• | Ocultando La Belleza | •

By thewriter_zyx

49.5K 2.7K 1.4K

Owen Collins un chico de 18 años de deslumbrante belleza, al cual todo el mundo quedaba pasmado tan solo al v... More

Sinopsis
Capítulo 2: Universidad
Capítulo 3: Pensamientos indebidos
Un día trágico para tod@s
Capítulo 4: Sentimientos de un enamorado
Capítulo 5: Intriga
Capítulo 6: Como una flor
Capítulo 7: Biblioteca
Capítulo 8: Evento
Capítulo 9: Nueva oportunidad
Capítulo 10: De vuelta a la universidad
Capítulo 11: Carta anónima I
Capítulo 12: Nueva visita
Capítulo 13: El chico misterioso
Capítulo 14: Comenzar a ser adulto
Capítulo 15: Roto
Capítulo 16: Carta anónima II
Capítulo 17: Una visita llena de anhelo
Capítulo 18: Loco de amor
Capítulo 19: Tomar todo de él
Capítulo 20: Incertidumbre
Capítulo 21: Magia entre melodías
Capítulo 22: Algo bueno
Capitulo 23: Carta anónima III - Sumamente aterrador
Capitulo 24: Primer amor
Capítulo 25: ¿Tickets para el cyber-café de la confusión? I
Capítulo 26: Un poco de sinceridad
Capítulo 27: Interrupción en el entrenamiento

Capítulo 1: Nuevo comienzo

6.2K 294 273
By thewriter_zyx

Nota: cuando vean los tres puntos suspensivos (...) significa que continuara.

.   .   .

O

¿He?... ¿Dónde estoy?...

...

-Owen...

...

Otra vez este sueño... ¿Por qué siempre tengo este sueño?

...

Siempre esta casa...como siempre mis padres me dicen...

...

"-Todo va a estar bien cariño"

...

Pero nada va a estar bien... Ustedes...se van a ir...me van a dejar...

...

"-¡Mamá!"

...

...¿A dónde van?... ¿Acaso ya no me aman?...

...

"-¡Mamá, papá!"

...

¿A donde se fueron?.... ¿Por qué....ya no puedo verlos?...

...

"-¿Por qué?... mamá...papá..."

...

Por qué ya no los veo?...

...

"-Por qué?..."

...

...ya no los puedo recordar?...

. . .

Mis ojos se abriéndonos de golpe al despertar de la mañana, la alarma sonaba sin piedad a mi lado en la mesa de noche y la luz se escurría entre la tela de las ventanas. Agitado llevé mis manos a mi rostro y apoyé mis codos en mis rodillas. Otra vez había tenido la misma horrorosa pesadilla que las otra ma noches, y sin reparo mis horas de sueño se volvían tormentosa y pesadas.

Desde que mis padres se fueron he tenido ese mismo sueño todas las noches, son pocas las noches que he logrado dormir correctamente, por ello es que en ocasiones me desvanezco o pierdo la conciencia. No es agradable, realmente lo odio. Hay muchas cosas que detesto de mi mismo como cualquier adolescente, pero el ser así de débil y que mi pasado me atormente es aún peor, en especial porque le soy una carga a mi hermano, incluso desde que éramos pequeños, antes de lo de nuestros padres, él siempre estuvo cuidando de mí...y no importa cuánto le insista en que estoy bien, él siempre estaba sobreprotegiéndome.

Aunque ame inmensamente a mi hermano, y me guste que le importe mi bienestar, no me gusta causarle problemas, él es un empresario importante en una empresa prestigiosa, y por supuesto tiene que estar al día con todo su trabajo... Mi hermano no necesita más trabajo del necesario...

Soy tan patético...

Lo único que deseo es volverme más fuerte ahora que estamos comenzando una nueva vida lejos de la vieja que teníamos...y que nos estaba destrozando a ambos.

. . .

El día antes de empezar finalmente la universidad, me encontraba tranquilamente relajado en el amplio sillón de la sala viendo la televisión, cuando de repente oí la puerta de la casa abriéndose. Al girar las comisuras de mis labios se ensancharon en una sonrisa al ver a mi hermano.

-Liam-dije un poco asombrado de que mi hermano llegara tan temprano a la casa. Él acostumbraba a llegar a las seis, pero hoy llegó a las tres.

-Lo siento, no te avisé que vendría...-se acercó a mí y me abrazo como siempre lo hace al llegar del trabajo, atrapándome entre sus fuertes brazos- ¿Te sentiste solo?-me miró con esa sonrisa burlesca que tanto hace que me salga humo por las orejas, mientras me miraba con esos brillantes ojos verdes.

Mi hermano sin duda era alguien muy atractivo y carismático, su musculatura era perfecta, a diferencia de la mía que era casi inexistente. A veces hasta me daba envidia nuestra gran diferencia corporal cuando realmente éramos hermanos, sin embargo, no podía negar que nuestra gran y fuerte relación se mantenía firme a pesar de todo.

-Ps, claro que no -bufé rodando los ojos con desinterés, pero al momento siguiente mi diversión fue delatada por la sonrisa que emergió en mis labios, siendo seguida por la de Liam.

Él era la única persona que en se entonces lograba hacerme sonreír, y a veces también perder la cordura por sus jodidas, irritantes, estúpidas y pervertidas, pero de alguna forma graciosas bromas, típicas de un hermano mayor...o eso creo...

Sin embargo, desde antes que nos mudamos, he notado que su actitud de alguna forma es extraña, hay días en los que él es extremadamente cariñoso, y otros en los que se comporta completamente seco y distante, como si intentara evitarme, en esos días ni siquiera me mira a los ojos, simplemente desvía la mirada o se va.

Me preocupaba mucho cuando se pone así, pienso que tal vez hice algo que lo molestó, pero su mirada nunca muestra molestia, más bien, muestran melancolía. Hace mucho que empezó con ese cambio de humor, y siempre había querido hablar con él de eso, pero él siempre escapaba o cambiaba de tema. Dolía cuando actuaba así, aunque no sea por mucho tiempo, me lastimaba verlo de esa forma.

Aunque afortunadamente este día no era el caso.

Hoy, mi hermano se había levantado mucho antes que yo, cosa que es muy raro en él, preparó un dulce desayuno y al levantarme me recibió con la sonrisa más enorme del mundo, sin mencionar que estaba más animado que de costumbre. Sin embargo, como siempre, al terminar de desayunar se fue directo al trabajo, pero no sin antes darme unos de sus enormes y tiernos besos en la mejilla como despedida.

Ahora que finalmente estaba en casa, esperaba poder preparar algo delicioso y pasar el resto del día los dos juntos, como siempre hacíamos en su día libre y alejar todo el estrés del mundo real.

-Hoy llegaste temprano-le dije mientras él se quitaba el abrigo y luego se acomodaba a mi lado en el sillón, recostando su espalda de mí haciendo que me tambaleara un poco-Oye...sabes, no eres liviano...-intenté sacármelo de encima.

-Si si, como digas intento de adulto con complejo de Shaggy-se burló apoyando su espalda completamente de mí.

-¿"Complejo de Shaggy"?-pregunté perdido.

-Es que pareces una aspiradora de comida, pero a pesar de eso sigues pareciendo un fideo-me restregó en la cara con un tono juguetón.

-Tu cállate, monstruo come galletas, o lo lamentarás -lo señalé amenazante con un tic en la ceja, a lo que él me miro con una sonrisa extremadamente tétrica para mi gusto.

-¿En serio quieres retarme?...-me miro de arriba abajo-... ¿Enano?

Ambos nos miramos de forma retadora, hasta que ambos nos abalanzamos uno encima del otro, empezando una de nuestras típicas minipeleas que después se convirtió, como la mayoría de las veces, en una parranda de cosquillas en la que ambos tratábamos de tumbar al otro. Y como siempre, yo era el que terminaba pagando las cuentas.

-¡Ya, ya, ya! ¡Para!-suplicaba yo entre risas- ¡L-Liam! Me haces cosquillas -su persistencia superaba por mucho mis esfuerzos por proteger mis costillas de sus juguetonas manos.

-Ho...así que el niño es sensible...-dijo juguetón- Que pasará si hago cosquillas por aquí-dirigió su mano a mis costillas- O aquí-pasó a mi estomago, haciendo que me retorciera en el sillón de tantas cosquillas.

-¡Noo! -me revolcaba en el sillón tratando de contener mi escandalosa risa o los temblores de mi cuerpo.

Después de unos minutos, Liam me dejo tranquilo finalmente, permitiendo que mi respiración se estabilizara, sin embargo, él y yo seguíamos riendo agotados y sin fuerzas, aun cuando nos dolían demasiado los abdominales.

-Ah...Liam eres un salvaje...-dije apenas con aliento cuando Liam dejó finalmente de hacerme cosquillas.

-No puedo evitarlo, tu piel es tan provocadora que no logro resistirme a...

-¡Ya basta pervertido!-exclamé tapando su cara con mi mano, evitando que terminara su seguramente traumante comentario.

-Que aguafiestas eres-se cruzó de brazos inflando los mofletes- Y yo tan emocionado de volver antes a casa para consentir a mi amado hermanito

-Pues déjame informarte que tus métodos para consentirme van a terminar por explotar las pocas neuronas que me quedan en la cabeza -dije adoptando la misma postura que él, justo a su lado.

Al momento volteamos nuestras cabezas para vernos directamente, y por unos momentos solo hubo silencio, hasta que nuevamente caímos en risas desastrosas. Y no podía negarlo, lo amaba, este tipo de momentos que me hacían sentir realmente vivo y siempre más cerca del verdadero significado de la felicidad. Junto a mi hermano.

Tras unos instantes en los que intente recuperar mi respiración normal, Liam se había tranquilizado casi por completo y ahora solo me veía con una sonrisa divertida. Su mirada por un momento me intrigó.

-Owen...-me llamó ya algo más serio.

-¿Si?

Él se quedó callado por unos instantes, y aunque en un momento pareció querer decir algo, al siguiente se arrepintió y prefirió acomodar su postura antes de hablar.

-Me preguntaba si...en lo que resta de día lo podríamos usar solo para nosotros dos -me miró con una cálida sonrisa- ¿Que te parece?

-¿En serio?-dije dando un salto en el sillón emocionado y con los ojos brillosos, acción que le saco una risita a Liam.

-Por supuesto, hoy milagrosamente me dejaron ir a casa temprano, así que... ¿Que tal si tenemos una noche de películas?

Mis ojos se iluminaron de inmediato al escuchar esas palabras salir de su boca. Hace tanto que no teníamos una noche de películas, que la simple mención de la idea hacia que mi corazón empezara a latir extremadamente rápido y mis mejillas tomaran un tono un poco más rosa que antes.

-Y también podemos salir a comprar algunos dulces, y palomitas..

-¿Chocolate? ¿Como las comíamos antes?-pregunté ansioso.

-Exacto, pequeño-me respondió acariciando mi cabello- Mañana vas a comenzar la universidad, y ya no podremos pasar tanto tiempo juntos como antes, así que...-me miró directamente a los ojos-...quiero pasar esta noche solo contigo

Mis ojos se abrieron ampliamente al escuchar eso. Seguido una sonrisa igual de cálida que la suya se hizo presente en mis labios.

Mi hermano sí que es la mejor persona del mundo...

Inevitablemente rodeé el cuello de Liam con mis brazos, fundiéndonos a ambos en un abrazo.

-Te quiero hermano -fue lo que dije. Y por un momento pude sentir como Liam extrañamente dejaba de respirar, con el cuerpo tenso, pero a los segundos sentí como sus fuertes brazos envolvían mi espalda, devolviéndome el abrazo y su respiración volvía a la normalidad.

-Yo también te amo, Owen-susurró abrazándome con fuerza.

Ambos sabíamos que nuestra relación se había estado rompiendo con el paso del tiempo luego de que nuestros padres se fueron, sin embargo, ninguno de los dos se quería dar por vencido, nosotros somos hermanos...para las personas que lo han perdido todo, lo que más hay que valorar es a los que quedan a nuestro lado. Por eso es que en momentos como esos no podía evitar querer llenar de mimos a mi hermano.

-Bueno, será que mejor que salgamos ya antes de que ambos nos pongamos a llorar como nenas-termino diciendo mi hermano para separarse de mí y luego levantarse- Ve y cámbiate

- Okay, ya vuelvo -le deje un beso en la mejilla y luego salí corriendo hacia mi habitación escaleras arriba

L

Después de que subiera las escaleras y desapareciera de mi campo de visión, el peso de mis sentimientos y de innegable belleza cayó de lleno sobre mi pobre corazón.

Ese día él traía puestos unos shorts cortos deportivos que hacían ver a sus piernas largas y en extremo delicadas, como naturalmente eran al igual que todo su ser, cubriéndolo tenía uno de mis gigantes suéteres para dormir que él tanto adoraba robarme de vez en cuando y que tanto amaba yo como lo hacía ver tan pequeño y adorable. De más está decir que sus onditas marrones estaban totalmente desordenadas, enmarcando el resto de sus facciones tan delicadas.

Su hermosura realmente rebasaba los límites, a mí sinceramente se me hacía difícil controlarme, pero sabía que tenía que hacerlo. Después de todo él me ve y siempre me ha visto como su querido "hermano mayor", pero el simple hecho de pensar en ello hace que se me estruje el corazón. En parte porque no es del todo cierto, ya no al menos.

Ni siquiera le he dicho de ese tema...

Owen nunca supo la verdad acerca de nuestro verdadero lazo familiar, y realmente nunca había encontrado el mejor momento para decírselo, en parte por el hecho de que le caería como un tremendo balde de agua helada, y después seguro me odiaría por mentirle todos estos años. ¿Pero como no hacerlo? Si desde pequeño le he ocultado toda la verdad, incluso sobre nuestros padres...Decírselo sería demasiado duro para él, y el miedo a que colapse al decírselo siempre está presente en mi pecho.

Después del suceso de nuestros padres, él siempre tenía esa mirada tan perdida y llena de remordimiento, su mirada tenía vida, pero no era aquella que tan deslumbraba a la vista, como si no tuviera suficiente fuerza como para sacarla a relucir. Sin embargo, al hablarle o preguntarle como estaba, él me dedicaba siempre una sonrisa, por más diminuta que fuera, por más que estuviera cansado o deprimido, él sonreía. Para mí.

Owen es una persona muy rota, más que yo, y más que nadie que hubiera conocido, pero es la persona más fuerte, dulce y gentil que yo haya visto en toda mi vida. Todo lo que él es me encanta, absolutamente todo de él es perfecto. Por eso no puedo evitar tener estos sentimientos por él. Por más que intente reprimirlos o ignorarlos, nunca lo logro. Amo a Owen...pero no puedo decírselo, al menos no todavía...

O

Después de haberme cambiado, me dirigí nuevamente con mi hermano, quien se hallaba esperando al lado de la puerta ya con su elegante saco puesto y las llaves del auto en la mano, más su expresión de mostraba algo afligida. Extrañado ladeé la cabeza.

¿En que estará pensando?

-Oye, come galletas-lo llamé intentando captar su atención.

De inmediato salió de su ensimismamiento y me miró dibujando una cálida sonrisa en sus labios.

-¿Que pasa enano?-se burló mirándome desde la puerta.

- ¿Nos vamos ya? -me apresuré a llegar a su lado.

-Como usted diga majestad -me abrió la puerta del garaje con una sonrisa y siguió mis pasos, una sonrisa burlesca sobresaliendo en su rostro.

Un familiar tic en mi ceja se hizo notar.

-No me llames así o...-

-¿O qué?-miro amenazante- ¿Me va a pegar su tacón por la cabeza, majestad?-me picó.

Mis mejillas tomaron un tono rojo vivo al escucharle llamarme así. Pero por supuesto no le iba a dejar tener la última palabra, y lo siguiente que sintió fue el golpazo que le propiné en la cabeza lo suficientemente fuerte como para conseguir dejarlo chillando como bebe, mientras que yo tranquilamente seguí mi camino hasta el auto de Liam, quién se seguía quejando y sobando su cabeza con un puchero en sus labios.

-Eres un salvaje -me dijo entrando al auto.

-¿De quien lo habré aprendido...?-hablé con sarcasmo mientras me ubicaba en el puesto del copiloto y cerraba la puerta.

Liam solo me fulmino con la mirada, para luego darle al botón del portón y arrancar el auto.

En el viaje no dijimos casi nada, no era un silencio incómodo, pero...si un poco apagado, así que prendí la radio y de inmediato empezó a sonar la canción "Hello" de Adele, la cual enseguida empecé a cantar.

Liam me miró como si fuera una cosa rara, pero después sonrió y los dos comenzamos a cantar al mismo tiempo que llegaba a la emoción de la canción, donde, por supuesto los dos desafinamos épicamente riéndonos al mismo tiempo hasta terminar la canción. Al final terminamos riendo a carcajadas, como antes, cuando siempre hacíamos estupideces para hacer reír al otro.

-Deberías ir al Americans Got Talent, seguro que explotar los tímpanos de mil cuatrocientas personas solo con la voz es digno de un premio - dijo recobrando el aire después de haber reído tanto.

-Lo sé...-dije también intentando respirar más tranquilamente- Pero aún y eso sigo siendo más guapo que tu.

-¡Ja! Ya quisieras enano. Eres más lindo que cualquiera en este mundo -me miró de reojo con diversión- pero jamás, más guapo que yo-se burló con su típica sonrisa de hermano mayor de siempre.

Ahora fui yo quien lo fulminó con la mirada para poco después caer en pequeñas y divertidas risas junto con él.

Poco después, por fin llegamos al supermercado. Al Liam estacionarse, ambos nos bajamos de auto y nos dirigimos al interior del local, donde paseamos por los pasillos llenos de variedad de productos y alimentos en busca de lo que queríamos.

Mientras íbamos paseando por todos esos pasillos, ambos señalábamos varias cosas que nos gustaban, en especial yo, en todo lo que tenga que ver con comida soy un completo caprichoso, y adicto, especialmente a los dulces. Siempre me vuelvo medio loco cuando veo dulces.A mi hermano de dibuja una sonrisa en el rostro al comportarme de esa manera, aunque sea vergonzoso...me encanta hacer sonreír a mi hermano.

Cuando ya tuvimos todo, fuimos a la caja para finalmente pagar los productos y de inmediato fuimos en dirección al auto. Pero, casi llegando al auto, en la entrada del estacionamiento, mi mirada se cruzó con la de un chico, que por lo que podía notar, tenía casi la misma edad que yo, sus ojos eran impresionantemente negros y profundos, su cabello era avellana queriendo a amarillo, por supuesto era mucho más alto que yo, su tez era un poco más dorada que la mía, muy atractivo.

Apenas nuestras miradas se conectaron, él paró en seco, me miró fijamente con los ojos bien abiertos. Sin darme cuenta yo también me había detenido.

No podía quitar mi mirada de sus ojos ni él de los míos, era como si estuviera hipnotizado. Sus ojos brillaban de una manera indescriptible, parecía como si estuviera diciéndome algo con la mirada, pero no podía descifrarlo. Y lo único que se me vino a la mente fue... ¿Quién es él?...

-¿Owen?... ¿Sucede algo?-me llamó mi hermano sacándome del pequeño transe en el que estaba metido, devolviéndome a la realidad.

-No, no pasa nada-le dije sonriéndole dándole a entender que estaba bien.

Él me miro un poco desconfiado y luego, por la intriga volteó a ver en la misma dirección que yo hace unos momentos, e inconscientemente hice lo mismo. De inmediato note que el chico ya no estaba. Mire a todas partes buscando algún índice de él, pero simplemente había desaparecido al volver a voltear, dejándome desconcertado.

Sin embargo, escuche el llamado de Liam desde el auto y no tuve más opción que seguir caminando hasta el auto junto a él. Pocos minutos después Liam y yo nos sumergimos en un debate entre ir películas deberíamos ver, de la cual al final decidimos que sería un especial de terror, y el suceso anterior simplemente se fue de mi mente.

. . .

Al finalmente llegar, ambos nos dirigimos a nuestras habitaciones a darnos un baño. Al terminar, me puse mi pijama, la cual estaba perfectamente doblada en el centro de mi cama. A diferencia de mi hermano, yo era bastante organizado, en cambio mi hermano es un desorden, tanto su habitación como su itinerario, a veces me siento como su mamá, siempre me encargo de que su cuarto este ordenado, le preparo el almuerzo para el trabajo, y me aseguro de que este al día con su itinerario. Es un poco agotador en ocasiones, pero es lo menos que puedo hacer por él, después de que me cuidó toda la vida, es tiempo de cuidarlo a él también.

Me cambié primero que Liam, así que decidí empezar a preparar las palomitas. Yo prefería hacerlas caseras, las de la tienda tenían demasiadas calorías, y siempre exageran con la mantequilla, las hechas en casa son mucho mejores, además que a Liam también le encantan mis palomitas caseras. Al poco tiempo de haber empezado a prepararlas, llego Liam por las escaleras, ya con su pijama puesta, un mono gris oscuro de tela suave, una camisa negra de manga corta y sus pantuflas de panda que siempre me hacía soltar unas cuantas risitas.

Liam a pesar de ser un adulto sigue teniendo uno que dos gustos de niño pequeño.

Él se dirigió a mí y de inmediato empezó a preparar unos batidos de chocolate que sabe que me encantan.

-No puedo creer que ya estés en la universidad-susurró suspirando con nostalgia, a lo que yo me voltee a verlo de inmediato.

-Si...hemos pasado por tantas cosas...-dije de la misma forma que él anteriormente.

Hubo un breve silencio después de eso.

-Es duro ver que te vayas-dijo finalmente sin desviar la vista de lo que hacía.

Esto me impresiono de tal manera que no pude evitar dirigir mi mirada hacia él.

-¿Irme? Liam ¿De que estas hablando?-le pregunté tomándolo de los hombros para verlo de frente.

-Ya eres un adulto, vas a empezar la universidad, te mudaras...y ya no habrán muchas ocasiones que podamos pasar juntos como ahora...

Liam...

-Oye ¿Como crees que voy a poder dejarte?-le dije con un tono de voz suave.

Él levanto la vista y me miró con los ojos bien abiertos.

-Jamás podría dejarte solo...-hice una pausa- Después de todo lo que hiciste por mí, después de que estuviste cuidándome y dándome fuerzas a lo largo de toda mi vida ¿En serio crees que podría dejarte solo?

-Pero no quiero que estés encadenado a mí por eso...no quiero que te sientas endeudado conmigo ni tampoco que quedarte a mi lado sea una obligación-me miró a los ojos con tristeza- Quiero que sonrías, que vivas tu vida a tu gusto y no encadenado a algo que no quieras hacer...-bajó la mirada melancólico al terminar de decir aquello.

De repente sentí una fuerte punzada en mi corazón, el ver a Liam de esa forma, y diciendo aquellas horribles palabras, y peor aún enterarme de que eso estuvo pensando todo este tiempo hace que mi corazón se estruje de una forma extremadamente dolorosa.

-Liam...-busque la manera de que mis ojos encontraran los suyos- Eres la única persona en el mundo que realmente estuvo conmigo en todo momento, incluso en los más deprimentes y difíciles, siempre creíste en mí...eres el único que me dio una sonrisa cuando el mundo me dio la espalda...-mi voz empezó a quebrarse- Si realmente me sintiera encadenado a ti, no te amaría como te amo ahora-lo miré con amabilidad.

Liam, ante esto se abalanzó sobre mí y me abrazó con fuerza de la cintura, escondiendo su rostro entre mi cuello y mi hombro, sin intención de querer dejarme ir. Sin dudarlo rodeé su cuello y hombros devolviéndole el abrazo.

Liam es la única persona que me amó cuando todos me rechazaron...fue duro, y sé que le causé molestias, no puedo negar que me siento en deuda con él, ¿Pero cómo no hacerlo? Aunque a pesar de sentirme así, no necesito cadenas para mantenerme con él. El amor que tengo por mi hermano es infinito, sin él mi vida ya no valdría nada, y me sentiría vacío, mi hermano es todo lo que tengo, y todo lo que amo...por nada del mundo me alejaría de él.

-Owen...-dijo separándose de mí mirándome a los ojos  con una cálida sonrisa- No sé qué hice para merecerte, pero sea lo que sea, me hizo la vida completa.

Sin poder evitarlo, unas cuantas lágrimas resbalaron por mis mejillas, y ahora fui yo el que se abalanzó sobre Liam para abrazarlo. Él me rodeó con sus brazos, y ambos nos fundimos en otro cálido abrazo. Y poco después empecé a notar que Liam me estaba apretando más de la cuenta.

-Em...Liam, necesito respirar para poder vivir-dije casi asfixiándome entre sus brazos.

-Tranquilo, luego te doy respiración boca a boca -bromeó


- ¡Liam! -grite riéndome.

A los instantes de decir eso Liam me soltó con suavidad también sonriendo y me acarició el cabello con suavidad, a lo que no pude evitar sonreír.

- Pareces un niño pequeño cuando sonríes así -tío con ternura y froto su maíz con la mía, haciéndome soltar unas risitas.

-¡No soy un niño!-reclamé haciéndome el enojado.

-Lo sé-me miró con dulzura, a lo que yo lo miré de la misma forma.

Por último depósito un suave beso en mi frente, y luego decidimos que ya estábamos bastante hambrientos así que  encargamos de terminar finalmente las palomitas y las bebidas. Al terminar, tomamos todo lo anterior mencionado y nos dirigimos a la sala y me senté en el amplio sillón de cuero negro que se encontraba en frente del televisor, mientras que Liam insertaba en el DVD la película de terror de compramos. Luego se dirigió hacia el sofá nuevamente y se sentó a mi lado, tomando el control remoto del televisor y el del DVD, prender ambos en orden y darle play a la película.

Algo que Liam y yo teníamos en común, eran las películas de terror, a ambos nos volvían locos, aunque al momento de verlas nos moríamos de miedo, nos encantaban, a veces pienso que somos masoquistas al ver cosas así. Pero es una de las cosas que amamos compartir juntos, así que supongo que no importa, después de todo él y yo somos muy raros.

Empezamos a ver la película tranquilamente, sólo al principio, como en toda película de terror, no tuvimos miedo, sin embargo, luego de que se fuera desarrollando más la historia, en minutos empezamos a sentir tensión y escalofríos por todo el cuerpo.

-Sé que se va a aparecer en el bendito closet-dijo Liam mientras se metía unas palomitas a la boca sin quitarle la vista a la película.

Liam

Segundos después de haber dicho eso, el ente apareció de golpe en frente de la pantalla, haciendo que ambos diéramos un salto del susto al mismo tiempo que soltábamos unas cuantas risitas.

Owen se había encogido un poco en donde estaba cubriéndose más con la cobija que lo cubría, acto que me pareció muy adorable. Su belleza realmente se hacía notar en todo momento, me vuelve loco tanta brillantez, es simplemente hermoso.

Al notar que esos pensamientos estaban haciendo que mi autocontrol empezara a perderse, volteé mí mirada nuevamente hacia la película e intente ignorarlos, sin embargo, de repente siento un peso sobre mi hombro, Owen se había recostado de mí cubriendo todo su cuerpo con la manta. Lo miré impresionado ante esta repentina acción.

- ¿Owen, que haces?-le pregunte un poco nervioso.

A este paso me será difícil controlarme

-¿Acaso no recuerdas...que antes yo siempre me acurrucaba contigo cuando veíamos películas juntos?-me dijo tranquilamente sin despegar la mirada del televisor.

-Si, lo recuerdo, pero ya eres grande

-Lo sé, pero tú y yo somos hermanos después de todo... No veo cuál es el problema

Pues yo sí... A este paso terminare besándote

Intenté desviar mi vista nuevamente al televisor, pero de repente siento como Owen se desliza más hasta mi pecho.

-No sabes cómo extraño cuando tu  yo éramos pequeños...éramos tan unidos en esos tiempos...

-Sí, lo éramos-le respondí con una voz pobre.

-Aún lo somos ¿No?-alzó la vista un poco para verme con esos grandes ojos brillosos que tanto me encantaban.

Suspiré levemente.

- Por supuesto que lo somos-le dije rodeándolo con mis brazos, dejando que él se acomodara más en mi pecho, acurrucándose en él tiernamente- Solo que el tiempo no nos deja estar tan juntos como antes-lo abrace más contra Liz.

-El tiempo no está de nuestro lado-refirió con un poco de molestia- Nadie lo ha estado nunca...

Al escuchar eso, le acaricié cabeza, enredando mis dedos en su delicada cabellera.

-Es cierto...-suspiré- Por esa misma razón es que nos mudamos. Aquí podremos empezar desde cero, y conocer a personas que en verdad nos apoyen

Él me miro con un pequeño brillo en sus ojos, como esperando que eso fuera verdad. Él ya no es muy seguro de sí mismo, tampoco confía mucho en las demás personas, pero sé que siempre intenta encajar y adaptarse.

-¿Seguro que seremos felices aquí?-me preguntó volviendo a dirigir su vista al televisor.

- Si -le sonreí- Tu solo confía en mí, voy a hacer que todo mejore pronto

Él no dijo nada, sin embargo pude ver de reojo como una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios. Luego lo volví a abrazar mientras que él se volvía a acurrucar en mi pecho, y nos quedamos justo así hasta el final de la película.

. . .

Al esta haber culminado la película, dirigí mi vista a Owen, notando al instante que ya se había quedado profundamente dormido. Con cuidado lo tomé en mis brazos, y sin despertarlo lo llevé a su habitación.

Al llegar a esta, tuve cuidado de no hacer mucho ruido al pasar por la puerta, y de no moverme mucho para no despertarlo. Luego lo deposite suavemente en su cama y lo cubrí con las suaves sábanas blancas.

Por unos instantes sólo pude contemplar su bello rostro, e involuntariamente me acerque a él ,directo a sus labios con la intención de sentirlos aunque sea un poco, sin embargo, antes de siquiera rozarlos me detuve.

No puedo hacerlo...

No podía hacerle eso a Owen, no sería correcto, a pesar de realmente no ser hermanos de sangre, igual no sería correcto, mi buen juicio es demasiado estricto y me lo impide siempre. Pero, de todos modos, me acerque nuevamente a su rostro, poniendo mi mano delicadamente en su mejilla, acercándome lentamente hasta dar con su frente, depositando en este un beso lleno de mi amor por él, cerrando los ojos fuertemente en un intento por controlarme a mí mismo.

Sé que Owen no me ama de esta forma... Sé que es casi imposible que algún día él y yo podamos estar juntos como una pareja... La vida nunca lo quiso así y tal vez nunca lo querrá...pero no puedo evitar sentir este feroz sentimiento por él, y tampoco puedo olvidarlo...mi corazón no me deja hacerlo... Y sinceramente no quiero hacerlo... Quiero que mi corazón le pertenezca únicamente a Owen... Aún si duele... Aún si significa la muerte... Lo amo... Siempre lo amé... Y siempre lo amaré... Hasta que no quede nada de mí... Lo amo... Lo amo... Lo amo...

-Te amo, Owen-susurré suavemente besando su frente una vez más, seguido de sus adorables mejillas, sus ojos y por último su nariz.

Realmente me era extremadamente difícil controlarme, en situaciones así, cuando tengo a Owen justo frente a mí, con la oportunidad perfecta para sentirlo al menos un poco, pero sabiendo que no es correcto, lo arruino todo. No es agradable en lo absoluto... Me molesta...

Permanecí viendo a Owen por unos minutos, solo admirando su desbordante belleza que tan loco me volvía, esos delicados parpados tan relajadamente cerrados, sus largas pestañas, como su piel se ilumina tan lujuriosamente con el rose de la luz que se escurría por las cortinas, y sus labios, tan rojos y delicados, parecían como los de un ángel, todo él era completamente angelical. Y a pesar de mis fuertes deseos, salí de la habitación y cerré la puerta tras de mí, me recosté de ella suspirando pesadamente y miré al techo

Por qué tengo amarte tanto?...Owen...

. . .
Hola a todos los lectores/lectoras que se han tomado el tiempo de empezar a leer esta historia, mis más sinceros respetos y agradecimientos a todos/todas. Esta es mi primera historia larga, o novela.-si prefieren llamarlo así-.de modo que al principio me voy a tardar un poco actualizar mensualmente, que es como tengo planeado hacerlo, pero les prometo que me esforzaré para que no tengan que esperar tanto por un nuevo capítulo, así que, nuevamente gracias por estar aquí y por favor dejen sus comentarios y consejos, voten si así lo desean, y sobre todo disfruten lo que con amor y zukulentidad escribí y seguiré escribiendo para ustedes.

Nos leemos pronto;D


...

Continue Reading

You'll Also Like

72.1K 3.9K 85
Enamorarse fue fácil. Lo que viene después es el verdadero desafío... Keeping 13 «Los chicos de Tommen #2», de Chloe Walsh.
375K 30.7K 20
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se...
114K 10K 71
Júlia Fort García es la hermana mayor del joven lateral del Fc Barcelona Héctor Fort,el club invita al equipo a un partido de la sección femenina,est...
6.7M 249K 62
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...