El día siguiente en la escuela, me quede en los pasillos en la hora de almuerzo, para tener un tiempo a solas. Ayer, estuve pensando demasiadas cosas y no dormí lo suficiente.
Me crucé de hombros mientras me recargaba en una de las paredes. V estaba actuando raro desde anoche y me estaba preocupando.
Después del que el autobús se alejó, creí que realmente había perdido su cartera, pero luego la encontró en su bolsillo.
Recuerdo haber estado enojada con el por eso, pero no pude pensar en el porque hizo eso.
Mientras me alejaba de la pared, miré a los estudiantes pasar sobre mi. Me lanzaban miradas raras ya que estaba parada ahí sin hacer nada, así que fui a otro lugar para estar sola.
Mientras bajaba por el pasillo por donde estaba la enfermería, vi algo dentro de la ventana.
Me paré y miré hacia adentro.
V estaba adentro sentado.
El hablaba con la enfermera quien le estaba dando unas pastillas con un vaso de agua. Después de haberlas tomado, agradeció a la enfermera y se acercó a la salida.
¿Tenía alergias o algo así? ¿Por qué tomaba tantas pastillas?
Comencé a asustarme, y corrí lo más rápido posible para llegar a la esquina y esconderme. Me pegué a la pared y oí la puerta abrirse y sabía que el estaba saliendo. Estaba respirando agitada, no oí que viniera hacia acá así que me asomé lentamente.
Estaba vacío.
Suspiré aliviada y salí de mi escondite, cuando alguien me agarro del brazo por atrás y me empujó haciendo que mi espalda chocara con la pared de nuevo. Abrí mis ojos como platos al ver que era V.
Oh mierda.
El me miró, pero esta vez no había alguna sonrisa.
-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó y yo empecé a entrar en pánico de nuevo.
-Yo...solo...yo solo estaba pasando por el pasillo, eso es todo. Me iré ahora.- contesté nerviosa y caminé hacia el otro lado pero me jaló de nuevo y lo tuve frente mío una vez más.
-¿Me estabas espiando?- preguntó de nuevo y yo miré hacia otro lado para evitar contacto visual con el. Me tomó de la barbilla y subió mi cabeza, forzándome a verlo a los ojos.
No estaba enojado pero si serio, lo cual era muy raro de ver.
-Y...yo...-tragué saliva.
El suspiró, soltó mi barbilla y se alejo de mi, para después pasar sus manos por su cabello. Ahora el no me quería mirar, me preocupaba haberlo hecho enojar.
-V...¿te hice enojar?- pregunté mientras me acercaba a el de nuevo.
Cuando no me contesto, subí mi mano y la puse en su hombro, me miró, sus ojos estaban llenos de una emoción que no podía entender. Su respiración era agitada, y parecía que lo que sea que quería decirme no lo podía hacer.
Miró mi mano y luego a mi.
-Eres una molestia.-dijo fríamente, y quedé en shock.
-¿Qué dijiste?- dije sin entenderlo del todo.
-¡Dije que eres una molestia! ¿¡Por qué me estabas siguiendo!?- levanto su voz hacia mi, su cara estaba llena de emociones mezcladas que no sabía porque habían aparecido.
Seguía en shock, no podía creer que todas estas palabras salían de su boca.
No me dejo terminar.
-¡Si lo estabas haciendo! Sabía que eras tu la que me miraba por la ventana en la enfermería.- el dijo tomando un paso hacia mi, haciéndome dar uno hacia atrás.-Eres irritante. ¿Sabías? La próxima vez no se te ocurra seguirme a ningún lado. Necesitas aprender a no meterte donde no te llaman.- el dijo, sus palabras estaban llenas de veneno.
No podía procesar lo que estaba pasando.
Todo era tan rápido.
-¿Que te hizo preocuparte por mi para que vayas a verme, uh? ¿Donde esta la Hyeri que me decía cosas malas, y que me alejara? ¿Donde esta la Hyeri a la que estaba acostumbrado?- dijo dando otro paso hacia delante.
Mi espalda toco la pared, estaba atorada.
-Ya no esta...-murmuré, lo dije más para mi que para el.
-¡¿Por qué!?- gritó y yo salté.
El enojo comenzó a sumergirse en mis venas y me calente.
Estaba en shock y más que nada, estaba confundida de como todo esto podía estar pasando ahora.
Con mis labios temblorosos lo dije fuerte.
-¡Porque me gustas!
Era lo que sentía.
El no parecía sorprendido o feliz como normalmente estaría.
En lugar de eso, solo asintió, sus ojos bajaron de los míos.
Tomó su cabeza por unos segundos, antes de mirar hacia arriba, pero sin mirarme a los ojos.
-¡Yah, dije que me gustas!- dije enojada, tratando de que me mirara y respondiera.
Pero no lo hizo.
-Me enamore de ti, ¿esta bien? ¡Son las palabras que has querido que te dijera desde hace mucho tiempo! ¡Me gustas! ¡Me prometiste que sería tu novia! ¡¿Donde esta esa promesa, uh?!- grité hacia el sintiéndome cada vez más desesperada.
Sus ojos, su cara, todo estaba en blanco sin ninguna emoción. Todo el tiempo que lo empujaba, no respondía.
-Taehyung...-dije su nombre y golpeé su pecho con mi puño mientras salían lágrimas de mis ojos y bajaban por mis mejillas.
No sabía porque, pero lo jalé hacia mi y envolví mis brazos en su cuerpo y lo abracé.
Se sentía como si lo estuviera perdiendo...no quería que se alejara de mi.
El empezó a responder, pero solo para agarrar mis brazos y quitarlos de encima suyo. Me incliné y lo miré, mi labio inferior temblaba.
-Taehyung, para...
Estaba desesperada, agarre sus manos con las mías.
-¡Por favor! ¡Me dijiste que me quedara contigo! ¡Aquí estoy, junto a ti! ¡Puedo ser tu novia ahora! ¿Por qué me haces esto? ¡Dime porque!- dije en pánico.
Se volteó a mirarme, con sus ojos sin vida y un tono de voz monótono.
-Fue todo...un error.
Confusión. Tristeza. Corazón roto.
Esas eran las tres emociones que podía sentir ahora.
Sus manos se deslizaron lejos de las mías quienes buscaban desesperadamente las suyas y se alejó de mi, dejándome sola, con mis manos en el aire que estaban agarrando las suyas hace un momento.
Ahora se sentían frías...y vacías.
Mis rodillas se rindieron y comencé a incarme, respirando, mientras ponía mis manos en el suelo.
En lo que caía hacia el suelo, no sentí las lágrimas caer, y antes de que lo supiera, rompí en un gran sollozo, que retumbo por el vacío pasillo.