JungKook aún no podía creer las estupideces que su corazón realizaba ignorando el pensamiento lógico que hacía su cerebro. Por qué vaya que no era nada lógico caminar en lado contrario a JiMin. JungKook tenía miedo de mirar hacia atrás, y ver a JiMin llorando por sus estupideces ya que podía presentir que Park lloraba por el.
—Si diga.
—Necesito quedarme en tu casa—Jeon era directo con todos.
—¿No estabas con JiMin?
—Es una larga historia NamJoon, necesito quedarme en tu casa—JungKook escuchó un suspiro de parte de su amigo.
—Está bien, pasa cuando quieras—JungKook cortó la llamada, volviendo a llenar su cabeza de pensamientos mezclados y sentimientos encontrados.
Volver a sentir algo por alguien...wow, era algo bastante nuevo y abrumador para Jeon, después de todo lo que había pasado...tal vez no era la mejor idea dejar a JiMin entrar a él. O bueno, tal vez si lo era, pero a Jeon le daba terror dejarlo pasar.
Además de que, podía hacerle más daño al pequeño del que ya le había causado. Odiaba ser la causa del sufrimiento de JiMin, y sin siquiera intentar, era la mayor causa de este.
—¡NamJoon!—gritó JungKook una vez estuvo en la casa del pelinaranja, la madre de este le abrió y al parecer se sorprendió bastante.
—JungKook.., tanto tiempo niño—la señora sonrió, JungKook trató de hacer lo mismo—Pasa, NamJoon está arriba.
JungKook asintió y corrió escaleras arriba para entrar a la habitación de su amigo haciéndole exaltar. Se miraron durante unos segundos, y justo después, NamJoon sabía exactamente lo que pasaba.
—¿Ya?—dijo refiriéndose a algoqbeu sólo ellos entendían.
—Ya y fue lo peor—dijo JungKook mientras cerraba la puerta y se tiraba en la cama de NamJoon escondiendo su cara en la almohada.
—Cuéntame...
—Ósea, fue...¿lindo? O...¿bueno? ¡No se NamJoon! ¡No quiero volver a destrozarme!—JungKook no sabía dónde meterse, algo así era demasiado para él y su apenas reparado corazón.
—Sabes que JiMin no es el—dijo NamJoon mientras daba vueltas en la silla giratoria—No tiene por que acabar de la misma manera..
—¿¡Pero y si lo hace!? ¡No quiero ver a JiMin morir! ¡N-No quie-ro verlo muer-to!
Pocas veces había visto NamJoon a JungKook en un estado tan malo como para que llegara al borde de derramar esas preciadas lagrimas que solo verías si eres cercano. NamJoon suspiró, sabía del miedo interior tan grande que tenía JungKook de dañarse de nuevo o de lastimar a alguien (aunque jugara de malote que fuma crack), Jeon en realidad era un persona bastante sensible.
—JungKook—NamJoon arrastró la silla hasta el borde la cama, puso una mano en el hombro de su amigo—¿Tengo que recordarte que eres la persona más fuerte que conozco Jeon?
—N-No lo soy NamJoon, y romperé el corazón de JiMin por mis idioteces—JungKook miró a NamJoon con ojos vidriosos y los labios torcidos por las ganas de sollozar.
—Entonces te lo recordaré, no me queda de otra JungKook.
✧FLASHBACK✧
Jeon JungKook era una persona feliz, tenía un mejor amigo, hasta el momento una familia estable, buena vida social, y lo más especial de todo, un hermoso novio a su lado.
Aunque fuera un poco menor con solo doce años, su novio era la persona más preciada de su vida. Alguien lleno de alegría y que podía iluminar hasta la habitación más oscura de todas.
Jung HoSeok y Jeon JungKook eran los dos chicos más felices de todo el mundo cuando estaban juntos. Ambos se habían conocido en la escuela, convirtiéndose en mejores amigos (junto a NamJoon también), y después a algo más.
Justo ese día, Jeon no había tenido un día muy bueno, siempre salía tarde sus clases particulares y su madre lo único que hacía era gritarle cuando llegaba a casa. Rutina de todos los días.
Ese día, después de sus clases, no encontró algo bonito en su casa cuando entró en la sala. Su madre estaba encima del hombre que era el padre de su mejor amigo, el señor Kim. La primera infidelidad de su madre. Ambos adultos notaron la presencia del menor y se separaron de inmediato.
—Kookie...
—No me digas así—JungKook dejó su maletín caer en el piso y salió corriendo por la puerta principal para redoblarse en el único lugar seguro que conocía. HoSeok.
Corrió más de tres kilómetros para llegar a la casa de su novio, con ansias tocó la puerta y el que buscaba apareció justo en su campo de visión.
—¿Kookie? ¿Que pas..-?—las palabras de HoSeok fueron cortadas por un abrazo. JungKook necesitaba todo el apoyo posible, y sabía que HoSeok podía dárselo.
Las lagrimas de JungKook salieron, mojando la camisa roja que vestía HoSeok, el mayor acarició la cabeza de JungKook.
—Tranquilo conejito...no pasa nada ¿si?—pero JungKook solo sabía abrazar más fuerte a HoSeok y llorar de la misma manera. HoSeok acariciaba el cabello de JungKook y dejaba pequeños besitos en su cabecita.
HoSeok hizo pasar a JungKook, se sentaron juntos en el sofá de la casa, HoSeok se encontraba solo, así que probablemente no tendrían problemas con el padre de este mismo.
—¿Que fue lo qué pasó?—preguntó HoSeok con la voz más dulce posible y cariciando la mejilla de JungKook.
—Mi-Mi madre—se sorbió los mocos—Es-estaba con el padre de Nam y...
—Ya, ya, está bien—HoSeok sonrió, formando ese lindo corazón en sus labios—No es tu culpa ¿si?
Jung agarró a Jeon de la cintura y lo pegó a su cuerpo. Tenerlo cerca era la mejor medicina, así como Jeon amaba a HoSeok, Jung amaba a JungKook. Era un amor mutuo y el más puro posible. Hermoso.
HoSeok miró a su novio, y sin preguntar, robó un beso de sus pequeños labios. Justo después, la puerta principal se abrió y un gran golpe contra el piso separó a los dos jóvenes.
Era el padre de HoSeok, y les había visto besándose. Nada bueno para ambos, específicamente HoSeok.
—¿¡QUE ES ESTO HOSEOK!?—rugió furioso el alfa padre de HoSeok, su ceño estaba fruncido y sus puños apretados.
—Y-yo papá esto...—HoSeok no sabía qué decirle a su progenitor.
Mil y una vez le había jurado y perjurado a su padre que no era gay (o marica como le llamaba el), que era completamente heterosexual aunque la sociedad viera bien la homosexualidad. El padre de HoSeok iba a la antigua, y a la antigua de verdad.
—¡¿Sabes lo que es eso?!—esta vez señaló a JungKook—¡Un hombre HoSeok! ¡Un hombre!
El señor se acercó a HoSeok, aterrándole aun más, y de un golpe le tiró al suelo. En ese momento, JungKook pudo sentir como algo dentro de él se quebraba, algo que también HoSeok sentía.
—¡Y le has puesto tu marca!—gritó irónico el hombre mientras agarraba a JungKook del cuello y le veía—¡Yo no tendré un hijo marica!
El hombre comnezó a golpear a HoSeok, mientras JungKook no sabía que hacer completamente aterrorizado por la escena. Él era solo un niño de doce años y su novio de quince estaba siendo golpeado a muerte por su padre. Todo era demasiado para el.
Con cada golpe, algo más se rompía en HoSeok, y no necesariamente eran sus huesos. Algo más profundo e importante, sus sentimientos estaban siendo destrozados con cada golpe e insulto. Jeon podía sentir todos y cada uno de esos sentimientos salir volando al aire sin poder si quiera recuperar uno.
Lo último que supo fueron tres cosas.
Uno, había presenciado un asesinato por primera vez.
Dos, era el de su novio.
Tres, no sería la misma persona que antes.
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Ay ;-; Me he quedado sin actualizar un día :'v perdí mi racha chiks :p pero bueno, espero que les guste!