Megan's P.O.V.
(Comienzo del sueño.)
-Mi vidaaaaaaaaa. - Siento que alguien me agarra por la cintura, estoy a punto de mandarle un golpe a sea quién sea, pero luego recuerdo que estoy con Dylan y se me pasa.
-Ja ja ja. - Trato de dar una buena risa, pero me sale de la mierda. - Hola... Dylan... - Sonrío inocente. Aunque creo que es más una mueca.
-Quería preguntarte algo. - Dice.
Hoy lo noto más... Normal. Más normal que nunca podría decir.
-Claro, dime. - Digo mientras trato de sacar sus manos de mi cintura. Pero fallo, parece que estuvieran clavadas.
-¿Aceptarías ir a cenar conmigo y con mis padres?
-Ah, Dylan yo...
-Por favor, eso significaría mucho para mí.
Estaba a punto de decirle que no podía, pero no sé como en medio pasillo de la escuela, veo a Carter besándose con una pelirroja.
-Claro amor, ¿Pasarás por mi? - Me volteo y lo abrazo. El me mira sorprendido, pero me corresponde el abrazo al instante.
-S-si, por supuesto.
Siento la mirada de Carter perforarnos.
Sin pensarlo, clavo mis labios contra los de Dylan, y nos comenzamos a besar... ¿Qué demonios estoy haciendo?
Es la primera vez que lo beso por mi cuenta...
Me separo de él y veo a Carter mirándonos enojado. Le sonrío y formulo un "Hola" sólo moviendo los labios, pero sin pronunciar palabra.
El me devuelve el "Hola y la sonrisa y se va con la pelirroja a quién sabe dónde.
-Auch mi vida, me estás clavando las uñas en el brazo... - Dice Dylan con una mueca de dolor.
Y caigo en cuenta de que sus marcados brazos tienen marcas de mis uñas... Ups.
-Lo siento. - Digo separándome rápidamente de él y volviendo a la posición de siempre, solo que ahora con mal humor. - Te hablo luego. - Me voy sin más y me dirijo a buscar a Nat.
-Estúpida ven para acá. - Jalo del brazo a Nat, que está conversando con el que creo que es Sean y la arrastro hacia el baño.
Ella me está fulminando con la mirada mientras se cruza de brazos y me mira fijamente.
-Me puedes decir , ¿¡Qué demonios es tan importante para que interrumpas mi interesante charla con el chico más guapo y sexy de todo el colegio!?
-Iré a cenar con Dylan y sus padres. - Las palabras salen de mi boca sin retención alguna y ella me mira asombrada.
-¿¡Que vas a hacer qué!? - Chilla.
-Shhhh. - Le tapó la boca y miro hacia todos lados para ver si hay alguien escuchando. - Y lo besé por mi cuenta.
-¿¡QUE HAS HECHO QUÉ!? - Chilla con más intensidad. Y se saca mi mano de su boca.
-Shhhhhh. - Digo volviéndola a callar.- No me culpes, fue por despecho, ver a Carter besarse con esa pelirroja no le hizo bien a mi cabeza y a mi orgullo.
-¿¡QUÉ!?
-¿Qué de qué? - Pregunto. Ella piensa unos segundos y se dispone a responder.
-Sabía que te gustaba Carter.
-No, no me gusta, es solo que después de ese beso en el auto que fue la semana pasada...
-Deja de engañarteeeeeeeee.
-No me estoy engañándoooooooooooo. - Pienso. - Quiero mucho a Dylan.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno...
Estallamos en risas mientras ella intenta no ahogarse.
-Bien bien. - Paro de reír. - ¿Cómo te va con Sean? Es un chico algo... Difícil...
-Ya somos amigos. - Sonríe emocionada. - Se ha abierto muy rápido a mí y me ha contado demasiadas cosas a cerca de él.
Mi cerebro me lleva rápidamente a las palabras que Carter me dijo el día que fuimos al cementerio.
-¿Ah sí? ¿Y te ha contado a cerca de su hermana?
-El no me ha hablado a cerca de su hermana... ¿La tiene?
-Olvídalo Nat, lo dije por decir, sólo te diré que por favor tengas cuidado con él. ¿Si? Sabes que te quiero demasiado y no soportaría perderte. - Siento una lágrima salir de mi ojo izquierdo.
-Hey Megan, no me pasará nada ¿Si? - Me abraza y ella también se pone a llorar. - ¿Ya vez? Harás que se me corra el maquillaje. - Sonríe. - Todo estará bien perrita. Yo estaré bien. Tu estarás bien. Sé lo que imaginas porque te conozco más de lo que te conoces tú, y esas cosas solo pasan en las novelas que ve mi tía Pánfila.
-Detesto ese nombre. - Digo riendo y secándome las lágrimas a la vez.
-Lo sé, yo también. Esa vieja está loca. - Hace lo mismo que yo y salimos del baño para dirigirnos al salón de... No sé que mierdas tocará en esta hora.
(...)
-Natalie ya te dije que no. - Repito por octava vez en el día.
-Megan por favoooooooor. Esto es muy importante para mí.
-Bien, iré con ustedes, pero no sé si el otro querrá ir con nosotros. - Desvío la mirada y me cruzo de brazos.
-Yo se lo diré. - Dice ella con una elevada emoción.
-Bien, pero ustedes pasan por mí. No quiero pasar ni un solo segundo a solas con ese idiota.
-Oye yaaa. Relájate. No pasará nada que tu no quieras.
-¿Lo prometes?
-Ehmm, si claro, ¿Por qué no?
(...)
-¡Natalie no te vayas!
Pues bueno, a estas alturas de mi atorrante vida, me he quedado sola en un parque de diversiones. Ah, lo olvidé, con Carter O'Donnel. Y todo por Natalie y Sean. Que hermoso.
-¿Quiéres ir a comer algo? - Pregunta.
-No. No quiero ir a ningún lado contigo. - Me cruzo de brazos.
-No entiendo que pasa... ¿Por qué estás así? Estás tan... Distante.
-¿Y qué quieres? ¿Que me pegue como puta a ti así como la guarra pelirroja? - Las palabras salen de mi boca sin siquiera pensarlas.
-Así que ese es el problema. Estás celosa.
-¿Celosa? ¿Yo? ¡Tengo un novio Carter! ¡Y lo quiero mucho!
-¡No es cierto! ¡Tu no lo quieres! - Usa un tono borde.
-¿Y a ti quién te dijo que no lo quiero?
-Me dijiste que estabas con él por su estúpida enfermedad.
- Pues te pude haber mentido.
-Típico de niñas pijas. Pero igual. Me vale madres si lo quieres o no.
-Ah... ¿Te vale madres? - Pregunto mientras comienzo a esbozar una sonrisa.
-Si. Me vale madres lo que hagas y dejes de hacer.
-Ah mira... Y como te vale madres todo de mí, ¿Por eso me besaste en tu auto? - Termino de esbozar la sonrisa y él me mira sorprendido de que haya dicho eso. Pero el comienza a sonreír.
-¿Y por eso tu me seguiste el beso?
-Eres un idiota.
-Y tu una amargada.
-Pues tu eres anormal.
-Y tu eres fea.
-Uhgggggg. Pues tu... Tu... Tu...
-Ay cállate de una vez Megan. - agarra con fuerza mis mejillas e impacta nuestros labios en un segundo beso.
Está jugando. Y lo peor de todo, es que caigo en su estúpido juego.
(Fin del sueño.)
-Y tuviste que abrir la boca. - Oigo la voz de Carter.
Por alguna extraña razón me encuentro en una de las camas de la habitación.
-Es mi mejor amiga. Pero hablando de los sueños... ¿No te parece raro? Está recordando todo de una manera tan extraña...
-¿Recordar qué? - Pregunto levantándome.
-Megan... - Dice Carter revolviéndose el cabello.
-Ya no quiero excusas. Estoy cansada de que me vean la cara de estúpida. - Doy vueltas en la habitación sin rumbo alguno.
-¿Sabes qué? Yo te lo diré. Eres mi mejor amiga. Y no puedo permitir que sigas viviendo en una mentira.
-No, a ti no te corresponde. Se lo diré yo, es mi novia.
-Es mi mejor amiga. - Achina los ojos.
-Sabes que me llegaa. - Juguetea Carter.
-Sigo aquí. ¿Saben?
-Ven. Tenemos mucho de que hablar. - Carter toma mi mano y me guía al salón principal de la cabaña.
-Bien. Comienza. - Nos sentamos frente a frente en una mesita.
- Bien. Comencemos por tus sueños. Debes contármelos todos. - Me mira dulcemente.
- N-ni lo sueñes idiota. - Desvío la mirada por enésima vez en el día.
-Cuéntameloooos.
-Nop.
-Cuéntamelooooooooooos.
-Nop.
-Si quieres saberlo todo, debes contármelos.
-Está bien. - Hago puchero y comienzo a narrar absolutamente todo, ocasionando hermosas sonrisas en la estúpida cara de Carter.
-Comencemos por las respuestas básicas. Todo lo que has soñado, en realidad ha pasado. Todo eso ocurrió el año pasado. Cuando vivíamos en Canadá, antes de que ocurriera el accidente.
-No te creo nada. ¡Nada tiene sentido!
-Mi vida no tiene no tiene sentido. - Simula limpiarse una lágrima imaginaria.
-¡Carter! - Le grito.
-Bien, bien, ¿Qué es lo que no entiendes?
-Pues nunca he vivido en Canadá, y en los sueños estábamos en último grado, lo cuál no tiene sentido porque actualmente vamos en último grado.
-Repetimos de año.
-¿¡QUÉ!? ¡NO! No puede ser. Eso quiere decir que... No... No te creo.
-Les creerás a ellos entonces. - Se para. - ¡Cameron! ¡Drake! ¡Vengan aquí y sirvan para algo! - Grita. Y por obra de magia vienen corriendo. Cameron trae un bóxer de unicornios. Y Drake lo mira con asco.
Esta será una larga tarde.