Me quedo mirándolo con atención y demasiada curiosidad, y él parece nervioso ante mi mirada, lo cual es algo muy raro, ya que él es el hombre con más confianza en sí mismo, así que en este momento me esté mostrando ésta versión suya me dice que es enserio todo lo que me ha dicho y que mi reacción es importante para él. Se perfectamente como sentirme al respecto, pero no me gusta, no quiero aprovecharme de la situación.
—¿Cómo estás tan seguro? —Aun tengo el corazón a mil, su confesión me ha dejado con el cuerpo hecho gelatina, las manos demasiado temblorosas, el corazón latiendo a un ritmo nada normal, la cabeza llena de preguntas, y el pecho con una sensación de esperanza que me hace débil, y que odio tener.
—Porque, mi instinto lo dice —Mi ceño se frunce, y el estómago se me revuelve disgustado.
—¿Tu instinto? Viniste hasta aquí, me dijiste todo eso, ¿solo porque tu instinto te lo dijo? —La verdad es que no sé como estar, por una parte me siento demasiado enojado porque parece que estuviera jugando con mis sentimientos, por otra, la felicidad y la emoción están haciendo desastres dentro de mí, porque sé que es un tipo serio, y que no hace ese tipo de cosas, él no haría eso con alguien, no cuando sabe lo que es sufrir de verdad.
—Se que suena confuso, y que tal vez esté siendo un idiota y de los más grandes en este momento, pero, esto que siento lo he sentido desde hace mucho tiempo, pero por diferentes razones no quería reconocerlo, ni saberlo —A medida que sus palabras avanzan, su voz va disminuyendo —Nunca pude estar con nadie por mucho tiempo, de alguna manera, mi lobo siempre rechazaba a aquellas personas desde el principio, pero en un punto era tan insoportable que tenía que reconocer que no eran para mí, pero contigo ... —Posa sus ojos sobre los míos, y la boca se me queda muda y seca, es una mirada que nunca había visto en sus ojos, y que me llena de una necesidad tan grande de él, que el estómago se me comprime y las piernas por inercia se cierran —Contigo es diferente, por primera vez en mi vida, mi lobo está contento, a gusto de estar cerca de alguien, se siente en su hogar, y eso me hace sentir en casa a mí —Se pasa las manos por la barba y las cejas, y puede que para las demás personas eso sea un movimiento normal, pero para mí, es demasiado sexy.
—Es que, no entiendo, ¿cómo pasas de no sentir nada, a decir que sientes que estás en casa cuándo estás cerca de mí? —La cara se le descompone, y el dolor se refleja en sus ojos. El corazón se me estruja y me siento culpable por decirle esto, pero me mantengo lo más firme que puedo. Necesito saberlo.
—No he pasado de sentir nada, a sentirme así —Casi que lo veo levantarse de esa silla y ponerse frente a mí, la frustración emana de sus poros, pero está siendo lo más paciente que puede, lo cual es todo un espectáculo para mí —Siempre lo he sentido, Stiles, siempre, no sé como, pero cuando pienso en ti, o cuando estoy cerca tuyo me siento tranquilo, completo, que nada me falta y que puedo respirar. Es como si al estar lejos de ti me ahogara, y que cuando estoy cerca de ti siento que puedo respirar con total libertad sin miedo a ahogarme —Los ojos se me llenan de lágrimas, y eso parece empeorar su estado. Nunca le he confesado como siento cerca suyo, pero todo lo que ha dicho me describe. Esto está pasando, lo que por tanto quise que pasara, está pasando en este momento. Derek Hale se está confesando conmigo, y siente lo mismo que yo siento.
—¿Qué significa eso? —Al principio me regaño internamente por ser tan bocazas y soltar lo que primero se me viene a la cabeza, pero luego reacciono y me doy cuenta de que no pude haber dicho algo mejor.
—A que en el pasado he sido el tipo más idiota que ha pisado la tierra, me alejé de ti y te dejé, pero ahora no cometeré el mismo error, antes no quise abrir los ojos por miedo al que dirán, o a que tu no sintieras lo mismo, pero ahora sé como te sientes y como me siento yo, y ten por seguro que si alguien se va, será el mundo a la mierda. No cometeré el mismo error de nuevo, no me alejaré de ti otra vez —Sus palabras me dejan en un estado de shock. ¿De verdad es Derek Hale quien está frente a mí? No puedo evitar sonreír en medio de las lágrimas, él me sigue (aunque sin lagrimas.) y no puedo contenerlo más, me levanto del sillón, y es como si pensáramos lo mismo, porque él también lo hace, no sé como actuar, pero si sé que quiero hacer.
Nos miramos por unos momentos, y sorprendentemente, es él quien da el primer paso. Cuando estamos frente a frente, la diferencia de estatura es evidente, y le agradezco con enojo fingido a Dios que me dio la estatura de mi madre y no la de mi padre. El corazón lo siento casi en la garganta, y aunque él parece sereno, sus manos y el pasar de su lengua por su boca lo delata. Sin pensarlo mucho, termino de acortar el espacio, y me abrazo a su pecho, él al principio se queda rígido y pienso que he cometido un error, pero cuando estoy a punto de soltarme, me pasa los brazos por los hombros. Como soy tan pequeño, mi cara queda a la altura de su clavícula, me apoyo contra su cuerpo, y me sorprendo al encontrar esto tan maravillosamente placentero y bueno. Su olor de una loción varonil y que me hace suspirar y hasta casi querer babear.
—¿Qué dice tu lobo de esto? —Le pregunto, no sé cuanto llevamos así, pero mientras más tiempo pasa, más me gusta la sensación. Se ríe y el sonido lo escucho a través de mi oído izquierdo, es una risa ronca, un tanto gastada, y que le hace vibrar el cuerpo entero de una manera suave, y yo he descubierto mi sonido favorito.
—Está feliz, muy feliz de hecho —Su voz suena a través de mi oído, y me pego más a él, no creo que ya teniendo esto sea capaz de dejarlo tan fácil —Nunca he sido de abrazos, Stiles, ni siquiera cuando mi madre estaba viva, pero te puedo asegurar que esto no se siente para nada mal —Después de unos minutos nos separamos, y nos alejamos, aunque no del todo, al separarme del calor de su cuerpo, el viento del día hace que mi mejilla se ponga fría, y el cuerpo se me eriza.
—¿Qué pasará con nosotros ahora? —Le pregunto, él se queda mirándome de una manera intensa, pero sus ojos no me dicen nada.
—He renunciado al puesto de profesor en el colegio —La sorpresa me deja algo rígido, pero de alguna manera, si esto seguía, mi mente lo veía venir.
—¿En qué trabajarás? —La preocupación en mi voz es auténtica, y eso lo hace sonreír.
—Puedo trabajar en lo que quiera, el ser profesor es solo una fachada, mi verdadero trabajo está en otra parte —Lo miro confundido, él suspira, con suavidad y haciendo que el corazón se me quiera salir del pecho, me pasa el dedo pulgar de su mano derecha por mi mejilla izquierda. Parece darse cuenta de lo que ha hecho y hace el amague de quitar la mano, pero actúo rápido y la presiono contra mi cara, aunque me lastimo un poco, él sonríe encantado y no la quita —¿Puedes salir? —Me pregunta, de alguna manera siento como si estuviéramos tomándonos esto muy rápido y que estuviéramos entrando (por fin) en nuestra burbuja personal.
—No lo creo, cuando tu llegaste, estaba haciendo tareas, aunque me había quedado algo dormido, pero necesito entregar un proyecto de español para mañana, y no voy ni por la mitad —Asiente, y parece disgustado.
—Está bien, entonces, vendré pronto. Quiero enseñarte algo —Asiento, pero ninguno hace ademán de alejarse. Con las mejillas rojas, me acerco de nuevo a su cuerpo y lo abrazo de nuevo pasando las manos por su cuerpo musculoso, fuerte y que tiene un calor maravilloso. Él corresponde a mi gesto, y esta vez lo hace con más confianza —Si esta noche quieres salir, no lo hagas, no es seguro —Sus palabras tan repentinas y sin sentido al tema me dejan confundido.
—¿Por qué ¿qué pasa? —De nuevo nos alejamos, él mira hacia afuera por la ventana y su ceño se frunce. ¿Ya he dicho que se ve demasiado bien mientras hace así?
—Porque aun hay más de esas criaturas por ahí rondando —Al principio no entiendo a que se refiere, hasta que uno puntos y lo miro sorprendido, él parece complacido por mi reacción.
—¡Eras tú! Aquel lobo grande y gordo, ¡eras tú! —Se hace el ofendido abriendo la boca en una mueca sorprendido, pero no deja de sonreír, y hasta se ríe.
—No me veo gordo, es más, los músculos se me resaltan más estando así —No niego ni afirmo nada, solo me río y gozo de este Derek Hale, nunca lo había visto ser de esta manera, y me encanta, me llena de nostalgia y hace que el mundo tenga sentido, aunque, siendo sincero, me recuerda un poco al Derek Hale joven —Pero enserio, no salgas, no lo hagas, esas cosas quieren algo que buscan desde hace muchos años, y ahora que saben que estoy aquí, con más ganas quieren obtenerlo —Sus palabras calan dentro de mí, y me quedo meditando en ellas.
—¿Qué es lo que buscan? —Su dedo vuelve a pasar por mi mejilla, y de alguna manera siento que quiere que me olvide de eso, pero es muy tarde. Ya que ha hablado, la curiosidad y las ganas de saber no me dejarán tranquilo. Es el precio de ser Stiles Stilinski.
—Venganza —Responde en voz baja —De la más cruel y cruda venganza —Me acaricia de nuevo la mejilla, y esto se está convirtiendo en mi cosa favorita en el mundo en tiempo récord —Cuídate, no salgas, y si tu padre está en la noche, no te preocupes que nada te pasará —Nos despedimos con un corto y demasiado buen abrazo. Luego él se va, y antes de cerrar la puerta del todo, me guiña un ojo. Las palabras revolotean por mi cabeza, y no puedo evitar querer saber que está pasando.
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¡Hola a todos! Espero que estén muy bien en esta noche que comienza a llegar.
¿Cómo creen que está yendo la historia? ¿Le gusta?
¿Qué creen que pasará con estos dos? Personalmente, pienso que son muy lindos.
Espero de todo corazón que les esté gustando, y que la lectura sea amena, si encuentran errores ortográficos, no se preocupen, pronto desaparecerán.
Los quiero con todo mi corazón, comenten y déjenme saber que les parece la historia, no se olviden de dejarme una sexy estrellita.
Nos leeremos pronto, hasta la próxima.
-Camilo.