My Boy ; KookMin

001.

A los Alfa siempre se les caracteriza por ser criaturas salvajes, territoriales, a veces agresivos, fuertes y con instinto de liderazgo.

Jeon JungKook llevaba todas estas características al otro extremo de la balanza. Siendo así, el lobo alfa más territorial, agresivo y fuerte de toda la manada.

JungKook era un lobo de temer.

Todo el mundo respetaba al pelinegro, no se le acercaban y menos se metían con el. Jeon les destrozaría en unos segundos, no solo físicamente, JungKook era experto en herir a la gente con palabras.

En pocas palabras, JungKook era el Alfa más salvaje de toda la manada. Aún a su poca edad, el era temido hasta por algunos profesores y administrativos.

Por otro lado, estaba Park JiMin.

El chico era considerado el Omega más lindo de toda la manada, todo el mundo sabía de él y le quería para sí mismo. JiMin estaba consiente de la situación, intentando apartarse de todos para no llegar a tener un embarazo no deseado o algo peor.

Habían varios rumores sobre JiMin, así como que, fue un Omega enviado por los mismísimos dioses para llevar a la tierra un pedazo del Olimpo. También existían algunos rumores no tan buenos, como que el chico había pasado por muchas cirugías o que había sido diseñado genéticamente perfecto.

A veces JiMin reía con la clase de estupideces que la gente decía sobre el.

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JiMin no solo sentía la mirada de todo la escuela sobre el, si no que también todas las manos de la escuela estaban sobre el.

Al tratar de pasearse entre el mar de gente que se alojaba en el pasillo, JiMin apenas podía hacerse espacio con su pequeño cuerpo. Entre algunos quejidos, manoseadas y comentario bastante obcenos, JiMin pudo salir del gentío. Respiró profundamente el aire más fresco fuera de la multitud y miró hacia atrás. Varios chicos y chicas se lo comían con la mirada, le dio asco ser mirado con tal perversión en la mirada de una persona.

—Que asco..—murmuró para sí mismo mientras se dirigía a su próxima clase.

JiMin no solía vestir de negro, tampoco lo hacía de blanco, pero ese día decidió que una sudadera negra nueva y uno jeans del mismo tono le vendrían bien para pasar desapercibido aunque fuera un poco.

JiMin trataba de pasar desapercibido siempre, trataba de que su cuerpo no se viera tan bien, usando pantalones un poco más grandes y sudaderas. Pero era imposible que todos los alfas idiotas de la escuela no le tratarán como un objeto, sabiendo que se quedarían con el de por vida y no podrían desecharle. JiMin se asqueaba cada vez que vagamente comenzaba a imaginar lo que pensaban los Alfas calientes de su escuela.

—¡Señor Park!—dijo el profesor cuando vio a JiMin distraído, varios chicos chiflaron y vitorearon—¿Sabe usted cuál es el peso atómico del hierro?

JiMin comenzó a sudar frío. Claro que no lo sabía, y básicamente quedaría en rídiculo por estar ido en su mundo. Comenzó a mirar hacia a todos lados, buscando a alguien que le ayudara, pero todo el mundo quitó la cara.

—¿Señor Park?

—Yoo..

—Ya que el señor Park no contestará—comenzó una voz al fondo del salón—Lo haré yo, el peso atómico del hierro es 55.847.

Todos volvieron su mirada hacia el punto de foco de donde venía esa voz, y ahí estaba ese Alfa tan distintivo. Jeon JungKook mostrándoles a todos su inteligencia y superioridad.

A JiMin le tembló el cuerpo entero de solo escuchar su voz. Su dominio propio y la facilidad con las palabras que tenía Jeon, le ponía en envidia a JiMin. El nunca podría ser tan fuerte y dominante como el.

—Gracias señor Jeon, veo que alguien se está esforzando—durante el comentario comparativo, el profesor miró a JiMin, provocando que el más joven se sintiera pequeño e inútil. Sabía que su cara y cuerpo bonito no le ayudarían en este tipo de situaciones.

Suspiró mientras volvía a perderse en su mundo mientras miraba hacia el pasillo por la ventana justo a su lado. Nada de lo que tuviera que decir el profesor Yang le interesaba en lo más mínimo. JiMin no tenía mucho interés en muchas cosas, no solía pensar en su futuro o en alguna pareja posible para el próximo periodo de celo.

JiMin odiaba esa primitiva sensación dentro suyo, sedienta de deseos carnales con algún Alfa o Omega. JiMin tampoco soportaba a su lobo interior, siempre tan feroz y poco calculador. Su lobo nada más hacia lo que su cuerpo le pidiera.

Al terminar la clase con el profesor Yang, JiMin salió del salón. Tal vez con un poco de dificultad ya que todo el mundo quería salir a su lado.

—¡JiMin! ¡Oye! ¡Qué guapo te ves hoy! ¡Que culo! ¡Esos muslos los comería de un mordisco! ¡Me encantan esos abdominales precioso!—eran varios de los comentarios que Jeon estaba harto de oír sobre el más pequeño de su salón de química.

Solía oír piropos y obsenidades dirigidas hacia el rubio. JungKook aún no entendía cuál era la necesidad de aturdir a todo el mundo con comentarios de ese tipo. Lo único que hacían era reventarle los tímpanos sensibles y provocarle arcadas cada vez que los oía.

—¡YA CALLESEN DE UNA VEZ!—rugió JungKook cuando estuvo harto de ese horrible dolor de cabeza—¡DEJEN DE SER TAN CERDOS Y CONPORTESEN COMO LOS LOBOS QUE DEBERÍAN SER!

Todo el mundo hizo caso a la petición del Alfa, el pasillo entero entró en un silencio de muerte y todos expectantes a ver qué era lo siguiente que dictaría JungKook.

—Animales...—susurró JungKook para sí mismo mientras se escabullía entre un multo de gente para irse del lugar. El ambiente tan idiotizado lo aturdía bastante, odiaba a esa bola de inútiles.

JiMin vio toda la pequeña escena sin poder articular una sola palabra. No sabía si Jeon JungKook le acababa de defender o si acababa de hacer algo por su propio bien. Pero fuera cuál fuera su iniciativa a gritarle a media escuela, JiMin estaba agradecido de verdad.

Gracias a la sorpresa, JiMin pudo escapar de la gente pasando desapercibido. Nadie notó que se fue hasta unos minutos después, que el chico rubio ya corría hacia el patio de la escuela.

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Hola! Se que tengo muchas historias que actualizar y terminar perooooooo, es que esta historia me ponía mucho :v

Lo siento por ser una irresponsable ;-;