―Te traje la cena ―Ashton frunció el ceño como primera impresión―. Oye, en primer lugar, no cocino mal y en segundo lugar, no lo hice yo, fue mi papá, yo solo hice el postre.
―Gracias ―Le sonrió y luego frunció el ceño de nuevo, una expresión poco natural en Ashton― . ¿Qué haces hoy aquí?
―Yo si visito a mis amigos aunque tenga que tomar el autobús, Ash.
―Lo prometo, un día de estos.
―Genial ―Rayden avanzó al elevador y Ashton la siguió.
―¿Tienes cita con la doctora?
―Revisión, sí ―Ashton presionó el botón del último piso cuando entraron y lo vio golpetear con sus dedos sobre su muslo mientras que miraba el tablero de botones.
―¿Te regañaron? ―Ashton no se ponía nervioso solo porque sí, una de las pocas veces que lo vio hacerlo había sido porque una de las enfermeras lo había regañado y avisado a sus superiores sobre el asunto, así es que él había estado preocupado por que terminaran mandándolo a llamar para el final de su turno o algo como eso.
―¿Qué?, no, no es eso ―Le sonrió y metió lo mano dentro de su bolsillo. Rayden entrecerró los ojos sin creerle―. Suerte ―Le dijo cuando llegaron al último piso y las puertas se abrieron.
―¿No bajas?
―Llevaré mi cena al refrigerador para más tarde.
―Bien ―dijo mientras que las puertas se cerraban.
Cuando salió del consultorio se encontró con una chica que conocía de las noches de juego, le contó que saldría pronto y Rayden le garabateó su número haciéndole prometer que llamaría para tomar un paseo juntas alguna vez.
―¿Recuerdas a Melanie?, la chica del tercer piso que siempre ganaba en casi todos los juegos. ―Rayden jadeó con solo recordar el puñado de veces que le ganó―. Bien, mañana se va, me parece que ira a Denver con su madre.
―¿Quién va a abanicarse con los billetes del monopolio ahora?
―Jess, por supuesto.
―Iré a escribir algo en su pizarrón antes de irme, envíame un mensaje cuando puedas, ¿si?
―Pronto. ―La chica le sonrió y Rayden entró al ascensor, presionando el botón al tercer piso y fue fácil identificar la habitación cuando vio el pizarrón saturado de dibujos y escritos, tomó uno de los plumones e hizo el dibujo de un billete de monopolio con simples líneas para luego dejar un mensaje. Miró un punto al final del pasillo solo recordando el apodo que le habían puesto, como si fuera a brotar de la pared, pero en su lugar solo vio aparecer a una rubia con pantalones de chándal negros y un cárdigan rosa neón.
Parpadeó creyendo que era solo una ilusión, que era solamente su mente proyectando algo en lo que había estado pensando.
―¿Puedo tomar el plumón? ―Rayden dio un salto cuando escucho a la chica, la miró y ella le sonrió.
―Claro, lo siento ―Se lo entregó y dio un par de pasos lejos de la puerta solo para seguir mirando al fondo del pasillo, su mente parecía dividida entre que parecía demasiado real para ser una ilusión o que era demasiado ilusa para creer que era real.
Abrazó con fuerza su manta doblada y caminó despacio hasta donde su alucinación había tomado forma, cuando llegó, la puerta estaba entreabierta, pero no lo suficiente para ver a quien fuera que estuviera en la cama y cuando iba a regresar al ascensor, la puerta se abrió y entonces reveló a la persona que creyó haber visto.
―Hola ―dijo con la voz apagada, como si no hubiera hablado en meses, todavía tenía las manos pegadas contra su pecho.
―Mierda ―Bonnie dijo dando un paso atrás.
―Yo no quería- no quería molestar, lo siento ―Dio un paso atrás y luego otro, pero Bonnie habló antes de que ella comenzara a correr.
―¿Todos lo saben?
―¿Qué cosa?
―Que estoy aquí.
―No ―Rayden contestó de inmediato―. Es decir, es pronto para que lo sepan todos, apenas ayer te vi en la escuela, así es que no tienen como saberlo a menos que se lo dijeras a alguien y... ya sabes, ese alguien se lo contara a alguien más ―Bonnie pareció aliviarse solo un poco, dejó la puerta abierta y regresó a su cama, el otro lado de la habitación estaba vacía.
―¿Cómo supiste que estaba aquí? ¿Mi madre te llamó? ―Rayden volvió a avanzar hasta estar debajo del umbral.
―Yo estaba al inicio del pasillo y te vi entrar, vengo a revisiones cada mes.
―De acuerdo ―Rayden asintió.
―Tus padres... uh, ¿cómo se lo tomaron?
―Nunca vi a mi mamá llorar tanto y nunca vi a mi papá llorar antes ―Admitió.
―Oh ―Soltó y se rascó con nervios la mejilla― Lo siento, no sé decir cosas importantes con tranquilidad y empeora cuando no dicen nada, lo siento.
―Está bien, mamá se quedará en casa por si la necesito aquí en algún momento y mi padre prometió arreglar sus cosas para hacerlo también, supongo que... supongo que está bien ―Se frotó los brazos mirando alrededor.
―Deberías pedir algunos libros o algo así ―dijo suave, mirando desde el umbral las cosas que había comenzado a desempacar― Y quizás podrías inscribirte a alguna clase de los fines de semana, son buenas, lo prometo ―Bonnie asintió despacio― Si quieres, podrías tomar algunas entre semana, es menos aburrido así y casi todas las noches se reúnen abajo para jugar juegos de mesa, también es divertido ―Bonnie suspiró y pasó las manos por sobre sus sabanas recién colocadas.
―No creo que eso haga el proceso menos difícil al final del día.
―No el proceso, pero si la estancia, te hace sentir menos sola.
―¿Es más fácil aquí que afuera?, porque le han dicho a mis padres que podría venir a revisiones cada tanto y ya sabes, todo eso.
―Es más difícil recaer, así es que solo es un poco más fácil lograr salir adelante, pero depende muchísimo de cada persona, no hay forma rápida para nadie.
―Tú estuviste aquí apenas un parpadeo.
―El parpadeo más agotador de mi vida, honestamente ―Bonnie se talló los ojos y suspiró de nuevo―. Si te sientes sola puedes llamar a Ashton ―Mencionó después de que se quedaron un momento en silencio, Rayden recordó lo mucho que Bonnie detestaba estar sola, es decir, era buena para hacer amigos, pero no para establecer relaciones a profundidad, "casi nunca confía demasiado en nadie para abrirse" había dicho Lily cuando se la presentó. Ashton era bueno para hacerse un lugar en el interior de las personas más difíciles, así es que...
―¿Quién?
―Solo busca a algún enfermero o enfermera, pide por Ashton y lo enviarán eventualmente, es un enfermero, es un gran sujeto y todos aquí lo quieren mucho, seguro que puede hacerte compañía un rato sin ser... ya sabes, sin que te recuerde por qué estás aquí, a veces vas a desear olvidar que haces aquí... como en el buen sentido.
―Bien ―Sonrió un poco―. ¿Puedes decirle a Leo que no voy a estar ahí para la graduación? ―Rayden ladeo la cabeza, ¿era una petición seria?, porque podía hacerlo sin ningún problema. Bonnie rodó los ojos y entonces Rayden entendió.
―Se va a llevar la desilusión de su vida. ¿Va en serio la cosa?
―No ―dijo levantando los hombros levemente―. Oh, oye ―Levantó la mirada y metió las manos entre sus piernas, solo tratando de dejarlas quietas― Lamento no haber sido una buena amiga, ¿sí?, debí haberte alejado de esto en lugar de arrastrarte conmigo y también debí escucharte después.
―No fue tu culpa.
―Estabas pasándolo mal y yo lo sabía y aun así-
―Tú también lo estabas pasando mal, y te lo juro, ni por un segundo te culpé, no lo hagas tú ¿sí?
―Metí la pata con Luke, ¿verdad? ―Rayden separó los labios y los cerró y luego asintió.
―Algo, sí.
―Él tenía... creo que quería amarme de verdad, luce como el tipo de personas que sabe querer a alguien. Sé cómo voy a sonar, pero había algunos que querían una oportunidad, pero ellos no me querían para amarme, querían lo que les podía dar, lo que mi cuerpo podía ofrecer y es una mierda, creo que en el fondo podía ver lo que Luke tenía para ofrecer, pero como sea, lo arruiné porque creí que podía obtener más.
―¿Lo querías? ―le dijo en un murmuro, Bonnie negó de inmediato con la cabeza y soltó una risita.
―La verdad es que no.
―Sabes, no solo él te veía como algo más que un cuerpo o un trofeo. La última vez que revisé, eras muy lista, como... Macabramente lista, decidida y disciplinada y eso fue suficiente para hacer lo que hiciste con el equipo de porristas, que de ninguna forma es poco. Un día aprenderás que todo lo que eres capaz de hacer para llegar a tus metas, dice mucho de ti y a muchos chicos les dan miedo las chicas seguras de sí mismas e inteligentes o las que son decididas-
―No soy tan segura de mi misma.
―Pues lo finges muy bien ―Se recargó contra la pared junto a la puerta―. Como decía, les da miedo, pero no quiere decir que tengas que ocultar nada de eso, habrá alguien que vea todas tus cualidades y luego tú... cara bonita y sabrá tratarte como te mereces y espero que aprendas que no tienes que hacerte menos por ellos y que en realidad, siendo tan asombrosa como eres por tu propia cuenta, no necesitas a nadie más, pero aun así, solo por gusto, te permitas amar a alguien que sepa respetarte y valorarte y que te amé, con todo y lo terca y jodida mandona que eres.
―¿Estás coqueteando conmigo? ―Bonnie le dijo y Rayden soltó una carcajada, Bonnie aprovechó para limpiarse las lágrimas que habían escapado en algún momento.
―Si quisiera hacerlo, créeme, lo conseguiría porque yo hice que tú salieras con Luke.
―Esa fue una estrategia de mierda para enamorarlo, por cierto.
―¿Sabías que me gustaba?
―Tenía la sospecha así es que al principio salía con el seguido solo por eso, quería molestarte, pero a veces eres algo imperturbable, dejo de ser divertido e iba a dejarlo de lado, pero se volvió más interesante, quizás por tus consejos, no lo sé pero si fue así, es porque hiciste un buen trabajo.
―Bueno, pero al parecer no soy tan discreta como pensaba si tú te diste cuenta.
―Supongo que me di cuenta por el tiempo que pasamos juntas antes ―Levantó los hombros―. Eres del tipo de personas a las que solo un par de cosas les parecen lo suficientemente interesantes para consumirse en eso, como si todo fuera borroso, excepto lo que de verdad creen que vale la pena y que cuando les interesa algo, lo observan como si fuera un rompecabezas que necesitan resolver o van a explotar.
―Suena como un gran análisis sobre mí.
―Soy una buena observadora, añádelo a esa lista bonita de mis cualidades, ya sabes para el futuro ―Rayden rodó los ojos―. A veces no sé cómo terminamos siendo amigas por tantos meses si somos tan diferentes
―Por Lily.
―Claro ―dijo Bonnie soltando un suspiro leve―. Fuiste a... fuiste cuando-
―No, fue después de... no podía salir por un tiempo.
―Yo apenas pude estar ahí un rato. Me dio a Misha una semana después, cuando fui a ver a sus padres y su hermana.
―Yo también los visité.
―¿Te preguntaron si lo sabías?
―Sí.
―¿Les dijiste?
―No tuve el valor de mirar a su madre llorando y decirle que lo sabía y que aun así no hice nada para ayudarle, ¿A ti te preguntó?
―Sí, tampoco pude decirle.
―Quizás un día...
―Tal vez, quizás sea bueno decirlo, tal vez un día Beth se lo diga, todavía la ve regularmente. ―Rayden sintió su pecho revolverse cuando pensó en Beth.
―Era su mejor amiga ―Recordó y Bonnie asintió mirando el piso―. ¿Ella está bien? ―Bonnie levantó la mirada con una sonrisa suave y una chispa en los ojos, como si estuviera orgullosa de lo que iba a decir.
―Está bien, fue a terapia después de lo de Lily y... lo lleva bien, ella está bien, quizás nunca tenga que pisar un lugar como este y es... es genial, es bueno. Mia es una buena amiga con ella, estará bien. ―Rayden suspiró mirando el suéter que llevaba Bonnie.
―Ese cárdigan se lo di yo ―dijo y Bonnie frunció el ceño mirándose un momento para luego mirarla.
―¿Lo quieres?
―No ―Negó despacio― Cuando le regalé uno en navidad, dijo que le gustaba que le regalaran suéteres las personas que quería porque se sentían como un abrazo, que se imaginaba que quien se los regalaba la abrazaba.
―Era un poco rara. ―Rayden se rio y asintió.
―Profunda, yo la describiría como profunda y romántica. Le regalé ese esperando que sintiera que, aunque no podía estar ahí para su cumpleaños, podía usarlo y creer que en realidad si estaba ahí, abrazándola.
―Bueno, eso no te hace menos rara que ella ―dijo, pero Rayden sabía que solo estaba jugando.
―Sabes, sé que las cosas no son como antes y somos muy diferente y sé que hay cosas sobre mí que no te agradan y confieso que hay cosas de ti que no me agradan y sé que no funcionamos siendo amigas tan cercanas porque de verdad que somos como el agua y el aceite, pero... pero aun así puedes hablar conmigo si lo necesitas, ya sabes, por los viejos tiempos.
―Gracias Rayden. Por cierto, ahora que me recuerdas que no me agradas del todo, jódete ―Rayden soltó una carcajada y dio un paso a la puerta.
―También jódete ―dijo como despedida.
Ashton la vio en la recepción y apenas él se percató de que ella estaba ahí, volvió a tamborilear con los dedos
―¿Es por Bonnie? ―dijo Rayden señalando sus manos, Ashton se detuvo abruptamente.
―¿La viste?
―Hablé con ella un rato.
―¿Está todo bien?
―Sí, no te preocupes ―Rayden se inclinó sobre la barra―. La vas a cuidar bien, ¿verdad? ―Ashton le sonrió.
―Claro.
Hola, lamento haber tardado tanto pero ya tengo listo el capítulo 55 y aún estoy trabajando en el epílogo pero quiero tenerlo preparado para asegurarme de que no es necesario cambiar nada entre esos dos capítulos así es que espero poder publicarlos a principios de la semana.