Ésta mañana llegué al salón de clases y saludé a Valeria quien se encontraba nuevamente con el celular en la mano supongo que chateando con su novio, nuevamente a la primera hora tocaba la matera de Cívica y después Matemáticas
Llegó el nuevo maestro que se había presentado como Sebastián y nos saludó a todos, me miró a mí que ya estaba sentada en la butaca y me sonrió alzando ambas cejas, yo agache la mirada, pero nadie se había percatado de eso y nunca nadie lo notó.
Después de una larga hora de desviar la mirada de aquel profesor, llegó la hora en que al menos un profesor me sonreiría (o eso pensaba yo)
Cuando él entró al salón de clases, las chicas populares lo acorralaron y yo levanté la mirada para ver que es lo que hacía en medio de las chicas, pude verlo y él también alzó un poco la mirada, entonces otra vez me sonrío.