Ahora que Trunks había descubierto su propio ki, sus progresos avanzaban a pasos agigantados, en pocas semanas aprendió por completo los movimientos de combate que le había enseñado, por lo que pronto pasamos al entrenamiento del ki. No tengo idea como lo entrenen en la tierra, pero en el planeta Vejita todo este conocimiento es inducido desde el nacimiento a través del sistema ho-on, sin embargo eso no impedía que le explicase a mi hijo el método para usar la energía natural de su cuerpo para después materializarla y usarla en forma de ataques.
Comenzamos el entrenamiento más temprano de lo habitual, aprovechando que en el verano amanecía más pronto que en el resto del año; desde la noche anterior Trunks había estado impaciente por estos ejercicios.
- Pon atención Trunks... nosotros los saiyajin somos una raza guerrera, hemos luchado entre notros desde tiempos inmemoriales, cuando por fin los saiyajin salieron hacia el espacio exterior más allá del planeta Vejita, luchamos contra innumerables especies de otros mundos; nacimos para pelear, en nuestra sangre corren las memorias de una infinidad de batallas.
- ¡Oohhh! – exclamo con asombro el pequeño que estaba sentado escuchándome atentamente.
- Por esto, tenemos una gran facilidad para manejar la energía, resultado de nuestra herencia saiyajin.
- Tengo una pregunta – dijo de pronto alzando la mano.
- ¿Mmmh?
- ¿Por qué tenemos un agujero arriba del trasero?
- ¿Eh? ¿Qué cosa? – su inesperada pregunta me tomo desprevenido, pero recordé que nunca nos habíamos molestado en explicarle lo de su cola.
- He visto que tu también tienes uno, y Goten, y Gohan – dijo mientras contaba con los dedos – pero ni mi mama ni la abuela lo tienen y tampoco el abuelo.
- Ah si, bueno eso es porque... tu madre sus padres son terrícolas, yo soy un saiyajin... y los saiyajin tenemos cola.
- ¡Una cola! – dijo emocionado - ¿y donde esta? ¿Por qué no sale? ¿tu también tienes? ¿Cómo es? ¿para qué sirve? ¿escomo la de un perro? ¿o como la de un gato? Y...
- ¡SILENCIO! – sentí de pronto apabullado por tantas preguntas
- Pe, pero...
- Te la cortaron cuando naciste.
- ¡¿Queeeeee?!
- No me veas asi, fue idea de tu madre – le respondí al ver su mirada recriminatoria.
Apretó los puños con ira e hizo una mueca de enfado - ¡MAAAMAAAAAA! – grito mientras salía corriendo en dirección a la casa. Al final fue y le hizo un berrinche tan grande con su madre que no entrenamos en lo absoluto, pero al menos fue divertido ver como Bulma trataba de justificarse por la barbaridad que había hecho cuando el niño nació.
- ¡¿Por qué tenías que decirle que fue mi culpa?! – me reclamo Bulma esa noche en su alcoba.
- ¿A ceso no fuiste tú la que lo hizo a mis espaldas? – respondí con sarcasmo.
- ... s, si pero no tenías que hacerme parecer la villana del cuento.
- Llámalo "justicia divina" a propósito, no me explico cómo es que no le ha vuelto a crecer la cola en todos estos años.
- Ah eso es porque cuando estuvimos en el templo de Kami Sama, le pedí a Mr. Popo que le hiciera lo mismo que le hizo a Goku para que no le volviera a Crecer de nuevo.
- ¡¿Qué tu qué?! – la osadía de esta mujer era inaudita.
- Tambien se lo hicieron a Gohan y a Goten poco después de que nacio.
- ¡Ay no puedo creer que lo hayas vuelto hacer!
- No tiene nada de malo, de cualquier manera no la necesita, ya es suficientemente saiyajin tal y como es... y recuerda que también es mi hijo.
- ¡Bah! Ustedes lo terrícolas sí que son unos barbaros.
Me tomo unos minutos y algunas caricias de parte de mi mujer para volver a tranquilizarme, como venganza esa noche la hice mía mas rudamente que de costumbre, pero por su cara al terminar creo que lo disfruto más de lo que había planeado.
Al día siguiente Trunks y yo retomamos el entrenamiento, pero seguí estando resentido con su madre por unos días.
Ya es hora de cenar, hoy Bulma preparo costillas de puerco, será mejor que me apresure antes de que se las terminen entre Trunks y Bra, si algo sacaron esos dos de mi es su apetito.