DIMITRY
Sentir sus labios es la mejor sensación que puedo sentir, su piel haciendo contacto con la mía me entremese y me excita. Pasa una mano por mi abdomen y acaricia a mi "amigo" encima del boxer haciendo salir un leve gemido de mi; paso una mano por su muslo hasta llegar a su trasero y apretarlo, ella muerte mi labio.
-Nina...
Abro los ojos y veo donde estoy, hay un oficial de policía mirándome, ¿habrá escuchado el gemidos que di? Miro a los lados y después a mi pantalón. Tengo un gran problema.
(...)
-Dimitry Nóvikov. -volteo a la dirección donde proviene la voz y me levanto. Entro a la oficina y me siento.
-Oficial Hallfard. -digo mirando su nombre en la plaqueta en el escritorio.
-Su padre con anterioridad me ha explicado todo, sólo por Nikolay lo haré y trataré de buscarla sin que se cumplan las 72 horas. -él mira una hoja es su escritorio. -Llene este formulario, déjelo con mi secretaría y espere noticias.
Me pasa la hoja y sale de la oficina, espero que sea eficiente.
(...)
Lo admito, tuve que inventarme algunos datos, no conozco a Nina a la perfección. En ese momento me llaman. Veo como mi padre llega y me llama, hago que la conversación sobre la empresa duré lo menos posible y corto.
-¿Qué pasa? -veo como mi padre se pasa una mano por la nuca y mueve sus labios.
-Tú... Tú madre también desapareció. -mis ojos se abren que pronto saldrán de sus órbitas.
-¡¿Qué?! -mi voz sale en un grito y mi padre se tensa.
-Llegué a casa después de la empresa, Mijaíl y Vera volvieron a su casa, Julián y Dina a su apartamento y ella le había dado el día libre a los trabajadores; busque a tú madre y no la encontré pero sobre nuestra cama encontré esto. -me pasa una argolla, la argolla de matrimonio que en su interior está el nombre de mi padre.
(...)
Mis pies parecen que tuviera vida propia, sobo mis manos ansioso por la espera.
-Podrías ir más rápido. -mi padre asiento y acelera.
El oficial Hallfard nos llamó y nos dio una dirección para ir y nos dijo que tenía que ver con Nina. Aunque suene un poco egoísta, en este momento estoy más preocupado por Nina que por mi madre.
El auto frena de repente y estamos en un hotel, me quito el cintura y bajo del auto, entro por la puerta principal y veo en la recesión al oficial.
Corro a él.
-¿Saben algo? -mi voz suena desesperada.
-Efectivamente señor Nóvikov, la señorita... -mira en su libreta. -Nina Freeman... -
-Nóvikova, Nina Nóvikova. -le corrijo. El rueda los ojos.
-La señorita Nina Nóvikova se hospedo aquí. -él mira alrededor y me mira de vuelta. -No estaba sola pero ahora surgió un nuevo problema. -en su voz suena la incomodidad presente en el lugar.
-¿Qué le pasó a Nina? -inclino mi cabeza hacia atrás.
Tocan mi hombro y doy la vuelta, un niño de unos 10 años me mira, está vestido completamente de negro con aspecto gótico, es alto pero le llevó una cabeza de diferencia.
-¿Tú eres Dimitry Nóvikov? -sus voz suena un poco gruesa y sus ojos me llaman la atención, creo que lo conozco.
-Sí, soy yo. -el chico sonríe ligeramente y saca su brazo y lo estrella contra mi abdomen haciéndome doblar en el piso sin aire. Para tener 10 años golpea fuerte. -I-idiota, ¿qué te pasa? -miro a ese chico y este va hablar cuando alguien lo interrumpe.
-Fernando, eso no se hace. -la mujer repente al niño y lo acerca a ella. -¿Joven está bien? -me mira con compasión.
-Sí señora. -me paro y frunzo el ceño mirando al niño. Voy a hablar pero él se me adelanta.
-Es Dimitry Nóvikov. -él habla entre dientes y la mujer cambia su mirada de abuela tierna a tía esquizofrenica. Y lo siguiente que siento es mi mejillas arder.
Me llevo una mano a mi pómulo.
-¿¡Van a dejar de pegarme!? -miro al niño y la señora que me miran enojados. -Oficial haga algo. -miro al oficial Hallfard que niega con la mirada.
-En asuntos familiares no me meto, mejor que le expliquen ellos. -se da la vuelta y miro de vuelta a la pareja que me agredió.
-Dimitry no es un gusto conocerte, y es un mal momento para hacerlo pero debes de servir para algo. -¿qué le hice a esa señora para que me hable así? -Pero supongo que por algo estás aquí así que habla y dinos que noticias tienes de Nina. -ella pone sus brazos en jarra y me mira desafiante. El niño aquel cruza sus brazos y me mira fijamente, si las miradas mataran estaría muerto o más que muerto. -¡Habla!
-Yo pensaba que llegando a este lugar encontraría respuestas sobre Nina y su desaparición. -miro mi reloj y veo la hora, las 7:38 p.m. Estoy perdiendo mi tiempo. -Ustedes claramente la conocen.
-Nosotros pensábamos que tú también nos darías respuestas sobre Nina, pero nos equivocamos. -ella mira al niño y le hace un gesto que no entiendo. -Fernando, vayámonos que él no sabe nada. -se dan la vuelta.
-¡Esperen! Ustedes conocen a Nina y yo quiero saber donde están. Necesito encontrarla. -lo último lo digo con mi voz quebrada.
El niño se voltea y me mira.
-Tranquilo que esto lo arreglarnos nosotros, no necesitamos ni tú ayuda ni tú estúpido dinero. -él se voltea y su tía le coge el brazo.
-Tal vez el nos pueda ayudar más de lo que pensamos. -el niño parece meditarlo y asiente de mala gana. -Dimitry, él es Fernando, hermano de Nina y yo soy Martina, la tía de Nina.
Eso explica el parecido a Gloria, ella camina a una sala que hay en el hotel y la seguimos. Se sienta y queda al frente de nosotros dos, Fernando y yo.
-Nina estaba muy mal, desecha por lo que le hiciste y por lo de sus padres. -ella guarda silencio y quita una lágrima de su ojo. ¿Qué le pasó a Marco y Gloria? -Nunca la había visto tan frágil, fue un golpe duro quedarse sin sus padres.
-¿¡Qué!? -me paro del asiento y miro a todos lados. Nina perdió a sus padres y yo no estaba para consolarla. Soy el peor hombre. -¿Qué les pasó?
-¿No lo sabías? -me habla Fernando. -Mientras tú le hacías todo eso en esa fiesta, ella se dio cuenta en el aeropuerto que nuestros padres habían muerto. -su cara refleja odio y tristeza. -Cuando llegamos por ella está descalza, sucia, sin comer y sin dormir. Estaba destrozada. Y cuando se logra componer un poco, la secuestran y...
-¡¿La secuestraron?! -mi corazón corre a mil, ¡Nina secuestrada! No puede ser, mi respiración es entrecortada, mi sangre bombea todo mi cuerpo y mis piernas tiemblan. Me siento y llevo mis manos a mi cara, empiezan a salir lágrimas de mi cara.
Sea quién sea, pagará por haberle hecho eso a mi esposa.
-¿Hace cuanto pasó esto? -me paro y veo como me miran, limpio mis lágrimas y siento que la rabia me está invadiendo.
(...)
-Devuelva la cámara. -ordeno y el botón asiente.
Devuelven la cámara y aparece Nina en la pantalla saliendo de una habitación, cierra la puerta y un hombre de negro le tapa la boca y la alza; ella se retuerce y le pega un codazo al hombre y le muerde la mano, el hombre la baja pero no la suelta, ella lo pisa y le pega en la entrepierna. Golpe bajo. El hombre la suelta y cae al suelo, se para y corre pero a pocos pasos está otro hombre más grande, él la alza y ella se mueve a lo que se estrella contra un espejo y se hace una cortada en su brazo izquierdo. Ella le pega un codazo al hombre pero parece no hacer el mismo efecto que en el otro hombre. Él la baja y la pone adelante de él, pone sus mano en el cuello de Nina y la aprieta, ella inmediatamente se desmaya y el hombre la carga sobre sus hombros y después desaparecen de la cámara.
-¡¡Es un bastardo!! -Me sorprende mi voz que suena con irá. -¡¡No puedo permitir que le hagan algo a Nina, los buscaré y si es posible los mataré con mis propias manos!!
El oficial Hallfard me mira y luego vuelve la vista a la cámara, mi celular suena y contesto.
-¡¿Sí?! -mi voz suena con rabia.
-Dimitry, soy yo. ¡Han llamado, han llamado! ¡Las tienen! -mi padre habla con desesperación, su respiración está agitada.
-Padre cálmate, ¿tienen a Nina? -él respira profundo y habla.
-Sí, la tienen pero también tienen a tú madre. -el celular cae de mi mano y se estrella en el suelo.
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