Si quieres que tu secreto sea guardado, guárdalo tú mismo.
Séneca
Los turnos para vigilar la valla cambian cada mes.
Esta mañana, Christina y Emma han salido en su dirección, vestidas con los chalecos y acompañadas de sus pistolas.
Me parece absurdo y aburrido vigilar la valla. No es como si todos los días alguien intentara entrar en Chicago.
Una idea pasa por mi cabeza. ¿ Y si es para que no salgamos ? ¿ Quién nos asegura que la contaminación es realmente peligrosa junto a quien sabe qué se supone que haya ahí fuera ?
Despejo esos pensamientos de la cabeza, y me dirijo hacia el Pozo.
Un grupo grande llega a él ; son los osados que acaban de terminar su turno hasta el mes que viene.
Ansiosa, miro por encima de las cabezas de la gente.
Por fin lo localizo.
Corro hacia él y salto para darle un abrazo que casi nos tira al suelo.
- ¡ Zeke ! Te he echado de menos grandullón.
- Yo también, enana - sonríe quitándose el sudor de la cara - ¿ Qué se cuece por estos lugares ?
- Te cuento - digo echando a andar, con su hombro por encima del mío como viejos amigos - Kelly ha dejado a Margaret, Jace y Emma han pasado al siguiente nivel, Christina y Will se han reconciliado y Linsel está intentando mover ficha con Eric.
- ¿ Y te molesta ? - pregunta alzando una ceja al ver como mi tono de asco ha aumentado al llegar a ese momento de la frase.
- ¡ Claro que me molesta ! - mascullo.
- Tranquila - sonríe acariciándome el brazo - está coladito por ti.
Mis hombros se relajan con su afirmación, y muestro una sonrisa. Está bien compartir mi secreto con alguien.
- Siempre me he preguntado porqué me lo contaste a mi en lugar de a Jace - comenta.
- Confío en ti.
- ¿ Y en él no ?
Clavo la mirada en el suelo.
- Sí... pero es complicado.
¿ Cómo voy a decirle que estoy teniendo sentimientos inadecuados y poniendo en peligro la misión ?
Confío en Jace, pero no lo suficiente como para estar segura de que no dirá nada de esto a Abandoned.
Y no pienso arriesgar la seguridad de Eric ni la mía.