¡¡¡DOMO MINNA-SAN!!!
UN PEQUEÑO CHANCE QUE HE LOGRADO SACAR DE MI ABSOLUTAMENTE DESOCUPADA AGENDA PARA VENIR Y ENTREGARLES EL CAPI'TULO CORRESPONDIENTE
ESPERO QUE LO DISFRUTEN Y ME DISCULPAN LA TARDANZA
- DESPIERTAAAAA!!!- llamó la coneja golpeando enérgicamente la puerta de la habitación- ya estás despierto?!- el zorro abrió la puerta atándose la corbata y los botones de las mangas.
- Si... yo y EL HOTEL ENTERO!!! Puedes decirme por qué tanto alboroto?! Vas a hacer que nos corran de este lugar!
- Lo siento! No es mi culpa que no hayas respondido los mensajes que te dejé en el teléfono, pensé que te habías quedado dormido!- revisó su reloj- el auto estará aquí dentro de veinte minutos, tenemos que bajar a desayunar y tú todavía no estás listo!
- Ya, ya...!!! Está bien! Ya estoy listo. Demonios! A veces se me olvida lo exasperante que eres!
- Calla! Tú no has tenido que aguantar a alguien como tú jamás!
- Aja... eso no tiene sentido...
- Bueno da igual! Tenemos que darnos prisa, así que será mejor que...- sin pedir permiso, el chico la levantó del suelo como acostumbraba hacer- q-que?! QUE HACES, IDIOTA?!? Bájame de inmediato!- el zorro frunció la cara.
- Maldición... alguna vez te he dicho que tu voz chillona hacen que me sangren las orejas?- le dijo llamando el elevador- cierra la boca... todo mundo te está mirando...- la chica se volvió a ver a los lados y se cruzó de brazos.
- Creo que no es exactamente eso lo que les llama la atención...
- Oh sí...- finalmente el ascensor llegó y el zorro entró tranquilamente, presionó el botón del lobby y pronto la grúa empezó a moverse- vas a calmarte...?- preguntó con una expresión indiferente.
- L-lo siento... estoy nerviosa...- el chico zorro bufó y la bajó acariciando su cabello, ella esquivó la mirada- aún me siento... algo afectada por el video de ayer y un poco incómoda sabiendo que nos tocará trabajar con extraños... eso me inquieta- el chico le sonrió.
- Entonces asegúrate de mirarme solo a mí, bien?- ella se ruborizó y el ascensor abrió sus puertas.
Luego del desayuno se dirigieron a la recepción donde se encontraba la loba anfitriona, que resultó ser una policía más.
Ambos se acercaron al estrado y la saludaron afablemente. La chica los miró y les brindó una cálida sonrisa.
- Buen día, oficiales. Disfrutando la estadía?- preguntó interesada en iniciar una conversación casual.
- Luna- mencionó el zorro haciendo que las chicas se volvieran hacia él- tú tenías conocimiento de la información que había dentro de esa memoria?- la loba frunció el ceño y bajó la mirada.
- Si... son las noticias locales de los últimos años... recopilaciones que se han tomado de la prensa para hacer el seguimiento de nuestras investigaciones.
- Sabes quien tomó las imágenes del Kamikaze?- la pelinegro bajó las orejas palideciendo de inmediato. Negó con la cabeza.
- Nadie lo sabe... esa información llegó seis meses luego de la catástrofe... por un anónimo... yo sospecho... yo y casi toda la central que fue Owen.
- Tú eres sobreviviente del atentado?- preguntó el zorro, ella enseñó los dientes con saña.
- Sobreviviente?!- alzó la voz. Su rostro apacible se había transformado en un manojo de angustia- Qué no lo viste?! No quedó ni un testigo! Esos malditos... acabaron con todos... las bajas en la policía fueron incontables... sin mencionar las victimas de los terroristas.
- Quien era el de la bomba?- a la loba se le aguaron los ojos.
- S-se llamaba Olly... Olliver... es todo lo que sé... p-por favor... no quiero seguir hablando del tema...- se limpió los ojos bajo los anteojos- me trae muy malos recuerdos... y eso es lo único que van a encontrar en los expedientes de esta ciudad, chicos... malos recuerdos...- los dos oficiales se quedaron mirando a la chica cuando escucharon una bocina llamar desde la puerta, ambos se volvieron a ver. Su transporte había llegado.
- Es todo por ahora, oficial- dijo la coneja- muchas gracias por la información- la otra chica asintió con la cabeza baja.
- Por favor...- susurró con la voz quebrada- tengan cuidado...- los dos se miraron y se dirigieron a la salida.
En la entrada los esperaba un joven con orejas y cola de tigre blanco y ojos color miel con las pupilas alargadas como rendijas. Cuando este los vio salir del establecimiento, no pudo evitar brindarles una sonrisa nerviosa.
- No puede ser... no puede ser, no puede ser!- se lanzó sobre la coneja- tú eres la famosa oficial Judy Hopps?! Que... honor el poder conocerla! Estoy al tanto de toda su historia y lo que hizo por su ciudad! Es un placer! Verdaderamente un privilegio! Estoy a su completa disposición- ella sonrió algo extrañada y entonces el cachorro de tigre levantó la mirada, para encontrarse con la del pelirrojo... gruñendo como un perro- y usted debes ser su compañero el oficial Nicholas Wilde! Que gusto!- estrechó su mano entusiasmado- dígame una cosa, señor Wilde... que hay de cierto sobre el rumor que fue usted quien ideó el plan de las moras?!- sonrió enseñándole los dientes sin poder aguantar su emoción.
- Sip! Fue él... a decir verdad, es el mejor estratega del ZPD así que será un gran apoyo en la investigación- respondió la chica apartando al joven del zorro antes que le sacara los ojos.
- Oh! Ya lo creo! Haaa... Judy Hopps me está hablando... s-si no te molesta...- se acercó tímidamente y ruborizado- me podría dar su autógrafo...?- la chica arqueó la ceja extrañada. El zorro se interpuso entre ella y el pequeño fan.
- Ehmm si... escucha, niño... esta chica... es mía...- le dedicó una sonrisa maliciosa- así que será mejor que no te le acerques... o tendré que matarte...- la coneja abrió los ojos asombrada con el descaro del zorro y el joven tigrillo se echó hacia atrás algo cohibido.
- Oh no... no, no... y-yo no quise... e-es que... lo siento tanto, señor Wilde... no fue mi intención...
- Dime Nick, hijo... pero ya sabes...- se le acercó y le puso una garra en el cuello- aléjate de mi novia...- el chico bajó las orejas y se fue algo decaído al vehículo, abrió la puerta de atrás sin decir nada, ni siquiera dirigirle la mirada a la coneja. Judy le esbozó un atisbo de obviedad al zorro y se aproximó al auto. El chico tigre estaba ocupado encendiendo el motor, cuando ella le puso la mano en el hombro.
- No te preocupes- le dijo con una sonrisa sincera- este torpe no va a hacerte nada- tomó la libreta que dejó el muchacho sobre el asiento delantero y lo firmó, le entregó el cuadernillo al joven tigre quien volvió a sonreír con entusiasmo. Nick se sentó al lado de la coneja y le sonrió al tigrecillo, éste asintió y se pusieron en marcha.
Unos minutos, luego de un incómodo y sepulcral silencio la coneja se acercó al chofer e intentó iniciar una conversación.
- Entonces, dime uhmm...
- Ah, me llamo Daniel... pero puede llamarme Dan, señorita Hopps...
- Perfecto, Danny. Puedes llamarme Judy!- esbozó la oficial a gusto por la confianza que el jovencito empezaba a tomar con ambos- entonces, conoces el motivo por el que vinimos a la ciudad?
- Oh si! Claro! Ehmm... escuché del jefe que ustedes quieren cooperar con los casos para atrapar a esos dos lunáticos.
- Qué tanto sabes sobre ellos?- preguntó Nick integrándose a la conversación.
- Bueno... sé que Scar fue un huérfano de una madre que se suicidó y su padre abusaba físicamente de él... tuvo una mala infancia y desarrolló un desequilibrio mental y emocional, fue internado hace cinco años en el psiquiátrico central de Wild City... pero escapó... incendió el lugar...- el chico no evitó reírse aunque los otros dos no entendieron el motivo de su risa. Dan aclaró la garganta y siguió hablando- bueno, los atentados que ha sufrido la ciudad la mayoría se les ha relacionado con el chacal... ese tipo está loco...- levantó la mirada al retrovisor para darse con las confundidas de los transferidos- el otro... Nigel es todo lo contrario. Un aristócrata mimado que creció entre lujos, estudiado y elegante... es brillante... aunque frío... tenemos muchos expedientes sobre sus antecesores... pero de él, casi nada... todos sus crímenes están muy bien cubiertos y ninguna conexión con él se le ha podido comprobar...- apretó las manos alrededor del volante- a mí parecer ese lince es mucho más peligroso y psicótico que el demente de Owen...
- Conoces alguna información sobre HISTERIA?- el chico arqueó la ceja confundido.
- HISTERIA? Eso qué es?- ambos oficiales se miraron desconcertados. Dan sonrió algo apenado- lo siento... sólo soy un pasante recién integrado a la policía, la verdad, muchos del cuerpo lo somos... jóvenes, inexpertos... pocos de la fuerza son antiguos miembros que milagrosamente lograron evitar el atentado, es por eso que se nos dificulta encarar a ese par de locos- Nick y Judy se echaron hacia atrás un poco decepcionados por la poca información que habían lograr sacar del tigre. El zorro se volvió hacia la ventana y miró al conejo frente a un gran edificio casi idéntico al que había presenciado en el video que vio la noche anterior. Rechistó un poco amargado y esquivó la cara- en fin, esa es la estación... estoy seguro que no es tan genial como la de Zootopia... pero es porque fue destruida por una explosión interna... jajaja- bufó el tigre pero no se dio cuenta que sus chistes eran crueles y de mal gusto. Bajó la cabeza y decidió callarse. Ambos oficiales se bajaron del auto, la coneja se volvió hacia el chofer y le sonrió.
- Gracias por la información, Daniel... estoy segura que será muy útil en su momento- él joven conductor se ruborizó y esquivó la mirada.
- P-para mí es un placer serles de ayuda, señorita Hopps- Nick se acercó y extendió la mano al chico.
- Todo bien, niño...- le sonrió al joven quien le recibió el gesto sonriendo confiado.
Luego de eso el auto se marchó lentamente por la avenida hasta doblar la esquina. Judy se volvió para dirigirse a la jefatura y vio al conejo acercarse. Se detuvo un poco turbada al ver las manos desnudas y gravemente laceradas del detective, aunque a éste parecía ya no importarle.
- Judy! Me alegra el ver que los dos estén bien... eso es magnífico...
- De qué hablas?- preguntó la chica golpeando su hombro- la ciudad es encantadora en verdad... me habías asustado, tonto!- el conejo sonrió algo sagaz.
- Jajaja... bueno, y que esperabas ver? Algo parecido a Silent Gills?- ambos rieron al darse cuenta que conocían la referencia pero el gesto agradable del conejo cambió de inmediato al ver al otro hombre acercarse con una expresión seria pero confundida a la vez.
- Ah... lo siento... es un videojuego... ya sabes- le intentó explicar la chica, este solo arqueó la ceja y bufó con malicia.
- Si, bueno, en realidad no lo sé... yo si tengo vida social, par de nerds- Roger rodó los ojos y se cruzó de brazos.
- Que tal, Wilde?- saludó con notable desdén.
- Amigo mío! Hola!- replicó con excesiva euforia- Oye, qué buena elección del hotel donde nos hospedaste! Sinceramente, nunca me habían atendido tan bien, pero... no pudiste encontrar una habitación más cercana a la de mí novia?- repuso sonriendo con malicia. Bounce arqueó una ceja desinteresado del alarde del zorro y Judy se llevó la mano a la cara.
- Si, pues... la verdad, pregunté si tenían disponible la habitación de las calderas en el sótano, junto a la basura... también por el agujero más recóndito del infierno... pero desafortunadamente no, así que... no me quedó más opción que situarte en el último piso... espero que no haya sido mucho inconveniente- el zorro bufó y se acercó más al detective.
- Jaja...- encogió los hombros despreocupado- bueno, pero eso en realidad no importó... igual la pasamos increíble anoche, no es así, zanahorias?- replicó guiñando el ojo a la coneja, luego regresó la vista sagaz hacia el conejo- de ser por ti me habrías dejado en la calle, verdad, orejas?- Bounce hizo lo mismo sonriendo con saña.
- Oye! Qué buena idea! No se me había ocurrido... gracias por la sugerencia, Wilde!
- Jaja, buen intento, conejo, pero no conseguirás alejarme de Judy, mí novia- el conejo arrugó la nariz y rechistó.
- Es una amenaza, colmillos...?
- Jaja, no... es una advertencia, detective pelusa...- ambos se quedaron mirando con ganas de asesinarse el uno al otro, la coneja harta de la bochornosa escena, se acercó a ambos y tomó sus orejas tirando fuertemente de ellas. Los dos hombres pegaron un chillido como cerdos y se volvieron hacia ella, quien tenía un semblante severo y hostil en su rostro.
- Le recuerdo, oficial Wilde, que estamos en medio de una misión sumamente importante- el chico bajó la cabeza con resignación y frotándose su adolorida oreja de zorro.
- Lo siento, jefa...- ella asintió autoritaria y se dirigió al otro quien tenía las suyas caídas a los lados de su cabeza.
- En cuanto a usted, detective... sea profesional- el chico solo asintió y esquivó el rostro. Luego la oficial se dio media vuelta y caminó hacia el recinto. Los otros dos se dieron una última mirada fulminante y le siguieron.
Ya dentro, la chica se fijó a su alrededor un poco sorprendida, conocía el interior del edificio por la grabación pero no se imaginó jamás que lo encontraría tan similar al que vio antes del desastre que había sucedido antes.
- Sorprendida?- preguntó el conejo poniendo la mano en su hombro.
- La verdad si... no me imaginaba que irían a reconstruir el edificio tan exacto al original.
- Se podría decir que la central es uno de los emblemas más característicos de la ciudad entonces... se quiso restaurar como si no hubiera ocurrido nada- replicó sonriendo, ella le atisbó con el rabillo del ojo y se dio cuenta en la oscuridad en su rostro. Nick se acercó y Bounce se apartó para ponerse frente a ellos, seguido les sonrió de manera gentil y sacó una libreta pequeña de su bolsillo junto con un bolígrafo azul de su saco- Voy a necesitar tus medidas- le comandó a la oficial- antes que vayan a hablar con Bullock tienen que ponerse el uniforme de la central para que pasen desapercibidos, así que iré a buscar algo para que se cambien- le entregó el cuaderno a la chica y le dirigió una mirada tranquila al zorro- las tuyas también, Nick- ella escribió unos números y le entregó la libreta al chico, quien veía a Roger con una expresión de extravío en su rostro.
- Me llamaste Nick?!- el conejo cambió la expresión a una obvia y encogió los hombros desinteresado. El zorro escribió sus medidas en el papel y se las entregó al detective.
- Vuelvo en unos segundos- le dijo a la pareja y se retiró durante un instante.
- Me llamó Nick...- seguía murmurando traumatizado el zorro- m-me llamó... mi maravilloso y asombroso nombre estuvo en su desagradable hocico... me dijo Nick... debo estar teniendo una pesadilla... debe ser eso... m-me dijo NICK!- la coneja rodó los ojos.
- Quieres cerrar la boca? No es el fin del mundo- él se volvió a verla y la tomó por los hombros.
- Di mi nombre! Dilo! Sólo hazlo!- la coneja arqueó una ceja algo desconcertada y rodó los ojos nuevamente.
- Nick...- el chico lanzó un suspiro aliviado.
- Hah... mucho mejor...- le brindó una sonrisa pícara- me gusta más cuando tú lo dices...
- Eres un idiota...- él encogió los hombros.
- Cuando volvamos al hotel... haré que lo digas unas mil veces más...
- Concéntrate...
- Está bien, está bien...
Unos veinte minutos luego, Roger regresó hacia la entrada con dos juegos de prendas envueltos en un paquete transparente. Se acercó a ambos oficiales quienes se habían sentado en una pequeña sala de espera, charlando y dando vistazos hacia su alrededor, se paró frente a los dos y volvió a mirar la ropa, como cerciorándose que fueran las medidas correctas.
- Muy bien. Oficial Wilde, el vestidor de caballeros está al final del pasillo, a la izquierda. Sargento, el de las damas es a la derecha en el extremo contrario. Los veré nuevamente aquí en diez minutos.
- Vaya... tienen vestidores aquí?- preguntó sorprendida la coneja. El conejo sonrió.
- Bueno, sí... no es muy recomendable que los oficiales salgan con el uniforme ya que son vulnerables. Tienen permiso para portar armas, pero lo que nos interesa es evitar usarlas, entonces...- les da una llave a ambos- locker 18 y 28 cuiden esas llaves, será sumamente importante que guarden ese uniforme mientras estén aquí. Cuando vuelvan, los llevaré al despacho del jefe Bullock- miró al zorro- Wilde, por aquí- le dijo haciéndole un ademán para que le siguiera, este miró a la coneja, quien se había ido por el camino contrario, volvió a mirar hacia delante y se pegó a seguir al detective.
- Qué estás tramando, Bounce?- preguntó un poco receloso, el chico conejo se volvió medianamente a verlo con una expresión estoica y se volvió a ver hacia delante.
- Absolutamente nada, colmillos- respondió desinteresado- no quisiera generar ningún conflicto que pueda entorpecer el procedimiento de la operación, entonces, supongo que no tendré más opción que soportarte hasta que logremos terminar con esta catástrofe- Nick se quedó un segundo meditando algo turbado.
- Tanto así te preocupa?- escuchó al conejo suspirar.
- Más de lo que te imaginas, Wilde...
No se dijo nada más hasta que llegaron a una pequeña habitación con varios vestidores, duchas y casilleros dentro de ella.
No mucho tiempo después la chica salió del vestíbulo con una chemisse azul marino con detalles blancos y negros en las mangas, la insignia de la WCPD bordada en ambos lados de la camisa y el cargo de "recluta" a la izquierda de su pecho y un pantalón negro. Judy se acercó al espejo y empezó a modelar el atuendo con una larga mueca en su cara.
- No es tan bonito como mi uniforme...- dijo para sí misma, dándose la espalda para ver como se veía por detrás. Se detuvo de frente nuevamente y se miró detalladamente. Rebuscó entre sus cosas, extrajo una cinta negra y se la colocó alrededor de las orejas haciéndose una cola caída, se puso las botas negras que cargaba del cambio anterior y se encimó el pesado chaleco antibalas, que, a diferencia del suyo habitual que le quedaba hasta la cintura, este la cubría hasta su estómago y más abajo, dando una impresión abultada en su cuerpo. La coneja vio esto un poco afligida puesto que no le hacía lucir para nada femenina, pero dio un suspiro y abrochó resignada los listones de la chaqueta.
Salió al encuentro de los caballeros que aguardaban en la sala de espera de la jefatura, se acercó al despacho y se fijó en el zorro que estaba sentado con una pierna sobre la otra y de brazos cruzados y cuando miró a la chica llegar, instantáneamente se le iluminó la cara. Nick se levantó de su asiento y le brindó una sonrisa coqueta a la coneja.
- Si dices algo, te mato...- esbozó malhumorada y se sentó a su lado.
- Oye! Por qué tanta violencia?- ella se apretó el torso con los brazos y esquivó la mirada.
- Este uniforme es horrible...
- Lo es... pero tú haces que luzca bien- ella se ruborizó y le sonrió de la misma manera- aunque ya te dije que te prefiero sin ropa- le dio un codazo y le sonrió coquetamente.
- Hmm... sin embargo... creo que me agrada verte con mangas cortas...- repuso acariciando los brazos del chico enmarcados por la camisa- Nick Wilde, cada vez que te veo te me haces más y más irresistible...
- Jaja... lo ves? Admítelo, soy adorable...- le dijo tomando su mentón y acercándose a su rostro.
- Tengo que hacerlo...?- repuso ladeando la cabeza- si, si lo sé...
- Ahem... lo siento... interrumpo algo?- preguntó el detective frente a ellos, con una mirada seria, inexpresiva y de brazos cruzados. La coneja se apartó avergonzada y bajó los ojos, el zorro se cruzó de brazos y lo miró fijamente. Bounce lanzó un suspiro indiferente y les hizo una señal dándose media vuelta y saliendo de la habitación, ambos oficiales se miraron algo extrañados y le siguieron sin rechistar.
Los tres agentes subieron al segundo piso y caminaron durante unos segundos, pasando por una cantidad indeterminada a primera vista de cubículos. Judy estaba un poco impresionada al ver que la mayoría del equipo eran nuevos y más aún cuando se dio cuenta de uno de los operadores en la línea de emergencia, el pequeño y joven tigre blanco con una expresión tan seria y enfocada en su labor, nada que ver con el alegre chico que los había escoltado un par de horas antes. La coneja sonrió un poco contenta y continuó caminando, siguiendo la pista del conejo.
Al llegar, Roger tocó tres veces la puerta, la cual se abrió y dejó apreciar a un hombre toro casi tan inmenso como el jefe Bogo, tez morena y ojos negros grandes y penetrantes, un ceño permanentemente fruncido bajo unas espesas cejas negras y la comisura de su enorme boca rota con una cicatriz blancuzca desde el labio inferior hasta el duro mentón que mantenía siempre los dientes apretados. Ambos oficiales se sintieron un poco intimidados, como si estuvieran frente a alguien familiar.
Bullock los miró seriamente a la pareja de policías y esbozó una mueca que podría haberse considerado una sonrisa, sin embargo para ellos lucía más aterradora que eso.
- Jefe Bullock- mencionó el conejo aclarando la garganta- permítame presentarle a la Sargento Judy Hopps y al Oficial Nicholas Wilde. Estos son los reclutas que la fuerza del Departamento de Policías de Zootopia ha enviado para cooperar en la investigación y aprehensión de los dos criminales más buscados de la ciudad- el toro miró fijamente a la coneja, quizás sin poder creer lo que se encontraba frente a él. Ella hizo el mismo gesto sin poder articular ni una palabra, levantó el mentón y lo miró con diligencia y seriedad.
- Debe ser una broma...- esbozó el jefe siempre con el ceño arrugado- me estás diciendo que todas las molestias que se ha tomado esta institución en enviarlo a solicitar una ayuda, la cual no estaba de acuerdo en recibir pero que la alcaldesa exigió... y me envían ciertamente a este par de diminutos sacos de huesos...? Estoy perdiendo mi tiempo- Nick frunció el ceño pero antes que pudiera decir algo, sorpresivamente el conejo fue quien salió en defensa de ambos.
- Puedo asegurarle, jefe Bullock. La primera oficial coneja de la historia, la Sargento Judy Hopps, fue quien logró descifrar el caso de los Night Howlers, el cual conmocionó a la ciudad de Zootopia y al continente entero- Bullock levantó el mentón dándose autoridad. Seguidamente Bounce dirigió la mirada el zorro quien le observó un poco ansioso por lo que diría a continuación- sin embargo, como dos cabezas siempre piensan mejor que una, es necesario aclarar que recibió mucha cooperación por parte de su compañero, el oficial Nicholas Wilde, que, en mi humilde opinión, mientras estuve en el ZPD pude ser testigo del insuperable equipo que forman, sin mencionar que es un excelente estratega- Nick estaba boquiabierto y Judy no se quedaba atrás- tal como se esperaba de un zorro, intuitivo, astuto, calculador... y experto en tretas...- miró de reojo al zorro y regresó la vista hacia el toro- tiene mi fe de confianza, que el jefe Bogo hizo la mejor elección al dejarnos recibir la cooperación de tan capaces oficiales- Bounce sostuvo la mirada fija sobre el toro, quien lanzó un suspiro y se sentó en su enorme silla de escritorio, se llevó los dedos a las sienes y empezó a masajearlas de forma circular.
- Voy a darles una oportunidad... una sola! Pero... si me fallan... estarán fuera del caso y tendrán que darse media vuelta para regresar por donde vinieron. Les quedó claro?- Judy infló el pecho y frunció el ceño inspirando autoridad.
- Señor, puedo darle mi palabra que cumpliremos con la misión- el toro asintió con fastidio y se dirigió nuevamente al conejo.
- Llévalos con Panther y Badger- ordenó bajando la mirada hacia unos informes sobre su mesa- les di los datos que van a necesitar en la investigación. Revisen los expedientes y capturen a esos dos psicópatas!
- Sí, señor!- exclamaron los tres al unísono saliendo del despacho.
Ya afuera, el chico conejo seguía delante de ambos con un paso tranquilo y pausado, Judy le dio un pequeño golpe en el hombro al zorro haciéndole una seña con la cabeza. Nick esbozó una mueca de fastidio y luego lanzó un suave suspiro.
- Detective ore... digo, Bounce- el chico se detuvo y se volvió a verlo- e-estoy seguro que luego que diga esto me voy a cortar la lengua pero... gracias... por lo que dijiste allá atrás- el conejo bufó y se volvió de nuevo hacia el frente.
- No te equivoques, Wilde- repuso secamente- mis decisiones siempre son acertadas, no dejaré que ese toro diga que estaba equivocado... y si afirmé que ustedes eran los indicados para el caso... es porque ustedes están capacitados para eso... yo siempre tengo la razón...
Luego de eso le esbozó una fría mirada a la pareja y siguió su camino como si nada, Nick bufó indignado y encogió los hombros hacia la coneja de manera de excusa, ella hizo lo mismo y continuaron el paso.
ESO ES TO- ESO ES TO- ESO ES TODO, AMIGOS
:V