Pov's Eun Ah
Desperté muy cansada, y un poco a dolorida del cuerpo, sin duda ayer no había sido mi día, fue divertido lo admito el problema fue que termine cansada.
El lado positivo de todo ésto era que hoy es sábado así que podré levantarme un poco tarde de lo normal y tomar una ducha para sentirme mejor.
Ah... Ya se que se preguntan qué pasó exactamente ayer...
Bueno ayer fue un día divertido, incluso la persona más fría que conozco se abrió un poco y fue cálida... Pero sólo por un momento, literal.
Quizá esperen una historia un poco romántica de lo que pasó ayer, y la verdad yo también esperaba algo bueno... Pero no fue así.
*Flashback*
—Eun Ah debes ir por el balón...
*********
—¡No corras en dirección contraria!
**********
—¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?!
*************
—Mira... Tomemos un descanso... Esto es más difícil de lo que pensé...
*Fin del flashback*
Lo que creí que sería una clase perfecta con Jin Young como maestro, terminó en un caos. Todo el tiempo se la pasó regañandome y todo esto es porque yo y los deportes simplemente no podemos llevarnos bien.
¡AH! me muevo frustrada en mi cama, el recordar eso me hace querer levantarme lo antes posible y así lo hago.
Me doy una ducha, me pongo ropa cómoda —ya que todavía tengo que ir a trabajar en unas horas— y recojo mi cabello en una trenza, quiero sentirme un poco cómoda el día de hoy no tengo tantos ánimos.
Bajo con intensiones de preparar el desayuno para mí y para mi madre, pero parece ser que me ha ganado, ya que la encuentro en la cocina preparándolo.
—Por fin despertaste —dice al verme entrar por la puerta de la cocina.
—Si... ¿Necesitas ayuda en algo? —digo levantando las mangas de mi suéter con intenciones de ayudar en algo.
—Sí, ¿podrías poner la mesa? —muevo la cabeza en señal de aprobación y me dirijo acomodar los platos y cubiertos en sus respectivos lugares.
—¿Lograste descansar bien? —cuestiona mi madre sentándose enfrente de mí.
—Algo así... —No, en realidad había sido de mis peores noches— Y tú, ¿Dormiste bien?
—Supongo que igual que tú —dijo con cara de cansancio. A lo que reímos las dos por ese comentario.
—¿Cómo vas con aquel chico? ¿Te has sentido mejor? O ¿Él se ha sentido mejor?
Ni siquiera había puesto mis planes en práctica, es más creo que ni siquiera tenía un plan en concreto —Aún no he hecho nada, no se me ocurre algo, y no es tan fácil como lo imaginaba—pensé.
Cambié el tema con mi mamá y al parecer se dió cuenta, pero no intentó regresar a él.
Subí a mi cuarto y me cambié.
Después salí de mi casa, hacia la parada de autobuses. Sentí que el tiempo de espera era eterno. Decidí no tomarle mucha importancia. cuando por fin paso el autobús, ví la hora y era tardísimo, pero el autobús se siguió de largo y no se detuvo en la parada... Lo había perdido.
Pov's JB
Mi mirada se encontraba puesta en el piso reluciente, que mi compañera se encargaba de pulir con intenciones de que cualquiera que pasara por ahí, pudiera apreciar su reflejo en éste. Pero en mi caso era lo contrario, yo no me centraba en mi rostro, el cual se reflejaba ahí. Mi mente estaba puesta en otro lado, y no podía dejar de darle vueltas al asunto.
*Flashback*
—JB, podrías hacerme el favor de traer las cuentas que deje sobre el escritorio por favor — los gritos de Hana se oían por toda la casa.
Y eso me causaba un poco de gracia.
Hice caso a su petición y una vez que tenía esos papeles en mi mano y estaba dispuesto a salir, hubo algo peculiar que llamó mi atención. Una cajón se encontraba entreabierto y se podía observar una caja asomarse de éste.
No me contuve, y por supuesto mi curiosidad pudo más que yo y en cuestión de segundos, ya estaba con esa caja en mis manos.
La abrí y me encontré con lo que creí no volver a ver después de ese entonces... —Esa hoja que una vez firmada se convertía en Un certificado de adopción—llevaba en ella el nombre de. Seo Ha Na
*fin del flashback*
Mi infancia no es algo que quiera recordar, ya que todo lo que pasó en ella es considerado para mi como algo malo, a excepción de Hana, ella es lo único bueno que paso en ella. Y siempre estuvo ahí para ayudarme.
No me preocupa el hecho de que Hana, fuera adoptada por la misma familia que yo "Los Park"
Lo que me sorprende es su forma de sobresalir a pesar de lo que ha pasado en su vida.
Ella y yo no tenemos el mismo apellido, ella es Seo y yo soy Im. Y eso es porque el primer matrimonio de mi madre no fue un éxito, ya que su marido la golpeaba y maltrataba, pero era difícil para ella con una niña pequeña, aguantar todo eso.
Por eso lo dejó y conoció a mi padre.
Salgo de mis pensamientos al oír esa dulce voz que me da seguridad.
—Jae Bum
—¿Qué paso hana? —me doy la vuelta para verla de frente.
—Ya es tarde y Eun Ah no ha llegado —noté cierto nerviosismo en sus palabras, lo que produce que yo comience a preocuparme y a sentir un escalofrío en mi espalda—. Estoy preocupada —admite.
No encuentro una razón, para que llegue tarde, ya que siempre le ha gustado llegar puntual al trabajo y a la escuela. Giro mi vista hacia la ventana más cercana, y veo como un rayo cae, lo que significa que ha empezado a llover.
—No tengo idea de dónde esté, pero creo que no tiene celular, por lo que será difícil contactarla —le respondo a Hana.
—¿Qué hay de su casa? —sugiere— Si vas a ella y la encuentras ahí, al menos sabremos que esta bien ¿no? —asiento en respuesta.
—¿Me puedes prestar tu camioneta? —pregunto mientras veo como su semblante cambia.
Nunca ha sido de la idea de que maneje, según ella aún no estoy listo, pero siempre me ve como un niño pequeño que lo único que puede hacer es ir al baño, comer y dormir.
—Esta bien tómala, ve con cuidado y cualquier cosa que sepas de Eun Ah, debes hacérmelo saber —me entrega las llaves y se mete en su oficina.
Sin pensarlo dos veces salgo de "El Chalequito azul" y al poner un pie afuera, me percato de que está lloviendo. Subo a la camioneta y emprendo rumbo a la estación de autobuses donde siempre la encuentro.
Llego ahí, y puedo observar desde adentro la parada solitaria y llena de agua, entonces voy a su casa, tal vez se halla regresando por la lluvia. Bajo del carro con un paraguas que me dio Hana y me acerco a tocar, espero unos segundos y se abre la puerta dejándome ver a una mujer grande, y hermosa para su edad, al verla inmediatamente me recuerda a Eun Ah, probablemente sea su mamá.
—Hola señora —le sonrió—. ¿Se encontrara Eun Ah? —lo típico, solo esperó que no me vea como un acosador o algo malo.
—¿Eun Ah? —su voz se escucha dulce y amable— No, Eun Ah salió al trabajo, y llega hasta tarde —siento como un balde de agua fría encima y no, no es la lluvia porque tengo un paraguas.
Si su madre no sabe, entonces no puedo decir más para no preocuparla. Ahora debo buscar una forma de que no se preocupe.
—¿Y quien eres tú, muchacho? —pregunta sacándome de mis pensamientos.
—Ah yo soy Jae Bum... —piensa— amigo de su hija.
—¿La necesitabas para algo Jae Bum?
—No, lo que pasa es que somos compañeros de escuela y no asistí estos días y quería que me ayudara con algunos trabajos, pero no recordaba que trabajaba —digo rápido por el nerviosismo que apenas logro entender lo que dije—, creo que lo mejor será venir más tarde o temprano. Hasta luego señora mucho gusto —término de decir y salgo lo más rápido que puedo de ahí.
Una vez en la camioneta, la pongo en marcha y me pregunto:
¿Donde pudo haber ido Eun Ah?