El bosque ll •Transformación•

By perla_0_0_

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(Terminada sin editar) Como las mentiras siempre están presente, esta vez no habrá excepción... Como tampoco... More

Prólogo
• Book trailer •
Capítulo 1 -•- La fiebre
Capítulo 3 -•- La cita
Capítulo 4 -•- Malestares
Capítulo 5 -•- Los besos
Capítulo 6 -•- La disputa
Capítulo 7 -•- En problemas
Capítulo 8 -•- Las preguntas
Capítulo 9 -•- Estás cambiando
Capítulo 10 -•- Tratando de huir
Capítulo 11 -•- Algún lugar extraño
Capítulo 12 -•- Demasiadas dudas
Capítulo 13 -•- ¿Estás segura de la realidad?
Capítulo 14 -•- La noche del parque
Capítulo 15 -•- Atrapada
Capítulo 16 -•- No saldrás
Capítulo 17 -•- La luz cegadora
Capítulo 18 -•- Cuidado con quien te besas
Capítulo 19 -•- ¿Por qué lloras?
Capítulo 20 -•- No lo hagas
Capítulo 21 -•- Despertar
Capítulo 22 -•- En lo que te haz convertido
Capítulo 23 -•- Calmate
Capítulo 24 -•- Te espero afuera
Capítulo 25 -•- Una parte de la verdad
Capítulo 26 -•- Alguien es falso
Capítulo 27 -•- Torturar
Capítulo 28 -•- El susto
Capítulo 29 -•- El crimen
Capítulo 30 -•- La curación
Capítulo 31 -•- Vamos a la fiesta
Capítulo 32 -•- Alas
Capítulo 33 -•- Algo de valor -•- parte I
Capítulo 34 -•- Algo de valor -•- parte II
Capítulo 35 -•- Yo te creé
Capítulo 36 -•- Lo que tienes que hacer
Capítulo 37 -•- La corona
Capítulo 38 -•- El chico
Capítulo 39 -•- Mis alas
Capítulo 40 -•- Baño de sangre
Capítulo 41 -•- Hacia casa
Capítulo 42 -•- De regreso a casa
Capítulo 43 -•- No saldrás
Capítulo 44 -•- El cementerio
Capítulo 45 -•- Voy a ir
Capítulo 46 -•- Mata a alguien
Capítulo 47 -•- Las cosas
Capítulo 48 -•- Las huellas
Capítulo 49 -•- El disparo
Capítulo 50 -•- Seamos un equipo
Capítulo 51 -•- Confusión
Capítulo 52 -•- De regreso
Capítulo 53 -•- El cómplice
Capítulo 54 -•- La verdad
Capítulo 55 -•- Michael
Capítulo 54 -•- Vivir y morir
Capítulo 55 -•- Una solución
Capítulo 56 -•- Regresalo
Epílogo
NOTA IMPORTANTE

Capítulo 2 -•- El termo

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By perla_0_0_

      —¿Qué te pasa? —preguntó desorientado.

      —Lo siento yo... yo no sé que me pasa, no logro entenderlo... En serio perdón, yo no quería hacerlo sólo que el sonido me desespero de una forma abrupta y me fue insoportable seguir escuchándolo...

      —Últimamente estás muy agresiva y todo te estresa y molesta, ¿qué pasa contigo?.

      —Ni siquiera yo lo sé, es extraño. En verdad lo lamento.

      —No pasa nada... Pero algo pasa contigo Caroline, he notado lo que has dicho y no sólo es una vez, en clase estás igual, como si estuvieras demasiado cansada y frustrada... Pero lo que sea, estaré contigo siempre, pase lo que pase ¿bien?.

      —Bien, gracias —se acercó a mí para besar mi frente, cuando se separó decidí continuar—: Michael... —Me miro— ¿alguna vez te has preguntado lo qué se sentiría asesinar a alguien? —me miro extraño.

       —No y no creo que sea muy normal pensar en ello... ¿Tú lo has pensado?. —Sí.

       —No, no, sólo que me llegue a preguntar lo qué pasa por la mente de un asesino, eso es todo.

       —¿Segura qué sólo eso?.

       —Sí. —No.

       ¿Por qué me imaginó esto? ¿Qué pasa conmigo?. No creo que se trate de una persona muy cuerda el pensar eso.

       Después de pasar un lindo día con Michael entre conversaciones y todo eso, llego la hora de cenar. Donde estoy ahora, sentada frente a mi padre.

        —¿Por qué no comes? —preguntó mi padre mirándome fijamente.

        —No tengo hambre, eso es todo —dije mientras pico la comida con mi tenedor.
 
        Mi padre dejó de comer para mirarme fijamente como si hubiera contestando algo fuera de este mundo.

         Al sentir sus ojos sobre mí me sentí culpable de algo que no había techo. Temí por que se diera cientos de mis pensamientos raros de asesinar a alguien.

         —Es tu comida favorita, aún sin hombre comes tu porción como sea posible... —Se veía triste.

         —Bueno, es que me duelen un poco los dientes y me es casi imposible el dolor por las noches algunas veces, no quiero preocuparte con otra cosa sobre mí, no lo veo necesario, eso es todo. Ah y... No quiero de nuevo volver a algún doctor o algo parecido, no me gusta, me hace sentir peor estar ahí dentro... —Por fin lo miré.

        —Caroline si estás mal, dímelo... ¿Hay algo más? —de nuevo aparte la mirada de él.

         Le había dicho la verdad, me duelen los dientes y no puede mascar bien las cosas sin que me duelan. Mi estómago pide a gritos comida pero no me es posible consentirlo.

        —Sí, es todo... Oye papá —sin apartar la mirada de mí, siguió comiendo—. ¿Tú qué piensas de las personas que matan gente sólo por placer?.

        —Que son malos y que deberían estar encerrados... Supongo.

         —¿Crees qué disfruten hacerlo? Me refiero a la cuestión de sentir satisfacción poder hacerlo y por querer acabar con la vida de alguien... Al igual que disfrutar el ver como su víctima deja de respirar o el alegrarse de que su víctima deje de moverde o incluso dejar de sentir su pulso... —Pare de hablar cuando el tenedor de mi padre chocó contra el plato.

         Fue ahí cuando me di cuenta de lo sumida que estaba en mis pensamientos y de lo tanto que disfrutaba al estar diciéndolo... Pero disfrutaba aún más imaginar que yo misma lo hago.

         El entrecejo de mi padre se había fruncido y con ello se le marcaba una arruga en el centro.

         —¿Porqué piensas eso?... Caroline no me digas que lo haz imaginado y todo eso y que no lo imaginaste haciéndolo tú.

         Mi corazón se aceleró al ser descubierta.

         —No... —Últimamente las mentiras se vuelven más normales en mí— ¿pero no tiene nada de malo o si?.

         —¿Acaso tú lo ves muy normal en una niña como tú o en cualquier persona?. Porque yo no y si te pasa tenemos que tomar ciertas mediadas.

         —¿Pero porqué está mal si esa persona lo desea? —de inmediato me puse a la defensivos sin siquiera pensarlo—. Tal vez esa persona merece morir y sólo le están dando una ayuda, eso es todo.

          —¡Caroline! —me gritó en forma de regaño.

         —Sólo digo la verdad ¡no tiene nada de malo el matar a alguien! —me levante y golpee la mesa con las palmas de mis manos— ¿qué tiene de malo eh?.

          —¿Por lo menos estás escuchando lo que dices? —se levantó— estás hablando como una psicópata.

         Realmente no sé porque me enojo, mi padre está en lo cierto y yo estoy mal.

         Aún sabiendo diferenciar entre el bien y el mal; seguí con lo malo.

         —Sólo digo que si una persona debe morir y alguien lo mata es inocente, eso es todo.

         —¿Entonces tu madre merecía morir? —me quede muda en ese instante.

         Me pase esta vez.

         Nunca me detuve en pensar en ella.

         Lo mejor es alejarme antes de causar más daños de los que ya hice. Tome mi plato y lo eche al fregadero con todo y comida. Corrí para llegar cuanto antes a mi habitación, cuando iba por la mitad un sonoro suspiro se escucho por parte de mi padre.
  
          Creo que mi padre ya ha pasado suficiente con la muerte de mi madre como para sobrellevar mi actitud psicópata.

       Cerré la puerta con seguro, tome mi cabeza entre mis manos y camine de un lado a otro intentando buscar un a razón o algo para entender estos pensamientos.

        No tengo ninguna razón coherente como para hacerlo... No seguí buscando algún tipo de respuesta cuando recordé el termo en el baño, camine hasta el baño para ir por el.

         Lo levantó y lo abrí. Tengo que deshacerme de esto sino terminaré bebiéndolo todo.

         Por última vez decidido olerlo para después apartarlo de mi nariz y vaciar el contenido en el lavabo.

         Un líquido espeso de color negro salió como cascada. ¿Qué mierda me iba a tomar?. El lavabo quedó manchado de negro de la cosa esa, pase mis dedos por ahí y los lleve a mi boca para probar...

         Los aparte de inmediato, los aleje antes de saborear lo que sea que fuera.

          Abrí la llave del lavabo y limpie cuanto antes los residuos que quedaron. Salí del baño con el termo, abrí la ventana y lo lance a la calle, sirve que lo aplasta un coche y me deje en paz. Deje mis manos sobre el borde de la ventana...

          Mis ojos bajaron a mi mano.

         ¿De dónde sacaría este anillo? ¿Qué historia tiene?... Es dorado con una piedad roja en el centro... ¿Será de fantasía?. Supongo que sí, no soy muy rica como para estar comprando todo esto.

         Miré a la ventana de Michael, ya se había dormido... Cerré la ventana y me dirigí al espejo roto. Mis ojos parecen los de un drogadicto, están muy rojizos.

        Cerré los ojos con fuerza... Ya estaban bien. Cansada de esto me deje caer en la cama.

•••

        Ashley y yo hacemos guerra de miradas, en mi defensa, él comenzó, yo sólo le seguí el juego y no voy a perder. Y gane, observe como el profesor lleno la pizarra de ejercicio. Un compañero comenzó a hojear el libro de forma brusca y haciendo un ruido que me desespera. Observe el libro con desesperación.

        El libro salió volando bruscamente para chocar con la pared, unos soltaron gemidos de sorpresa y otros más de miedo.

        —Deje de dañar los libros, ellos no le han hecho nada —lo regaño el profesor.
       
        —Le juro que el libro salio disparado por sí sólo.

         —Si claro ahora hay fantasmas. Mejor siga con su trabajo y deje eso para después.
 
         —Lindo anillo —mire al rubio... Dante —. ¿Es de oro?.

         —No lo creo, es de fantasía y gracias... —Por una extraña quiero seguir platicando con él— ¿tú no tiene? —que tema tan estúpidos digo.

         —No —sonrió, y algo me hace creer que fue por mi pregunta—. ¿Tu guardapelo se abre?. —Agarre el dije entre mis dedos.

          —Se suponía que sí, pero no puedo abrirlo, es  si estuviera pegado.

          —Que raro —parecía que pensaba en algo y apuesto que no tiene nada que con lo que contestó—: ayer no te presentaste.

         —Me sentía mal, por eso no vine.

         —Tu amigo tampoco se presento.

         —Me hizo compañía, ley de nuestra hermandad —sonreí.

         —De igual forma no te perdiste de mucho —me guiñó el ojo.

         Las clases se me pasaron rápido y lo agradezco porque muero de hambre.

        —Mañana cita con los chicos.

        —No quiero ir pero de igual forma me harás ir.

        —Que bueno que lo sepas. ¿No vas a comer? —había comprado algo porque estoy hambrienta pero sabe horrible.

         —Muero de hambre pero sabe horrible. —Michael tomo de mi comida para probarla.

         —Pero si esto está más bueno de lo que pensé y tú siempre deseas que hagan esto.

         —Pues ya no lo hacen como antes.

         Últimamente toda la comida me sabe mal, como si yo tuviera un mal sabor en la boca.

         Al terminar las clases y volver a casa subí en seguida a mi habitación y me encontré con otro termo.

          Lo tome y lo iba a tirar pero me detuve al ver la nota debajo de este.

Bebelo, te quedan tres días... W.

        No lo voy a tirar pero lo guardare en un cajón, me mire en el espejo del tocador... En algunas partes me veo desenfocada. Debe ser porque está roto.

       Note que mis labios están más rojizos por el centro y al rededor se ven pálidos, pero no recuerdo haberme puesto algo o que sea normal que así me pase.

       Me acerque aún más al espejo al ver una mancha en mi cuello, pequeñas venas apenas visibles se ven, me aparte el cabello y estire el cuello para verlo mejor; tiene un color morado, pero no es exagerado. Puedo ver que tengo otra muy pequeña en el párpado.

        Me aparte del espejo como si se tratara de mi peor enemigo, me senté en el borde de la cama, apoye mis codos sobre mis rodillas y tome mi cabeza entre mis manos.

        —Caroline —habló mi padre detrás de la puerta, toco y la abrió, levante la cara para verlo—... Perdón por la discusión de ayer.

         —Creí que llegarías más tarde, aún no es hora de tu salida.

         —Fue decisión de último momento, todos salimos temprano y vine lo antes posible para arreglar las cosas contigo... —Se sentó a mi lado.

         —No pasa nada, yo... Yo me he comportado mal, sólo me deje llevar sin pensar en las consecuencias y no fue una forma de hablarte... Después de la partida de mi madre yo debería estar agradecida. Lo siento.

        —No te preocupes... —Dejó las palabras en el aire cuando vio mi collar, el cual observa extraño— ¿De dónde lo sacaste?.

        —Lo encontré arriba del ropero, ¿tú sabes quién me lo dio o algo? —lo pensó por unos momentos.

        —No cariño, lo siento.

        —No importa. ¿Mañana puedo ir con Michael a comer?...
 
        —¿Michael y quién más?.
 
        —Otros chicos... —dije más a modo de pregunta.

        —Te dejaré ir sólo porque Michael va contigo y si se vienen juntos.

        —Está claro que lo hará... —Hice una mueca de desagrado al sentir arcadas.

        —¿Estás bien? —las arcadas se hicieron más grandes— Caroline....

        Me pare de inmediato para correr al baño, me deje caer sobre mis rodillas. Vomite, vomite y vomite.

        No había comido mucho desde ayer pero por lo que veo no parare de vomitar hasta sacar todo por completo.

        Mi padre no tardó en llegar a mi lado y sobar mi espalda, me miraba preocupado. Cuando para de sacar todo le baje al baño, quedándome con un horrible sabor en la boca, mis ojos están llorosos.

        Me levante del piso para lavarme la boca y salí el baño. Un pitido se hizo presente.

        —¿Qué es eso?.

        —¿Que es qué?.

        —Eso, el pitido chillón.

        —Caroline, no se escucha nada. —Lo que sea que fuera, fue subiendo cada vez más.

         —Haz que pare.

         —Pero si no se escucha nada. —Lleve mis manos a mis oídos cuando se intensifico.

         Gruñi, si sigue a si voy a terminar sorda.

         El pitido paro y el piso trono por una gran grieta que comenzó bajo mis pies hasta el otro extremo, ambos nos sobresaltamos.

         —¡¿Por qué me pasa esto?!.

         —Vamos tranquila. —Las cosas de una pequeña repisa se cayeron. Algunos otros salieron disparados a todos lados— ¡Caroline trata de calmarte!. —Respiré profundo buscando esa calma.

        Lo pude lograr.

        —Voy por algo a la cocina, tú aleja esos pensamientos de ti. Vuelvo en seguida.

        Mi padre salió de la habitación, yo entré al baño para ver si todo estaba bien, cuando salí me encontré con algo...

        El termo, con una nueva nota.

Bebelo todo. Parará con las cosas que te pesan.
W.

          Mi padre volvió con un té, lo bebiendo por completo y debo admitir que eso me tranquilizó.

          Unos minutos después tuvo que irse porque un vecino pidió su ayuda con algo del techo de su casa.

          Mire el termo.

          Puede que muera si lo bebo y si no lo hago también, espero que no. Y no puedo beber lo que un extraño llegue y me dé, no es recordable hacerlo y tus padres siempre te dicen que no lo hagas.

          Pero...

          Yo nunca obedezco a lo que todos me dicen.

           En la vida hay que tomar riesgos ¿no?.

           Abrí el termo... Lo olfatee, es un olor delicioso e irresistible, si la vez pasada quería beber hasta al última gota, ahora creo que si lo bebo querré más y más.

          Mi estómago pide a gritos comida, pero con esto no lo veo necesario, si lo bebo no necesitaré comida, lo tengo muy seguro.

          No quiero otra cosa que no sea esto.

          Lo necesito ahora.

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