonas. Esta vez no me agarró de las dos muñecas, sino solo de una, yo no podía ocultar mi sonrisa de diversión.

-Vamos a llegar tarde-le dije aun sonriendo.

Pensé que empezaría a hacerme cosquillas como antes, pero en vez de eso ubicó su cabeza en mi cuello con delicadeza, su nariz rozaba mi piel, me daba coquillas, no pude evitar retorcerme un poco. Se quedó ahí, quieto. Me pareció un poco extraña la actitud de Liam, normalmente él no hacia esas cosas, solo...una vez; parecía muy deprimido, no sabía la razón, pero sus ojos estaban extremadanamente decaídos, igual el veía él, cuando intenté hablar con él esa vez, no funcionó. Esta vez su actitud era muy parecida, creo que más de lo que me gustaría reconocer.

-¿Liam?

Él me abrazó por la cintura y me atrajo más hacia él, cosa que me hizo sobresaltar un poco.

-¿Li-Liam?-me alteré un poco.

-Lo siento... Solo déjame estar así unos minutos más

Entonces se acurrucó más entre mi cuello mientras me abrazaba más fuerte. No dijo una palabra más. Podía sentir su respiración en mi cuello, estaba calmada, él estaba relajado, a mí me estaba empezando a dar sueño, pero sabía que no podía dormirme, tenía universidad, y si Liam no se levantaba pronto llegaría muy tarde. Sin embargo no quería que se despegara de mí, me sentía tranquilo a su lado, sus fuertes brazos protegiéndome, sus manos acariciando mi cabellera y su cuerpo calentando el mío, era realmente placentero que realmente quería ponerme a dormir otra vez, pero no podía.

-Liam-susurré acariciando su cabeza, ganando una pequeña sonrisa satisfecha de su parte- Hey, me regañaran si llego tarde.

Él bufó, a lo que yo me reí.

-No quiero levantarme...-soltó con flojera.

-Tienes que hacerlo, Señor Vicepresidente-jugué un poco.

-Hay sí, su majestad-se burló igualmente.

En respuesta le pegué un manotazo en la cabeza a lo que él se quejó haciendo un puchero.

-Que agresivo eres-dijo.

-Lo sé, querido, lo sé-lo imité haciendo su mismo tono y muecas.

-¡Oye! ¡Esa es mi frase!-protestó mirándome a los ojos.

-Ay sí, tu

Nuevamente nos miramos a los ojos sonrientes, para después de unos instantes caer en risas otra vez.

L

Reímos por unos segundos más. Su risa era encantadora y melodiosa, su sonrisa era amplia y radiante, me derretía, era tan hermoso, la forma en que achinaba los ojos al sonreír era encantadora. Lo amo tanto

-¿Liam?

Inconscientemente había posado una mano en la mejilla de Owen, este me veía con un poco de confusión, pero aun seguía con su semblante amable. Al darme cuenta la retiré rápidamente y miré hacia otro lado.

Silencio.

-Lo siento-dije.

Owen puso cara confusión nuevamente.

-Ya me voy a alistar-dije parándome de la cama, dirigiéndome al baño- Estaré listo en un momento

Luego me encerré en el baño, dejando a Owen atrás con la interrogante en la boca. Me recosté de la puerta suspirando, agotado, esta sensación era abrumadora, abrumadora en serio, ahora me pondría extraño otra vez, pero me dije que no en la manera de llegar a dañar a Owen, lo último que quiero en este mundo es causarle algún tipo de daño.

Mientras me bañaba no podía dejar de pensar en el olor de su piel, tan sutil, tan dulce, tan hermoso, quería abrazarlo, tomarlo, besarlo, aunque fuera solo un poco, eso bastaría, solo con poder dejar una marca en su corazón, no marcar una diferencia, simplemente quedar marcado junto con él. Mi mente estaba hecha un lío, lo único que rondaba por ella era Owen, no había otra cosa.

Sin darme cuenta estaba deseándolo nuevamente, de modo que cambie la temperatura de agua a fría para clamar el calor de mi cuerpo.

No sé cómo él puede causar tanto efecto en mí...es impresionante...

Cuando ya estuve listo, con todo y traje, me apresuré a ir hasta la cocina, donde con seguridad estaba Owen.

Al llegar a la sala de estar, pude notar ruidos provenientes de la cocina. Owen estaba preparando el desayuno, al ir hacia allá lo encontré guardando nuestros desayuno, cada una por separado, en bolsas de papel reciclables.

Me aproxime hacia él hasta llegar a su lado, él al verme me regalo una de sus radiantes sonrisas mientras me saludaba con cortesía. Owen siempre era muy educado, tanto conmigo como con las demás personas, hermoso.

-Te preparé tu sándwich favorito-me dijo con una sonrisa en sus labios- Durazno y mermelada-dijo por fin haciendo que mis ojos brillaran.

Al instante le dirigí una tierna sonrisa consiguiendo una suya devuelta mientras le acariciaba el cabello.

Que sonrisa más encantadora

Era de esas sonrisas de las que no crees poder vivir sin ellas, tan radiantes y alegres que te derriten el alma. Pienso que esa sonrisa es una de las razones que me hace poder levantarme de la cama.

-¿Liam?

Tan hermoso...

Tomé a Owen firmemente de la cintura y lo atraje a mí hasta que nuestros cuerpos quedaron completamente pegados, su mirada inocente mostraba solo confusión. Deslicé mi mano por su mejilla logrando hacer que se sobresaltara un poco, sus mejillas se tornaron de un tierno color rosado.

-L-Liam ¿Que haces? Estás muy cerca... -tembló apoyando sus manos en mi pecho, intentando macar una pequeña distancia entre nosotros.

Como si fuese a permitirlo.

-Sabes bien lo que me gusta de desayuno -sonreí seductor-...pero no sabes lo que moriría por comer, o mejor dicho devorar -mis palabras siendo saboreadas entre mis labios- cada mañana

-¿Q-que cosa?-preguntó encogiéndose en su lugar, sus ojos abiertos y expectante de lo que pudiera decir.

Sonreí satisfecho de medio lado y luego, sobre sus labios susurré:

-A ti

Sin más lo besé con ferocidad devorando sus labios mientras lo tomaba fuertemente de la cintura, haciéndolo estremecerse entre mis brazos.

-Mnh... Liam -gimió ahora haciendo que los bellos de mi piel se erizaran. Mi nombre sonaba tan malditamente bien cuando salía de sus labios.

Sus labios eran tan suaves y delicados, brillantes y ahora algo hinchados por los besos que no paraba de depositar en ellos. Si, debería ser ilegal que tuviera esos labios. Por otro lado, su dulce olor en mí como un afrodisíaco delicioso, me hacía perder la razón al instante. La sensación de abrazarlo y poder probarlo me hacía extremadamente feliz.

Hermoso...

-Liam...-jadeó cuando separamos nuestros labios.

-¿Mn? ¿Que sucede? -ladeé la cabeza con mis ojos analizando cada pequeño detalle y expresión del pequeño.

Él me miró con sus ojos nublados y me dijo, casi en un gemido:

-Mi...mi cuerpo...se siente extraño -su respiración agitada.

Yo sonreí ante su acción.

-¿Extraño? O ¿Excitado?-lamí su oreja ganándome otro gemido de su parte.

Esto último lo dije con una voz seductora rozando mis labios con la oreja de Owen, él temblaba mientras paseaba mis manos por su espalda y su pequeña cintura al mismo tiempo que aspiraba su aroma muy cerca de su cuello.

-No... Liam... Ahh...

-Owen...

Tan dulce...

-Liam... Liam...

Mi lindo Owen.

- ¡Liam!

Mis ojos volvieron a enfocarse.

-¿He? ¿Q-que?

-Estabas soñando despierto

Owen me miraba con un poco de confusión, no me había dado cuenta cuando me perdí en mis pensamientos. Cuando me di cuenta,  aún tenía mi mano en la cabeza de Owen, así que la quite de inmediato y cambié de tema:

- C-como sea -hice una pausa para alejarme un poco- ¿Ya estás listo?

No pude mirarlo a los ojos a decir eso, mis mejillas estaban notablemente coloradas, no me atrevía a levantar la cabeza.

Owen sonrió y luego prosiguió a doblar bien la bolsa que contenía su desayuno. En todo ese breve tiempo no pude despegar mi vista de sus manos, tan delicadas y sutiles, incluso su figura tan frágil, me hechizaba.

Tan pronto me di cuenta, Owen ya había terminado y ahora iba escalarlas arriba con prisa.

- Iré por mi mochila-avisó para desaparecer de mi campo de visión.

Demonios, en serio necesito dejar de ser tan consciente de él.

Mi cabeza daba vueltas alrededor del momento anterior, realmente estaba desconectado, esos ojos de Owen, junto con esa cara, esa dulce voz y su aroma, me eran totalmente hipnotizantes. Todo de él me volvía loco, y aunque ya lo haya dicho un millón de veces antes, Owen es simplemente hermoso. Simplemente cautivante.

Entre todos mis pensamientos, la voz de Owen me sacó de mis pensamientos.

-Estoy listo-lo vi bajando de pronto por las escaleras con su mochila colgada del hombro.

Su cabello marrón crema ligeramente ondulado se movió al son de sus pasos, tan alegre ante el movimiento, no pude evitar dirigir mi vista a sus piernas bien definidas. A pesar de ser tan delicado su tono muscular estaba en muy buena forma. Y se veía tan sexy con esos pantalones ajustados.

Avergonzado de mis pensamientos desvié la mirada y dije:

-B-bien, entonces andando-finalicé rascando ligeramente mi nuca con incomodidad mientras me adentraba en el garaje.

Owen me siguió por detrás, nos adentramos en el auto y nos pusimos en marcha.

En todo el recorrido, nadie dijo nada, hasta que de repente Owen da un saltito en su asiento, como si acabara de recordar algo, por la sorpresa me sobresalte un poco también.

-¿Qué sucede?-le pregunté al ver que ponía cara de frustración.

Él se puso una mano en el cabello y lo despeinó un poco, como exasperado.

-Olvidé la chaqueta de Dean-respondió de la misma forma.

Dean...chico problema... ¿Como te atreves a meterte en la cabeza de mi Owen?

La sola mención de su nombre me hacía ponerme de mal humor.

-Bueno, ya podrás devolvérsela otro día. Además, no sabes si él realmente estudia ahí-dije.

Él bajo un poco la cabeza, como analizando lo que le había dicho. Al cabo de unos instantes termino diciendo:

-Sí, tienes razón-se acomodó un poco más en su asiento- Pero me preocupa no devolvérsela pronto...

Yo bufé. Owen volteó a verme de inmediato, con una mirada reprochadora por mi actitud.

-Malhumorado

-¿Qué? ¿Por qué?-lo miré con los ojos bien abiertos.

-Porque pareces un adolescente refunfuñando y bufando a cada rato-finalizo cruzándose de brazos con aires de superioridad.

- Nadie me entiende -fingí indignación, haciendo un puchero.

Ahora fue Owen quien fingió un bufido, aunque no pudo contener la risita que se le escapó después de sus labios.

Suspiré divertido ante eso, hasta su carácter me encantaba...aunque se burlara de mí.

Ambos sonreímos segundos después.

Al cabo de unos minutos llegamos a la universidad, Owen tomó sus cosas, preparado para salir, no sin antes ponerse bien su capucha.

-Bueno, nos vemos a la salida Liam-dijo con una sonrisa que todavía se podía notar aún con la capucha, porque esta no la tenía completamente arreglada.

Antes de que saliera, lo tomé del brazo y lo atraje hacia mí. Lo miré a los ojos.

-¿Qué sucede?-preguntó extrañado.

-No hables ni te metas en cosas extrañas ¿Entendido?-lo miré esperando una respuesta.

Él se sonrojó un poco y se apresuró a hablar.

-Y-y-ya lo sé

Yo sonreí nuevamente ante su acción para seguido acercarlo un poco más a mí para depositar un suave beso en su frente, cosa que lo hizo sonrojar de inmediato.

-N-no tienes que darme más besos-protestó con vergüenza.

-Pero quiero hacerlo-le susurré insinuante, mirándolo con una media sonrisa. Posiblemente él no entendió el doble sentido con el que lo dije, pero igual era divertido ver sus reacciones.

Seguido de eso él hizo un puchero extremadamente adorable que me hizo reír para luego zafarse de mí y salir del auto, también sonriendo.

-¡Mira a ambos lados antes de cruzar!-le grite, bromeando.

-¡¿Como me van a atropellar si estoy en la acera?! -se volteó a verme perdidamente divertido extendiendo las manos a los lados.

-¿Y quien dice que las personas no atropellan?-sonreí a lo que él se puso una mano en la cara como diciendo "Por Dios" irónicamente y luego sonrió también.

Luego se despidió de mí con un ademán de mano a lo que él hizo lo mismo y empezó a caminar a la entrada ya con su capucha puesta. Pero mientras lo veía alejarse noté que en su asiento yacía su comida, de modo que en un rápido movimiento tomé esta y salí del auto para dirigirme hacia Owen y entregarle se bolsita.

Siempre despistado...

-¡Owen!-lo llamé mientras me acercaba trotando.

Él volteó a verme y luego, extrañado, se acercó también

-¿Qué sucede?-preguntó.

Yo le extendí la bolsa de papel mirándolo con cansancio. Él rio nervioso después de ver dicha bolsa unos segundos y luego la tomó entre sus manos.

-Lo siento, hoy estoy despistado-sonrió travieso mientras lo metía en su bolso con cuidado.

-¿Solo hoy?-ironicé.

Él volvió a reír.

-Bueno, gracias-me sonrió.

-No hay de que, su majestad-me burle haciendo una pequeña reverencia, esperando el golpe de parte de Owen, el cual no tardó en llegar.

- Déjame, come galletas-me dijo haciendo puchero.

Volví a reí después de eso y, luego proseguí a acariciarle a cabeza con cuidado de no removerle la capucha, y justo cuando me iba a despedir, se oye un llamado a la distancia. Ambos volteamos a mirar de inmediato.

O

-¡Owen!

Al instante pude divisar a Mathew corriendo hacia mí, llegó tan rápido que ni me dio tiempo de reaccionar, me tomó por los hombros y me miró directamente a los ojos con preocupación notable.

-¿Estas bien? ¿No estás herido?-me preguntó acercándose un poco a mi rostro.

Instintivamente bajé la mirada, nervioso. Pero me extrañaba la razón por la cual Matthew me preguntaba eso con tanta angustia en sus ojos, estos estaban temblando.

-No...estoy bien. ¿Por qué lo preguntas?...-pregunté algo extrañado.

Mientras decía eso intentaba alejar mi rostro un poco del de él por la peligrosa cercanía.

-Me enteré de lo de ayer-respondió apresuradamente- Esos tipos no te hicieron nada ¿Cierto?-me miró a los ojos.

Mis ojos se abrieron al instante por la sorpresa, ¿Esta hablando de los tipos que nos atacaron a mi a a Dean?¿Cómo se enteró? ¿Quién le dijo? ¿Los demás lo sabrán?. Matthew me miraba de arriba abajo como buscando alguna señal de herida o rasguño mientras palpaba mis brazos y hombros. Me preguntaba cómo se había enterado si tan solo fue ayer y nadie más que Liam, Dean y yo...y los tipos esos, lo habían presenciado. Tal vez se coleó la vista de alguien...pero aun así me parece extraño...

-E-estoy bien-respondí un poco nervioso porque me tocara tanto.

-¿Seguro?-insistió viéndome, interrogante.

Ante su mirada solo pude retroceder un poco.

-Si...no te preocupes-le respondí ya más relajado con una suave sonrisa que sabía, si se podía notar.

Él suspiró aliviado después de eso, luego me miró con una gesto más suave el cual se lo devolví de inmediato. Sus ojos grises brillaban como agua en movimiento, ese tipo de miradas me encantaba, me hacía sentir seguro y despreocupado. Era agradable que alguien te dirigiera ese tipo de miradas porque te sentías importante frente a esa persona. Iba a decir algo, pero su atención pasó casualmente a otro sitio de un momento a otro.

-¿Quién es él?-me preguntó Matthew mirando atrás mío.

Yo instintivamente voltee a ver también, encontrándome al instante con Liam, no se había ido en todo ese tiempo y miraba a Matthew con su habitual notable molestia. Su carácter era una cosa seria de verdad.

Intenté actuar normal a la hora de presentarlos, pero las palabras me salían raramente cortadas.

-E-él es Liam, es mi hermano-le dije acercándome un poco al que acababa de mencionar- Liam, él es Matthew Thompson, es la persona de la que te hablé-esto último lo dije más bajo para que solo Liam lo escuchara.

Él en ningún momento quitó la mirada de encima de Matthew, lo miraba como queriendo matarlo o aplastarlo como si de una plaga se tratara. Esa mirada suya me hacía sentir mal, no me gustaba, ligeramente hice un ruido con mi garganta para llamar su atención, cosa que funcionó.

-Disculpa...-dijo Matthew de pronto- Es un placer conocerte-le extendió una mano a Liam en forma de saludo, cosa que me hizo sobresaltar por miedo a la reacción que tendría.

Extrañamente Liam correspondió al saludo casi de inmediato, aunque no de una manera muy amigable, se pudo notar en la manera en la que apretó su mano.

Este hermano mio...

-Liam-lo llamé para que dejara de matar psicológicamente a Matthew.

Exitosamente funcionó, sin embargo, ambos se miraban fijamente, mientras Matthew parecía no querer demostrar rastro de titubeo, Liam mantenía su ceño fruncido y mirada fría. Cansado, suspire.

-Ya hay que entrar a clases-dije llamando la atención de los dos pero dirigiéndome a Matthew, este titubeo por un segundo pero después asintió mirándome también. Luego se volvió a Liam y dijo:

-Fue un placer conocerte-intento dibujar una sonrisa cordial, aunque se notaba la incomodidad.

-Igualmente-respondio mi hermano fingiendo una sonrisa.

Internamente me golpee el rostro.

Malhumorado...

Él siempre tenía la misma actitud hacia los demás, era una de las cosas que sabía que tendría que mejorar si quería hacer amistades.

Sería un trabajo duro.

Luego de eso, Matthew se volteó a mi y me susurró casi audible:

-Te espero en la entrada...-y se fue caminando en esa dirección no sin antes mandarle una última mirada un poco más severa a Liam.

Yo asentí y seguido lo vi alejarse entre la multitud de estudiantes que se agolpaba para entrar a las instalaciones.

Luego me voltee hacia Liam con una de esas caras reprobatorias y los brazos cruzados sobre mi pecho. Él me miró de reojo intentando parecer normal, pero vio que mirada se intensificó, entonces cayó.

-¿Qué? -exclamó encogiéndose de hombros como si no hubiera hecho nada.

-Sabes bien "Que"-le respondí sin dejar de mirarlo con severidad.

-Ay por favor, ni que lo hubiera matado-defendió.

-Pero fuiste grosero y lo intimidaste -contraataqué.

-¡Bien! Así no se meterá con lo que es mío-finalizó casi de inmediato.

Mis ojos se abrieron de inmediato ¿A qué se refería?. Al momento siguiente de él haber dicho eso, pareció haberse arrepentido y sus mejillas tomaron un leve color rosado, cosa que me pareció extraño, él tartamudeó nervioso antes de volver a hablar.

-Porque...tu eres mi...hermano, y no me gusta que alguien desconocido como él venga a meterse en nuestros asuntos -se apresuró para hablar, aun titubeando.

No le creí del todo, mi mente aún giraba alrededor de eso que había dicho anteriormente, "Mío", esa palabra me parecía no captar el verdadero significado de lo que él quería decir, estaba medio fuera de lugar. Mi mirada mostraba confusión, sentía que había algo que no me estaba diciendo.

-Liam...

-B-Bueno, ya te tienes que ir ¿Cierto? No debes llegar tarde a clases-intentó cambiar el tema sonriendo nervioso.

-Liam, un momen-

-¡Y mira! A mi también se me está haciendo tarde para ir al trabajo, mejor ya me voy

Él intentó darse la vuelta e intentar caminar al coche, pero yo se lo impedí y rápidamente lo tomé del brazo, deteniéndolo.

-¡Liam, espera!-exclamé- ¿Que es lo que sucede?

Él no volteó a verme, se mantuvo con la mirada desviada en todo momento, hasta que después de unos segundos se giró, y poco a poco se acercó a mí. Instintivamente retrocedí un poco, pero en menos de lo que pude reaccionar él ya estaba enfrente mío. Se acercó a mí, y depositó un suave beso en mi cabeza, por encima de la capucha.

-Vendré por ti a las dos en punto

Seguido de eso prosiguió a dedicarme una amable sonrisa que hizo que algo en mi corazón se sobresaltara, ese tipo de sonrisas no eran de las que veía todos los días, parecía tener algo diferente, como un brillo en los ojos muy diferente. Solo me pude limitar a ver como él terminaba de deslizar su mano por mi mejilla para luego girarse y nuevamente empezar a caminar al auto. Algo en mi corazón dolió, verlo alejándose de esa manera me recordaba a...

"-Mamá!"

Mi cuerpo tembló al instante, los latidos de mi corazón incrementaron de manera significativa hasta el punto en hacerme ver todo borroso, sentí que estaba a punto de caer, sin embargo, desmayarme no era una opción en esa situación, Liam se volvería loco, así que, sin más me mantuve en pie resistiendo las indicaciones de mi cuerpo. Por otro lado no podía dejar las cosas así.

-¡Liam!

Él se detuvo y lentamente se giro hacia mí, agradecí que mi capucha no dejará ver mi rostro porque de otra forma Liam se habría dado cuenta de mi seguro cara de muerto. No quería que se fuera y me dejara así como así, me sentía...dolido, y tendría una presión en el pecho todo el día si lo dejaba así.
Liam es lo único que tenia en ese entonces, no podía dejarlo ir.

-Te veré a las dos en punto-finalize intentando hacer que mi voz no sonara temblorosa.

Él sonrió tiernamente ante lo que dije, y por último se despidió de mi con la mano, gesto que le devolví de igual forma, y luego se adentro en el auto no sin antes dirigirme una última sonrisa y después arrancar y perderse en la lejanía.

Bajé mi mano con parsimonia, aun me sentía....vacío.

.   .   .
¡Hola a todos! Como ven hize el capítulo más corto, tal vez no tanto como wsperaban, pero tenia planeado hacerlo aun más largo, imagínense ×@×. En fin, quería agradecerles por sus comentarios y por los consejos, y también por haber votado, no saben la alegría que me da cada vez que me llegan esas notificaciones. Gracias por haber leído y por favor esperen al próximo capítulo,  ya esta en proceso, y como ya no los voy vaya hacer tan largos no tardaré tanto.
Que tengan un maravilloso día.

Saludos pequeños saltamontes;D

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