°Capítulo 18: Me secuestraron.°

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Me muevo un poco desesperada en la cama, me siento libre y en una cama muy grande, las sábanas son muy lisas y palpo la cama buscando algo o alguien.

Abro los ojos y no veo nada, después veo a los lados y veo un cuarto de hotel, estoy en un hotel. Me siento y un dolor punzante en mi barriga me hace gritar, veo que la cama es completamente blanca y yo tengo una camisa gris y un short  gris. Me levanto y casi caigo al suelto, camino lento al baño y cuando llegó veo la peor imagen que me pude imaginar de mi, estoy fea porque realmente soy fea.

Me siento en el retrete y hago mis necesidades, después me lavo las manos y me lavo los dientes, después me quito la ropa y me baño de pies a cabeza quitándome el maquillaje y lavándome el cabello y cada parte de mi, reprimo las ganas de llorar y salgo del baño envuelta en una toalla y veo a mi tía Martina organizando mi ropa.

-¡¿Martina?! -ella me mira y sonríe.

-Nina, gracias a Dios que despertaste. Ya me estaba empezando a preocupar. -ella llega a mi y me besa la coronilla de mi cabeza. Me abraza. Lo necesitaba.

-Tía, ¿qué haces aquí? -ella se separa y me sonríe.

-Yo estaba con tú hermano cuando... Cuando llamaste, entonces, los dos nos vinimos juntos por ti. -ella me guía a la cama y nos sentamos. -Nina, quiero que seas fuerte como tu hermano lo ha hecho. Yo sé que tú y él no se llevan bien pero créeme que desde la última vez que lo viste ha cambiado, a pesar de tener 14 años ya madurado lo suficiente.

No quiero decir nada porque sé que mi voz se quebrará.

-Él te quiere Nina, es tu hermano y por naturaleza lo hace. No sabes lo preocupado que estaba por ti. -ella limpia una lágrima de mi ojo.

-Lo sé, tía.

Ella se levanta de la cama y me mira y señala la ropa.

-Disculpa si no es de tú agrado, la escogí yo y creo que mis gustos ya pasaron de moda. -me sonríe y sale del cuarto, es tan parecida a mamá.

Miro la ropa y es sencilla. Me la pongo y se siento de nuevo en la cama. El recuerdo de mis padres vuelven y otra vez tengo ganas de llorar. ¿Cómo alguien se puede reponer de algo como esto?

La puerta se abre y veo a Fer, vestido completamente de negro.

-Nina. -me abraza y pone su mentón en mi cabeza. -Hermanita.

No sé que es lo que siento precisamente en este momento, alegría de estar con él pero tristeza por saber porqué estamos así.

-Fernando. Fernando. -me aferro fuerte a él, cuanto ha crecido, ya no es el enano al cual jugaba a ponerle las cosas altas para que no las alcanzara, está muy alto, sus ojos están más verdes.




-Te espero en 5 minutos, tienes que comer. -él me señala con su dedo índice.

-Claro. -es lo único que respondo y termino de comerme el pedazo de torta que me trajo. Le conté que llevaba como dos días sin comer y casi me hace traspasar a la pared por el grito que pegó.

Término el último pedazo y parece que eso me dio más hambre. Entró al baño y hago pis, me lavo la cara y las manos, me pongo los zapatos moradas y cojo la tarjeta para salir y reunirme con mi tía Martina y Fernando.


DIMITRY

Han pasado 18 horas sin saber nada de Nina, ya está anocheciendo y no tengo noticias y esto me desespera. Necesito encontrarla, ella no conoce nada de aquí hasta donde sé; su celular no ha parado de sonar, creo que va a explotar, pero finalmente se apagó.

La necesito, ella debe de estar conmigo, y la quiero de vuelta.

-Hijo. -mi padre me soba los hombros. -Ya hable con el oficial de policía, no tardará en venir aunque son 72 horas para reportarla como desaparecida, va a hacer todo lo posible por ayudarnos a encontrarla. -Asiento y vuelvo mi vista a la ventana.

No quiero creer que Nina se haya ido, tengo la esperanza de encontrarla. Me dirijo a la habitación y veo como está todo, la ropa, el maquillaje, las joyas y el perfume, su exquisito perfume que tanto me gusta, tengo rabia por haber sido un idiota y dejarla ir; ojalá pueda encontrarla.

Me desvisto y me meto al baño, tomo una ducha y después salgo, me sorprende ver a Polina en la habitación sobre la cama. Lleva un vestido de leopardo y su cabello suelto, tiene ojeras.

-Dima, cariño, ¿cómo estas? -el descaro tiene nombre propio y la tengo al frente.

-¿Qué haces aquí? No te diste cuenta que Nina se fue por tú culpa. -ella se para y se acerca. -Déjame en paz Polina, superalo, ya no tenemos 10 y 13 años, ya no somos novios. No eres ella y nunca lo serás.

-Dima, fue sólo el momento, además yo sé que todavía me quieres, deja a Nina y ven conmigo, es lo mejor para los dos. -ella pone sus manos en mis hombros.

-Polina no, te estoy diciendo que no. Ya sal de aquí, tengo que buscar a Nina. Yo la amo. - en un rápido movimiento quito sus brazos de mis hombros. La empujo suavemente de la habitación. -¡Vete ya!

-Pero Dima... -cierro la puerta antes que hable.

Me tapo la cara y suspiro. Miro el reloj y son las 4 de la tarde, me visto rápidamente y salgo para la estación de policía.


NINA

El olor a algo podrido me despierta, el olor se hace más intenso y lo identifico, es pescado podrido. Me siento y veo la habitación, está tan sucia y revuelta. Veo mi brazo izquierdo que tiene una cortada, tiene una capa de sangre sucia en ella, un morado y me duele el cuerpo, la cabeza tiene un martilleo y ahora empiezo a entender donde estoy y que hago aquí.

¿Me secuestraron? Pues al estar en una habitación más sucia que un basurero, con ratas pasando por todos lados y golpeada hasta más no poder, comprueba que lo estoy.
Me paro y siento mis piernas desfallecer, hago un esfuerzo y camino a la puerta, intento abrirla y fallo ya que está cerrado por fuera, es lo más obvio de un secuestro como es el caso. No sé sí gritar o idear un plan para escapar y optó por lo más fácil además así puedo conocer quienes me tienen.

-¡¡ESTÚPIDOS, IDIOTAS, USTEDES, SÉ QUE ME ESTÁN ESCUCHANDO, IMBÉCILES!!  ¡¡QUIERO QUE VENGAN Y ME DIGAN PORQUÉ PUTAS NO PUDIERON SECUESTRAR A OTRA PERSONA EN VEZ DE A MI!! -empiezo a golpear la puerta con los nudillos y le pego patadas.

Dos minutos son los que alcanzo a hacer este show antes de que la puerta empieza a abrirse. Un hombre entra, hombros muy anchos, moreno y de ojos negros, su cabello es negro y tiene una cicatriz en su pómulo derecho.

-¡Niñita deja el escándalo! -me mira de pies a cabeza. -estas muy buena pero deja de comportarte como una niña de 5 años o acabaras con una bala en el cerebro.

-¡Niñita tú madre, hijo de puta!












Amor Por ContratoWhere stories live. Discover now