Dejo esto por aquí... *se aleja lentamente* *corre*
Perdonen si hay algún error de tipeo, lo corregiré luego c:
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El clima estaba indescriptible esa mañana. Era de esos días en los que el viento frío te chocaba en el rostro helándote hasta los huesos, pero que, estando en el sol te daban ganas de quitarte el abrigo.
Recosté la cabeza por el parabrisas del ómnibus mirando al techo, gracias al sol que entraba por las ventanas se podían ver sombras moviéndose de un lado a otro. Me estaba empezando a marear por lo que bajé la cabeza topándome con una negra cabellera, el transporte en el que me había montado pareció leer mis pensamientos porque disminuyó la velocidad.
Su espalda era ancha y su cabello bailaba con la brisa, iba caminando en la vereda, una chica se aferró a su brazo cortándome la respiración por milésimas de segundos, el suspenso me mataba, entonces vi su rostro al pasar por su lado, era un desconocido, solté el aire que había contenido inconscientemente y me reí de mí mismo haciendo que quizás más de una persona creyera que estaba loco.
Bajé en la siguiente parada y a paso lento me aproximé a las enormes puertas abiertas espantando a algunas palomas. El lugar era enorme y lo suficientemente silencioso como para marcar el compás de mis pisadas con ecos.
Me senté un momento, como si quisiera meditarlo de vuelta, como si ya no lo hubiera hecho lo suficiente.
Tragué saliva una vez estuve en el confesionario, ya había pasado un rato desde que el padre esperaba que confesara mis pecados, pero de repente mi mente se puso en blanco, como si tuviera vergüenza, o más bien, como si creyera que no había hecho nada malo, después de que la culpa me consumiera anteriormente.
- Soy un mentiroso – confesé, el hombre al otro lado esperó a que dijera algo más – inclusive me mentí a mí mismo... El caso es... que descubrí hace unas semanas la infidelidad dentro del matrimonio de mis padres, estaba tan furioso, grité, me dejé dominar por la ira y el enojo me duró tanto, incluso el odio sigue en mí – habría creído que estaba hablando solo de no ser por la sombra entre los pequeños huecos en la madera que me mostraba a alguien asintiendo mientras me escuchaba – por coincidencia volví a toparme con la persona que se entrometió en el matrimonio de mis padres, me acerqué a esa persona con la intención de apartarla de en medio, pero... terminó agradándome... No, eso no es lo que quiero decir... Debería ser más específico – mi corazón latía con fuerza, sentía como si las imágenes me observaran y estuvieran dispuestas a señalarme con el dedo cuando lo dijera – creo... – me mojé los labios con la lengua, estaba tan nervioso – creo que me gusta. Soy un traidor ¿verdad? Porque me rogaron que no dijera nada cerré la boca, mentí... y me mataba el remordimiento, pero, terminó gustándome, de todas las personas en el mundo... justo tenía que ser... – Mi voz sonaba completamente quebrada – esa persona.
- Joven... –. El padre iba a empezar con su sermón.
- No he dicho la parte más importante... –. Titubeé antes de interrumpirlo.
- Te escucho –. Habló apaciblemente, me preguntaba cuánto cambiaría su voz luego.
- Esa persona... que me gusta, no, de la que creo me estoy enamorando... es un hombre.
Sentí cómo me miró directamente, lo sabía, me iba a juzgar, todos lo harían, ¡hasta yo lo hacía!
- Lo siento –. Me apresuré a decir en un tono demasiado alto y salí corriendo.
No estaba preparado para lo que sea que iba a decirme. Me sequé el sudor de las manos contra mi pantalón mientras respiraba entrecortadamente.
Lo había dicho. Lo admití en voz alta.
- ¿Jinhwan-hyung?
Esa voz... levanté lentamente la cabeza como si estuviera en medio de una escena en una película de terror.
Sus labios se curvaron en una sonrisa, entonces intercaló su vista entre mí y el lugar del que salí corriendo.
- No es que sea ateo, pero a mi tampoco me gusta estar allí –. Se rió de sí mismo.
- No es que no me guste estar allí, acabo de confesarme y salir huyendo.
- Oh, así que es eso –. Su risa era tan linda.
Me golpeé mentalmente, estaba tan perdido en su rostro que no noté el cambio en su cabello.
- Por cierto, lindo corte.
- Es bueno escuchar eso, ya me estaba arrepintiendo –. Comentó estirando unos mechones distraídamente.
¿Cuál era la razón por la que me había empezado a gustar?
- ¿Por qué? –. Pregunté notando que infló los cachetes mirando a nuestro alrededor.
- La gente se me queda viendo demasiado, es incómodo, creo que llamo mucho la atención.
- Es porque luces demasiado atractivo.
No mentía, el hecho de que en la nuca esté más corto hacía ver su cuello más atractivo, no se había cortado el flequillo y el hecho de que lo hubiera peinado de costado me encantaba porque no cubría tanto su frente y su rostro era demasiado hermoso como para ocultarlo siquiera un centímetro, el rebajado le quedaba bien.
Definitivamente, el haber admitido que me gustaba en voz alta no fue buena idea, mis pensamientos se estaban pasando, al igual que mis palabras.
Él sonreía ampliamente contagiándome.
- ¿Quieres acompañarme? –. Asentí de inmediato.
No sabía exactamente a dónde íbamos, simplemente caminé a su lado hasta entrar en una tienda de celulares, estuvo un largo tiempo preguntando precios y se veía indeciso.
- Hyung, ¿Cuál crees que le guste a Chanwoo?
- Pensé que buscabas uno para ti –. Me decepcioné un poco, de verdad me hubiera gustado tener la oportunidad de mandarle mensajes.
- Es que ayer vi lo entretenido que estaba mientras jugaba un juego en el celular de Yunhyeong y pensé que tal vez, le emocionaría tener uno.
Se veía tan entusiasmado que no me animé a preguntar cómo pensaba conseguir el dinero, le mostré los que eran más económicos.
¿Por qué me había empezado a gustar tanto?
- ¿Por qué no te gusta ir a la iglesia? –. Pregunté tratando de crear una conversación mientras salíamos de la tienda.
- Dicen muchas cosas cursis. ¿Sabes? No creo que exista algo lo suficientemente bueno en el mundo que pueda pasarme para compensar las cosas malas por las que pasé.
No quería discutir así que simplemente no dije nada.
- Hyung – se detuvo de repente – estoy preocupado.
Me detuve a su lado.
La peatonal por la que cruzábamos era transitada por algunas personas, los árboles se mecían de un lado a otro por el viento dejando caer sus hojas y flores sobre el camino por el que pasaban las personas.
- ¿Qué te preocupa?
Se fijó en mí y noté un ligero rubor en sus mejillas, sus ojos brillaban como acto reflejo del sol, me estaba mirando detalladamente de forma tan descarada que por un momento creí que tal vez existiera la posibilidad de que también le gustara verme.
- Que por mi culpa tengas que llevar contigo siempre una cicatriz en la frente, vi cómo te cosieron la herida.
- No es como si fuera una chica, no me preocupa tanto mi aspecto.
- ¿Cómo quieres que te mire a la cara sabiendo que por mi culpa tendrás eso?
- No fue tu culpa, fue culpa del hombre que me golpeó.
- Es increíble cómo ese hombre es capaz de dañar a las personas que son importantes para mí.
Apartó sus ojos de mí y se mordió el labio con frustración.
- ¿Era ese hombre tu padrastro?
- Sí.
- Entonces él también... –. No podía decirlo en voz alta.
- Sí, algunas veces se metía en mi habitación.
Empezó a parpadear demasiado, se frotó el ojo.
- Lo siento –. Me disculpé, lo había entristecido.
- Sólo me entró algo en el ojo.
Já, como si fuera a creerme eso.
- Déjame ver.
Me paré de puntitas y lo miré a los ojos, una pequeña pelusita blanca estaba enredada en su pestaña y molestándole en el ojo cuando parpadeaba. Quizás había llegado allí con el viento.
Empecé a soplar para no hacer contacto con él pero era inútil.
- Mira por allá – Señalé un costado – confía en mí.
Él obedeció mientras yo acercaba mi mano a su rostro. Son sumo cuidado y con el menos tacto posible saqué la pelusa, parpadeó un par de veces.
- Listo –. Iba a mostrárselo pero se lo llevó el viento.
- ¡Cuidado! –. Me atrajo a sí mismo colocando una mano en mi cintura acelerando mi pulso.
Alguien pasó a toda prisa con una bicicleta, el carril de las bicicletas no era ese, algunas personas le gritaron cosas pero yo estaba embobado por el chico que me sujetaba tan dulcemente. ¿Por qué tenía que ser tan alto?
Su agarre se fue aflojando y me sentí tan ansioso, quería sentir sus brazos rodearme, quería acariciar su rostro. Estaba más que claro lo que estaba sintiendo. Era esa especie de anhelo hacia la persona que te gusta.
Entonces palpó sus mejillas sacándome del trance.
- De repente sentí como si estuvieran realmente calientes –. Murmuró más para sí mismo con el ceño fruncido.
- Oh... ¿están en una especie de cita? –. Sentí una especie de escalofríos, de todas las personas en el mundo... Y no, no estaba solo, justo tenían que ser esos dos.
Yunhyeong cargaba unas bolsas de compras junto con Donghyuk que alzaba las cejas pícaramente, como insinuándome algo.
- No estamos en una cita –. Contesté con tono fastidiado.
Donghyuk me ignoró revisando su celular.
- ¿Van junto a Hanbin y Bobby? –. Preguntó Junhoe.
- Sí, quiero que mis degustadores prueben un plato nuevo que quiero incluir en el menú.
- Hyung, ¿quieres venir con nosotros? –. No había forma de que rechazara una oferta si me miraba de esa forma, con sus ojos de cachorrito.
Asentí y empecé a caminar con ellos metiéndome en una charla sin sentido que había surgido espontáneamente. Me gustaba la faceta infantil de Junhoe, su forma de contestar a las discusiones de manera caprichosa, como un niño de cuatro años.
Nos separamos por el camino, Yunhyeong iba a ir por Chanwoo que juraba que tal vez seguía dormido y nos encontraríamos luego. Mi celular sonó y lo revisé.
"Dong-Parazzi lo captó todo"
Luego descargué una imagen del momento justo en el que Junhoe y yo nos miramos, con su mano en mi cintura, la diferencia de estaturas hacía ver a la fotografía, más que romántica, ridículamente graciosa.
..
Era ya la segunda vez que estaba en esa casa, donde vivían Bobby y Hanbin pero no podía actuar tan naturalmente como los otros invitados que iban hasta la heladera y comían cosas de allí, se sentaban como quisieran, como si esa fuera también su casa.
- No hay necesidad de estar tan tenso –. Me sobresalté cuando B.I me abrazó por detrás apoyando su mentón en mi hombro izquierdo.
- Esta también es tu casa –. Añadió Donghyuk con la boca llena.
- ¡Yah! – Escuchamos el sonido de una palmada, curiosos nos asomamos a la cocina, Bobby se estaba frotando la mano que se había tornado roja – No toques con tus manos sucias – con la cuchara de madera Yunhyeong señaló hacia donde estábamos – ve y espera con los demás.
- Pero tengo hambre –. Se quejó zapateando como un niño haciendo berrinche en el supermercado porque su madre no quería comprarle un dulce.
- ¡No! ¡No! ¡No! ¡Espera! –. Yunhyeong ignoró olímpicamente al chico escandaloso para dirigirse a Chanwoo que le estaba agregando algo a la comida.
Apartó al más joven de la comida y señaló hacia la puerta.
- Ahora todos esperan afuera.
El peso de Hanbin seguía sobre mí mientras caminaba, su brazo estaba rodeándome el hombro.
Me dejé caer en una silla y el chico me soltó para sentarse a un lado de mí, a su lado estaba Bobby tratando de llamar su atención, Donghyuk estaba frente a nosotros sentado junto a Junhoe y el pequeño Chanwoo al otro lado de mí con lo que parecía ser el celular de Yunhyeong.
- ¿Qué juegas? –. Me incliné curioso hacia el menor.
- Carrera de autos – Murmuró concentrado en el juego hasta que terminó la carrera – ¿quieres intentar?
Acepté encogiéndome de hombros, también estaba empezando a tener hambre y quería concentrarme en algo.
Los dos chicos a mi lado se apoyaron en mis costados, las manos de Chanwoo recargadas sobre mi muslo derecho mientras observaba la partida y levantaba su mano derecha de vez en cuando para darme indicaciones. Hanbin estaba pegado a mi costado con un brazo apoyado en mis hombros, sentí algo en la cabeza, observé fugazmente hacia delante, Donghyuk estaba allí conversando animadamente con un Junhoe que nos observaba un poco serio y asintiendo a la conversación del otro.
Entonces significaba que era el mentón de Bobby sobre mi cabeza, lo confirmé cuando empezó a darme indicaciones también discutiendo con Chanwoo por quien sería el que me enseñara a jugar.
El olor a comida inundó la sala y dejé de jugar.
- La comida está servida –. Yunhyeong estaba alardeando por la presentación de sus platos, que Bobby no dudó en destrozar la decoración devorando todo.
Entonces empezaron a hablar todos juntos con la boca llena haciendo del ambiente un total caos. Pero un caos agradable. Completamente diferente a como era en casa.
Hice una oración antes de comer y avisarle a papá que no comería en casa.
Al principio había creído que había demasiada comida, pero conforme los chicos, especialmente Bobby, se servían de nuevo llegué a pensar que quizás faltaría.
Brindamos con gaseosa y de repente comenzó un improvisado karaoke que consistía en usar como micrófono una cuchara y poner la melodía con la letra en el celular.
Hasta yo canté, había estado en el coro un tiempo por lo que no me avergoncé tanto, aunque estaba un poco inseguro.
Hanbin se abalanzó sobre mí sorprendido cuando terminé de cantar y de repente el resto empezó a discutir por la próxima música.
Conforme miraba la hora me sentía más triste, estaba pasando demasiado rápido y de verdad me estaba divirtiendo. Hasta que lo vi.
Un semblante oscuro o más bien lleno de tristeza que no paraba de observarme. Y yo no comprendía cuál podría ser la razón.
- ¿June está todo bien? –. Interrogó su hermano pequeño también notándolo.
- Sí, no te preocupes –. Jugó con el cabello del pequeño y se levantó saliendo del vagón en el que estábamos.
Me solté sutilmente del chico que inconscientemente abrazaba a todo el mundo y lo seguí, estaba tirado boca abajo en una cama soltando un largo suspiro.
Me senté en una esquina sin saber qué hacer.
- ¿Todo bien?
- No.
Su respuesta fue cortante, y el tono era igual a aquella vez cuando me dijo que me quería fuera de su vida. Mi pecho se oprimió con sólo recordarlo.
Levantó su cabeza y me observó, su cabello estaba ligeramente despeinado y notaba enojo en su expresión.
- Me siento frustrado –. Se sentó quedando de frente conmigo.
- ¿Por qué? Creía que también te estabas divirtiendo.
- Lo hacía, hasta que me empecé a sentir realmente ignorado –. Empezó a jugar con las manos con la vista fija en ellas.
¿Cómo no lo noté antes? Aunque el ambiente fuera animado y todos estuvieran divirtiéndose, de alguna forma su fobia al contacto lo apartaba del resto, incluso yo dejé de prestarle atención. Me sentí realmente triste por él.
- Lo siento, sé que la intención de ellos no es ignorarte, sólo respetan tu...
- Lo que en verdad me enoja es que todos puedan abrazarte tan libremente cuando yo dudo hasta para tomarte de la mano.
Mi corazón sintió una sacudida, ¿acaso estaba celoso? No, yo me estaba imaginando cosas.
- Pensé seriamente inclusive – agregó – en ir a consultar mi problema pero el tratamiento es largo y no podría darme el lujo de pagar las sesiones psicológicas.
- ¿Pero acaso no crees que has estado progresando?
- Contigo, pero viste como la otra vez me aparté de Bobby cuando quiso abrazarme, ni siquiera era para tomarlo en serio.
Es verdad, él necesitaba otro tipo de ayuda.
- Incluso dudas en tocarme y te sorprende si yo hago el intento –. Agregué en un susurro.
Entonces sorpresivamente me empujó con una mano haciendo que mi espalda tocara completamente la cama.
¿Qué? ¿Qué es esto?
Sus brazos me rodearon y apoyó su cabeza sobre mi pecho.
- He querido abrazarte cada vez que veía a los demás hacerlo –. Susurró en un hilo de voz, rogaba porque la ropa que llevaba en ese momento no le permitiera oír los latidos acelerados de mi corazón.
- ¿Por algo tan infantil como eso tenías esa expresión?
Movió la cabeza para poder verme. Entrelazó una de sus manos con la mía y escondió su rostro de mí.
- Hyung... consiénteme.
Tan adorablemente dulce.
- Mírame –. Le pedí, él se negó.
- June...
Tardó en hacerlo, mis ojos viajaron hasta sus labios, tan tentador.
¿Cómo fue que caí tan profundamente por este chico?
- Voy a besarte –. Susurré, sus ojos se abrieron con sorpresa ante mi aviso y cerré los ojos para tener la suficiente fuerza de voluntad de no besarlo en los labios.
Lo besé en la frente y dejé mis labios posados en su piel, su mano que sostenía la mía apretó el agarre.
Cuando abrí los ojos me encontré con los suyos aún sorprendidos.
- Lo siento, creo que fui demasiado sorpresivo.
- N-no te preocupes –. Tartamudeó con una leve sonrisa contenida.
- Déjame consentirte un poco –. Susurré y él asintió acomodando su cabeza en mi pecho mientras mi mano empezó a jugar con su cabello.
Entonces cerré los ojos y pensé en ello.
Me gusta... "porque a pesar de su aspecto es un chico de corazón realmente dulce, porque a pesar de todas las cosas malas él siempre siguió adelante, porque su amor hacia su hermano es la prueba de amor más sincera que había visto en mi vida, habían tantas cosas explicables, pero a la vez tantas inexplicables, como el hecho de que su belleza me resultara tan atrayente incluso yo estando consciente de que miraba a un hombre, que su sonrisa sea el interruptor para hacerme sonreír, que su voz se haya convertido en lo que espero oír cada día, que mi piel siempre está ansiosa por recibir el más mínimo roce de la suya, que él me pueda poner nervioso acelerando mi pulso y a la vez tan cómodo y en paz con su presencia."
Sus profundas aspiraciones me dijeron que se había quedado dormido, con todo su peso sobre mí, intenté apartar su cuerpo un poco porque estaba empezando a sudar y me quedé mirando sus rojizos labios entreabiertos.
Me acerqué en un impulso deteniéndome con el grito en mi cabeza de "¿Qué crees que estás haciendo?"
Pasé la yema de mi dedo índice suavemente sobre su labio inferior, tragué saliva y no pude resistirlo, sentía una especie de necesidad sofocante en mis labios.
Me aproveché de su confianza posando mis labios sobre los suyos atrapando su labio inferior, se sentía tan bien. Pero todo mi cuerpo se heló cuando los suyos atraparon los míos, se movieron sobre mis labios lenta y dulcemente. El calor aún seguía incluso cuando dejamos de besarnos y sus ojos se abrieron con lentitud.
- De verdad me sentía culpable por desear algo como esto hyung.
Mi rostro estaba muy caliente, completamente sonrojado, había sido descubierto.
- ¿Te dio asco? –. Susurré temeroso.
- No encuentro una explicación para esto, pero cuando se trata de ti yo...
Jinhwan-hyung... Jinhwan-hyung...
- Jinhwan-hyung despierta –. Abrí los ojos sentándome de inmediato, una almohada me golpeó en la cara.
- Te dije que no estaba muerto –. Hanbin rodó los ojos.
- ¿June? –. Pregunté lleno de confusión.
- Él salió hace un rato, dijo que te quedaste dormido.
Me froté el rostro, ¿en qué momento? Quizás mientras acariciaba su cabello y había cerrado los ojos.
Entonces aquel beso no existió.
No sabía si sentirme aliviado o decepcionado. Me llevé una mano a la boca pensativo, incluso en los sueños su tacto era tan cálido. La ansiedad por besarlo de verdad me invadió.
Estaba jodido. ¡La situación ameritaba malas palabras y maldiciones!
¿Había dicho "creo que me gusta"?
No me gustaba, me estaba enamorando. De alguien que jamás podría tener.
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¡Tarán!
Ya, Jinhwan tiene 20 años, siendo realistas, el chico debe deducir sus sentimientos rápidamente, no pensaba escribir 20 capítulos de negación de sentimientos por parte de él. xD Aunque lo de June es más complicado :c
Gracias por todo el amor que le dan a la historia <3
Sinceramente no puedo sacarme este fanfic de la cabeza u.u
Espero lo hayan disfrutado :3
P.D.: Aveces los comentarios no me cargan, perdonen si tardo en contestar.
Con amor <3
K.