Prohibido Tocar - {Junhwan}

By PsycodeliK

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"El sol podía ser absorbido por el agujero negro en la mirada de Koo Junhoe" "O la oscuridad de un pasado tor... More

ADVERTENCIA
0. (Capítulo Introductorio)
1. Descubrimiento Accidental
2. Primer Contacto
3. Mal día
EXTRA 1 - YUNCHAN
4. Es complicado
5. Kim Jin-Hwan es...
6. Sentimientos Percibidos
7. Irremediable Sentir
"HIATUS"
EXTRA 2 - DoubleB
EXTRA 3 - YUNCHAN
8. Agradable Caos
9. Pedir Demasiado
11. Mi Todo
12. La Excepción
13. Imprudentemente Placentero
EXTRA 4 - YUNCHAN (+18)
14. Eres Perfecto
15. Venda Deshecha
16. Precipicio Mental
17. Precipicio Emocional
EPÍLOGO
EXTRA 5 - DoubleB
EXTRA 6 - YUNCHAN
EXTRA 7 - DONGHYUK
- Agradecimientos -

10. Yo Te...

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By PsycodeliK

Jamás creí que amar fuera tan doloroso, de alguna manera sentía esa especie de necesidad, me sentía completamente ansioso por aclarar las cosas.

"Todo un acosador, das miedo" -. Fueron las palabras de Donghyuk cuando le pregunté por la dirección del lugar donde estudiaba Junhoe.

Ese día, el sol era muy cálido pero el viento demasiado frío, por lo que me mantuve parado en el sol por un largo rato, con las manos hundidas en los bolsillos de mis pantalones a pesar de llevar puestos un par de guantes.

La polera de lana tapaba hasta la mitad de mi rostro y la gorra le daba calor a mi cabeza y orejas.

Cuando la campana sonó, algunos alumnos salieron en una especie de carrera, algunas chicas se me quedaban viendo mientras mis ojos distinguían al alto chico que caminaba con la vista al suelo.

Su cabello era despeinado ligeramente por la brisa, la luz del sol favorecía bastante al tono de su piel, su vista se alzó lentamente y sus pies se detuvieron cuando me vio, sus labios rojizos se abrieron levemente y tuve que caminar hacia él porque parecía estar lo suficientemente sorprendido como para no poder moverse.

Su sonrisa fue tan radiante haciendo escapar algunos gritos de algunas chicas, definitivamente ese chico era tan despistado como para no darse cuenta que traía locas a un montón de estudiantes tanto menores como mayores que él.

- Jinhwan-Hyung.

- Tenemos que hablar.

Estiré de la manga de su abrigo haciendo que se le descubriera parte del hombro quedando sólo con la tela del uniforme, el chico seguía sonriendo, en cambio yo no podía compartir su alegría en ese momento.

Nos sentamos al aire libre, fuera de una tienda de conveniencia, me senté guardando el cambio en mi billetera apartando las monedas de los billetes.

- ¡Hyung! -. Levanté la mirada y sorpresivamente, de manera juguetona sus manos se aferraron a mis mejillas, estaban tan heladas que me provocaron un escalofrío.

Apartó sus manos y empezó a reírse de mi reacción, me quité los guantes y se los di.

- Póntelos.

Hizo el intento, pero no le quedaban.

- Son pequeños.

Y en medio de su obstinada batalla con el par de guantes me obligué a dejar de evitar el asunto e ir al grano.

- Junhoe...

Me observó levantando las cejas prestándome atención al cien por ciento.

- Esto... - ¿Cómo decirlo? - quiero preguntarte algo muy importante.

- Adelante.

- Es sobre mamá.

Cualquier pizca de alegría que tuviera, se esfumó en él cuando dije eso.

- ¿Qué quieres saber?

- Ustedes... ¿usaron protección?

- ...

Ladeó la cabeza con la vista en la mesa vacía frunciendo el ceño.

- Sí, nos cuidamos...

Con eso pude respirar de nuevo, sentí como si mi pecho se hubiera liberado de una enorme carga.

- Una vez me cuidé yo, la otra ella me dijo que estaba tomando pastillas, que no me preocupara.

Y entonces, de nuevo me puse nervioso.

- ¿Por qué lo preguntas tan de repente?

- ¡Porque está embarazada! -. Solté.

- ¡Yo no soy el padre!

Nuestras voces fueron lo suficientemente altas como para llamar la atención de algunos extraños que pasaban por ahí.

- Hyung...- su mano hizo el intento de posarse sobre la mía, pero en cambio yo, aparté mi mano de inmediato, evitando el contacto - Hyung, confía en mí.

Casi sonaba como una súplica, me puse de pie, ¿y si mi madre tampoco se había cuidado?

- Tengo que ir a confirmar algo.

- ¿No me crees?

- Te creo... pero no creo en ella.

Nuestras miradas se encontraron fugazmente, jamás creí que sería capaz de causar tristeza en esos ojos.

- Tengo que irme.

- No te vayas...

- Hablamos luego.

Me fui directo a casa, con la intención de atacar con más preguntas a mi madre, sentía como si algo no cuadrara, ¿por qué lucía tan insegura si se habían cuidado?

La encontré en la cocina con un delantal floreado.

- ¿Tomaste las pastillas? -. Pregunté sin siquiera saludar sobresaltándola, haciendo que llevara una mano al pecho.

Se quedó un largo rato en silencio, hasta que cuando abrí la boca para insistir ella se me adelantó.

- Hablemos en tu habitación.

Se secó las manos y se dejó seguir por mí, la puerta se cerró y sentándose ella en mi cama habló.

- Siéntate -. Indicó palmeando la cama para que me sentara a su lado.

Arrastré una silla hasta colocarla frente a ella y me senté allí.

- No tomé las pastillas - sentí como si de nuevo empezara a caer por un precipicio de desesperación - ¡Dios! Jamás creí que las cosas terminarían así.

- Podrías hacerte una prueba de paternidad...

- No voy a hacerme esa estupidez, estoy esperando a tu hermano, te guste o no, independientemente de quien sea el padre...

En ese momento en verdad la odié, yo estaba desesperado por saber la verdad.

- Necesito saber...

- ¿Para qué? ¿Para delatarme? - se inclinó hacia mí y una extraña sonrisa se apoderó de su rostro - Así que es eso... Mi Jinan es tan ingenuo.

¿Me había perdido de algo?

- En verdad no creí que fueras a caer tan fácilmente... Y no te culpo, es fácil enamorarse de él -. Hizo una expresión de colegiala enamorada.

¿Me estaba jugando una broma verdad?

- Tu padre andaba tan ocupado y estresado, que empezó a fallarle - susurró señalando mi entrepierna dándome a entender a qué se estaba refiriendo, como si fuera un secreto - Entonces cuando estuve por primera vez con Junhoe... ¡Guao! - soltó una risita pícara - Ese chico está lleno de energía, ha de ser porque aún es joven, cuando dije que tomé las pastillas, lo dije porque estaba tan excitada que ya no podía esperar, sus labios y sus manos son tan expertas, y sus gemidos son tan varoniles.

- Te recuerdo que ese joven es menor de edad.

- ¿Sabes que consultó conmigo? - Mis ojos se abrieron enormemente - Sé que esto te hará sentir mal, pero... tienes que saber toda la verdad. Le di indicaciones y consejos, seguí paso a paso su problema para ayudarlo, las sesiones son caras, pero él me pagaba diferente - me guiñó el ojo - ya sabes...

- No quiero oírte...

- Le dije que experimentara contigo.

Sentí cómo algo dentro de mí se rompió. ¿Q-qué?

- Eres tan pequeñito, dulce, amable... tan lindo - me pellizcó la mejilla - casi como una chica... Pero no contaba con que te enamoraras.

- Estás mintiendo...

- ¿Entonces por qué estás a punto de llorar? Es porque en el fondo sabes que no lo conoces lo suficiente, en el fondo sabes que puedo estar diciéndote la verdad.

- No te creo...

- Aquella escena en el hospital, mi cruel amenaza, fue porque de verdad quería que se alejara de ti, porque noté que podías estar sintiendo cosas y no quería que salieras lastimado.

- Si no querías que saliera lastimado no debiste haberle dicho que experimentara conmigo...

- Eres un chico de corazón noble, con intención de siempre ayudar... creí que eras el indicado para ayudarlo, no sabía que...

- Estás mintiendo...

No podía ser una mentira, no esas sonrisas, no esas miradas... ¿Yo sólo había sido utilizado?

- Mi bebé, no estés triste, mamá está muriendo por dentro por tu sufrimiento...

- Sal de aquí...

- Jinan...

- Por favor, sal.

- No existe una explicación como para que te esté mintiendo con algo como esto y lo sabes...

Luego de decirme eso salió.

Me quedé simplemente con la mente en blanco y la vista perdida en el vacío por un largo tiempo. Sintiéndome cada vez más diminuto en esa habitación.

¿Por qué ella querría mentir con algo como eso? -. Finalmente me hice esa pregunta.

¡Ese grandísimo mentiroso!

¿Cómo pude dejarme engañar tan fácilmente?

Hundí mi rostro entre mis manos.

Un ligero gemido se escapó de mis labios antes de que empezara a llorar, liberando todo tipo de carga, la frustración, la rabia, el enojo, la tristeza.

Se sentía terrible, horrible... ¿Cómo el amor podía doler tanto?

Tal vez hubiera soportado la idea de ver crecer a ese bebé sin estar seguro si el padre era el mismo que el mío o si era el chico por quien mi corazón latía tan aceleradamente.

Pero no eso. Me levanté caminando nerviosamente de un lado a otro en mi habitación.

Sentía como si las sonrisas de aquella fotografía sobre mi cómoda se estuvieran burlando realmente de mí.

Tomé el portarretrato y lo lancé con todas mis fuerzas contra la pared rompiendo el cristal que cubría la fotografía familiar.

Me dejé caer en el suelo observando la imagen tras los pedazos de cristal, mi padre la amaba tanto hasta el punto de estar tan ciego, ¿acaso yo me había enamorado tan profundamente también como para verlo como a un ángel cuando en realidad sólo fingía ser otra persona?

Él lloró en mi hombro, me contó su historia. ¡Lloré con él!

Había sido lo suficientemente estúpido como para desear su tacto cuando él sólo me acariciaba utilizándome como a un objeto de prueba.

Me hubiese dicho la verdad desde un principio, yo lo ayudaría...

"Las sesiones son caras, pero él me pagaba diferente, ya sabes..."

Estaba empezando a odiarlo, arrugué con una mano la fotografía. Era mi madre, pero de verdad la odiaba. ¿Cómo pudo? ¿Cómo pudieron atreverse?

La fotografía se manchó con un tono rojizo, delgadas líneas de sangre se dibujaron en la palma de mi mano, quité los pedazos de vidrio incrustados, eso no dolía siquiera un poco en comparación con lo que dolía en mi pecho. Todo mi cuerpo estaba temblando y simplemente lloré, todo lo que pude, hasta secarme.

A la mañana siguiente fingí sentirme mal y simplemente falté, no quería levantarme de la cama, el abrazo de las sábanas era el consuelo con el que tenía que conformarme.

Un mensaje de texto me sacó del trance, en el que simplemente miraba al techo sin pensar en nada.

"Tu madre tiene un antojo, no puedo atenderla ahora, ¿podrías llevarle fresas con chantilly?"

Suspiré con frustración, lo que me faltaba. Era su día de trabajo por lo que luego de ducharme y arreglarme un poco el cabello para no lucir como un muerto andante hice el recado de mala gana.

Fui hasta la clínica donde estaba su consultorio, subí por al ascensor y cuando llegué no encontré a nadie en la sala de espera, inclusive su secretaria no estaba allí.

Toqué la puerta teniendo una especie de presentimiento que recorría desde mi estómago hasta mi pecho, intentando escapar por mi garganta.

- Mamá, soy yo.

- Pasa.

Abrí la puerta a toda velocidad, ni siquiera estaba dispuesto a mirarle a la cara, simplemente pondría la bolsa allí sobre su mesa y saldría lo más rápido que pudiera.

Pero la realidad fue otra.

Ella estaba sentada sobre el regazo del pelinegro que, jamás creí que sus ojos pudieran ser tan grandes.

- Hyung -. Empujó el cuerpo de mi madre como queriendo sacárselo de encima y hacerla volar lejos.

El primer botón de la camisa de mi madre estaba desabrochado mostrando parte de la tela de su sostén, tenía una ligera marca rojiza, como la de una mordida en el cuello, ella simplemente se mordió el labio intentando contener una sonrisa traviesa.

Junhoe estaba despeinado con el cierre del pantalón abierto y marcas de labial rojo en su camisa, al igual que sus labios rojizos e hinchados.

Lancé la bolsa sobre un asiento libre, no tenía palabras, tampoco era como si mi garganta estuviera dispuesta a hablar por más de que tuviera qué decir.

Koo Junhoe era un universo completamente inexplorado para mí... Tan desconocido y engañoso, lleno de espejismos en los que yo había caído.

- ¡Espera! -. Su voz sonaba aturdida, quería irme pero mis pies se detuvieron inmediatamente obedeciéndolo a él y no a mí, como si deseara escuchar una explicación a eso, algo como un "no es lo que parece"

- Él ya lo sabe todo June... -. Se interpuso la voz de mi madre.

- ¿Eh?

- ¡Vete al diablo Koo Junhoe! -. Grité antes de salir golpeando estruendosamente la puerta al cerrarla, choqué mi hombro con el de una jovencita, al parecer era la secretaria regresando a su puesto de trabajo, me hubiera disculpado por el café derramado en su mano si no fuera porque en ese momento me sintiera como si me hubiera vuelto otra persona.

En el ascensor las lágrimas volvieron a hacer acto de presencia, sin importarme incomodar a las personas que estaban encerradas también conmigo.

Creí haber escuchado mi nombre al otro lado de la acera, pero mi vista borrosa no me permitió ver a algún rostro conocido, caminé unas cuadras más con la cabeza gacha cuando sentí un estirón en la mano.

- Cuidado - el desconocido era tan alto que me sorprendió, me observó a través de sus lentes de sol de manera sospechosa - está en rojo -. Me habló su gruesa voz señalando el semáforo de cruce peatonal.

En verdad no me hubiese importado ser arrollado por un auto en ese momento.

- Aigoo... te dije que terminaría haciendo calor -. Esa voz en tono de queja la pude reconocer, me volteé de inmediato encontrándome con un rostro adorable, el chico se estaba quitando la bufanda, estaba tan abrigado que parecía un muñeco de nieve.

El hombre a mi lado soltó una risa, en cambio el quejumbroso pelinegro me observaba como si no creyera lo que estaba viendo.

- Ji -. Salté a sus brazos abrazándolo y lloré aún más.

- Jinan... ¿q-qué pasa?

- Creí que nunca más sabría nada de ti -. Su cálida mano acarició mi cabeza.

- Es mi primo -. Aclaró el chico al parecer hablándole al hombre que acababa de impedir que me atropellaran.

- Me hacías falta... -. Susurré apartándome y mirándolo a los ojos.

- ¿Sucedió algo? -. Su mano se dedicó a limpiar las lágrimas de mi mejilla, simplemente asentí.

- Me acaban de destrozar el corazón -. Alcancé a decir antes de ser llevado al apartamento del que acababan de salir, justo en la esquina.

El hombre alto se llamaba Choi Seung Hyun, novio de Ji Yong, amablemente me dedicó palabras de consuelo, se lo conté todo a mi primo y él lanzaba maldiciones hacia nuestras madres.

No sé en qué momento me quedé dormido, pero cuando desperté ya era mitad de la noche.

- Me tomé el atrevimiento de sacar de tu celular el número de tu casa, avisé que estabas conmigo, no te preocupes por ser regañado - comentó mi primo - ah, y ha estado sonando un largo rato.

La luz del celular me encandiló debido a la habitación a oscuras, Yunhyeong y Donghyuk me habían estado llamando.

Mi celular sonó en mi mano, iba a desviar la llamada pero cometí la equivocación de contestar.

- ¡Al fin! -. Sonó la voz exasperada de Donghyuk.

- ¿Tienes idea de que hora es? -. Cuestioné corroborando que eran las once de la noche.

- Yunhyeong me dijo que te vio llorando esta tarde, que te llamó pero que ni siquiera volteaste a verlo... - me mordí el labio recordando todo - Gran coincidencia fue que Junhoe haya venido a mí y no parara de llorar, lo único que saqué de él era tu nombre. ¿Qué exactamente está pasando?

- No quiero volver a escuchar ese nombre, tampoco volver a verlo... Nunca más.

- ¿Inclusive si te digo que acaba de fallecer la abuela que vivía con ellos?

- ... Estás de broma...

- Nunca bromearía con algo como eso.

- Ya te dije que no me interesa saber nada de él.

- ¿Y Chanwoo? Los dos lo están pasando muy mal ahora mismo.

- Buenas noches -. Quizás sonaba insensible, pero colgué.

Había un mensaje de voz, quizás era de Yunhyeong, no me preocupaba Chanwoo porque sabía que estaría recibiendo el consuelo de Yoyo.

- Hyung - cuando oí su voz mi pecho sintió una sacudida - Hyung... me prometiste que nunca me abandonarías - estaba llorando, contagiándome de inmediato pero me estaba conteniendo porque mi primo me estaba observando preocupado - no desaparezcas... yo... te necesito. No necesito que digas nada, ni siquiera una palabra, sólo dame tus sonrisas... eres todo lo que necesito para olvidarme de la realidad, no me dejes abandonado, te lo suplico... yo te...

- Fin del mensaje -. Habló una voz femenina.

- ¿Tú qué...? -. Susurré, como si pudiera contestar con su voz.

Llevé mis manos a mi rostro luego de dejar caer el celular a mi lado sobre la cama, me llevé el cabello hacia atrás, de nuevo tenía los ojos aguados conteniéndome. ¿Acaso no había llorado ya lo suficiente?

- Yo también siento que lo necesito, demasiado -. Le admití a mi primo.

- Debes estar realmente enamorado.

- Hasta el punto de odiarme por ello.

- Vamos - tomó su abrigo y me lanzó el mío - siempre es bueno escuchar la segunda versión de la historia.

Estrujé la tela entre mis manos, estaba pensándolo demasiado, aún cuando sintiera como si me estuviera jalando hasta él como un imán.

Estaba tan perdidamente enamorado.

Cuando empezó a llover le dije a mi primo que regresara, que lo llamaría cuando llegara, en la oscuridad se podía notar a una persona sentada en la vereda.

Corrí hasta él, quien levantó la mirada al notar mi presencia.

- Hyung...

Lo abracé, sintiendo lo frío que estaba al igual que yo, lloramos juntos entre abrazos y miradas.

Tal como me había pedido no dije nada al principio, pero luego no lo soporté.

- ¿Tú qué...?

Pregunté observándolo, como era más alto tenía que inclinarse hacia mí. Inclinarse. No era necesario inclinarse tanto.

Cerré los ojos y depositó suavemente sus labios sobre los míos.

Esa vez no estaba soñando, ¡no podía estar soñando!

Llámenme masoquista, de verdad me gustaba sufrir por ese chico, por eso estaba allí a pesar de todo, dejándome besar.

Yo me volví tan fácil...

Desde el momento en el que sus labios se apoyaron sobre los míos sentí una especie de corriente eléctrica como si la oscuridad de toda mi tristeza hubiera sido iluminada, mis manos se aferraron a la tela de su abrigo mientras las suyas me sujetaban de la cintura haciéndome parar de puntitas para tomar un poco de control sobre aquel beso lento y dulce, con su aliento mezclándose con el mío, con nuestros cuerpos temblando de frío, pero mi pecho se sentía tan cálido.

Le ordené a mi cabeza olvidar lo sucedido, por lo menos en ese instante, sintiendo como el vacío dentro de mí era llenado completamente por la ternura de aquel beso.

- ...Amo -. Completó la oración sobre mis labios.

"Yo te amo..."

_____________

Fin del maratón. c:
Aún me falta publicar el cap de la semana, creo que lo subiré el finde..

Será la versión de June de este capítulo, para aclarar dudas.

Los amo mucho ❤❤❤💕 cuidense 😘

P.D.: No sé pero siento que amo esta canción 💕

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