°Capítulo 12: Nina Freeman, me estás enamorando.°

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DIMITRY

-No entiendo, ¿qué tienen de diferente? Es blanco, sólo eso. -Dina me mira enfadada por mi comentario.

-Este es blanco hueso, -señala un pedazo de tela. -este blanco perla, y este blanco tiza. -me muestra los tres pedazos y los veo exactamente igual.

-Pues siguen siendo los mismos tres pedazos de tela, aunque ésta  parece mal lavada. -Dina blanquea los ojos y se pone roja como un tomate.

-Yo le explicó; -Nina se acerca y coge los tres pedazos de tela. -este es blanco lavado, este blanco a medio lavar y este no está lavado, ¿entiendes? -me alza las cejas, sus ojos brillan y se ven más claros.

-Eso creo. -me doy media vuelta y camino al sillón, no sé para que me trajeron si no iban a tener mi opinión en cuenta, cualquier trapo que se coloque le queda bien aunque no le gustó el término "trapo".

La madre de Nina se parece a ella, es jovial, su cabello por los hombros y ondulado me recuerda a Nina, su sonrisa es amplia. Ya veo porque Marco se enamoró de ella. Nina sostiene un vestido de novia pegado a su cuerpo como si se lo tuviera puesto, eso me hace recordar.

Flashback

-Señor Nóvikov, ¿está seguro? Esto la pone como su esposa ante la ley y como no hizo repartición de bienes, en el caso que se separen, ella quedará con la mitad de todo su dinero. -el abogado me muestra el contrato señalando un artículo en especial.

Ese contrato lo leí con cuidado y yo mismo le hice las correcciones, todo está premeditado.

-Estoy completamente seguro, llévelo a la notaría de inmediato.

-Como usted diga. -sale con una cara poco amigable, pero es mi decisión.

Fin flashback


Si ella se da cuenta que ese contrato dice que estamos casados de verdad me mata, además de las cláusulas.

Después del vestido, que por cierto, casi que no escogen, salimos del almacén, camino con las bolsas que ya han comprado. Esta fue la verdadera razón por la cual me trajeron con ellas.

-Tengo hambre. -ellas me miran como si las hubiera insultado.

-Falta mucho, y queda poco tiempo. No tenemos tiempo para bobadas. -mi madre habla severamente.

-¡Tener hambre no es una bobada! -creo que todas se me van a venir encima. -mejor no hubiera venido.

Aunque no estoy aquí por mi voluntad, los demás se inventaron tareas que tenían que hacer y el único que no pudo inventarse una a tiempo fui yo y por eso estoy aquí.

Primero entran a una joyería, creo que la fortuna que formó mi abuelo, mi papá y ahora nosotros se acabará esta tarde con tantas compras; por lo menos salió algo bueno, mientras ellas veían un collar yo pude comprar un anillo para Nina, el día de la Boda de Dina se lo daré.

El siguiente paradero fue la zapatería, y volvieron con el mismo cuento de los diferentes blancos y que cual era mejor. Después de quedarnos una eternidad ahí fuimos a ver los manteles y decoración de las mesas. Nina se acerca donde estoy, en el sillón y me sienta a mi lado. Su cabeza se pega a mi hombro y siento todo su calor.

-Me duelen los pies, quisiera caminar sin estos tacones. -se quita los zapatos y sube sus piernas al sofá.

-Después de esto nos vamos para casa. -ella pone su mano en mi muslo.

-No, después tenemos que decidir la comida, por lo menos voy a aliviar mi hambre, tú madre no me ha dejado comer nada además de decirme que tengo que cuidar mi línea. -ella suspira.

-Estas perfecta así como eres. -ella entrelaza nuestras manos.

Me gustaría poder tomar una foto del momento, aunque siempre la recordaré, su calor, su olor y su presencia.

-¿Qué hacen ahí sentados? Tenemos que escoger la comida, Nina es tú momento de lucirte, dejo la comida de la boda en tus manos. -miro a Vera detrás de Irina que me hace una cara de sufrimiento, las únicas que no están cansadas son mi madre, Dina y Gloria.

Me levanto del sofá y me inclino en el piso, cojo un tacón y se lo coloco y ella me mira sorprendida, hago lo mismo con su otro pie y ella se levanta rápidamente y me deja ahí.


~*~

-Esto está desastroso, eso sabe asqueroso. ¿A caso le vamos a dar comida a caballos? ¡Esto es para una boda!, y se debe servir comida como tal. -se quita sus tacones y queda a la altura de mis hombros. -¿Qué les cuesta seguir un receta al pie de la letra? ¡¡UNA MISERABLE RECETA!! --grita por lo alto y todos quedamos exaltados.

Mi madre me mira y me señala a Nina, ella se lleva sus brazos a su cabeza y parece que va a explotar, cuando me percato de eso la cojo de la mano y la saco a fuera.

-Nina, ¿estás más calmada? -ella me encara.

-¡Es una porquería de comida la que sirven ahí! -ella se da la vuelta y pone sus mano en jarra, agacha la cabeza y se da cuenta que está descalza.

-No justifica para que grites, son simples empleados. Mantén la calma. -la acerco a mi y la abrazo, ella lo sigue. Encaja perfectamente en mi, su calor y su aroma, su cabeza está en mi pecho y creo que puede oír mis latidos. -¿Estás más calmada ahora? -ella me mira y sus ojos estas más claros, asienta con su cabeza. Tocó su cabello suave y la miro a sus ojos.

-Nina, todavía hay un plato más. -y así Gloria arruina un momento tan especial.


(...)

-¿Harías eso por mi?- Dina está más emocionada que cuando le dieron su primer auto.

-Por supuesto, es como mi regalo de bodas, yo personalmente con mi equipo te prepararé la cena de tú boda. -Dina grita de la emoción y abraza a Nina.



~*~


-Cógela con cuidado. -mi madre coge el bolso y los tacones de Nina en sus manos.

La saco del auto con cuidado, cargándola en mis brazos, voy a la entrada de la casa y mi madre junto con Vera y Dina abren la puerta. El sol del atardecer le da en su rostro y su piel se ve brillante, sus pestañas completamente rizadas y largas, sus labios carnosos y rosados.
Al entrar a la casa me dirijo a las escaleras, antes de subirlas aparece Marco, que me mira esperando una respuesta.

-Nina se durmió en el camino, Marco. -Gloria aparece por la puerta.

-Con permiso. -al decir eso él asiente y subo las escaleras.

Al entrar al cuarto la dejo sobre la cama y me quito el jersey que traigo puesto. Mi madre entra al cuarto sin tocar como siempre y deja el bolso y los tacones de Nina en el sillón no sin antes recordarme que tengo que quitarle la ropa y ponerle su pijama.

Ella se voltea sobre su lado izquierdo y sigue durmiendo, me inclino sobre la cama y la observo, se ve relajada, su expresión es de felicidad y puedo jurar que tiene una sonrisa en su cara mientras duerme, ¿estará pensando en mi? ¿Me estará imaginado desnudo?

Creo que tengo el ego muy alto.

-Nina Freeman, me estás enamorado.





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Muchas gracias por las lecturas y por los votos que lleva la historia hasta ahora. Gracias por esperar y pasar por alto los errores de ortografía y redacción de mi parte.

Voten y comenten sobre alguna frase o acontecimiento que les guste, estoy abierta a sugerencias.

Amor Por ContratoWhere stories live. Discover now