El mundo color Matilda

By giula_jpg

1M 130K 63.8K

- CONTROVERSIAL, NO APTA PARA MENTES CERRADAS - Ella es un color intermedio formados por dos distintos, segú... More

El mundo color Matilda
Booktrailer
Personajes e Instagram.
Prefacio.
Capítulo 1: Felicitaciones, presidenta.
Capítulo 2: ¡A buscar otro libro!
Capítulo 3: No sé, bailate una cumbia.
ACERCA DEL DALTONISMO.
Capítulo 4: ¿Desde los 12 años?
Capítulo 5: Ese tonto de las acuarelas.
Capítulo 6: No voy a rendirme tan fácilmente, Matilda.
Capítulo 7: Solo un mes.
Capítulo 8: ¿Confías en mí?
Todo se renueva
Capítulo 9: No deberías estar enamorado de una hipócrita.
Capítulo 10: ¿Estás bien?
Capítulo 11: ¿Todo bien?
Capítulo 12: ¿Recompensar?
Capítulo 13: Las cosas podrían haber sido muy diferentes.
Capítulo 14: ¿Amigo?
Capítulo 15: Bien, creo que nos atraparon.
Capítulo 16: Matices.
Esto te va a gustar.
Capítulo 17: Mejor que nunca.
Capítulo 18: ¿Fiore dónde está?
Capítulo 19: Julián, cada día estás más loco.
Capítulo 20: Te esfumabas con el viento que crecía en Abril.
Capítulo 21: Y después ya no recuerdo nada.
Capítulo 22: Callando no se soluciona nada.
Capítulo 23: ¿Tu culpa?
Capítulo 25: ¿Matilda, qué estás haciendo?
Capítulo 26: Quiero morirme.
Capítulo 27: Mi hermana.
Capítulo 28: Jamás, ¿me escuchaste?
Capítulo 29: No te vamos a dejar hundir.
Capítulo 30: Tal vez hoy no tenga que volver.
Capítulo 31: Ella es la verdadera chica del video.
Capítulo 32: Que algún día me entiendas.
Capítulo 33: ¿Te encuentras bien, Lorena?
Capítulo 34: Austin no puede con su genio.
Capítulo 35: Está... ¿embarazado?
Capítulo 36: Y en ese momento yo los amaba.
Capítulo final: El mundo color Matilda.
Epílogo.
Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón.
Capítulo especial: Un gusto conocerte, presidenta.

Capítulo 24: Feliz cumple, vice.

16.5K 2.4K 1.1K
By giula_jpg

―¡Ay, no! Está mirando hacia nosotras ―susurra Flor con histeria―. Que no venga, que no venga, que no...

―Tarde, Manuel ya está viniendo para acá ―Le aviso.

―Florencia, haceme un favor y compórtate, no queremos que lo asustés ―refunfuña Nadine.

―Quiero que me oculten, ¡por favor! ―chilla Flor.

―No, basta, Florencia ―La regaño―. ¡Eh, Manu!

Él llega hasta nosotras tres algo vacilante.

―Hola, chicas, ¿todo bien? ―Nos saluda Manuel con una sonrisa.

―Más que perfecto, en especial Flor ―suelta Nadine con notables intenciones.

Manu sonríe y mira hacia sus pies demostrando nerviosismo.

―De hecho ―Levanta la cabeza y mira hacia Flor―, Flor, necesito hablar con vos, a solas, en lo posible.

―Sí, nosotras nos íbamos ―Tomo la mano de Nadi y tiro de ella. Flor abre sus ojos odiándome con la mirada, pero sé que me lo agradecerá después―. Nos vemos después, chicos.

―No puedo creerlo, pensé que esos tontos no hablarían nunca acerca de sus sentimientos ―expone Nadine mientras volteamos a velos―. En fin, ¿vamos a la cafetería?

―Sí, por favor, mi cuerpo se carcome del hambre ―contesto.

―No me contaste, ¿cómo sigue Fabri? ―Me pregunta Nadine

―Mucho mejor, en unos días va a poder volver a la escuela ―le comento―. El desgraciado está viendo una película o serie distinta cada vez que le pregunto.

―¡Qué envidia! ¿Y... Damián? ―dijo incómoda.

―Nada, de él no sé nada y prefiero que siga así ―respondo.

―Todos esperamos lo mismo, aunque ¿sabías algo? No me cierra que hasta acá pare ―niega con la cabeza y muerde su labio inferior, un signo cuando está algo preocupada o nerviosa―. ¿Cómo podemos saber que esto era todo lo que tenía en mente?

―Aunque me cueste admitirlo, pienso igual y no somos las únicas dos. Ya no salgo sola ni a la esquina después de lo que pasó, mi familia está hiper atenta a lo que hago o a lo que hace Fabricio ―añado.

―Hay muchas chicas que ya no te bancan por lo que pasó con Damián. No saben nada, ni creen lo que pasó en verdad, solo que calumniaste a Damián y sus amigos, y como Fabricio es el hijo de David, lograste que los echaran.

―No, ¿acaso es una broma? ―demando―. ¿Cómo no van a creerme? Si hay evidencia hasta en video.

―Lo sé, son de lo peor. Pero no importa, con el tiempo se darán cuenta de la verdad ―mira a su costado con sorpresa―. Eh, ¿ese no es el novio de la hermana de Fabricio? No puede ser tan lindo, es de no creer.

―Sí, es Austin. ¿Qué estará haciendo acá? ―Le hago una seña y lo saludo con la mano, automáticamente él ensancha su sonrisa y viene casi disparando hacia nosotras.

―¡Hola, mocosas de secundaria! ¿No deberían estar dentro de sus aulas? En mis tiempos yo era todo un ejemplo ―habla jactándose de sí mismo.

―Es que nuestro profesor no vino y por eso tenemos un rato libre ―responde Nadine.

―¿Y a vos qué te trae por tus antiguos aposentos escolares? ―inquiero cruzando de brazos.

―Sí, quería hablar contigo. En realidad, Agnus era la que quería hablar, pero está bastante ocupada editando su libro así que básicamente me envió aquí ―confiesa.

―¿Fabri está bien? ―Me preocupo.

―¡Sí, el puberto desmayador está genial! Bueno, exceptuando la parte de sus moretones, lastimaduras y que camina deformemente... ―habla para sí mismo más que para nosotras―. Salvo por eso, muy bien. Es solo que queremos organizarle una fiesta sorpresa.

Este chico es raro... ―me susurra Nadine.

―Me gusta mucho la idea, ¿puedo ayudar en algo?

―Exactamente por eso estoy aquí, pequeña mocosa rubia ―Me da un golpecito en la nariz con sus uñas―. Mamá quiere... bueno, la mamá de Agnus quiere que sea en su casa, así que ese día tendrás que llevarte a Fabri a dar alguna vuelta con la excusa de que estuvo demasiado tiempo encerrado, mientras nosotros organizamos el resto. Lo bueno es que él casi ni baja de su habitación, así que por el momento no se ha dado cuenta de nada.

―Sí, cuenten conmigo, encantada de ayudar ―le sonrío.

―A mí no me engañas, pequeña mocosa rubia, lo que quieres es quedarte a solas con Clas... ¿eh?, ¿eh? ―Mueve sus cejas de arriba abajo―. Mira que los Clas tienen fuertes poderes de seducción.

A mi lado Nadi comienza a reír.

―¿Qu-é decís? ¡Nada, nada que ver! ―chillo.

―Como digas, como digas. Bueno, después necesito una lista de invitados que... ¡Eh, Blake! ―Austin sonríe mirando detrás de mí. Al voltearme veo que se acercan Blake junto a Candela y Byron.

―¡Austin! Qué bueno tenerte por acá, justo le estaba contando Byron, algunas anécdotas de chicos. Te lo presento, él es Byron ―dice Blake señalando a nuestro profesor de arte.

―Hola, Austin, un gusto conocerte ―suelta Byron.

―Igualmente y te admiro por soportar el drama de estos dos ―Señala a Candela y Blake.

―Ah... ya me he acostumbrado ―responde Byron.

―¡Oye! ―chilla Candela.

Amo esto porque es como si se hubieran olvidado de nosotras.

―¿Ustedes no tendrían que estar en sus aulas? ―Nos pregunta Blake.

Bueno, al parecer no.

―¡Que tenemos hora libre! ―con Nadine respondemos al unísono.

¡Qué hartantes los profesores cuando no nos ven dentro del aula!

―¿Y se ponen a charlar en su tiempo libre? ―inquiere Candela―. ¿Recuerdan cuando en nuestras horas libres nos dedicábamos a estudiar? ―Se miran y sueltan una carcajada estrepitosa que nos hace sobresaltar.

¿Me parece a mí o las cosas están mejores entre el psicólogo y la profe? Nos miramos de reojo con Nadine y sonreímos al darnos cuenta que pensábamos lo mismo.

―Bueno, después Micro... Agnus se comunicará contigo para ver lo del puberto desmayador ―Me dice Austin.

―Dale, la espero entonces. ¡Chau!

Aprovecho para escapar con rapidez mientras tiro nuevamente de Nadine.

―Che, ¿no notaste las miraditas entre Blake y Cande? ―Le pregunto cuando ya nos alejamos de ellos.

―¡Sí! ―chilló con emoción―. ¿Habrá pasado algo entre ellos? ¿Dónde está Flor cuando se la necesita?

Volvemos a compartir una mirada cómplice.

―Mucho amor por el aire...

―Y mucha soltería en mi vida ―susurra Nadine.

Estoy parada en el umbral de la puerta de la habitación de Clas. Él no se dio cuenta de que estoy observándolo como la niña que fui a mis doce años. Él está sentado en su cama con un block de hojas tamaño oficio, pintando con colores y concentrado al cien por ciento. Here as in Heaven de Elevation Worship suena de fondo. De hecho, parece como si dibujara un cielo, incluso más precioso del que veo todos los días; tiene diferentes matices, trazos, combinación de colores y otras cosas que seguro estoy ignorando, ya que del tema sé muy poco y la artista no soy yo. Pero lo que sé es que en estos momentos me fascinaría ver sus dibujos y cada pintura como él las ve. Ver sus colores originales y no esa gama monótona que suelo contemplar. Suele sucederme a menudo, pero hoy más que nunca, más que siempre, me encantaría por un instante, tan solo un instante, tener sus ojos para poder apreciar el arte como se lo merece.

No quiero interrumpirlo porque es como si volara junto a esos colores en su mano, como si soñara sobre la hoja que poco le queda de blanco. Es precioso y casi mágico verlo de esa forma, de esta manera lo conocí por primera vez; en su hábitat natural, pintando mientras los demás niños correteaban de acá para allá. ¿Cómo nadie fue capaz de notarlo más que yo? Creo que es porque no puedo ver los colores como me hubiese gustado, pero si pude verlo a él, quien los ama con locura. Estoy enamorada de alguien que ama los colores y que él está enamorado de quien no puede verlos. Qué irónico.

No sé en qué momento levanta su mentón y casi me veo reflejada en sus pupilas oscuras. Hay como una chispa que se enciende cuando me ven; sus hoyuelos creciendo, gracias a su sonrisa destructora, lo delatan.

―Viniste...

―Feliz cumple, vice ―Le devuelvo una sonrisa casi alucinada por la suya. Llego hasta él y lo abrazo con cuidado, sin embargo, él me atrae más envolviéndome entre sus brazos ―. No me abraces tanto, podés lastimarte.

―Ah, cállate y no arruines el momento.

―Te traje un regalo ―Le aviso después de besar su mejilla.

―Eres el mejor regalo de cumpleaños ―indica con la mayor tranquilidad del mundo, casi siendo inconsciente de que esas palabras disuelven el mío.

―Tomá ―Le entrego la bolsa que traía conmigo.

Parece como un niño desenvolviendo un regalo y tirando la envoltura sin tener un mínimo cuidado de romper el papel del entusiasmo. Siempre me pregunté por qué muchas personas cuidaban tanto no romper el papel de regalo, al punto de cuidarlo más que al mismísimo regalo, si lo que importa está en el interior de este. El día en que el mundo entienda pequeños detalles como estos, nos daremos cuenta de todo... esto me incluye a mí.

―Wow, me encantan ―señala con una sonrisa mientras saca una por una las remeras que le compré. Son tres en total: dos son blancas y la última es gris. Todas lisas porque a él le gusta pintarlas a su manera. Junto con ellas un set de pinturas para tela permanente que Iris me ayudó a elegir ―. Eres increíble, Matilda. Muchísimas gracias.

―No es nada, me alegro que te gusten.

―¿Sabías qué me gustaría aún más? Un beso tuyo.

Entonces no hace falta que lo pida dos veces.

Vieron qué capítulo más dulzzze??

Les gustó? 

Demasiada felicidad... no creen?

Veremos cómo sigue esta historia en el próximo capíiitulooooooooooooo.

No se olviden de votar, comentar y compartiiiiiiiiiirrrr

 Les recalco esta frase: Siempre me pregunté por qué muchas personas cuidaban tanto no romper el papel de regalo, si lo que importa está en el interior de este, al punto de cuidarlo más que al mismísimo regalo. El día en que el mundo entienda pequeños detalles como estos, nos daremos cuenta de todo.

Continue Reading

You'll Also Like

179 74 20
¿Cuánto amor se necesita para sanar a alguien? ¿Cuánto dolor se necesita para destruir? La vida es como un boomerang, todo lo que hagas te será devu...
88.5K 4.8K 11
Namjoon maltrata a su esposo Yoongi, lo golpea, le grita y muchas veces lo manda al hospital, pero Yoongi no lo deja por miedo que le quiete a su ad...
385K 18.8K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
3.2K 457 16
Recién divorciado y con un hijo, Pete conoce a un enigmático alfa y durante una noche se pierde en el deseo y la pasión que nunca tuvo con su exespos...