XIII

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Vamos a intentar enseñar la generosidad y el altruismo, porque todos nacemos egoístas.

                   Richard Dawkins

Las casas grises de Abnegación, exactamente iguales unas a otras, me esperan cuando bajo del tren.

Los abnegados más trabajadores, los que se quedan ayudando a los abandonados de seis de la mañana a once de la noche, observan confundidos como una osada se adentra en el territorio de su Facción.

Estoy en las afueras, y sé exactamente dónde ir.

Paso las primeras dos filas de casas, y llego a la tercera.

Cuento cuatro casas por la izquierda y llamo con fuerza a la puerta.

Entonces, ésta se abre, y una mujer abnegada me mira sorprendida.

- ¡ Arelys !

- Mia - saludo seriamente, impaciente - ¿ puedo pasar ?

La mujer asiente, y se hace un lado. Antes de cerrar la puerta, mira a su alrededor, y comprueba que nadie haya visto mi aparición.

- ¿ Sabe Abandoned que estás aquí ? - pregunta asustada.

- No. Tenía que verla. ¿ Dónde está ?

- Arriba - suspira, guiándome - Sabes que estás cometiendo una infracción para la Organización, ¿ verdad ?

- Pero no tienen por qué enterarse - respondo, entrando al dormitorio.

Mia asiente. Sé que me guardará el secreto.

Sonrío inconscientemente, sentándome en su cama y acariciando su corto cabello rubio.

- Te echa mucho de menos - sonríe apenada - ¿ Cuándo dejarás que te vea ?

- Cuando todo esto haya pasado- contesto. Cuando haya acabado la misión de Abandoned. Cuando sea libre.

Espero hasta que dan las primeras horas del amanecer.

Solo entonces, antes de que Jenna se despierte, me marcho.

Me despido de Mia y Dexter, y vuelvo a subirme en el primer tren que pasa hacia Osadía.

Por el camino, pienso.

Ella, mi hermana pequeña, es la razón por la que no huyo de las garras de Abandoned.

Me aseguraron que, si trabajaba para ellos, si les era leal, ella tendría un lugar seguro dónde vivir, unos padres que les quisieran, y sería capaz de vivir como cualquier otra niña, no como una abandonada.

Así que acepté. Abandoned la llevó a Abnegación, y la dejó con una familia que no podía tener hijos. Mia y Dexter siempre se mostraron muy amables con ella, y no trataron de hacer que me olvidara.

Mientras ella esté a salvo, yo estaré a salvo. Ella es la pequeña luz que ilumina mi oscuridad.

(...)

- Ya habeis tenido una primera experiencia con el miedo al que teneis que enfrentaros para la segunda etapa - dice Eric - así que teneis el día de hoy para pensar en él. Averiguad cómo superadlo, qué mecanismos podeis tomar, para hacerlo de manera osada.

- La prueba final será mañana - continúa Cuatro - Pasado, comenzareis a luchar contra vuestros propios miedos. Podeis iros.

La sala se vacía, y me dispongo a seguir a Jace cuando una mano se coloca sobre mi hombro. Es Cuatro.

- Arelys, tengo que hablar contigo.

Solo entonces recuerdo las cámaras de vigilancia que graban toda Osadía. Mierda, ¿ cómo he podido ser tan despistada ?

Eric frunce el ceño pasando por nuestro lado, confundido, pero sigue con su camino. Solo cuando estamos solos, el instructor habla.

- ¿ Dónde dormiste anoche ?

- En ningún sitio - respondo, tajante. Es cierto, no he dormido.

- Pues a dónde fuiste - rueda los ojos.

- Fuera.

- Fuera - repite Cuatro - ¿ Sabías que no estaba permitido estar "fuera" sin un osado ?

- Sí - asiento seriamente - pero tú no vas a delatarme.

Cuatro me mira fijamente. Tengo ganas de evitar su intensa mirada, pero no lo hago. Eso demostraría debilidad.

- Cierto. No diré nada a los líderes. Pero no lo dejaré volver a pasar - advierte.

Asiento, y me doy media vuelta para salir de la sala.

Antes de desaparecer por completo, me detengo y digo de todo corazón :

- Gracias, Cuatro.

FactionlessWhere stories live. Discover now