Capítulo 11

1.4K 70 0
                                    

Había pasado un mes desde la fiesta de Olí. Un mes desde que las vacaciones habían empezado.

Con Tomás habíamos salido en varias ocasiones. Nos estábamos conociendo y teníamos más cosas en común de lo que pensaba. No estábamos en una relación formal ni nada. Queríamos saber más del otro para ver a dónde podíamos llegar. No habíamos tenido relaciones tampoco, no queríamos apurarnos más. Solo eran besos y abrazos. Ojala fuese el inicio de algo.

Me encontraba con mis amigas en una cafetería del centro comercial. Habíamos tenido una tarde de compras y  terminamos agotadas.

Cuando llegan nuestros pedidos empezamos a devorar todo. Últimamente mi apetito se había agrandado.

-¿Cómo va todo con Dan?-pregunta Vicky.

-Muy bien, hoy tenemos una cita. Me invitó a cenar a un lugar precioso-puedo notar el brillo en los ojos de mi amiga. No hay nada que me haga más feliz, que ver a las personas que amo bien.

-Que lindo Oli-le contesta- ¿Y tú con Tomás?

-Cada vez mejor, está bueno poder empezar de cero. Nos sirvió a los dos para poder conocernos. Has vuelto a salir con Juan?- le pregunto.

Después de la fiesta, mi amiga había aceptado salir con el mejor amigo de Dan. Habían tenido dos citas. Pero ella no quería apresurarse, estaba llevando las cosas con calma.

-No hemos vuelto a salir- se encoge de hombros- hablamos por mensajes, creo que es lo mejor por ahora. Por suerte entiende que necesito ir despacio.

-No te presiones, haz lo que sientas- habla Olí.

Seguimos hablando de nuestras cosas hasta que nos despedimos para que Oli se pueda preparar para su cita. Con Vicky nos fuimos a mi casa, tendríamos una noche de chicas.

-¡Llegué!- grité cuando entramos a casa.

-Hola hija-me saluda mi padre- Vicky, ¿cómo has estado? Hace tiempo que no te veía por aquí.

-Muy bien señor. Todo es culpa de su hija, me tiene olvidada. Me cambio por un chico-pone cara de lástima mientras me mira a lo que yo respondo sacándole la lengua- Oh que madura Mags.

-No le hagas caso papá, esta loca. Ya la conoces.

-Justamente por eso no digo nada, deberías buscar otra amiga-suelto una carcajada haciendo que mi amiga nos mire mal- pero tienes razón con lo del chico, a mí tampoco me cae bien.

-A ti no te caerá bien ningún chico papá- intervengo.

-En eso tienes razón- se ríe- estaré en con tu hermano por si me necesitan.

Cuando mi padre se fue decidimos subir a mi habitación para poder descansar un poco.

Decidimos pedir pizza para la cena, como siempre. Y ahí estábamos las dos, comiendo en mi cama  mientras veíamos una película. Cuando estaba terminando de comer la segunda porción, siento que mi estómago se revuelve. Corro al baño con Vicky atrás mío y vomitó todo lo que había comido.

-Ven, vamos a acostarnos, éstas muy pálida-habla mi amiga- ¿Quieres que llame a tus padres?

-No, seguro algo me cayó mal, no los voy a preocupar-ella me da una mirada de preocupación pero termina asintiendo. 

Durante toda la noche me levanté unas seis veces al baño. Ya no quedaba comida en mi estómago. Vicky había insistido en avisar a mis padres pero seguía negada. Se había conformado con que si seguía así a la mañana iríamos al doctor.

Siempre el mismo amorWhere stories live. Discover now