HOLA GENTE BONITA Y LA QUE NO LO ES TANTO TAMBIÉN!
ME EXTRAÑARON?
ADMÍTANLO, ME EXTRAÑARON…
LOS HICE SUFRIR CON EL CAPÍTULO ANTERIOR…? ¬w¬
LO SE… MUCHOS DE USTEDES QUISIERON LINCHARME XD
NO SE PREOCUPEN…
YO TAMBIÉN ESTUVE A PUNTO DE PEGARME UN TIRO CON ESTOS DOS DÍAS ESTÚPIDAMENTE LARGOS…
PERO EL MOMENTO LLEGÓ!
CELEBREN!!!
COMO SEA… :v
TENGAN Y SEAN FELICES
La chica se quedó inmóvil en ese instante todavía sin poder entender lo que ocurría.
-Señorita… niña… coneja… JUDY!- exclamó la voz al otro de la bocina. Ella se avispó.
-F-Finnick? E-eres tú…? Finnick…- su voz se quebró- he intentado contactar a Nick todos estos días…! No atiende su teléfono… y dejé mensajes en su grabadora… tú sabes donde está? Has hablado con él? S-sabes por qué…- ella se quedó en silencio considerando la idea que el fennec(*) no estaba enterado de lo que estaba pasando. El zorro bufó.
-Hah… ese imbécil jamás va a aprender a no dejar a una dama con la palabra en la boca. Si quieres ver a tu novio, entones será mejor que bajes en este momento. Estoy estacionado en la puerta del edificio- la coneja bajó las orejas y con la misma tomó sus llaves y salió corriendo hasta el piso de abajo, abrió la puerta y se fijó en la furgoneta naranja estacionada en frente de ella, tenía una ligera abolladura en el parachoques. La chica se mantuvo viendo el vehículo todavía perturbada y el sonido de la corneta la sacó de sus pensamientos- niña, apresúrate! No tengo todo el día!- replicó algo molesto el pequeño zorro desértico. Judy no dudó en abordar, cerró la puerta y se puso el cinturón de seguridad, el cánido arqueó la ceja y encendió el motor poniéndose en marcha. La chica no dijo nada durante unos segundos. Todavía estaba terminando de asimilar lo que estaba sucediendo.
-Uhmm… Finnick… a donde me llevas? Donde está Nick?- el hombre sacó un cigarro y lo encendió.
-Quieres uno?
-No, gracias. No fumo. Donde está Nick?- reformuló la chica desinteresada en el tabaquillo. El fennec encogió los hombros y le respondió.
-Como que en donde? Pues en su casa. Donde más estaría?- la chica bajó las orejas y frunció el ceño.
-No… no está ahí- replicó suavemente- de lo contrario habría respondido mis mensajes…- Finnick bufó.
-Está en su casa…! Seguramente tirado en el piso en posición fetal y llorando como un perdedor… ese vulpes(*) es un chillón… piensa que la embarró contigo… y casi lo mato esa noche que salió corriendo de tu casa…- ella se volvió de improviso.
-Que dijiste?!
-Oh… es que lo atropellé el viernes cuando salió de la nada… hijo de zorra, pensé que lo había matado, se atravesó en plena calle… yo frené pero el golpe le llegó…
-Y lo dices así de tranquilo?!- el hombre viró la mirada y la regresó al camino.
-Está vivo… eso es lo que importa…
-Acabas de declararte culpable por atropellar a un peatón… más que eso! A un policía!
-Hey! Lo estoy ayudando a reconciliarse con su novia… otra vez! No se por qué siempre termino en medio de sus discusiones estúpidas… pero eso debería servir para cubrir los cargos!
-No soy su novia!- el fennec le dio una mirada con obviedad. Ella apartó la mirada- no fue su culpa…- dijo suavemente- fui yo que… permití que eso se saliera de nuestras manos y entonces… a-además, él estaba muy bebido y también confundido… p-pero yo…
-Te estás dando demasiado crédito, zanahorias…- ella se viró extrañada al escuchar el apodo.
-Zanahorias?
-Es un hábito que me pegó ese idiota… en fin, es más común de lo que tú piensas… es sólo que como es una de las tres normas y bla, bla, bla, bla… los animales intentan mantenerlo en secreto… te sorprendería la cantidad de veces que lo he visto.
-Eso está en contra de las reglas! Y no somos… dos animales cualquiera… somos… precisamente quienes se encargan de hacer que esas reglas se cumplan…
-Pues yo creo que esas reglas están mal- la coneja se ofuscó sorprendida- ahora que lo pienso, las dos últimas contradicen por completo la primera.
-A qué te refieres?
-No a la discriminación… los animales somos iguales… pero los depredadores no deben cazar a las presas!- gruñó enojado- Eso ya lo sabemos! Están tratando de hacernos quedar como bestias inconscientes… como si no pudiéramos controlarnos, y qué vendrá luego?! Collares Paralizadores?!- Finnick miró con el rabillo del ojo a la chica y se calmó- ahem… y también está lo de ustedes dos… si se supone que somos “todos iguales” entonces que carajos importa lo que haga cada animal con su vida? Es absurdo!
- Entonces estás diciendo que está bien si… todos empezamos a tener ese tipo de relaciones con otras especies y de pronto que empiecen a salir híbridos amorfos de esas uniones desnaturalizadas?- Finnick rió y se volvió a verla.
-No estoy diciendo eso, preciosa. Por Dios! Pero que extremista! Deberías escribir historias de terror, no lo has pensado?- Judy arqueó la ceja- de todos modos, cada quien con su problema, no…?- el zorro dirigió la mirada nuevamente hacia el camino- solo me refiero a que esas reglas se contradicen… es todo- Judy se quedó un momento pensativa con la mirada baja, analizando con cuidado lo que su amigo le estaba tratando de hacer ver. Hasta que la camioneta se detuvo- bueno, señorita, aquí termina el viaje… espero que logren arreglar sus asuntos- la chica se bajó del carro y el fennec le esbozó una última sonrisa- y que esto sirva para pagar la fianza- le guiñó un ojo y se fue riendo estrepitosamente. Judy se quedó ahí hasta el último instante, se volvió súbitamente a ver el viejo edificio casi en ruinas frente a ella.
Había ido un par de veces en el pasado, esa vez que buscó reconciliarse con su amigo luego del malentendido con la prensa… y otro par por cosas triviales que en ese momento no logró recordar.
Pero era un camino largo y cansado, eso le hizo preguntarse cómo era que Nick hacía para estar todos los días frente al suyo sin excepción a la primera hora para acompañarla a la estación, la cual no quedaba tampoco muy cerca de su casa, de hecho había un viaje en metro de por medio. Eso significaba que el zorro hacía un doble traslado, todos los días, sólo con el pretexto de ir a recogerla como un saco sin ningún motivo aparente.
La chica se sonrió algo divertida por las tonterías que cometía su compañero, pero se sacudió rápidamente y espabiló, dirigió la mirada hacia la enorme edificación y se dignó a marchar hacia dentro.
El vestíbulo, o lo que solía ser un recibidor estaba deteriorado y en muy mal estado, parecía casi una escena de película de terror, en donde el asesino salta y se cobra a su primera victima, subió por las mohosas y pegajosas escaleras empapadas de agua estancada y eso le daba un olor putrefacto a humedad y hongos.
Judy estaba asqueada.
-O a Nick le gusta vivir en la inmundicia… o es demasiado tacaño para comprar otro departamento en el centro…- bromeó para ella intentando el menor contacto con las desagradables superficies.
Subió dos, tres, cuatro pisos hasta llegar al último, el ático. Las tuberías podridas hacían un sonido de pitido como el de una tetera, la chica se dirigió hacia la puerta del final, donde suponía que el zorro estaría.
La puerta de metal oxidado casi se cae cuando Judy le dio un pequeño empujón para abrirla, cómo esperaba, estaba sin seguro. La lámina hizo un espantoso sonido chillón y se destapó por completo, Judy inspeccionó el área antes de entrar, pero no había nadie alrededor. Se introdujo en el amplio salón medio alumbrado por un gran ventanal con el paisaje crepuscular por fuera, las paredes estaban mohosas por la filtración y ese aterrador sonido en las tuberías todavía zumbaba en su cabeza.
-Tú eres el concepto de avaricia, Nick Wilde…- sonrió mirando a su entorno cuando escuchó un sonido proviniendo de la puerta escondida que estaba al otro lado de la habitación. Corrió de prisa y se colocó frente a ella antes que él saliera. Pero repentinamente sintió como si fuera a desfallecer cuando lo vio; Nick salió con el cabello mojado, envuelto en un mal vendaje sucio y ensangrentado alrededor de su cintura y tobillo izquierdo, una cortada en el contorno de su cara y varios rasguños en su pierna izquierda.
-Zanahorias…- susurró el chico sin poder ocultar su sorpresa, los ojos de Judy estaban desorbitados al ver la penosa imagen de su amigo de esa manera, se llevó las manos a la boca suprimiendo un desgarrador grito y las lágrimas empezaron a correr con desesperación, dio dos pasos para atrás sin poder apartar la mirada de la de su amigo, tropezó y cayó sentada en el piso, pero seguía avanzando en reversa- zanahorias… J-Judy… esto… no están mal como se ven… en serio…
-E-e-e-es mi cul-pa…- tartamudeó la chica su mano temblaba todavía sobre su boca- esto es mi culpa… p-por mi culpa… t-tu estás…- Nick intentó acercarse a ella, pero se alejaba cada vez que daba un paso, de repente se arrodilló frente a él y pegó la frente al suelo haciendo que se estremeciera- perdóname… por favor… perdóname por lo que te hice… yo… Nick… que te haya pasado esto…- la chica no terminó la oración cuando sintió los tibios brazos desnudos de su amigo buscando mutar su posición. Sintió un leve mareo al levantar el rostro por la impresión del golpe. Nick le limpió las lágrimas y se encajó su cabeza sobre su hombro acariciando suavemente la espalda.
-Torpe coneja…- se burló- cómo se supone que tú pudieras haber hecho esto…?
-Nick… pero tú…
-Shh… estoy bien, zanahorias- le susurró al oído- y lo estoy más… ahora que estás aquí…- le brindó una leve sonrisa y se acercó a su rostro encendido, apretó suavemente sus labios a los de ella, nuevamente un cosquilleó corrió por su espalda y empezó a corresponder lentamente con el gesto del chico, ella pasó las manos alrededor de su cuello, pero de pronto él dio un respingo de dolor y apretó los labios, inmediatamente Judy se alejó preocupada.
-D-detente, Nick… s-será mejor que no hagas…- el chico sonrió de lado.
-Hacer qué?- preguntó socarrón provocando que ella se ruborizara más- estás pensado cosas sucias…? Judy! No me imaginaba eso de ti! Estoy tan decepcionado…- repuso burlón, la chica frunció el ceño y se puso de pie.
-Hablas en serio…? Puedes decirme, qué haces aquí…? P-por qué esas vendas en tan… pésimo estado y que demonios te pasa por la cabeza?!- Nick lanzó un suspiro y arqueó una ceja seriamente.
-Alguna vez… te has fijado en la conducta de un animal moribundo?
-Qué?- preguntó convencida que esa pregunta no iba al caso- bueno, normalmente van al hospital y están rodeados de sus familiares y seres queridos esperando a que la hora llegue…
-Nuestros ancestros… se recluían en algún lugar desolado esperando ser comida de buitres en cualquier momento. Ocurría mucho cuando el animal era herido… iba y se moría sólo en un sitio escondido, esperando a que su cadáver fuera encontrado en estado de putrefacción. Presta atención en clases, Hopps.
-Oh! Estoy segura que fui mil veces mejor alumna que tú, Wilde- sonrió recuperando los ánimos.
-En fin, yo sólo quise volver a mis raíces y sumirme en mis “primitivos impulsos salvajes” esperando a que llegara mi hora… pero no me esperaba que la muerte fuera tan atractiva… ni que oliera tan bien…- esbozó una sonrisa coqueta, la chica se volvió de espaldas a él mirando su entorno.
-Ya vi que estás bien… pero ese golpe te afectó la cabeza…- él encogió los hombros- puedes decirme, qué esperabas hacer aquí? Agarrar un infección por la cantidad de gérmenes de este lugar?
-Si… algo parecido.
-Realmente no puedo entender como es que vives aquí…- Wilde viró la cara sorprendido.
-Quien te dijo que yo vivía aquí?- Judy alzó las cejas- hay que estar demente para vivir en un sitio como este, incluso respirar es complicado!- estornudó- de hecho, creo que ya me afectó el polvillo…- le dijo limpiándose la nariz.
-Y entonces qué es este lugar y qué estabas haciendo aquí…?
-Venía aquí con Finnick cuando teníamos que discutir sobre nuestros “negocios”- respondió él desinteresado.
-Qué estabas haciendo aquí?- repitió la chica, el zorro bajó la mirada y se dirigió a sentarse en la sucia cama todavía con la cabeza agachada.
-No estabas escuchando…? Esperaba morirme…
-Nick… - la chica se movió rápidamente hacia donde él estaba y se sentó a su lado. El chico levantó la vista hacia el techo.
-Y que más querías que hiciera? Tenía miedo por lo que…- volvió a verla con el rabillo del ojo y regresó la mirada al suelo, se llevó las manos a la cabeza y se echó el cabello hacia atrás dando un largo suspiro- Al principio no era así… incluso llegué a pensar que eras muy molesta…- le sonrió burlón.
-Vaya… gracias por el aprecio…- repuso irónica.
-Pero aún así eras mi compañera, que, si no hubiera sido por ti seguro estaría en la cárcel o muerto, tirado en alguna… alcantarilla o algo peor… y además de eso, eras mi mejor amiga… quizás la única que tenía entonces, de una u otra forma empecé a tomarte cariño, uno especial… me agradaba estar contigo… me sentía sólo si no lo estaba… eras una amiga de verdad y me encantaba eso… el que me… repitieras todo el tiempo que confiabas en mí… ciegamente… me hacía pensar como… “Dios… adoro a esta chica” y “tengo miedo de fallarle…” por eso poco a poco me fui alejando de ese mundo en el que me encontraste y del que me sacaste… durante un tiempo sentí que volvería a caer pero… tú fuiste la primera persona que vio algo bueno en mí entonces… decepcionarte era algo que no quería ni iba a permitir... se podría decir que salvaste mi vida… de muchas maneras- ambos rieron- y me sentía como si te debiera una… muchas… de algún modo dependía de ti…- ella ladeó la cabeza algo perturbada- a-ah, no te asustes… no como algo loco o… retorcido?- ella arqueó la ceja, él simplemente continuó…- pero sí… algo como me alegrabas el día, porque no estaba solo. Con el tiempo me fui acostumbrando a ti… a lo terca que eres…! A tu buen humor, a tu energía… a ti… y de un plazo hasta hoy me pareció que me faltaba algo- se volvió hacia ella- me faltabas tú… empecé a quererte de otra manera… una más profunda… de esa forma en la que… no podía sacarte de mi cabeza… intenté evitarlo... por el medio que fuera… pero hola! Trabajo contigo, junto a ti, voy a tu casa todos los días, te veo diario, salgo contigo, ERES MI AMIGA… en fin, dejarte a un lado era una tarea simplemente imposible para mí… en aquel momento decidí que si no podía alejarte entonces tendría que callarme… pero supongo que también fracasé en eso…- se quedó en silencio, la coneja mantuvo la mirada durante unos segundos y pronto se aventuró en tomar la mano del chico, pero este la apartó negando la cabeza- no lo hagas, Judy… no sé lo que sería capaz de hacer en este momento si llegaras a tocarme…- ella le sonrió.
-Confío en ti…- sin decir más nada le tomó de la mano entrelazando sus dedos a los de él. Nick levantó la mirada y Judy le llevó la otra mano a su mejilla para que le mirara. Él sonrió.
-Dios… te amo más de lo que pensaba…- la chica le sonrió nuevamente, el zorro lentamente se fue acercando a su rostro esperando a que ella correspondiera su gesto, pero en vez de eso ella agachó la cabeza, él se apartó un poco.
-Nick… saber esto es… algo muy sorpresivo para mí… y yo me siento… tan confundida… hay tantas cosas en mi cabeza ahora que… no sé… como debería tomar lo que me acabas de decir…- el chico bufó algo lastimado.
-Al menos respóndeme si te gusto…- ella se volvió a verlo e hizo un gesto dudoso.
-Su-supongo que sí… pero eres mi mejor amigo y… tengo miedo que… las cosas se compliquen para nosotros… no… no quiero perderte… no de nuevo…- el chico se le quedó mirando fijamente y luego se puso de pie cambiando su actitud.
-Bien! Tema superado por ahora…- se dirigió al armario y extrajo de él una de sus típicas camisas hawaianas- entonces, tenemos que salir de aquí…- esbozó entretenido colocándosela con sumo cuidado- se hace de noche y andar por las calles... aunque no pase nada es necesario ser cauteloso…- la chica sonrió y se puso de pie.
-Gracias…- él se volvió hacia ella.
-Esperaré tu respuesta el tiempo que sea necesario… solo piénsalo, sí?…- esbozó luego de una sonrisa algo melancólica- mañana hay trabajo! Vamos a casa- ella quiso seguirle el juego para olvidar lo que había pasado recién.
-Ahora que lo pienso… si no vives aquí entonces donde?- el zorro le dedicó una sonrisa astuta.
-Curiosa?- ella se cruzó de brazos.
-Claro que lo estoy! Finnick dijo que vivías aquí! Y yo… sinceramente estaba aterrada porque fuera cierto…!
-Entonces fue esa pequeña rata traidora quien te trajo hasta aquí… bueno, no vivo aquí… pero lo frecuentaba mucho… cuando quería estar solo… ya sabes…
-Espera, no… lo enviaste a buscarme?
-Yo? No! Se suponía que me iba a quedar aquí para morirme y que… encontraran mi osamenta cincuenta años después- se burló abriendo el grifo del lavamanos.
-No vuelvas a decir algo así- lo regañó la coneja, el zorro se echó agua en la cara, escupió en la canaleta y levantó la mirada al espejo.
-Te habrías preocupado por mí?- tomó un paño y se secó la cara. Ella se sonrojó.
-P-pero claro, idiota…! Eres mi compañero, somos amigos… si te pasara algo obvio que me preocuparía por ti…- él se acercó a ella.
-Si muriera… llorarías por mí?- ella frunció el ceño.
-Deja de decir esas tonterías, torpe! No vas a morir… no permitiré que eso suceda!- se llevó las manos a la boca ruborizada y avergonzada. Nick sonrió a gusto.
-Es bueno saberlo- luego de eso se dirigió a la puerta y salió antes que ella. Judy se quedó en medio de la habitación con las orejas bajas y sin saber qué pensar luego espabiló saliendo a su encuentro con él.
-Entonces… por qué el fennec te habrá traído hasta acá…? yo no se lo pedí…- ella se volvió a verle y se enserió.
-Dijo que fue para pagar los cargos por haberte atropellado- Nick bufó.
-Ja! Sabía que ese infeliz no haría las cosas sin un propósito aparte.
-Me llamó zanahorias…- se volvió a verle sorprendido.
-En serio…? Si es así entonces voy a tener que partirle el hocico…- ella arqueó la ceja- sólo yo te puedo decir zanahorias.
-Aja…
Pasaron un largo rato caminando por el terreno baldío, ya había caído la noche. Ambos se mantuvieron callados durante un rato hasta que ella se fijó en algo extraño en el andar de Nick, estaba cojeando y algo encorvado, su mano sobaba suavemente su cintura. Ella comprendió que algo andaba mal.
-Deberías ir a un hospital a que te revisen ese golpe…
-Estoy bien, zanahorias… no es tan grave como piensas…
-Te vi escupir sangre…- replicó todavía seria y con la mirada en el camino.
-Me mordí la lengua...
-Tienes que ir a un hospital…
-Estás preocupada por mí?- preguntó el chico sonriendo coqueto, ella levantó la mirada hacia él todavía muy severa.
-Muy preocupada, Nick, y más aún sabiendo que esas heridas no han sido debidamente tratadas. Iremos al hospital tan pronto volvamos a la ciudad- replicó con fuerza.
-Uy… cuanta autoridad…- repuso el chico con un tono jocoso- y si mejor vamos a tu casa… y me curas tú?- ella frunció el ceño indignada.
-Es que nunca puedes ser serio?!
-Estando contigo no me provoca serlo…- ella se ruborizó y no dijo nada más.
Luego de unos minutos más tarde regresaron a la civilización, las calles estaban a media luz por los faroles de las escasas aceras, a ella no le gustaba el lugar, se dispuso rápidamente a pedir un taxi en alguna parada, tomó del brazo a Nick, este se volvió a verla, ya con su expresión le había dicho lo que estaba pensando.
-Hay una línea no muy lejos de esta calle. Tomaremos uno y regresaremos al centro. Conozco a todos por aquí… no tienes que preocuparte… no permitiré que te hagan daño…- ella le sonrió.
-La verdad… estoy más inquieta por ti que por mí misma- le respondió y sin dudar tomó su mano para sentirse más tranquila.
Caminaron un poco más y se encontraron con una banda de zorros de muy mala cara que les estaban viendo desde que se asomaron por la vereda. Judy se retrajo un poco desconfiada y también lista para cualquier situación. Nick la echó para atrás y le habló suavemente.
-Escucha, Judy… conozco a estos sujetos así que déjame hablar a mí, ok?- ella asintió todavía recelosa pero resignada- ante todo, somos policías y a estos tipos hay que tratárseles con cuidado. Confía en mí.
-De acuerdo- esbozó la coneja. De inmediato se acercaron, él con más confianza y ella todavía precavida.
-Chicos! Un tiempo largo sin verlos!- exclamó sociable el zorro acercándose a un zorro gris- Ulises! Te ves bien! has estado haciendo pesas? Allison, primor!- se dirigió ahora a la zorra ártica de orejas y cabello blanco- Estás guapísima. Cómo están tus niños? Ese par debe ser terrible, me equivoco? Te cortaste el pelaje? Hay algo diferente en ti… Bajaste de peso?- ella arqueó una ceja, él se volvió a ver un fornido zorro pardo- Pero si no podía faltar… mi gran hermano Otto! Que tal? Evitando peleas callejeras? Estoy muy orgulloso de ti!- los tres sujetos se le quedaron viendo con severidad esbozando con un gesto hostil.
-Pero miren! Si es el traidor Wilde!- habló el urocyon(*) propinando un ligero golpe en su hombro, que para él fue fatal en su estado- Qué te pasó?! Te arrolló un auto o algo así?
-Jaja… d-de hecho…
-Y que tal? Ya te aburriste de estar en la comisaría, vulpes?
-Jaja… para nada, amigo… me encanta ser policía y… siento que de verdad marco una diferencia…
-No estarás aquí para investigar a alguno de nosotros, verdad, policía…? No te habrás olvidado de las veces que te salvamos el trasero, o sí?- repuso un otocyon(*) con una cicatriz en el cuello acercándose a su rostro. Nick apartó la cara hacia un lado.
-Q-q-que va…!- respondió cada vez más nervioso- La verdad es que…- la alopex(*) se fijó en su compañera y le pasó por un lado interesada en ella.
-Y esta coneja que trae?- preguntó alarmando a los otros- es tu mascota… o tu cena?- los tres zorros rieron. Judy bajó las orejas y se cohibió, Nick se puso serio perdiendo el brillo en sus ojos. Su cara se había transformado.
-En realidad, solo quería preguntar si la línea de Pine Street estará abierta a esta hora. Mi amiga y yo estuvimos recogiendo unas cosas en mi casa, puesto que ahora vivo en el centro- replicó filoso con una sonrisa astuta- y se nos hizo tarde entonces… podrían ser tan amables de decirme qué hora es?- los tres bandidos se les quedaron viendo a los dos. Nick mantenía la frente en alto.
-Uy… miren al engreído este… ahora que no vive en el barrio se cree gran cosa, zorro citadino.
-Al menos yo me atreví a ser algo más que un simple estafador callejero…- los dos machos se le quedaron fijo al chico- podrían decirme la hora?- repitió el zorro fríamente con las pupilas contraídas.
-7 con 12…- respondió la mujer albina con seriedad mirando a la coneja.
-Oh perfecto! Eso quiere decir que todavía están trabajando. Qué buena noticia!- esbozó el chico genuinamente a gusto- muchas gracias… que pasen muy buenas noches. Nos retiramos. Adeu- Nick le dio un ligero empujón en el hombro a la chica para hacer que avanzara, luego la movió un poco más frente a él y susurró- mantente siempre cerca de mí, Judy…- ella se volvió a verle y con el rabillo del ojo se fijó en que el otocyon se acercaba a toda velocidad con una navaja en la mano.
-NICK!- gritó la chica alarmada y en eso el zorro se volvió de lleno y tomó la mano del otro tipo, le practicó una llave poniendo su brazo en la espalda haciendo que éste soltara el arma y pegándolo contra la pared, se acercó a su oído y mostró los colmillos.
-Escucha… intenté ser amable contigo y evitarme dolores de cabeza, pero tú te lo buscaste- le gruñó cerca del cuello- métete esto en la cabeza… si se atreven a tocar a esa coneja… no sólo te pondré tras las rejas… También… TE ARRANCARÉ LOS OJOS! TE QUEDÓ CLARO?!- lo soltó bruscamente haciendo que el zorro pardo se golpeara la cabeza y rodara hasta el suelo.
-Es así como nos pagas, Wilde?! El que te hayamos cubierto la espalda durante tanto tiempo?! Eres un zorro! Eres Falso! Y Deshonesto! Jamás vas a cambiar eso!- Judy rodó la mirada hacia el chico que estaba caminando hacia ella y se detuvo un segundo para volverse hacia el otro que estaba en el suelo. Nick le observó con saña y frialdad.
-Soy policía… es lo que decidí ser… el que sea un zorro no significa que tenga que ser como tú- Otto bajó las orejas y esquivó la mirada, luego de eso Nick esbozó un atisbo fulminante hacia los otros dos- desaparezcan de mi vista… ahora…- los tres huyeron lo más rápido que pudieron y se perdieron en la oscuridad. Nick lanzó un suspiro y volvió a su habitual expresión despreocupada- Uff… lamento que hayas tenido que ver eso…- repuso acercándose a ella. Judy estaba impresionada.
-Vaya… nunca imaginé que podrías actuar de esa manera…- él rió.
-Sólo te estaba defendiendo- replicó poniéndose a su altura.
-No necesito que me defiendas…- él le puso una mano en la mejilla y sonrió.
-Lo sé… pero soy capaz de matar a quien sea… con tal de mantenerte a salvo…- ella bajó las orejas, él le guiñó el ojo, le dio un ligero beso en la comisura de los labios y volvió a enderezarse- andando… hay una línea de taxi a unas cuadras de aquí. Te llevaré a casa…- la chica se puso a caminar detrás de él un poco dudosa, era la primera vez que veía ese brillo muerto en sus ojos. Había conocido una nueva faceta de su amigo que no había visto jamás.
(*) Fennec: Zorro del desierto, característicos por su pequeño tamaño y orejas grandes. Se distribuyen entre África y Asia.
(*) Vulpes: Zorro común o zorro rojo. Principalmente ubicado en Norteamérica Europa, Asia, sur de Australia y norte de África.
(*) Urocyon: Zorro gris de pequeño tamaño. Propio de América.
(*) Alopex: Zorro ártico o zorro polar. Propio de Norteamérica, Asia y Europa.
(*) Otocyon: Zorro pardo característico por sus orejas grandes y patas largas. Se puede encontrar en varias zonas de África.
N/A: Etto… -3- les explico… puesto que a mí me gusta aprender sobre las cosas que me interesan…
Y yo… EN SERIO amo a los zorros
(Incluso desde antes de ver la película… de hecho la vi porque me enamoré a primera vista de Nick xD)
Me pareció un dato curioso que los zorros de ese barrio se llamaran a ellos mismos por su clasificación, como algún estilo de jerga…
No me juzguen…
Solo soy una gata de biblioteca… >n<
Duermo entre libros y sobre la mesa =w=
NOS VEMOS EL VIERNES :D
NO OLVIDEN DEJAR UN MÍSERO COMENTARIO QUE NO ENRIQUECE NI EMPOBRECE A NADIE!!!
BAY :3
SI… BAHÍA XD