Me desperté con pereza, las imagenes de la noche anterior estaban en mi mente, sacudí mi cabeza y me levanté.
Me vestí y observé a mi gato enrrollado en una esquina de mi cama.
- Perezozo... -besé una de sus orejitas antes de bajar. - Ohyo, Ukyo-san... - me sonrió en modo de respuesta. Miré su delantal soltando una sonrisita. - ¿Puedo ayudarte?..
- Me vendría perfecto. Hay bastantes que se levantan tarde en la mañana... - revisó el refrigerador. - Sirve cuatro platos de arroz. - asentí, miré a mi derecha al pequeño Wataru terminar de bajar las escaleras.
- Ohyo Onee-chan... - frotó su ojito con pereza.
- ¡Ohyo Wataru-chan! - respondí enternecida agachandome a su altura.
- Waa, ¡estoy tan felíz! ¡de ahora en adelante podré comer con onee-chan!
- Jaja, yo tambien me alegro de poder comer contigo Wataru-chan. -acaricié su cabello. Los pasos de las escaleras hicieron que ambos voltearamos.
- ¡Ohyo!.. - miré su cabellera roja.
- Hola.. -bajó las escaleras pasando de largo. El pelinegro detrás de él se detuvo al final de las escaleras.
- H-Hola... - me sentí extrañamente intimidada, sin siquiera mirarme respondió con un movimiento de cabeza.
- Que extraño, ¿Yusuke levantandose temprano para el desayuno? - comentó el rubio en la cocina.
- Hmp... -el pelirojo se sienta y observa a mi gato al lado. ¿¡Kiiro!?... Me quedé viendolo igualmente. El felino mira al pelirrojo y le gruñe.
- ¿Kiiro-kun?.... -mascullé extrañada... Pocas veces hace eso.
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Me revolví nuevamente incómoda. Tanta gente a mi alrededor me pone realmente nerviosa, aún así... ¿¡Tenían que acorralarme con Yusuke?... Giré un poco mi rostro para mirarle, estoy de espaldas a él, apenas rozamos los uniformes. Un señor frente a mi se echa un poco para atrás obligandome a recostarme en el pecho de Yusuke.
- L-Lo siento.. -mascullé para él, este suspiró. - Tambien... Lamento lo de Kiiro-kun... -reí nerviosa.
- Tranquila... ¿Y tú?... ¿Cómo te sientes?... -le miré alzando una ceja. - C-Con esto de los hermanos y eso... -miró a otro lado.
- B-Bueno... - sonreí - es.... Sorprendente... Pero, todos vosotros sois muy buenos conmigo. -le miré enternecida. - Gracias por ello... -él se ruborizó ligeramente, estábamos muy cerca. Recordé el beso entre nosotros y miré a otro lado.
- T-Tonta... -revolvió mi cabello, inflé mi mejilla haciendo pucheros.
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Yusuke P.O.V.
El cabello ___ caía por su hombro, veía como dibujaba, tal vez un manga o algo... Suspiré, es perfecta... Y.... Me gusta....
Encontré la chica perfecta....
Me gusta...
Y de repente.... Somos hermanos...
No lo aceptaré....
- ¡No voy a perder!... -me quedé helado, levanté la mirada observando a todos mirándome, la miré y ella solo aguantaba una risita - ¡N-NO! -me cubrí con mis manos.
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__tn P.O.V
- Llegué a casa... -observé la sala, totalmente desierto.
- Meoow... -bajé la mirada para tomar a mi pequeño entre mis brazos. - A-Ah, pinche gato gordo. - besé su nariz y me acerqué al sofá rojo. Me asomé y vi a.. ¿El idol?... Estaba plácidamente dormido. - ¿Huh?.... -observé su mirada café claro. - ¡eh!...
-¿Quién eres?.... -exigió adormilado. - ¿La novia de alguien?... -preguntó elevando su brazo y dejando su mano reposar en su frente.
- ¡N-No!... -mascullé nerviosa.
- No se como entraste pero... ¿Acaso crees que obtendrás algo con ello?. -alcé una ceja.
- Yo... Soy la hija de Rintaro Hinata... - aclaré.
- Oh, la hija del esposo de Miwa... -se levantó.
- Ujum... -se paró frente a mi.
- Pareces tonta... -arquee una ceja empezando a molestarme. - Te quedaste callada... Eres idiota.
- Oye, discúlpame... No quiero ser grosera contigo pero no vengas a joderme de esa manera. -le gruñí con mi gato en brazos el cual copió mi acción. - Con permiso. -me retiré dejándolo con la palabra en la boca.
Entré a mi habitación. Será creído, inflé mis mejillas mirando mi gato.
- El idiota es él ¿No crees?. -el gato maúlla.
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- Uh, ¡Ukyo-san! -me miró dejando las compras en la encimera. - Bienvenido a casa... -él volvió a mirarme levemente anonadado. Arqueé una ceja. - ¿Pasa algo?.
- N-no, e-es solo que... Hace tiempo que no oía eso... Se siente bien.... -ajustó sus lentes mirándome de reojo. Sonreí levemente. - Por cierto... ¿Ya conociste a Fuuto? -
- Ah, si... - miré a otro lado cansina.
- ¿Y eso?... - alzó una ceja.
- No me resultó muy.... Agradable. -fruncí los labios.
- Uh, ya veo.. -se giró a sacar su delantal de un cajón. - Es probable que no aparezca mañana por su trabajo, así que le dije que viniera a casa aunque sea un tiempo
- ¿Hmmuh? ¿Mañana?.... -ladeé mi cabeza.
- La verdad es que, mañana planeamos celebrar el cumpleaños de Subaru. - le miré animada.
- Ohhh,!¿¡Enserio!?... -exclamé parándome a su lado animada.
- Hehe, normalmente no hacemos mucho, pero este año es especial... Subaru cumplirá 20.
- ooh... -sonreí. - ¿Hay algo que pueda hacer?... - él me miró con una sonrisa.
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Subaru P.O.V
Fui por el camino de siempre para ir a casa, distingo a una silueta familiar. Me detengo un poco ¿__tn? Intento acercarme a ella.
- Ouuhg... ¡Esto pesa!... -se arrodilló dejando las bolsas a sus costados. - Moo, ojalá me hubiese venido con alguien... Pero noo... -bufó mirando las bolsas. - Ojala me ayudase Subaru.... Siempre trota a esta hora....
- ¿Lo notaste?... -tapé mi boca de inmediato y me escondí tras una pared cuando vi que se iba a girar.
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__tn P.O.V
Llegué a casa y dejé las bolsas para empezarme a estirar.
- A-ahg... -miré unos pies en la escalera. - ¿¡E-Eh!?...- me acerqué corriendo. - ¿¡L-Louis-san!?. -me tiré en el suelo dudando si tocarlo o no. Sus ojos se abrieron lentamente para seguido sentarse, le miré confundida, su mirada perezosa era tranquila. ¿¡Cómo puede estar tranquilo luego de haberse desmayado!?. - ...Eh.. ¿Todo está bien?.... - el me miró tranquilo.
- Planeaba llegar al sofá... Pero, no lo logré. - solté un suspiro relajándome.
- ¿Terminaste de.. Trabajar?...
- Si... -se detuvo un momento. - Si no te molesta.. ¿Puedo peinarte?... Hoy es el cumpleaños de Subaru-kun... Y... Quiero hacerte más linda... Ya que hay una fiesta.
Parpadeé unas veces.
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Sus manos se paseaban dulcemente por mi cabello, me sentía muy relajada, era totalmente diferente a mis estilistas habituales.
- Extrañaba tocar tu cabello. -sonrió antes de detenerse. - Está listo.
Me mostró los resultados colocando un espejo frente a mi.
- ¿Te gusta? -miré impresionada
Sonreí emocionada.