HELLO PEOPLE AROUND THE WORLD!!!
DISCULPEN LA TARDANZA :D
SAA IKIMASHOU!!!
Nick abrió los ojos desorientado, su cabeza le dolía, al igual que todo su cuerpo y una pesadez lo embargaba tanto como para poder afirmar que tenía un elefante montado sobre su pecho. Arrugó la mirada al darse con una incandescente luz sobre él que le fastidiaba haciéndole removerse en la cama buscando escapar de ella, de pronto una sombra indeterminada apareció frente a él tapando parcialmente el molesto resplandor.
- Nick...- replicó la persona sobre él, una voz femenina y suave. Nick pensó que se estaba contemplando en un espejo al ver sus mismos ojos sobre él. Ojos verde esmeralda- Nick... te encuentras bien?- volvió a articular la figura, el zorro finalmente pudo distinguir la silueta, el largo cabello negro que caía en su rostro, los sensuales labios rojos y esa expresión asustada que enmarcada en un fino maquillaje hacían contraste con las resplandecientes gemas.
- Reyna...?- esbozó pesadamente el hombre al reconocer la voz de la forense.
- Nick... oh! Gracias a Dios...- repuso la mujer con una sonrisa aliviada en el rostro. Nick intentó llevarse la mano a la cara para estrujarse los ojos y terminar de despertar, pero la pantera reaccionó más rápido y lo retuvo- no, espera... no te muevas...
- Por qué?- respondió ofuscado cuando se dio cuenta del recubrimiento de yeso en su brazo izquierdo- que es esto?! Qué pasó?!
- Nick, cálmate por favor...
- Reyna, qué pasó? Dime...- la mujer dejó caer sus orejas hacia atrás sin saber realmente qué responder a esa pregunta.
- La misión... salió mal... y ambos... pues...- el zorro no necesitó escuchar el resto de la explicación cuando un flashback regresó de repente a su cabeza y las imágenes de lo que había ocurrido hacía unas horas se manifestaron en su memoria. Nick se vio a si mismo tirado en el suelo, su brazo izquierdo destrozado, al igual que su rostro pero lo más alarmante fue el recordar a la chica mientras convulsionaba nadando en un charco de sangre.
- Judy... Judy... donde está Judy?! Que le pasó a Judy?! Como está?! Por favor, Reyna...- la desesperación volvió a aparecer en la mirada del hombre, la doctora estaba angustiada porque tenía miedo que volviera a perder la cabeza y no quería tener que lastimarlo.
- Judy está en terapia intensiva...- esbozó rápidamente haciendo que las fuerzas del paciente se menguaran- no te voy a mentir, cielo... llegó muy mal, había perdido demasiada sangre y estuvo a punto de morir...
- Judy... que...?
- Hicieron todo lo necesario para estabilizarla...
- Y cómo está ahora...?- la pantera le sonrió.
- Dormida... nivelada... pero todavía está bajo vigilancia... su condición era crítica cuando la internaron, tienes suerte que ella sea tan increíblemente terca... y no iba a ser derrotada por algo como eso- el oficial lanzó un suspiro de alivio y se llevó la mano de su brazo menos lastimado a la cara.
- Me volví loco allá atrás, verdad, gatita?- preguntó sonriéndole a la doctora, ella encogió los hombros.
- No te preocupes, canino... aún habiendo perdido el glamour seguías siendo muy atractivo...- respondió ella retribuyendo al intento del zorro por calmar sus ansias.
- Jajaja... eso está bien... Donde está Badger?- la pantera estuvo a punto de responder la cuestión al zorro cuando ambos escucharon la puerta abrirse, en seguida entró el tejón con dos vasos medianos.
- Reyna... te traje un chocolate caliente, es bueno para calmar los nervios...- levantó la mirada y vio al zorro sentado al lado de la pantera- ay, por todos los...- corrió hacia sus dos colegas- Nick! Que alivio...- le entregó la bebida a la gata.
- Gracias, Honey...
- Te dije que no me llamaras así...- replicó sin ver a la pantera- que tal? Como estás? Te duele algo...?
- Te digo una cosa, forense? Estoy más adolorido ahora que en el choque- se burló el zorro y Dominic frunció el entrecejo- pero yo no tengo nada. Cómo está Judy?- Badger le sonrió.
- Buenas noticias... al parecer esa coneja es de acero y tiene pacto con el diablo, ni siquiera una clavícula dislocada y un trapecio desgarrado pudieron detenerla... aunque sí está delicada por la cantidad de sangre que perdió... sinceramente, yo llegué a pensar que no la contaba...- el zorro bajó la cabeza.
- Dominic! No digas esas cosas!- reprendió la pantera al tejón, este encogió los hombros excusándose.
- Lo que sí es seguro es que nuestra querida oficial está aparentemente fuera de peligro...
- Eso... fue culpa mía, no es así?- susurró el zorro.
- Nick... no...- le puso la pantera la mano sobre la de él- no fue culpa tuya, fueron las circunstancias y la tensión del momento los que te hicieron reaccionar de esa manera...
- Si no la hubiera retenido en un ataque de nervios la habrían atendido más rápido...- encajó la cara entre sus rodillas- soy un imbécil- se lamentó sollozando con resentimiento. Reyna le pasó la mano por la espalda y el cabello.
- Está bien, Nick... eso es lo importante- repuso el tejón tratando de animar a su amigo- aunque debo admitir que sorprendiste a más de uno con esa actitud...- el zorro alzó las orejas y atisbó a ambos.
- Tengo la impresión que intenté lastimarte, forense...- el chico bufó.
- Meh... sólo intentaste arrancarme la cara, nada de qué preocuparse... lo que sí me sorprendió fue quien te hizo entrar en razón- Nick arqueó la ceja.
- Ah sí? No fuiste tú?
- No... fue nada más y nada menos que el señor "yo odio a todos los depredadores"
- BOUNCE?!- Badger asintió- jajaja eso... no... no, no... debes estar tomándome el pelo... en serio... fue Bounce?
- El detective te hizo entrar en razón... tocando tu punto débil, Nick- replicó la pantera apoyando a su compañero.
- Judy...
- Así es... dijo que si ella moría iba a ser por tu culpa, y que no te lo perdonaría nunca y que te iba a enviar al demonio y no sé qué otra estupidez- el zorro bajó el rostro al evocar aquel recuerdo lejano que le llegó de repente.
- Es verdad... ja... supongo que debo ir a agradecerle...
- Oh, no es necesario... ya lo hiciste...
- Qué?
- Si... y tomó tu agradecimiento y tu intenciones de hacer las paces con él y los tiró a la basura, antes de dispararte con un dardo tranquilizante- el hombre sonrió algo resignado.
- Creo que me esperaba eso...- luego se levantó de un tirón- muy bien! saben que detesto los hospitales, así que salgamos de aquí...- sacudió un poco su cabello peinándoselo hacia atrás y atisbó nuevamente al tejón- no puedo entrar a verla todavía, no es así?- el chico miró a la felina y luego regresó la vista hacia él.
- Creo que sí... pero no es como que vaya a responderte como está ahora...- bromeó el chico sin realmente saber qué decir. Nick volvió a esquivar la mirada.
- Lo siento... p-podrían dejarme... a solas un rato?- Badger y Reyna se miraron y luego ambos se dispusieron a salir de la habitación para cumplir con la petición del hombre.
- Crees que vaya a estar bien?- preguntó la mujer pantera mirando la puerta cerrada tentada a volver a entrar. Badger la tomó de la mano y empezó a halarla para que caminara.
- Creo que sólo necesita estar tranquilo un rato...
Nick se quedó completamente solo y en silencio, y no teniendo más inhibición para dejarse llevar por sus emociones, se dio el permiso de empezar a llorar en silencio, sus lágrimas caían incontrolables, su llanto era como la depuración de su alma. El zorro dejó que cada una de esas pequeñas gotas lo limpiaran y su desahogo lo había convertido en un niño de nuevo, no sólo por el dolor que tenía en su cuerpo, sus brazos le ardían, al igual que su cara desgarrada y tapada torpemente con unas compresas frías empapadas en su sangre; también debía dejar escapar la tristeza extrema que sentía por la situación el la que se encontraba la mujer a la que él amaba con locura, el terror que presintió cuando se vio en la posibilidad de perderla, habiendo recordado las palabras que se habían profesado la noche anterior, le asustaba el tan sólo pensar que la podría perder y estaba dispuesto a cumplir esa promesa de quitarse la vida si ella le faltaba.
Pero pronto se dio cuenta que no debía dejar que esos pensamientos lo dominaran, eso no era lo que ella le había enseñado, él debía seguir con la cabeza en alto, con las esperanzas ante todo, no podía por ningún motivo echar por tierra la vida que ella le había regalado...
Luego de un rato de desahogo y llanto, el zorro salió de la habitación y se decidió a ir a ver a la chica. Con la información que le había dado su colega el forense se aproximó a una puerta blanca que estaba siendo custodiada por dos policías forzudos con orejas y colas de tigre, vieron al zorro acercándose por el pasillo y se pusieron alerta.
- Esta es la habitación de la oficial Hopps?- preguntó seriamente el zorro. Los hombres se miraron se cruzaron de brazos.
- Solo personal autorizado- Nick arqueó una ceja un poco despectivo y se revisó el bolsillo del pantalón sacando su placa.
- Oficial Nicholas Wilde. Compañero asignado de la sargento Hopps.
- El detective Bounce nos dio la orden no dejar entrar a nadie sin su permiso, especialmente a ti- Wilde entrecerró los ojos con malicia y con saña se encaramó en uno de los gigantescos depredadores y lo sostuvo por el cuello.
- Crees que me importa lo que el detective ternura te haya dicho?- replicó gruñendo- hazte un lado... o te aseguro que no podrás volver a caminar luego que coja esa porra y te la meta por el...
- BASTA!- exclamó el oficial perturbado con las órdenes del oficial- el detective nos dio las órdenes precisas de no dejarte entrar- Nick bufó.
- Resulta que me importa un bledo. Soy el compañero asignado de la transferida oficial... así que antes de cumplir las órdenes del detective, debes cumplir las mías... hazte un lado, bigotes, o en serio lo vas a lamentar...
- Jaja... y qué podría hacer un pequeño zorro contra dos tigres?
- No quieres averiguarlo, amigo... y no tengo humor para estar discutiendo... quítate o te sacaré los ojos...- el tigre bajó las orejas un poco intimidado al recordar que ese mismo zorro había sido el que enloqueció anteriormente. Puesto que su razón era válida le permitió el acceso.
Nick agradeció a ambos caballeros y cerró la puerta detrás de él, miró a su alrededor la amplia habitación cuando se dio con la figura de su novia en una cama de hospital, conectada al electrocardiograma con la cabeza inmovilizada con un collarín y una máscara en su cara. De pronto a su memoria llegaron unos amargos recuerdos al desenterrar una vieja memoria de alguien que ya había visto pasar por una situación parecida.
El hombre se acercó lentamente a ver a la chica quien estaba profundamente dormida, él no pudo evitar llevar su mano a la de ella, la había sentido tan fría antes que tenía que asegurarse que esa sensación había sido eliminada de su cuerpo para así él poder eliminarla de su mente. Efectivamente, estaban cálidas, la sangre aún corría por su cuerpo y el latido de su corazón era normal. Nick suspiró aliviado.
Acarició su cabello, el que habían lavado minuciosamente luego de haberse ensuciado tanto, lo sintió húmedo, pero aún así tan suave y sedoso... ni siquiera la lana de una oveja habría sido tan agradable como lo era su cabello y orejas; sintió el deseo casi incontrolable de besar sus rosados labios entreabiertos bajo la mascarilla, como si le estuvieran incitando a hacerlo, pero se contuvo ya que no estaba seguro de si hacer eso podría ser perjudicial para ella. Le dieron ganas de llorar, llorar de alivio, llorar de alegría, llorar por agradecer que ella hubiera salido de esa situación tan alarmante que él mismo se culpaba haberla metido, tomó la mano por la que no estaba siendo suministrado el suero y la besó dulcemente, cada dedo. Cuando alzó la oreja y se volvió hacia la puerta para ver al visitante.
Roger lo atisbó con ojos fríos y Nick bajó la cabeza como justificando el reproche del conejo.
- Le prohibí a esos inútiles que te dejaran entrar... bajo ningún concepto...
- No pudieron decirme que no... no tienen derecho a privarme de ver a mi compañera... y tú tampoco, Bounce.
- Tch...- rechistó el conejo. Nick se quedó callado sosteniendo la mano de su novia todavía inconsciente- no deberías estar aquí...
- No quiero discutir contigo, Roger... sólo quiero estar con ella...
- Hablo en serio, Wilde... el que ella se encuentre en esta situación se debe únicamente a ti.
- Mira... si viniste a darme sermones venenosos entonces lárgate...
- Crees que le haces algún bien?- el zorro levantó la mirada.
- Qué dices? Tú qué sabes? Sólo eres un rencoroso cascarón vacío resentido con tu vida- el conejo apretó los puños.
- Qué sabes tú? Que no eres más que una bestia inconsciente- el pelirrojo lanzó un suspiro y se levantó de donde estaba.
- Ok, Bounce... lo conseguiste...- replicó parándose frente al conejo- quiero saber... por qué me odias tanto? Qué fue lo que te hice? Es por Judy? Lo siento, conejo... ella y yo ya tenemos una historia juntos y no iba a dejar que un recién aparecido me quitara el puesto- el chico lo miró fijamente y arqueó la ceja despectivo.
- Y aún no comprendo como es que puedes decir esas cosas tan tranquilo... es asqueroso...- se volvió dándole la espalda al otro- cada cosa que le ha pasado y que le suceda será por culpa tuya. Siquiera te viste las manos?- viró la mirada hacia él. Nick bajó la cara y se miró las zarpas, abrió los ojos sorprendido y aterrado al ver sus manos manchadas de sangre, al igual que su ropa. Se quedó en silencio intentando mantener la calma, levantó la mirada y se topó con la del conejo, quien lo observaba en silencio, estaba serio, pero por encima se le notaba el como disfrutaba al saber que había tocado su punto débil- eres un asesino... es lo que eres... sigues pensando que Judy estando a tu lado estará a salvo? Ambos lo sabemos, Wilde... eres... la peor raza de depredador que podría existir.
- Óyeme, conejo...
- No, óyeme tú, zorro- interrumpió fuertemente el castaño- sigue actuando. Sigue, continúa pensando que podrás llegar a ser algo más que un vulgar estafador, un vil mentiroso, un cínico...- Bounce entrecerró los ojos con tirria- lo vi en ese momento... vi el odio en tu mirada... vi esa sed de sangre que tanto caracteriza a los de tu calaña, la perdiste, perdiste la cabeza, la razón, destrozaste a esa mangosta, quizás no con tus manos, pero igual vi el salvajismo, la bestialidad, la crueldad innata con la que lo hiciste... eres un asesino, Wilde... hiciste pedazos a ese desgraciado...
- N-no tenía opción! Habría lastimado a Judy si...
- Más?- la expresión de Nick cambió, Roger entrecerró los ojos- más de lo que ya lo había conseguido...? y aún te excusas con el pretexto que él iba a morir de todas maneras...- el pelirrojo sintió la malicia con la que el conejo le hablaba, pero lo que más le dolía era saber que estaba en lo cierto.
- No puedes decirme nada! Tú seguramente nunca has sentido lo que yo...
- Desesperación?- el hombre quedó callado viendo como poco a poco se quedaba sin argumentos- Angustia? Ira? Tristeza? Dolor? Remordimiento? Sé lo que se siente perder a quien amas, Wilde... lo sé... y es más doloroso aún cuando eres tú mismo quien lo destruye...- Roger alzó diligente el mentón dándose altura frente a él- por su bien, aléjate de Judy...- el zorro bajó la cabeza.
- No...- repuso mirando al suelo.
- Eso es demasiado egoísta... Wilde, creí que podrías verlo por ti mismo... realmente fui tan tonto como para creer que tú serías lo suficientemente prudente para darte cuenta... que lo que tu llamas "amor"... en realidad sólo la está destruyendo...
- Cállate...
- No puedes negar lo que eres en verdad...
- Cállate...- Nick empezaba a enojarse.
- Por qué no le haces un favor y terminas de desaparecer de su vida? Que no entiendes que no eres más que un desafortunado error que ella cometió...? Confiar en un depredador... JA! Una bestia sedienta de sangre... y sin mencionar... un falso y deshonesto zorro...
- CÁLLATE!!!- exclamó el enardecido depredador, sacando sus zarpas y lanzándose sobre el detective, lo tomó por el cuello con ellas y empezó a apretar con toda la ira contenida que se había esmerado por suprimir. Sus ojos estaban en blanco y sólo tenía una única idea en la mente. Su nariz se contraía con rabia, gruñía y resoplaba mientras el conejo se esforzaba por seguir respirando.
De pronto el zorro completamente enajenado sintió una descarga eléctrica en su nuca haciéndolo temblar con el choque la corriente, repentinamente soltó a la presa quien estaba tosiendo recuperando el aliento. Nick miró detenidamente al chico que se sostenía el cuello y lo observaba con el tangible desprecio que lo caracterizaba y lentamente fue cayendo inconsciente con la vista borrosa.
- NO QUIERO A ESE MALDITO PERRO EN MI INVESTIGACIÓN!!!- gritó el conejo parándose del suelo, los demás oficiales estaban intentando que se calmara. Había una paciente en esa habitación- REGRÉSENLO A SU HORRIBLE CIUDAD Y DÍGANLE AL BÚFALO QUE BAJO NINGÚN CONCEPTO VOLVERÉ A DEJAR QUE ESTE IMBÉCIL VUELVA A MI CASO!- Roger estaba histérico, los dos tigres se llevaron al desmayado fuera del cuarto. La doctora Panther se dio cuenta del irritable estado del conejo así que se acercó a él, intentando hacerlo entrar en razón. Se aventuró con recelo a poner su mano sobre su hombro.
- Jefe... creo que está exagerando un poco las cosas... no le parece?- el conejo se volvió a verla- me refiero... no considera que está siendo un poco drástico respecto a Wilde... sabe que está en una condición que lo hace sensible a cualquier tipo de estímulo y...- los ojos fríos del chico pusieron nerviosa a la gata, sus orejas cayeron y sus manos empezaron a temblar, era cierto que a ella le atraía ese lado oscuro del detective, pero algo en su mirada había cambiado.
- Exactamente... a ti quién te preguntó... y de paso te dio el derecho de ponerme tus asquerosas garras encima?- Panther no pudo decir nada, cuando sintió como de pronto en un rápido movimiento el hombre conejo la empujó hacia atrás haciendo que cayera sentada- tú no opinas- le dijo mirándola con odio- tu eres una simple bestia inútil que no puede hacer más que decir las idioteces que salen de su vacía y frívola cabeza. Gata estúpida... quien te ha dado la autorización para juzgar mis decisiones...? necesito recordarte quien es el que manda aquí?- Reyna se quedó callada escuchando como el conejo se encargaba de insultarla y rebajarla, sus lágrimas luchaban por salir pero ella no quería dejarlas, lentamente sintió como su corazón se hacía pedazos. Roger la miró de arriba abajo con desdén. Dominic estaba ardiendo de rabia y deseando convertirse en la bestia que el otro tanto le restregaba en la cara que era... pero eso sólo habría sido darle la razón. La pantera se levantó del suelo y bajó la cabeza- abre tu repugnante hocico cuando tengas algo importante que decir... y porque dudo mucho que tu limitado cerebro de mosquito entienda a que me refiero con eso... te lo diré claro- se acercó a ella le tomó de la cara para obligarla a verlo a los ojos. Badger sintió el impulso de correr y romperle la suya al engreído detective. Roger entrecerró los ojos y le habló a regañadientes- no hables... limítate sólo a respirar... o mejor... ni siquiera hagas eso...- la acercó a su rostro y apretó más las manos lastimando sus delicados pómulos- muérete...- esta única palabra la dijo con tanta maldad y desprecio que la mujer se quedó inerte con la mirada fija en un punto fijo, bajó lentamente la cara y se llevó las manos a donde la había lastimado. Roger salió de la habitación con un gesto triunfante en el rostro y Dominic se maldijo a sí mismo por no haber sido capaz de defender a su amiga y compañera, cuando ella lo había hecho tantas veces con las hirientes y punzantes palabras de aquel bastardo, éste sólo se pudo permitir caminar hacia la doctora con la mirada perdida y los ojos oscurecidos. No parecía ser la misma y risueña Reyna.
- No hagas... caso a nada de lo que dijo ese cretino, Reyna...- la tomó de la mano, estaba helada- él no puede hacer nada más que sumergirse cada vez más en su veneno y en el odio y el rencor que tiene por sí mismo... el descargarse contigo sólo lo convierte en un imbécil... tú eres... mucho más especial de lo que te imaginas- la mujer dirigió la mirada hacia él con el rostro inexpresivo. Era la primera vez que el tejón la veía actuar de esa manera.
- Estoy bien...- replicó y se retiró del cuarto. Badger se volvió a ver a la paciente que estaba totalmente ignorante de todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor, entrecerró los ojos y decidió dejarla descansar. Reyna ahora era su prioridad.
Minutos luego el pasillo había quedado despejado, los guardias se estaban encargando del zorro, había un largo proceso que llevar a acabo antes de poder emitir la orden, los doctores se fueron por el otro lado y el corredor quedó completamente solo. Roger apareció nuevamente por el pasillo con los ojos brillantes y una inexpresiva mirada al infinito, de pronto bajó la vista hacia el reloj de su muñeca y arrugó los ojos, estaba seguro que pronto todo terminaría.
- Sesenta minutos...- esbozó suavemente y siguió su camino poniéndose las manos en los bolsillos.
OK BITCHES ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTE CAPÍTULO Y QUE ME DEJEN COMENTARIOS AQUÍ ABAJITO PARA SEGUIR CON LA HISTORIA...
YA CASI LLEGAMOS A LA ETAPA CUMBRE
Y A ESTOS DOS SE LES ESTÁN COMPLICANDO LAS COSAS
AH UN DATO MÁS...
ME HE ESTADO DANDO CUENTA QUE EN ALGUNAS HISTORIAS QUE HE LEÍDO LOS AUTORES PONEN DEDICATORIAS A SUS LECTORES, ASÍ QUE SI QUIEREN QUE LES DEDIQUE EL CAPÍTULO SIGUIENTE PUEDEN DEJAR UN COMENTARIO...
EL COMENTARIO MÁS LARGO SERÁ LA PRÓXIMA DEDICATORIA :D
PUESTO QUE YA LE DEDIQUÉ UN CAPÍTULO A Zaro, QUEDA FUERA DE ESTO XD... ADEMÁS QUE ÉL SIEMPRE ESCRIBE MUCHO ENTONCES TENDRÍA QUE DEDICARLE CADA CAPÍTULO A ÉL Y ESO NO ES JUSTO JAJAJA XD
EN FIN, SI LES GUSTA LA IDEA ME LO DEJAN SABER
COMENTEN COÑOOOOO
TTnTT
UNA ÚLTIMA COSA... COMO YA SABEN A MÍ ME HABÍAN ROBADO EL TELÉFONO AUNQUE YA LO RECUPERÉ ASÍ QUE PRONTO TENDRÁN NOTICIAS DE MIS OTROS FANFICS, NO DESESPEREN, SIGO TRABAJANDO PARA TRAERLES LOS MEJORES CAPÍTULOS DE ENREDOS DEL DESTINO Y BAJO EL MISMO TECHO ;D
SE RETIRA LA GATA DE BIBLIOTECA