Cuando mi madre y Lucas se fueron, decido subir a mi habitación para llamar a Olivia.
-¡Hola Magui!- grita del otro lado mi mejor amiga desde los cinco años. Nunca hemos peleado fuerte, somos prácticamente hermanas. Mi familia la adora y su familia a mi. No imagino mi vida sin sus locuras.
-Oli-la saludo- Algún día me dejaras sorda.
-Eres tan exagerada-contesta-¿Recuerdas qué día es mañana?
-¡Tu cumpleaños!-le digo emocionada- Además sería imposible olvidarlo, lo vienes mencionando hace semanas.
-No todos los días uno cumple 19-dice rápido-Estuve hablando con Dan y decidí que haré una fiesta en su casa mañana. Sus padres no estarán y él se ofreció.
Dan era el novio de Olí, llevaban juntos poco más de un año y siempre se los veía bien. Se conocieron en una fiesta y desde ahí no se separaron.
-Eso es genial Olí, supongo que debes tener todo organizado- mi mejor amiga tenia un problema con la organización- Si me necesitas ya sabes que solo me tienes que avisar.
-Me conoces tan bien Magui-se ríe- Te avisare pero ya esta todo en orden.
-Lo suponía-rio- Te veré en la noche.
-Te esperare. Te quiero- me grita riendo y luego corta.
Desde los ocho, tenemos la costumbre, para el cumpleaños de la otra, ir a su casa para poder empezar el día juntas. Y a los trece, cuando conocimos a Vicky en la escuela, se sumó a nuestra tradición.
Vicky entró a nuestra escuela y cuando la vimos por primera vez en clases, decidimos hablarle para que no se sienta sola.
Con Olí, no eramos las mas populares pero tampoco eramos motivo de burla. Nos gustaba pasar desapercibidas, sobre todo a mi. Y cuando Vicky entro al grupo, también.
Olívia siempre llama la atención, sobre todo por su buen cuerpo y su buen sentido por la moda. Mide un metro setenta, cabello castaño y ojos verdes. Somos bastantes parecídas, excepto porque mido tres centímetros menos y mis ojos son marrones. Vicky, en cambio, es rubia, mide lo mismo que yo y sus ojos son verdes. Somos un poco parecidas, hacemos un buen grupo.