CAPÍTULO 12
"No tengo licencia para que me importe una mierda"
|Doble actualización|
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Esperar, no era algo que se le diera bien. Esperar no era algo que le gustaría repetir en un futuro sin ninguna rabieta de su parte de por medio. Ella podría aparentar ser despreocupada, y lo era totalmente, pero le podrían llegar a preocupar ciertas cosas. Aunque en aquel momento más que preocuparle le estresaban, y esa aveces era la causa principal por la que actuaba por puro impulso ignorando su sentido común.
Pero lamentablemente para ella si quería que las cosas resultarán bien tenía que comportarse, aunque sea un poco, y retener sus ansías de ser una metiche en problemas que, en propias palabras, no le incunbian. Aunque el propio sentido que ella le daba a ser una metiche era el que la búsqueda de la diversión aveces se la puede conseguir en los lugares que menos te convenían.
Sobre todo si te acabas de escapar de la custodia de un montón de nenitas lloronas a las que el mundo llamaba héroes y ahora te quieres volver a involucrar con ellos después de haberles dado la golpiza de su vida.
Ella no era torero, pero les hizo un olé inolvidable.
Es así como muy alejado de su propia conveniencia y poniendo en dudas, si es que se podía poner en dudas, su estabilidad mental. Ahora estaba allí frente a un enorme buque de carga encallado mientras se llenada las botas de lodo.
Era más fácil preguntar como había llegado allí que explicarlo, así que si lo resumía terminaría en; contactos, transporte ilegal y un viaje movido en el que trataba de llegar antes que los Vengadores.
Y estaba orgullosa de decir que les ganó.
Solo Ellionor escapaba de sus "captores" para después volver a ellos. Lo nombró un raro síndrome de Estocolmo llamado Steve. Y sí, quizás planeaba secuestrarlo.
O divertirse formando parte de aquel desastre con inresponsables padres llamado Ultrón. Cualquiera de las dos opciones le era válida.
—¡Carajo! — se quejó en un bajo murmullo sacudiendo uno de sus pies al llegar al fin a la escalera que le llevaría dentro del barco —Odio el barro.
Su estrategia principal era pasar desapercibida, pero a último momento le dió flojera. Así que solo noqueó a los sujetos que cuidaban el ingreso al lugar y se dispuso a esperar el momento indicado para subir esa empinada escalera.
Pero joder que le era difícil esperar.
—Las pelotas que no tengo con esperar... —gruñó tamborileando con sus dedos sobre su brazo izquierdo al tenerlos cruzados.
Hizo a un lado el cabello que le molestaba en la cara y se agitaba con el fuerte viento como una lengua de plata descontrolada. Bufó, pero aún así no se molestó en recogerlo. Un gemido adolorido a su derecha llamo su atención, así que frunciendo los labios alzó su puño y lo estampo contra la mandíbula del hombre que recobraba el sentido, dejándolo fuera de juego nuevamente.
—Correcto... — empezó a hablar consigo misma —Sí — se mordió el labio con fuerza y miró el barco con los ojos entrecerrados —Ay, al carajo. Subamos. — soltó con notable tono de fastidio comenzando a avanzar hacia arriba —Que impuntualidad de los héroes más poderosos del mundo, no creo que le tome años despegarse del suelo y de la pared.
Refunfuño al final dando un salto sobre la cubierta del navío.
—¡Ajoi marineros! — dijo en dirección a los cuatro hombres armados que aparecieron frente a ella. El sonido de los seguros de las armas siendo quitadas le hizo soltar una leve risa —¿Bailamos?
(...)
Los ojos rojos de Ultrón observaron el cilindro con el costoso metal entre sus manos robóticas. Lo hizo rodar entre sus dedos como cautivado con su ligero brillo.
—El metal más fuerte del planeta. Sobre está piedra edificare la nueva era — habló con voz profundo y llena de seguridad -Vibranium.
Mientras el robot hablaba, los gemelos Maximoff observaban con atención lo que ocurría frente a ellos. Ambos estaban ahí gracias a un mutuo acuerdo que se llego a pactar un día después de que fueran libres de las manos de lo que quedaba de Hydra, un día después de encontrarse cara a cara con los Vengadores. Si bien sus objetivos no eran iguales, había algo que les unía a los tres. La venganza contra el hombre que los había llevado hasta allí.
Pietro descruzo sus brazos con rapidez para recibir en su mano el cilindro que el robot le había lanzado en un momento de la conversación que él había pasado por alto por haberse perdido brevemente en sus pensamientos.
Las cosas habían sucedido muy rápido, hasta para él. De un momento a otro se encontraron siguiendo a un robot que se les había aparecido en una iglesia en ruinas hablándoles de una idea que a él, aún no le terminaba de convencer. Lo sucedido en su país aún le llenaba la cabeza y le hacía divagar de momentos. No era una sorpresa que se encontrará con aquellos héroes algún día, de cierto modo por eso había aceptado que experimentaran con ellos en primer lugar, tenían el objetivo de hacerce fuertes para enfrentar a uno de sus miembros. El día en el que se encontrarían lo esperaron.
Lo que si que no había visto venir fue la presencia de aquella persona que conocieron desde antes de entrar en Hydra como conejillos de indias.
Y si era sincero consigo mismo, de la mitad de esos pensamientos que le desdibujan la realidad en momentos, Ellionor Andreotti era la dueña.
La risa de Ultrón hizo que dejara de mirar aquel pequeño pedazo de metal por el cual habían viajado por medio mundo. La voz metálica y fría de aquel ser provocó en Wanda un estremecimiento involuntario que hizo que mirara de reojo a su hermano, con la incomodidad colándose en sus huesos. Pietro le regreso una mirada tranquilizadora para después volver su atención a el intercambio de palabras delante de ellos.
Al parecer las negociaciones ya se habían llevado acabo debido a que Ultrón ladeaba la cabeza mientras hablaba y aquel ladrón revisaba un dispositivo entre las manos de uno de sus guardias armados.
—Las finanzas son tan raras, el mundo actual gira en torno a... Cuánta cantidad tengas de esto — hizo una seña con una de sus manos dándole referencia al dinero. Meneo la cabezas levemente —Pero yo siempre digo; Mantén rico a tu amigo y a tu enemigo, y espera a ver quién se queda contigo.
Si bien aquello fue solo una simple expresión, para Ulysses fue algo totalmente diferente. Porque trajo a él viejos pero permanentes recuerdos del pasado, y claro, también un nombre muy conocido.
—Stark...
Fue casi un susurro, pero Ultrón lo escucho muy claramente. Su postura relajada cambio rápidamente en el movimiento en el que volvió a mirar al hombre directamente a los ojos.
—¿Qué?
Más que un simple que en este estaba implícita una advertencia que Ulysses no pudo detectar a simple vista.
—Tony Stark —repitió, ajeno a lo que el nombre causaría sobre aquel ser metálico frente a él. Se alejo un paso solo para darle un rápido escaneo de pies a cabeza al robot. De su rostro se adueño una leve expresión divertida.
—Tony Stark solía decir eso, a mí. — pausó y alzó una ceja —¿Él te a creado?
Aquello no le gusto a Ultrón. Y hasta los gemelos fueron capaces de verlo. Si bien el rostro del robot no era capaz de dejar ver expresiones, el brillo furioso que se apoderó de sus ojos rojos era el claro ejemplo de la ira. No les quedaba duda de que Ultrón aborrecía ese nombre.
Antes de que el ladrón lo intuyera, Ultrón se giró hacia él tomándolo con brusquedad del brazo.
El guardia a su lado alzo con rapidez el arma con intención de actuar en defensa de su jefe, pero Wanda hizo uso de sus poderes con un rápido movimiento de sus manos, tratando así de no descontrolar más aquella situación.
Pero actuar con calma no eran los planes de Ultrón.
En el pie de las escaleras, oculta entre espesas sombras a su alrededor. Ellionor miraba aquella escena con atención, observando con una sonrisa maliciosa el momento exacta en el que Ultrón le amputaba el brazo al hombre que creyó llevar el control de la situación desde el principio, de un solo y rápido movimiento de su mano metálica. El grito de dolor hizo eco dentro del gran barco, haciendo el momento algo más exquisito de apreciar.
Ellionor no lo podría negar nunca, poseía una mente retorcida.
Ulysses retrocedía jadeante dentro de la agonía de perder un miembro tan repentinamente. La sangre goteaba a sus pies y sus ojos abiertos en toda su totalidad no podían apartarse de ella. Seguía retrocediendo junto a los espasmos de su cuerpo, y sin percepción de lo que pasaba a su alrededor, ya estaba cayendo hacia atrás cuando sus pies dejaron de estar estables sobre el suelo y encontraron el hueco de las escaleras.
La rubia fue testigo de cada vuelta que dió su cuerpo hasta detenerse a sus pies.
Las comisuras de sus labios subieron.
—Vaya, vaya.
El hombre sobre el suelo, quién había cerrado los ojos, los volvió a abrir de par en par al reconocer de inmediato aquella voz. Una que no hubiese querido escuchar ni en sus pesadillas.
Ellionor Andreotti le miraba desde arriba con una sonrisa tan malisiosa que no dudaría que así se vería el propio demonio en persona. Disfrazado de inocente y bella oveja.
—N-no... — alcanzó a tartamudear entre su dolor.
Ellionor ladeó la cabeza —Sé que las mujeres merecemos que los hombres caigan a nuestros pies, pero esto ya es otro nivel. — miró el charco de sangre que formaba el brazo cercenado de aquel hombre boca abajo sobre el suelo. Este avanzaba hasta manchar la punta de su bota derecha.
—Debo darle puntos a su favor a Ultrón. Es como si hubiese pedido un peón listo y servido para degollar... — con la punta de su bota rozo la abierta herida, arrancándole un grito. Siseo con falso arrepentimiento
—Descuida, el dolor físico es momentáneo. Por el contrario el psicológico... Allí estará siempre. ¡Hola Ulysses!, cuánto tiempo, ¿Verdad?
Ulysses parpadeo, deseando que aquella mujer fuera producto de su mente inundada de dolor —Tú n-no...
—Mmm. — puso un dedo sobre su labio inferior dándose toquesitos allí —Tus hombres no sabían bailar. Lo siento, creo que lance algunos fuera de la nave, capitán
Ulysses no quiso quedarse allí, si bien aquel robot no le había matado. La desquiciada que le miraba como si solo fuera una pequeña lombriz retorciéndose, sería capaz de arrancar sus miembros restantes por diversión. Utilizando las fuerzas que le quedaban, comenzó a utilizar el único brazo que ahora poseía para empezar a arrastrarse por el frío y sucio suelo.
—Oh, ¿A dónde vas? — soltó la rubia viendo aquel patético intento de escape —¿A dónde vas? Vamos, no soy carroñera, no toco las sobras de otro... No te haré nada, aunque lo merezcas.
La rubia no pudo evitar soltar una pequeña risita divertida, verlo ahí tirado le daba una satisfacción enorme. Repentinamente sintió movimiento en las escaleras, por lo que sin siquiera detenerse a mirar o darle la suficiente importancia, con un movimiento de su mano, al guardia que bajaba las escaleras le cubrió un espeso humo negro que en segundos lo empezó a ahogar.
No paso mucho tiempo para que esté rodando los últimos peldaños que le quedaban por bajar completamente inconveniente. Desvío la mirada del ladrón a sus pies para mirar aquel punto en un breve momento antes de continuar.
Se inclinó un poco hacia él, sus ojos se volvieron dos pozos de profundo negro —Veo tus pecados, sucia rata. — sin pisca de delicadeza o empatía, de una patada le giro sobre el suelo. Otro grito escapó de su boca para el agrado de ella —Vamos, Klaw. Quién te viera disfrutando cuando le haces esto a alguien más.
Movimiento en el piso de arriba le recordo porque estaba allí principalmente. Bajo la mirada hacia Ulysses —Jugaremos en la próxima ocasión.
Ellionor paso sobre el como si este fuera un trapo sucio y empezó a subir las escaleras con la intención de comprobar si el escándalo se decía a que al fin los héroes habían llegado. Cuando subió el último, se alegro de comprobarlo.
—Nadie tiene que romper nada. — escuchó la característica voz del dios nórdico cuando ya estaba cruzando las puertas a las espaldas de Ultrón. Curiosa y llena de repentina emoción por al fin tenerlos allí, sonrió a lo grande y cruzándose de brazos se apoyo en el marco de la entrada.
Desde ahí era fácil ocultarse entre la oscuridad y no ser vista, pero ella si tenía a su entera disposición la vista frente ella. Algo de aquella escena le hizo alzan ambas cejas ya que no lo esperaba, los Maximoff estaban allí y no los había visto hasta ahora.
Lo único que veía de ellos era sus espaldas, pero ese nuevo e inconfundible tono de cabello del varon no lo pasaría por alto nunca. Sobre todo porque le quedaba muy bien. Y Wanda claro, su postura estaba tan rígida que si la empujaba por la espalda caería al suelo con los brazos y piernas en la misma posición cuál estatua.
Cómo reconociendo algo raro en el ambiente, la gemela giro su cabeza en su dirección, provocando que retrocediera un paso a la vez que intensificaba el camuflaje a su alrededor con rapidez.
Wanda alzó una ceja confundida y volvió a mirar al frente sin quitar su expresión. Ellionor por el contrario se rió por lo bajo de que su plan de pasar desapercibida casi se echara a perder gracias a las nuevas habilidades de su antigua conocida.
Desde ahora tendría cuidado con ella.
—¿Es que nadie a hecho un Omelette? — soltó Ultrón ante el comentario anterior soltado por el rubio con la capa.
—Se me a adelantado sólo por un segundo — Tony se giro a mirar a Thor asiendo un gesto con sus dedos.
Ahí estaban, los héroes más poderosos del mundo reunidos frente a Ultrón. Y Anthony Stark como el radiante rayito de sol idiota del grupo estaba siguiendo los comentarios fuera de lugar como siempre.
—Ah, muy gracioso señor Stark
La rubia no pudo detener la mueca que surgió en sus labios al ver la intervención de Pietro, a quién se le notaba la ansiedas de participar en la conversación. Ellionor estaba segura de que si Tony abría la boca para decir ah, el platinado lo mandaría al diablo de un grito. Es hasta incómodo, pensó rodando los ojos.
Avanzo un paso a adelante, y quitó toda cobertura de sombras sobre ella, dejándose ver solo para el que estuviera lo suficientemente cerca. Cómo Wanda, quien se volvió a remover en su lugar frunciendo ligeramente el ceño, cuando giro la cabeza en su dirección y sus ojos conectaron. Ellionor solo alzo una mano y la saludo. Wanda entre abrió los labios descolocada por no averla visto antes allí.
—¿Qué tal se siente aquí? — continuó el varón ajeno a lo que pasaba con su hermana —¿Cómodo?—su mirada se desvió hacia los misiles bajo ellos —¿Cómo en los viejos tiempos?
Tony negó —Esta nunca fue mi vida.
Steve, quien también formaba parte de los hombres delante del robot, no se quedo callado. Nunca lo hacía. Ellionor al verlo sonrió hasta achinar los ojos, llevo un dedo hacia sus labios y lo mordió con fuerza hasta hacerlo sangrar.
—Ustedes aún pueden salir de esto... — empezó con uno de sus discursos motivadores que le levantaban el espíritu hasta a los muertos.
Pero claro, Ellionor ya sabía que todo intento de razonamiento de él hacía aquel par de molestias "Máximas" sería en vano. Por lo que un risa se le escapo sin siquiera querés, y muy divertida salió de donde estaba para dejarse ver al fin por los demás.
Limpio la sangre de sus labios con su lengua —Pierdes tu tiempo — habló, mirando como Steve parecía quedarse perplejo al verla ahí.
Y quién no. Se suponía que ella era ese otro problema del cual debían encargarse.
Stark alzo su otro brazo para apuntarle con el mientras el otro estaba puesto en Ultrón. Ahora su miraba iba de uno al otro, midiendo quién era más peligroso y quién tenía las posibilidades de ser el primero en atacarlos.
—Este teñido cabeza hueca, no te va a tomar consejo —aseguró la rubia señalando al platinado.
Este había dejado de hablar y ahora le miraba tratando de ocultar la sorpresa de verle allí. Desde un principio creyó que ella no había venido con ellos. Al parecer se equivoco.
Paso despreocupadamente al lado de Wanda, quién aún no se podía creer que estuviera siendo testigo de su presencia, y camino con serenidad bajo la atenta mirada de todos, incluyendo al robot que casi parecía sonreír. Detuvo sus pasos cuando estuvo en medio de ambos grupos y de un salto se sentó sobre la barandilla que impedía que cayeran al piso inferior del barco. Sentándose allí, parecía que solo era una espectadora en media de un espectáculo.
—Que situación tan emotiva la verdad. Mejor que la telenovela de las tres, eh... — sonrió mirando de lado a lado a ambos grupos quedándose en los buenos —Oh, Tony, ¿Quién te hizo ese feo moretón en la mejilla?
El nombrado fue incapaz de no poner los ojos en blanco. Resopló con descontento —No sabes cuánto te detesto.
—Aww... Gracias, tu también me agradas — dijo finalizando su frase llevando una mano a su corazón.
Hizo un además hacia él indicándole que despues seguían con aquel nunca acabar que tenían ellos cuando empezaban a insultar la presencia del otro. Observo a Ultrón nuevamente, este no perdió tiempo y le regreso la mirada estando a la expectativa de lo que ella podría llegar a hacer a continuación.
—Un grupo formidable conformado por gente formidable... — continúo la francesa —Un millonario idiota, un bombón con un plato de Vibranium, un modelo de comercial de productos para cabellos — hecho una rápida mirada a ambos gemelos, fulminando al varón —Phinky y Cerebro... y, ¿Tú quien serías, Chappie malvado?
Los ojos rojos de Ultrón seguían sobre ella —Lo que quieras que sea — le dió algo parecido a una sonrisa. A lo que Ellionor frunció las cejas con una mueca en sus labios.
—Por mi podrías ser un mapache parlante, y eso me seguiría dando igual...
—Andreotti, me preguntaba en que hueco te escondias — le interrumpió con un poco de condescendencia en su tono de voz profunda —¿Te divierte la situación?
Ellionor sonrió mostrando sus dientes —Sí.
Pietro estaba al borde de los gritos. Se encontraba realmente odiando que ella les ignora de aquella manera a ambos. Merecían al menos un poco de su atención y no una simple mirada sobre el hombro como si el pasado en el que se conocieron no existiera, era difícil saber si al menos algo de vergüenza existía dentro de ella. Como siempre, Andreotti se las había arreglado para ignorar cualquier cosa que considerará "aburrida". Un encuentro con dos personajes del pasado era aburrido.
Pietro deseo lanzarle uno de aquellos misiles.
Dando un paso al frente, abrió la boca y soltó con toda la falsa diversión que pudo reunir unas nuevas palabras. —Otra persona familiarizada con su entorno.
Aquel comentario iba con toda intención de picarle, aunque la rubia sólo alzo una de sus cejas.
—Si la verdad, es tan acogedor. Calientito y confortable — soltó abrazándose así misma con sarcasmo —Mon chéri, si tienes algo que te haga retorserte por dentro debido a mi presencia suéltalo ya. Hay cosas más preocupantes que un chico berrinchudo con un exelente acepto con Rrrr — ronroneo batiendo los dedos frente a su rostro —Como por ejemplo... Oh — apuntó con un dedo al robot tras él —Un Decepticon.
El varón rodó los ojos al comprobar que una discusión con la francesa no tenía ningún caso. Pero igualmente estaba lleno de curiosidad por preguntarle a, alguien tal ilegal y fuera de control, que hacía con Stark y su grupo.
—¿Qué haces con ellos, Andreotti?, ¿Jugando a los payasos con Anthony Stark?
Ellionor soltó una carcajada, algo exagerada a conciencia —¡Esa estuvo buena, estuvo buena!, ¿Escuchaste, Tony? Los describió perfectamente, JA... Sin ofender.
El hombre de hierro permaneció callado ante la burla, solo rodó los ojos y se aguanto las ganas de dispararle lejos de allí. Por otro lado Pietro frunció sus cejas nada contento con aquella respuesta, si es que eso fue una.
—No seas ridícula, tu también estás entre los payasos que se creen héro...
—Y El viejo MacDonald tiene una granja — lo interrumpió empezando a cantar. Él la miro mal, empezando a enfurecerse de verdad.
—¿¡Como te atrev...
—i-a-i-a-o.
Wanda tomo el brazo de su hermano antes de que este continuará respondiendo ante su juego, uno donde estaba disfrutando ponerlo en ridículo. Su hermano le miro con molestia pero aún así dejo que ella le obligará a retroceder. Frunció el ceño en dirección a Ellionor y esta le lanzo un beso con coquetería.
Steve movía la cabeza de uno al otro atento y alerta a sus movimientos, escuchando la conversación con un ceño fruncido en su rostro. La situación allí había cambiado muy drásticamente, y no estaba realmente seguro de hacia donde redirigir su atención. Si hacia el robot con ansias de volverse un homicida o hacia la verdadera homicida. Observo al furioso platinado que lanzaba dagas con los ojos a una desinteresada Ellionor que había dirigido su atención a tirar de los hilos de la manga derecha de chaqueta y tomo una rápida decisión.
Por ahora capturar al robot era más importante que aquella peligrosa mujer.
Trato de llamar la atención del gemelo —Se que han sufrido...
Ultrón soltó una exclamación de fastidio, mientras Ellionor estornudaba con escandalo soltando un "Ni lo intentes" por lo bajo al final. Steve no pudo contenerse en lanzarle una mirada exasperada.
Ultrón volvió a tomar liderazgo de su grupo dando un paso a adelante —El Capitán América, el recto hombre de Dios. Presente ante nosotros fingiendo que podría vivir sin una guerra — hizo un además con sus manos de metal —No puedo vomitar físicamente por mi boca pero...
Un sonido de siseo se escuchó.
—Uuh. Vomito ficticiamente sobre tu discurso, bombón. — soltó divertida Ellionor alternando la mirada de Ultrón a Steve, se detuvo en el primero —Villano de Power Rangers, acabas de insultar a toda América... — no pudo terminar su frase porque se lanzo a reír.
|Editado: 2019|
|Última edición: 28/12/2020|
¿Cual es su vengador favorito, y cual es su personaje de Marvel favorito?