Cuando Michael le dijo a Rayden que iría por ella para ir a la fiesta de Alex, ella se dio cuenta de que ya no salía más con la chica de hace un par de semanas porque el martes de esa semana le había dicho que la llevaría con él a la fiesta de Alex un par de horas y el jueves le dijo a Rayden que iría por ella, le preguntó si también iría la chica y él dijo que no, entonces de inmediato cambió el tema y le dijo que se pintaría el cabello de verde, Rayden sonrió, cuando lo conoció llevaba el cabello de ese color.
―También deberías teñírtelo de verde, ya sabes, para vernos como unos verdaderos amigos.
―¿No nos vemos ya como unos verdaderos amigos?
―Podríamos parecerlo más.
―Voy a retocar las raíces, eso es todo, no esperes mucho.
―Para lucir igual a una Barbie.
―No tan rubio ―Se encargó de aclarar.
―Todavía puedo sabotearlo y hacer que sea verde.
―Estás loco si piensas que voy a dejar que tú me tiñas el cabello.
―Yo dejo que tú lo hagas.
―Lo hice una vez y no volveré a hacerlo, ya vimos como terminó eso.
El sábado Michael pasó por Rayden y ella a última hora ya no tenía ánimo para ir, pero ya era demasiado tarde para llamar a Michael y decirle que no fuera por ella y no quería enviarlo solo, después de todo parecía no querer hacerlo porque entonces no habría invitado a alguien antes.
―Tengo sueño, ¿Qué pasa si me siento en algún lado y me quedo dormida?.
―¿Tienes ochenta?.
―Cerca ―contestó. Se recargó de lado en el asiento viendo a Michael de perfil hasta que se decidió por preguntar― ¿Cómo era el nombre de la chica?
―¿Qué chica? ―Rayden entrecerró los ojos.
―¿Ahora es innombrable?
―Naomi. No lo es.
―¿Quieres hablar de eso? ¿Qué pasó?
―Se va, irá a Indiana.
―¿Es como cuando te quieres deshacer de alguien rápido y le dice que te irás de la ciudad?
―Dios santo. ―Rodó los ojos y se carcajeó―. No, es como cuando de verdad te vas a ir de la ciudad.
―¿Cuándo?
―En unas semanas.
―¿Seguirán hablando? ―Él pareció pensarlo.
―Eso espero, pero ya sabes como son a veces esas cosas, dices que se seguirán enviando mensajes y hablando y que pueden verse de vez en cuando, pero luego conocen a otras personas y se olvidan.
―¿Te dejaba usar su descuento de empleados?
―De vez en cuando.
―Bueno, ahora vas a tener que besarte en el almacén con el otro chico que trabaja ahí.
Cuando llegaron pasó una hora hasta que Michael desapareció hablando con unos chicos y Rayden se quedó con Denisse, la novia de Alex, ella no bailaba mucho en las fiestas pero eso no hacía que se divirtiera menos, era una buena fiesta y Rayden no podía negarlo.
Katie la encontró rellenando su vaso y le dijo que subieran al segundo piso a explorar y terminaron sentadas en la cama de los padres de Alex.
―¿Crees que cuando seamos viejas tengamos de estas cosas en la habitación?―Katie preguntó recostándose con una figurilla de cerámica que encontró ahí. Rayden la miró cuando ella golpeteó el lugar a su lado para que se recostara también.
―No lo sé, yo todavía no le tomo cariño a las figuras de cerámica.
―Quizás lo adquieres cuando cumples los cuarenta o algo así.
―¿Tu madre tiene?
―Sí, unos cisnes, está planeando encontrar más y entonces va con lupa al mercado de antigüedades. Papá le trajo uno recién y yo no entiendo el punto de estas cosas regadas por la habitación pero se veía feliz, casi le perdona que no recordara su aniversario, te lo juro. ―La conversación continuó pasando por otros temas hasta que escucharon la puerta abrirse de golpe, ambas miraron a la pareja entrar entre besos y Katie levantó las cejas cuando uno de los chichos le estaba desabrochando el cinturón al otro.
―Está ocupado―Rayden dijo y los chicos se soltaron de golpe, mirándolas sonrojados.
―Lo siento ―El chico les dijo tirando del otro hasta afuera de nuevo y cerrando la puerta con suavidad.
―¿Cuántas personas crees que tengan sexo aquí esta noche? ―Katie preguntó levantándose para dejar la figura de cerámica en su sitio.
―¿Cuántas personas crees que ya tuvieron sexo aquí esta noche?
―No...―Katie se acercó para asomarse debajo de la cama―. Todavía no hay condones debajo de la cama, es un pronóstico bueno ―Se enderezó y acomodó su cabello.
―O malo, quizás ya lo hicieron sin protección.
―No, no van a traer más Géminis a este mundo, no mientras yo este aquí ―Rebuscó en su bolsa hasta que encontró un par de preservativos y los dejó sobre la mesita de noche―. Ahí tienen. Ahora solo espero que no estés acostada sobre el método de correrse afuera. ―La señalo y Rayden se levantó rápido.
―Dios, que asco ―Miró la cama un momento antes de acomodarse el vestido.
―Vámonos de aquí, Arantxa debe de estarnos buscando.
Cuando salieron en el pasillo encontraron a un par de personas y el olor a alcohol ya era muy obvio en el lugar.
―¿Cuánto tiempo estuvimos ahí?
―Lo suficiente para perdernos de la bebida que hace Tyler Smith en baldes.
―Rayden ―Luke la llamó comenzando a subir las escaleras.
―Iré a ver que Arantxa no esté tomando de esa cosa porque voy a terminar llevándola a rastras ―Le dijo a Rayden y saludo a Luke rápidamente antes de seguir por las escaleras.
―Hola, no te vi en toda la noche ―Gritó sobre la música.
―Yo tampoco, pero vi a Michael y platicamos un rato ―Hablaba fuerte pero muy despacio― ¿Quieres? ―Le acercó a los labios la cerveza de la que él había bebido segundos antes.
―No puedo beber alcohol, estoy tomando medicinas.
―Lo lamento.
―No importa. Ya me voy, si Michael pregunta dile que fui a casa, de todas formas le mandaré un mensaje.
―Michael ya se fue.
―Asombroso.
―Escucha, ¿puedo pedirte un favor?
―Sí ―Asintió bajando un escalón más para escucharlo mejor.
―Resulta que no puedo beber. ―Comenzó y Rayden se rio.
―Pues yo creo que ya estás ebrio.
―Sí, un poco, Nathan me convenció de beber de la porquería de Smith hace un rato y mi madre me va a matar porque Ben comenzó a beber en sus épocas de rebeldía y mis padres lucharon un rato con eso, nada muy grave y nada que lo afecte hoy en dia pero sé que mi madre me va a matar si cree que es mi turno.
―¿Entonces?
―¿Puedo quedarme en tu casa esta noche?
―Está bien. ¿Qué tienen las bebidas de Tyler? ―preguntó antes de avanzar.
―Bueno, la mitad no sabe y la otra mitad quisiera no saberlo. Quédate en la buena mitad.
―¿Necesitas algo?
―No ―Negó con la cabeza.
―¿Quieres que le diga a tu mamá que te quedaras aquí?
―No, le envié un mensaje de camino, dijo que estaba bien.
Rayden se acostó aún con la ropa que llevaba en la fiesta, sin ánimos de cambiarse o desmaquillarse, Luke terminó de luchar contra su zapato y lo dejo a un lado para después dejarse caer en la cama con un suspiro y rodar un poco hasta dejar su cabeza sobre el estómago de Rayden.
―¿Quieres cubrirte?
―No tengo frío, gracias ―contestó y la sintió moverse poco después y levantó la cabeza, ella sonrió mientras se quitaba los collares y los dejaba en la mesita de noche.
―Hoy era la competencia de porristas, ¿no? ―Luke recargó la barbilla sobre su estómago para seguir mirándola.
―Sí, eso creo ¿Por qué? ―Rayden levantó los hombros y pensó por un momento en sí él estaría ahí si Bonnie hubiera ido a la fiesta.
―No las vi en la fiesta. ―Bajó las manos para hacer que Luke se recostara de nuevo―. Tu barbilla me hace cosquillas.
―¿Quieres que me-
―No, está bien así ―dijo pasando los dedos entre el cabello de Luke.
―¿Te parece que necesito un corte?
―A mí me gusta como se ve así.
―Gracias ―contestó suave, sintiendo a Rayden alejarle el cabello del rostro con cuidado. No dijo ni hizo nada más, solo cerró los ojos un momento y pasó el brazo sobre Rayden, muy apenas haciéndose creer que era para estar más cómodo y no para abrazarla.
―¿Tú... sientes que amas a Bonnie? ―Rayden soltó cuando sintió que podía familiarizarse con esa situación, cuando creyó que podía volver a tener a Luke abrazándola mientras que le acariciaba el cabello, quería saber si podía seguir alimentando debajo de la mesa esa idea o si tenía que deshacerse de todo eso de una vez.
―No estoy seguro.
―Sería duro que me dijeras que sí ―confesó en un susurro.
―¿Por qué?
―Solo sería duro.
―Entonces no lo diré.
―Probablemente mañana no lo recuerdes.
―Tal vez pero si es así, me recuerdas no decirloporque no quiero hacerte daño. ―Rayden no habló más, se dedicó únicamente aacariciarle el cabello hasta que se quedó dormida.