Realmente espero que les guste. Saludos. ;)
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-Conocí a alguien. –dije a mi amigo Niall un Jueves por la tarde. Habían pasado ya dos semanas desde la vez que encontré a Louis en el parque, y no había podido dejar de pensar en la melodía proveniente de su celular. Nos quedamos en silencio, volteé a verlo, con la esperanza de que estuviese a punto de responder, pero él solo miraba hacia el frente. Estábamos ambos recargados en un árbol en el patio de mi casa, mirando el pasto.
-No voy a emocionarme con esas palabras. –dijo negando con la cabeza y me volteó a ver. Me dedicó una sonrisa.-Yo también he conocido gente, por ejemplo, Luke es un niño de 5 años que acaba de mudarse junto a mi casa.
-Estábamos hablando, y su celular sonó... La melodía era "To love somebody", de los Bee Gees... -comencé, y fue cuando Niall abrió los ojos y me miró como si estuviera completamente desquiciado, como si eso fuera absolutamente imposible.
-Esto es importante. –dijo, mientras doblaba sus piernas y se hincaba, como si eso lo ayudara a ponerme más atención.- ¿Tiene cuarenta y nueve o algo así?
-No, pero si es mayor... -dije. Ya había comenzado a hablar, eso me ponía algo nervioso, me obligaba a tener que contestar todas y cada una de las preguntas de mi mejor amigo.- Unos cuantos años... -murmuré, sintiéndome un poco tonto al hacer las cuentas, yo estaba a punto de cumplir 16, pero él tenía 23, yo era más chico, obviamente.
-¿Cuánto mayor?
-No sé, como mi hermana, más o menos. –admití. No le diría que era amigo de mi hermana, él probablemente se pondría a investigar, y no era nada discreto. Lo vi asentir, pero aún así sonrió. De pronto su sonrisa tomó otro color, algo más travieso y no pude evitar reír.- ¿Qué?
-¿Te gusta? –preguntó, acercando una mano a mi estómago, después me pinchó con un dedo. Lo alejé con una pequeña mueca y él lo repitió.
-Apenas nos conocemos. –murmuré.
-Pero conoce esa canción que ni siquiera tu hermana conocía. –Señaló.- ¿Algo más?
-No hasta ahora. –Me encogí de hombros.- Pero eso me llamó la atención.
Y ahí murió nuestra conversación, porque Niall vio su reloj y se despidió. Últimamente estaba haciendo eso mucho, irse como si estuviera retrasado para algo, y yo me quedaba ahí, sin nada que hacer durante unas horas. Me levanté en cuanto perdí a mi amigo de vista, él siempre usaba los pasillos laterales a la casa para salir, así que no tuve que acompañarlo por el interior de la casa.
Me levanté del césped y me dispuse a recoger una libreta que habíamos estado usando, junto a ella estaba la gorra de Niall... ya se la devolvería un día de estos. Entré por la puerta trasera, directo a la cocina, mi hermana estaba acomodando fruta picada en un bol, me acerqué y tomé un pedazo de piña, ella me miró como si hubiera arruinado su obra, le sonreí y me senté.
-¿Tu amigo ya se fue? –Preguntó, yo asentí, incapaz de hablar por el pedazo de fruta en mi boca.- Bien, apenas iba a ofrecerles algo de comer, ¿tú quieres algo?
-Quiero esto. –señalé el plato, ella negó.
-Es lo que le ofreceré a Louis. –dijo.
Así que Louis vendría... vendría justamente hoy, que había estado hablando con Niall sobre él, sin mencionarle en realidad que era un chico, y su nombre era Louis. Parecía que lo había invocado o algo por el estilo. Miré a mi hermana con una pequeña sonrisa y ella puso un poco de eso en un plato y me lo dio, para que dejara de mover su trabajo más grande.
-Entonces Louis vendrá... -dije, mirando hacia la fruta en mi plato. Mi hermana murmuró un mhm y siguió en lo suyo.- Quiere decir que tendré que estar en mi habitación, porque no quieres que te interrumpa con él, ¿cierto?
-No importa, en realidad. Solo viene a mostrarme algo... no creo que se quede mucho, y no creo que interrumpas.–la escuché suspirar después, y luego se puso junto a mí. Una de sus manos fue a mi mentón y me obligó a mirarla.- Harry, lamento si has sentido que lo haces. No es mi intención mandarte a tu habitación cada que ellos vienen.
-No me refería a eso. –Negué y aparté su mano, para seguir comiendo.- Él está por aquí mucho, y lo acabas de conocer.
-No es cosa de él, yo lo invité. –la escuché murmurar. Arrastró una silla junto a mí.- ¿Te molesta?
-Nop –acompañé eso con un movimiento de cabeza, metiendo otro pedazo de fruta a mi boca.- Gemma, no me trates como si estuviera triste todo el tiempo, ¿de acuerdo?
-Sería comprensible que estuvieras triste. –murmuró
-Pasó hace mucho tiempo, ni siquiera lo recuerdo. –la miré a los ojos, quizá así se diera cuenta de que yo no mentía.- No recuerdo nada. Y no me siento triste por nada, ¿sí?
-Sé lo que te dijeron en la escuela ayer. Niall me lo dijo. –murmuró, acariciando mi cabello. Volteé a verla y fruncí el ceño.
-No me molesta que me digan nada. Soy huérfano, no están mintiendo. –Me encogí de hombros.- Y no me molesta, no me pone triste, porque así son las cosas, además te tengo a ti.
Odiaba estas pláticas, parecía que mi hermana nunca comprendía que yo estaba bien, que no me enojaba mi realidad. Quizá esto estaba mal, pero no sentía que extrañara a mis padres, fue hace más de la mitad de mi vida, ni siquiera los conocía. Recuerdo que siempre estaba con mi hermana, perderla a ella si me provocaría algo más, supongo, porque es el único recuerdo que tengo desde que puedo recordar.
Para mi buena suerte, el timbre sonó y mi hermana se levantó de la silla, diciéndome que íbamos a hablar de esto luego. Ya me encargaría yo de que eso no llegara. Terminé de comer y corrí hacia la base de las escaleras... era Louis, escuchaba su voz, mi hermana lo estaba pasando a la sala. Iba a subir un escalón, pero... pero no quería. Me di la vuelta y caminé lentamente hacia donde ellos estaban. Llegaron a la sala y vi a mi hermana salir.
-Iré por la fruta. –Me dijo y salió.- Aún me falta lavar las uvas, por favor, quédate un momento con él. –pidió. Asentí y entré a la sala.
Louis estaba en el mismo sillón de la última vez, con unos tubos de plástico, de esos que usan para transportar dibujos. También tenía un rectángulo grande, que yo lo había visto servir para lo mismo. Me senté en el sillón que usé también la última vez y le sonreí. Él estaba acomodando sus cosas, así que no me había visto entrar.
-Hola. –saludé. Él se quedó estático por un momento y después alzó la vista y me sonrió.
-Hola, Harry. –saludó. Su voz, ahora que la había escuchado con mi nombre, me parecía tan suave y dulce. Quizá no debería pensar en eso, quizá debería sentirme raro por eso, pero no lo hacía.
-Mi hermana dice que vienes a mostrarle algo. –dije, repentinamente curioso. Seguro eran dibujos, sino, no traería todas esas cosas. Una de sus mejillas estaba manchada de color verde, como si alguien hubiese dado un pincelazoahí. Él parecía estar consciente, ya que tocaba la mancha de vez en cuando, lo había visto hacerlo antes de saludarlo.
-Sí, un par de dibujos que hice. –Sonrió.- ¿Quieres ver? –preguntó, mientras señalaba los tubos. Asentí y él tomó uno, revisó las etiquetas y cambió de tubo, luego vio otro y al final otro, sonrió y me lo pasó.- Míralo cuando estés solo. –Me dijo.- Los demás te los muestro con tu hermana. –me guiñó un ojo.
Sentí mis mejillas arder por alguna razón y sonreí, mientras bajaba la mirada hacia el tubo. Algo me decía que esto era demasiado raro, pero no quería compartir lo que fuera que estuviera aquí dentro. Me levanté, y le pedí que me esperara un momento, para ir a dejar el tubo en mi habitación y después bajar.
-¿Listo? –preguntó Louis cuando entré a la habitación, asentí y volví a sentarme.
No volví a hablar en el resto del momento, no hasta que llegó mi hermana, con la fruta y una jarra de no-sé-qué en la otra mano. Podía sentir la mirada de Louis sobre mí, no dejé de sentirla durante todo mi silencio, durante el momento en que ambos nos levantamos a ayudar a mi hermana, y cuando volví a sentarme. Gemma se sentó junto a él y por fin sentí como dejaba de mirarme, fue cuando alcé la vista y vi que estaban hablando, hablando realmente bajito. Estaban riendo y yo no comprendía. Mi hermana estaba prácticamente recostada en su hombro y me sentí algo incómodo.
Después de ver todas las pinturas de Louis, me retiré. Eran muy buenas, pero yo tenía algo de prisa por ir a ver la que tenía en el tubo de mi habitación. Las otras habían sido paisajes, una mariposa, un ave y dos niñas, que él había dicho que eran sus hermanas. En cuanto estuve en mi habitación, lo primero que hice fue tomar un cambio, después de un día en el patio con Niall, había quedado algo sucio y no me gustaba dormir así, por lo que tomé mis cosas y entré a la regadera. Saliendo, me senté en mi cama y puse el tubo junto a mí. Quería saber lo que había adentro, pero me daba algo de miedo, no sabía qué era lo que estaba esperando encontrar. Me recosté y me quedé observando el tubo por un rato, hasta que me quedé dormido, sin realmente haberlo planeado.