-El no querrá verme- dije casada.
Karla me había llamado para juntarnos en la plaza para hablar sobre algo que está pasando con Carlo.
-¿Cómo lo sabes?- preguntó -Si él esta mañana abrió la puerta y dijo tu nombre- dijo y abrí mis ojos como platos.
-Collin lo visitó ayer para ver cómo estaba, Carlo a estado bebiendo y mucho, tanto que a destruido varias cosas de su casa-
-Todo por mi culpa- susurré.
-No estoy diciendo que sea tu culpa, quiero que entiendas que Carlo no puede estar sin ti-
-Soy una estupida- pase mis manos por mi cabello.
-Todo el mundo se equivoca-
-¿Crees en serio que él quiera verme?-
-Creo que ya eres una estúpida- dijo seria.
Pase mis manos por mi cabeza y luego por mis ojos, escuche a alguien que decía mi nombre pero no hice caso.
-Kimberly- todo mi hombro.
Volteé y era -Thomas- rápidamente me pare del asiento y le di un fuerte abrazo dejando en el aire a Karla.
-¿Cómo has estado?- preguntó.
-Bien, creo- sacudí un poco mi cabeza, no debí de decir eso así que trate de cambiar el tema -Cuéntame de ti-
-Mejor cuéntame tu de ti, ya no tienes esa- señaló mi estómago.
Reí leve -Ya nació- dije
-Me alegro bastante-
-Si- reí nuevamente y mire a Karla -Mm Thomas ella es Karla, mi mejor amigas, Karla él es Thomas-
-Un gusto- estrechó la mano.
-El gusto es mío-
Cruce miradas con los dos y se podía sentir la incomodidad así que improvisé. Después de tener una plática de dos prácticamente, comenzamos a caminar en la plaza, Karla se había cansado de ser la cola y dijo que entraría a algunas tiendas, la conozco perfectamente y sé que no se encontraba bien. Mientras que ella se probaba o simplemente miraba la ropa y luego de reojo a Thomas y a mí, literalmente hale a Thomas a donde se encontraban los helados, pedí una paleta de chocolate y otra de coco, y luego Thomas pidió la de el.
Thomas me estaba contando algo que le había pasado la semana pasada lo cual fue muy gracioso, puse la mira hacia el frente y mire a una Karla preocupada caminando rápido hacia mi dirección.
-Permiso- miro a Thomas -Tenemos que hablar ahora- me miró a mí y me halo lo suficiente para estar lejos de Thomas.
-Toma, te compre una paleta- le entregue la fundita pero no la tomo.
-Kimberly esto es algo serio- dijo con cara muy seria diría yo.
-Toma tu paleta- dije.
-Kimberly deja tus malditas estupideces.
-Si tomaras la paleta no te interrumpiría- chupe de nuevo mi paleta.
Karla me quito la fundita donde estába el helado y la tiro al piso.
-Oyeee, yo te la compre- dije mirando la fundita algo triste.
-Junior Kimberly, Junior-
Abrí mis ojos como platos y rápidamente salí de la plaza.
Thomas se había ofrecido en llevarnos así que aceptamos. Tenía mi mirada fija solo en la ventanilla, a pesar de tener cerca a Thomas y a Karla yo no escuchaba nada, todo lo escuchaba como susurros muy lejanos, solo pensaba en una sola casa y era en mi bebé.
Lagrimas comenzaron a salir, mentalmente me arrepentí de haber durado más de las horas que le había prometido a mami mamá.
Salí del auto sin decir nada solo corrí hacia la entrada en dirección a la recepción, sabía dónde se encontraban algunas cosas ya que anteriormente había estado aquí. Hice mis preguntas y la recepcionista mi indicó hacia dónde tenía que ir, Karla y Thomas estaban detrás de mí diciéndome que fuera despacio pero ignoraba totalmente sus opiniones, el ascensor estaba a diez niveles hacia arriba y demoraría en bajar así que sin pensarlo subí las escaleras.
Ya cansada, sedienta y con poco aire busqué la habitación 1104. Al encontrarla le di vuelta a la manija color dorada y lo que vi no era lo que me esperaba.
La habitación estaba llena de globos y vejigas de color rojo, pétalos en todo el piso, a un lado se encontraba una pequeña mesa con una sidra y dos copas y a su lado la caja de lazos color morado que nunca llegué a destapar. Miré al centro donde se encontraba Carlo, estaba igual solo que sus ojeras eran más notorias, tenía puesto un traje negro y con una sola rosa en su mano. Entré con la cara tiesa, mostrando ser sería cuando solo quería correr a sus brazos y decirle lo mucho que lo había extrañado.
-¿Dónde está Junior?- pregunté y el río.
-¿Qué te parece gracioso?-
-Tú- dijo con una sonrisa hermosa.
Mis mejillas cambiaron de color y mis piernas temblaban un poco, cerré los puños y apreté mi dentadura.
-Sabes que me pudo haber dado un ataque del corazón, subí más de 140 escalones y en mi mente solo se encontraba Junior-
-¿Porqué demuestras lo que no quieres ser en el momento?- acaricio mi mejilla.
-¿Porqué ignoras todo lo que te digo?-
-Eres hermosa- dijo y volvió a sonreír. Esta vez respire ondo y coloque mis piernas en una nueva posición.
-Todo esto es tu culpa- lo señalé.
-¿Mi culpa?- río.
-Si, sino hubieras ido a esa estupida reunión de médicos nada de esto estuviera pasando-
-¿A qué te refieres cuando dices nada?- sonrío.
-No hubiéramos peleado, no me hubiera ido de casa y lo más importante, no estuviera aquí-
-¿En serio?- preguntó.
-Si, en serio Carlo-
-Entonces tampoco hubieras ido a mi casa esta mañana- dijo con una sonrisa sarcástica y dio un paso.
Tragué pero no mostré ninguna emoción.
-No fui, que es diferente-
-Ah si, entonces ¿A donde fuiste esta mañana?-
-Salí a correr-
-Anja-
-Si y además ¿porque debo de darte explicaciones?- pregunté cansada.
Miró por encima de mi cabeza y se acercó a mi oído diciendo -Recuerda que no puedes confiar en todo el mundo-
Volteé a ver y me encontré con tres caras muy conocidas en la ventanilla las cuales me saludaron y mostraron el pulgar arriba.
-Ok, es verdad- dije pero esta vez más calmada.
-¿Qué lo es?-
-Si pase por tu casa pero fue por pura casualidad-
-Kimberly no te engañes a ti misma- lo interrumpí.
-Esta bien, si pasé por tu casa y no sólo pase, también quise entrar pero no lo hice. Me arrepiento totalmente de haberme alejado de ti, de haberme ido de la casa, de no haberte escuchado ni siquiera un minuto pues dejé que una persona me llenara la cabeza con sus explicaciones y no deje espacio para las tuyas, me arrepiento desde lo más profundo- cerré mis ojos y baje la cabeza -Y es que ya no puedo estar sin ti Carlo, pensé que sería más fácil pero no es así. El punto de todo esto es que fuiste, eres y serás lo que yo más ame y lo más importante en mi vida. A tu lado he pasado los mejores momentos y no te veo sin ti en ellos- finalmente apoye mi cabeza en su pecho esperando solo un abrazo de su parte.
-Lo se amor- me abrazó -siempre lo será así- lo abrace igual.
Me sentí tan feliz, tan tranquila, sentía como todo volvía a la normalidad y por fin me sentí completa.
PD: se acercan capítulos finales.