Factionless

XLVIII

Arriésgate.
Si ganas, serás más feliz.
Si pierdes, más sabio.

Los preparativos comienzan a las ocho de la mañana siguiente.

Entro en la sala de seguridad, si bien con algo de miedo.

Afortunadamente, está vacía, y puedo echar un vistazo a las pantallas de los televisores.
Desde aquí puedo observar a toda Osadía.

Lo primero que hago es desactivar las cámaras de la armería. Solo así podrá Jace coger el material que necesitamos.

Espero los treinta segundos reglamentarios que dura de media una avería en el sistema, y busco a Eric en el resto de las grabaciones. Lo localizo en uno de los padillod cercanos al Abismo, hablando con Cuatro. Sé lo que le está pidiendo ; que cuide de su hermano por hoy. El instructor frunce el ceño, probablemente pensando por qué el líder le confiaría algo tan importante. Acepta. Creo que, después de todo, esos dos han aprendido a apreciarse el uno al otro.

Una hora más tarde, Jace, Eric y yo viajamos en el tren que recorre toda Chicago.

El trayectorio es silencioso. Todos sabemos que nos jugamos mucho haciendo esto ; quizás hoy sea el último día de nuestras vidas.

- Tienes que decírselo - suelta Jace. Lo miro indecisa - Merece saberlo.

- ¿ De qué estais hablando ? - pregunta confundido.

Suspiro, resignada. Intentará que no vaya con ellos.

- ¿ Has oído algo sobre la fiabilidad de los test de embarazos ?

- Sí...- responde perspicaz, intuyendo por donde van los tiros.

- Bueno, aquella vez que me hice la prueba, ¿ recuerdad ?

- Dio negativa, sí.

- Exacto... pero el periodo siguió sin bajarme. Así que, por consejo de Jace, repetí el test con varias marcas distintas.

- ¿ Estás... ? - pregunta con una mezcla de felicidad y preocupación.

- Estoy - confirmo.

Eric me atrae entre sus brazos, y me eleva en el aire, dando vueltas. Suelto una risa.

- Tú te quedas aquí - advierte bajándome.

- En tus sueños - replico decidida.

Eric me mira frunciendo el ceño, apagando su sonrisa.

- No quiero poneros en peligro. Y tengo un mal presentimiento.

- Tonterías tuyas - sonrío, abriendo las puertas del vagón y lista para saltar - Estaré bien. Estaremos bien.