Secuestrada por el pasado #3

By Lokiia29

601K 34.7K 8.7K

SECUELA DE 'SECUESTRADA' Sinopsis en el primer capítulo . 17/Abril/2016-------- #13 Misterio/Suspenso 27/Abri... More

Sinopsis
"¡Te amo!"
"No, no puede ser"
"Tú estás muerto"
"Púdrete"
Confesiones
"Ahora..."
"Huye"
"Lo siento"
Tatuaje
10
"No frente a él..."
¡Te odio!
¿Qué día es hoy?
Hablando de Jake
Besos
Gas pimienta
"¿Entendido?"
"Me comportaré..."
"Mierda, mierda, mierda, mierda"
Regalos
Prueba de embarazo
"¿Ahora qué?"
"You saved my life"
"¡Jake!"
"Lorena"
Año nuevo
"¡Era sólo una niña!"
"Jace-Jake"
Emily
La llamada a papá.
"Cáncer"
El yate
Día 1
"¿La mataron?"
El cumpleaños de Christian.
Viajando
Destino del viaje
"No voy a llorar."
"Siempre le he pertenecido a Christian."
Cicatrices
Enferma
6 meses
Museo de Bellas Artes
Sesión de fotos
"Eres un idiota."
Daniel
"Natasha, la nueva sirvienta."
"Puedes dejar de fingir ya..."
"No me iré sin ti."
Todo terminó
Epílogo

"¿La otra casa?"

7.2K 523 69
By Lokiia29

El doctor Milliçéviç nos había dicho hacía meses que Daniel nacería aproximadamente el 26 de junio. En lo que llevaba de embarazada, según él, nuestro hijo se estaba desarrollando sin ningún problema y su corazón se escuchaba perfectamente, nos había informado que era probable que naciera con... la... enfermedad (o fuera propenso a tenerla); Christian no tenía descendencia de qué preocuparse, el problema era yo, pues mi madre había fallecido de cáncer, hasta donde sabía, pero el doctor no nos quitaba las esperanzas de que Daniel naciera sano y salvo.

– Mira lo que te compré –Christian me estiró unos audífonos gigantes. Lo miré sin moverme del sillón–. Puedes ponerlos en tu panza con algo de música, y así Danny podría escucharla. –sonrío sin mostrar los dientes.

– Supongo... –tomé los audífonos.

– ¡Espera aquí! –Christian saltó del sillón y subió corriendo las escaleras, cuando regresó vi que en su mano tenía un reproductor de música, pero no era el mío–. Tengo algo de música de Mozart y Beethoven, entre otros, escuché que es bueno que los bebés escuchen algo de música clásica mientras aún están en la panza de la mamá... –¿Qué tenía de malo mi música? Claro...era demasiado deprimente para un bebé...

Tomé el reproductor, conecté los audífonos, elegí una canción al azar, en realidad no me fascinaba la música clásica pero claramente sería mejor opción que ponerle "Welcome to my life" o "I'm just a kid", la música que a mi me gustaban, con el tipo de letra con las que me identificaba perfectamente. Un minuto después de haberle puesto play a la música sentí como Daniel se movía. Sonreí y toqué mi panza.

– ¿Así que te gusta la música clásica? –. Le pregunté a mi bebé. Christian sonrió y llevó su mano a lado de la mía.

– ¿Te gusta la misma música que a papá? –. Acercó su cara a mi panza. No quería pensar en lo que acababa de decirle a mi hijo. No pude evitar imaginarme cargando por primera vez a Daniel sólo para ver que su cabello era negro como la noche y sus ojos color avellana, como los de Christian. Tenía que cambiar de tema para distraerme de ese horrible pensamiento.

– ¿Me traerías un SoyJoy? –. Le pregunté lanzándole una sonrisa tierna.

– ¿De qué? –. Se puso de pie.

– De chocolate. –sonreí pegando mi labio superior a mi mandíbula, de tal manera que mis dientes me hicieran parecer un ratón. Christian me miró frunciendo el ceño, como si me regañara, aunque sabía por qué lo hacía, el SoyJoy de chocolate tenía muchísimas calorías, además a él le fascinaban y entre menos comiera yo, quedaban más para que él pudiera comérselas. Puse los ojos en blanco– ¡Bien! De manzana verde... –sonrió de lado asintiendo y fue a la cocina, justo en ese momento tocaron a la puerta de la casa. Christian corrió hasta situarse frente a mí y acercó su cara hasta que su nariz estuvo a un centímetro de tocar la mía.

– Ya sabes, sólo hablan ruso y les pago suficiente dinero para que finjan que ni siquiera existes, no intentes nada. –apreté la mandíbula sin apartar mis ojos de los suyos. Asentí. Volvieron a tocar la puerta.

– Я иду! –. Gritó en ruso hacia la puerta, supuse que significaría algo como "¡Ya voy!". Cuando se alejó de mí acomodé los audífonos de nuevo en la panza ya que Christian los había movido con la camisa de botones que llevaba puesta. Entraron dos hombres gigantes y rubios, me giré sobre el sillón para poder verlos. El primero en entrar me saludó en ruso, lo entendí, pero no sabía como contestarle, entonces solamente incliné mi cabeza. Empezaron a entrar con varias piezas de madera que dejaban al inicio de las escaleras junto con otras herramientas. Cuando subieron todo a la habitación de Daniel escuché que Christian me hablaba.

– Gemma –Christian bajó las escaleras y entró a la sala, cerré en un puño la basura de la barrita que acababa de comerme–. Necesito que subas...

Bajé los pies del sillón y fuimos a la habitación en donde estaban los hombres. El que me había saludado me habló en ruso. Voltee a ver a Christian esperando que me tradujera lo que acababa de decir.

– Quiere saber en dónde te gustaría que pusieran el mueble...

– ¿Cuál mueble? –. Lo miré extrañada. Señaló el montón de largas piezas de madera que estaba en el centro de la habitación, frente a los dos hombres que nos miraban esperando una respuesta. Iban a construir el mueble ahí mismo...

Pensé por unos segundos hasta que señalé la pared contraria de donde se encontraba la cuna. Los hombres asintieron y sin decir nada más se pusieron a trabajar.

– ¿Por qué no trajeron el mueble hecho sólo para subirlo? –. Le pregunté mientras bajábamos de nuevo las escaleras.

– El mueble va a ocupar 3/4 de esa pared, cariño. No había forma de que pudieran subirlo por las escaleras.

Arriba se escuchaba el trabajo de los hombres. Prendí la televisión y puse una película intentando ignorar todo el ruido.

Cuando anocheció los hombres se fueron pero Christian me informó que no habían terminado aún así que volverían al día siguiente.

***

– En algún momento Daniel va a preguntarse por qué vivimos tan lejos de otros... –dije viendo como los copos de nieve se pegaban a la ventana. Estábamos acostados en la cama, yo le daba la espalda mientras mi cabeza se recargaba en su brazo; él sólo miraba hacia el techo.

– Espero que para ese momento ya te tenga la suficiente confianza para irnos a vivir la otra casa.

– ¿La otra casa? –me acosté boca arriba y moví mi cabeza hasta poder encontrar mis ojos con los suyos.

– Tengo otra casa –asintió–. Más al sur. –me acosté de lado recargando mi cuerpo sobre mi codo sin perder el contacto visual con él.

– Llevo más de un mes sin intentar escapar... ¿Aún no me tienes confianza? –. Me sonrió como si se estuviese riendo de mí.

– Un mes, ¡oh, por Dios! ¿Por qué no lo había pensado? ¡Claro! Seguramente jamás volverás a intentar escapar en tu vida y menos si te llevo a un lugar rodeado de personas. –suspiré molesta por su sarcasmo.

– Christian, ¡mírame! –me señalé la panza–. Parezco una ballena, si no podía escapar cuando era delgada, ¿enserio crees que podría hacerlo así? –. Sonrió y me dio un beso rápido en los labios.

– Eres la ballena más hermosa del mundo. –puse los ojos en blanco, no estaba dispuesta a que cambiara de tema.

– El primer día que me secuestraste... Después de... –me interrumpí, era demasiado doloroso recordar aquel día, cuando me quitó la virginidad por la fuerza–. En la mañana... No me encadenaste ni nada... Incluso me dejaste ropa... Confiaste en mí...

– En primer lugar; no pensé que te despertarías antes de que yo llegara de las compras. En segundo lugar; creí que estarías demasiado adolorida para intentar escapar...

– Y ahora estoy demasiado gorda para hacerlo, Christian. Además, si se me rompe la fuente aquí no alcanzaríamos a llegar al hospital, estamos como a una hora del más cercano.

– Bien –suspiró–. Cuando cumplas el mes 9 viviremos ahí, al menos hasta que Daniel nazca, después regresaremos acá –estaba a punto de reclamar pero no me lo permitió–, ¡y si te ganas mi confianza podremos, tal vez, irnos a vivir allá para siempre! –. Asentí, no tenía otra opción, me ganaría su confianza sí o sí.

– Oye... –dije después de unos segundos de pensar–. Respecto a lo de mi primera vez... Cuando desperté no tenía sangre...

– ¿Y? –no le tomó importancia.

– Que... ¿Por qué no tenía sangre? –. Sabía la respuesta; ni siquiera estaba segura de porqué quería que él la dijera.

– Te bañé después de inyectarte el M99, así como cambié las sábanas que también estaban manchadas... –lo miré sin reaccionar–. ¡Vamos, Lorena! ¿En serio te sorprende? –. Bajé la vista.

– En realidad... no... –le di la espalda; iba a recostar mi cabeza sobre su brazo de nuevo pero lo quité. Christian se pegó a mí y quiso abrazarme. Me senté en la cama con los pies en el suelo.

– ¿Qué pasa? –. Preguntó sin entender.

– Nada. –me puse de pie y salí de la habitación.

– ¿A dónde vas? –escuché que gritó mientras bajaba las escaleras. Me recosté en el sillón suspirando. Chris se plantó frente a mí con las manos sobre la cintura–. ¿Qué estás haciendo?

– Vete. –dije sin mirarlo.

– Lorena... –levanté mi vista hacia él– ¿En serio estás así porque te bañé mientras estabas inconsciente? ¿Por qué te sorprendió saber eso? Creí que me conocías como para saber que...

– ¡No me sorprende! –lo interrumpí furiosa–. Sólo... Déjame...

– No te voy a dejar aquí en la sala...

– ¿Por qué? ¿Temes que salga de la casa en medio de la noche? –no contestó, así que supe que era justo lo que él pensaba–. Vete, déjame sola.

Cuando desperté me di cuenta que una sábana me cubría todo el cuerpo. Quise incorporarme pero al instante me dolió el cuello. Después de un par de minutos sobándome pude ponerme de pie. Las puertas dobles que separaban el pasillo de entrada con la sala estaban cerradas; pero aún así alcanzaba a escuchar la música clásica que Christian había puesto desde la cocina. Con la mano todavía en mi nuca intentando disminuir el dolor fui hasta donde él estaba.

– Hola, cariño, ¿cómo dormiste? –cuando me vio sonrió–. No tan bien, ¿eh?

– ¿Cuántas veces te despertaste en la noche? –. Le pregunté sirviéndome un vaso con agua.

– ¿De qué hablas? –. Fingió no saber sin dejar de preparar el desayuno.

– Chris, despierto y tengo una sábana que, estoy segura, no tenía ayer cuando bajé a dormir, además, ¿en serio crees que no te conozco? Obviamente no ibas a dejarme dormir en la sala sin el temor de que me fuera a a escapar o que intentara matarte o algo.

– Bien, sólo me levanté una vez. La sábana te la puse antes de irme a dormir... –me recargué al lado de la estufa para que viera como levantaba una ceja sin creerle–. Sabía que no podrías huir ni subir al primer piso porque te amarré...

– ¿Es en serio? ¿Aún sigues con tus tonterías de las cadenas? –. Se encogió de hombros.

– Hasta ahora han dado resultados. –puse los ojos en blanco y salí de la cocina intentando disimular el dolor de mi espalda.

No volvería a dormir en el sillón, aunque llegara a enojarme con Christian de nuevo. Tenía que ganarme su confianza como para que decidiera llevarme a la otra casa.

Continue Reading

You'll Also Like

558K 46.8K 97
Jungkook es fan número uno de Vante un famoso cantante, ¿que pasaría si Taehyung contesta el comentario más vergonzoso que Jungkook le ha dicho ? ☆No...
55.9K 4.5K 15
Segunda parte de Demonio. "Siempre terminamos volviendo a nuestro hogar". Las relaciones son difíciles y todos lo saben. Pero lo son aún más cuan...
535K 64.7K 7
Han pasado tres años desde que Leigh sufrió a manos de un monstruo. Y ella se ha dedicado a sanar, finalmente, decide dejar atrás Wilson, y empezar u...
64.1K 6.5K 53
Cuando la realeza decide mandar a buscar a cada una de las brujas para darles un destino fatal, Thadea decide luchar por sobrevivir sin compañía algu...