XXIX

3.9K 372 23
                                    

El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta.
                 Jacinto Benavente

Corre la voz.

Hay un nuevo anuncio que hacerse.

En cuestión de segundos, toda Osadía está convocada, reunida en el centro del Pozo justo como lo estábamos hace dos días.

¿ Será de nuevo noticias sobre Max ? ¿ Será otra cosa ?

Sonrío para mis adentros. Jace no está a mi lado ; es obvio cual es el tema de esta reunión.

Me alegro de que lo haya conseguido. Jace ha cumplido su misión. Ha pasado la iniciación con éxito, quedado en primer lugar, matado a Max, y por último, ser líder.

Me alegro por él. Pero no me alegro por Osadía. Sé que Jace no es malo, pero sí que va a tener que hacer cosas malas por Abandoned. Al fin y al cabo, ella es la que está a punto de hacerse líder.

- ¡ Osados ! - grita Harrison - Como ya sabeis, Max no está con nosotros. De modo que un puesto de líder queda vacante. Y como siempre, ese puesto es ofrecido al mejor de cada iniciación. Así que os presento al nuevo líder de Osadía, Jace.

El estilo de Osadía no es dar aplausos. En lugar de eso, se escuchan silbidos y vítores por todo el lugar, y pies golpeando el suelo para hacer más ruido.

Río divertida, y alzo los pulgares a Jace desde dónde estoy. Él solo muestra una diminuta sonrisa. Ahora es líder de la Facción, y tiene que comportarse con más seriedad.

Después de eso, poco a poco, la masa se disuelve. Veo a Cuatro a través de la multitud, y soltando un suspiro, me acerco a él.

- Hey- saludo. Él deja de hablar con Jefrey y Rebekah y me mira alzando una ceja - ¿ puedo hablar contigo ?

Los otros dos osados entienden el mensaje y se alejan, dejándonos solos.

- ¿ Sí ? - pregunta aburrido.

- Solo quería disculparme, ya sabes - contesto mirando hacia otro lado. No se me da muy bien pedir perdón.

- Aceptado. Yo también te debo una disculpa... al fin y al cabo es tu vida y puedes pensar lo que quieras.

Nos miramos a los ojos un rato más, hasta que se vuelve incómodo y los dos apartamos la mirada con una carcajada.

- Ya nos veremos - ríe despidiéndose.

El día pasa rápido. Y no dejo de pensar en Eric. Se ha convertido una viciosa costumbre, pensar en él tanto cuando estoy a su lado como cuando no lo estoy.
Lo cierto es que no puedo quitármelo de la cabeza.

Cuando cae la noche, recorro el camino hacia su apartamento.
He venido ya tantas veces que podría hacer el camino con los ojos cerrados.

Nos recibimos con una sarta de besos y caricias, y en vez de ir a la cama, como aún es temprano, acabamos en el sofá, charlando del día a día.

- ¿ Qué piensas ? - pregunta al verme con la mirada ida.

Dejo de recordar la imagen de Linsel y él el otro día, y me encojo de hombros.

- Nada importante.

- Arelys...

- Bueno... - dudo - ¿ por qué no quieres que lo nuestro se sepa ?

- Te lo he explicado mil veces, cariño.

- Lo sé... solo que a veces me da la sensación...

- ¿ la sensación ? - me anima a que continúe. Niego con la cabeza, por temor a que se enfade - Lys, suéltalo.

- A veces me da la sensación de que te avergüenzas de mi o solo me quieres para...

- Para sexo - termina por mi, separándose fríamente - ¿ En serio piensas eso ?

- ¿ Qué otra cosa quieres que piense, Eric ? - suspiro intentando tomarle de la mano, pero él la aparta de un tirón.

Súbitamente, Eric se pone en pie.

- ¿ Qu- es todo lo que consigo decir antes de que me agarre con fuerza del brazo y me tire sobre la cama - ¿ Eric ?

- Si es lo único que quiero - sisea entre beso y beso - ¿ no te importará que empecemos ya no ?

- No quería decir eso - susurro tragando saliva, pero aprisiona mis manos con las suyas y las pone por encima de mi cabeza de forma que no pueda moverlas.

- ¿ Para qué seguir hablando ? Si solo te quiero para una cosa...

Los besos de Eric se deslizan desde mi cuello hacia abajo.

- Eric - lo llamo con decisión - Aparta.

Por primera vez, deseo que deje de besarme. Su mirada es fría, sus actos bruscos en un sentido distinto al normal.

Es como si quisiera hacerme daño.

- Eric - vuelvo a decir, esta vez como una súplica - Eric suéltame, por favor.

Finalmente, lo hace, y no tardo en ponerme de pie y alejarme de él.

- ¿ No quieres seguir ? Ahí tienes la puerta - espeta señalándola con la cabeza.

Lo miro fijamente a los ojos, sintiendo como los míos se anegan de lágrimas, y sin decir una palabra corro saliendo por la puerta.

Recuerdo las palabras de Cuatro. Eric es peligroso.

Pero, ay, tonta de mi, yo adoro el peligro.

FactionlessWhere stories live. Discover now