Twins 2 » Luke Hemmings [canc...

By mangolinooo

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El mundo es un lugar imperfecto porque las personas que lo habitan lo son. Daelyn Jones era consciente de ell... More

Prólogo #1
Prólogo #2
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Hola de nuevo
Final
Extra: Año Nuevo
¡Aviso importante!

Capítulo 1

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By mangolinooo

Daelyn POV:

Había salido media hora antes del trabajo, ya que no había mucha clientela por las tardes. El negocio iba de mal en peor, pero no podía hacer nada para remediarlo; ¿Al fin y al cabo quién iba a una cafetería cutre que estaba medio escondida en un callejón cuando el paseo marítimo de Santa Mónica estaba justo al lado?

Eran las seis y media pero el calor seguía abrasando, como si fuera el mismo sol del mediodía el que estuviera sobre el cielo. Salí del local mientras me subía las mangas de la camisa,  dirigiéndome hacia la parada de autobuses.

Acalorada, me abaniqué con la mano, aunque el único viento que llegaba a mi rostro era cálido.

―Odio este tiempo... ―murmuré, suspirando.

Echaba de menos los días nublados en Londres, ese ambiente que siempre olía a hierba recién cortada y a lluvia de primavera. Aquí, en Los Ángeles, todo era sol, sol y más sol.

Poco a poco mis ojos se iban cerrando a causa del cansancio acumulado y el movimiento del bus, el cual había llegado hacía cinco minutos. En otros diez ya habría llegado al vecindario, así que me mantuve alerta para no perderme la parada.

Subí arrastrando los pies la calle, hasta que, finalmente, llegué a casa. Abrí con lentitud la puerta del patio y, tras ello, caminé por el caminito de piedras mientras buscaba las llaves en el bolso.

Una vez llegué a la cocina vi esos grandes ojos chocolate, su pequeña sonrisa y los brazos extendidos hacia mí.

―¡Mamá! ―gritó Joy, corriendo hasta llegar a mi lado. Dejé el bolso en el suelo y me agaché para cogerla en brazos―. Mira ―dijo, enseñándome sus pequeñas manos llenas de harina y chocolate―, la tía Pi y yo hemos hecho un pastel.

―Ya lo veo cariño ―dije, mirando acusadoramente a Pilar y, seguidamente, a mi cocina, llena de comida.

―Iba a recoger antes de que llegaras Lyn, lo juro, pero Joy me ha tenido corriendo por toda la casa.

―¿Y Arianna? ―pregunté, ignorando su excusa.

―Tenía que hacer un trabajo en grupo y no se había acordado de que era hoy. Se fue hace dos horas.

Asentí, dejando en el suelo a Joy.

―Que desastre... ―me dije a mí misma―. Voy a cambiarme, vuelvo en cinco minutos.

Subí a la planta de arriba y entré a mi habitación. Todo estaba tal y como lo había dejado aquella mañana... él ni siquiera se había dignado a aparecer. Suspiré, abriendo las puertas del armario. Mientras me ponía una camiseta limpia revisé los cuadros que había en las estanterías; Jin y yo en el parque de atracciones, Jin y yo en la playa, Jin y yo en San Francisco... al menos las memorias conservaban el sabor dulce.

Bajé a la cocina de nuevo, encontrándome con la profunda mirada de mi amiga. La rubia hizo un movimiento de cabeza que, aunque no lo pareciera, dejaba muy claras cuáles eran sus intenciones.

―Joy, ves al salón un momento, la tía Pi y yo ahora vamos.

La pequeña asintió y, tras ello, corrió hasta llegar al salón, donde estaban echando alguna serie de dibujos.

Miré de forma impaciente a Pilar, la cual me devolvía la mirada, una de esas que, si pudieran, te enterrarían bajo tierra.

―Habla ―dije, cuando ya no pude aguantar más la presión.

―¿Dónde está? ―preguntó.

―¿Dónde está quién? ―pregunté de vuelta, haciéndome la desentendida.

―Ya sabes de quien hablo, Daelyn Marie Jones. ¿Dónde está ese idiota?

―No llames idiota a mi novio.

―Nunca he sido una mentirosa, así que no lo voy a ser ahora. ¿Dónde está?

―Pilar, por favor...

―¿Dónde está?

―Pilar...

―¿Dónde es...?

―¡No lo sé! ―exclamé, dejándome caer en una de las sillas de la isla―. ¡No tengo ni idea de donde está, ni con quien, ni nada! ¿¡Contenta!?

Me llevé las manos a la cabeza, escondiendo mi rostro entre ellas. Quería llorar, pero no iba a permitirme aquello, no debía ser tan débil.

―Daelyn... ―la rubia suspiró, sentándose en la silla que había justo al lado―. Quiero que me seas sincera... ¿De acuerdo? ―preguntó. No obtuvo respuesta alguna, así que prosiguió con su interrogatorio―. ¿Cuántos días hace que no viene a casa? ¿Cuándo ha sido la última vez que le has visto?

"No llores" me decía, intentando retener las lágrimas y la impotencia. Levanté mi cabeza y parpadeé varias veces mientras miraba al techo, formando puños con mis manos. Cerré los ojos, sin estar preparada para pronunciar lo que iba a decir.

―Hace cuatro días. La última vez que le vi fue la madrugada del lunes. Volvió sobre las cuatro, en el mismo estado de siempre.

―Daelyn, si es por el dinero sabes que Arianna y yo te podemos ayudar; aunque tengamos que esforzarnos más podrías vivir con nosotras de nuevo, tú y Joy.

―Ya hemos hablado de esto Pilar... Mi respuesta siempre va a ser no, no quiero ser una carga para vosotras.

―Daelyn...

―Ahórrate el sermón, es más fácil para todos.

Me intenté levantar de la silla, pero el brazo de Pilar me lo impidió.

―No, no quiero ahorrarme el sermón, estoy harta de que le defiendas cuando lo único que hace es destrozar tu salud física y mental.

―Pil...

―Nada de Pilar, ¿Crees que soy tonta? ¿Crees que no he visto las marcas que llevas en el cuello y en los brazos?

―Son de hace tiempo...

―Son de hace cuatro días, cuando el padre de tu hija volvió a las cuatro de la mañana con medio pie en el coma etílico. ¿O me equivoco? Mira, cuando estaba en España había un chico que me gustaba mucho, también. Era gracioso, guapo, inteligente, todo un príncipe azul. Creí que salir con él sería lo mejor que me podía pasar, pero estaba totalmente equivocada. El amor se fue convirtiendo poco a poco en obsesión y acabó controlando cada aspecto de mi vida, desde mi vestimenta hasta dónde estaba a cada momento. No podría haber salido de aquella situación sin la ayuda de mis padres y de mis amigos. Yo te estoy ofreciendo mi mano para que tú también salgas de tu propia pesadilla, cógela, por favor, Daelyn.

La miré con los ojos cristalizados. No podía... simplemente no podía. Si le dejaba solo alguno de los tres iba a pagar las consecuencias; y si no era Jin seríamos Joy y yo.

―Pilar... Vete, por favor. Necesito tiempo para pensar.

Ella suspiró, no sin antes dirigirme una última mirada.

―Mañana continuaremos esta charla, Jones.

Una vez la rubia hubo recogido todas sus cosas y se fue hacia el apartamento que compartía con Arianna acabé de recoger el estropicio que habían causado ella y Joy en la cocina.

Cuando terminé volví junto a Joy al salón, la cual jugaba con sus muñecas, sentada en la alfombrilla que había delante del sofá. Acaricié su castaña cabellera justo antes de sentarme, lo cual hizo que se girara y se quedara mirándome por un momento.

Con su muñeca favorita entre las manos se acurrucó entre mi torso y mi brazo derecho. Yo cogí el mando de la televisión y comencé a cambiar de canal.

De repente, una canción bastante conocida comenzó a sonar por todo el salón. La imagen me dejó ver claramente aquellos ojos que, ahora, cautivaban a millones de chicas por todo el mundo.

Joy, al escuchar la melodía, se incorporó de nuevo sobre el sofá y comenzó a bailar; Joy siempre bailaba cuando escuchaba a 5 Seconds Of Summer. Maldecí internamente, mi hija estaba completamente enamorada de ellos.

A pesar de haberlo hecho otras veces no cambié de canal; esta vez me fijé en ellos... ¿Quién diría que iban a llegar tan lejos? Hacía siete años desde que se fueron por primera vez a Los Ángeles, a perseguir sus sueños. En este tiempo han pasado tantas cosas... mi vida también había dado un cambio radical con la llegada de Joy; no fue algo buscado, pero en aquel entonces Jin y yo éramos una pareja feliz y, aunque tuve que dejar la universidad no me arrepentía de nada. Un año después de haber tenido a nuestro hija, Jin comenzó a llegar tarde por las noches, algunas veces ni aparecía en casa y, entonces, todo se volvió un desastre.

―Quiero conocerles, ¿Puedo? ―preguntó inocentemente, mientras aplastaba mis mejillas con sus manos y me daba un pequeño beso.

Mis ojos se cristalizaron al escuchar sus palabras. Asentí, mordiéndome el labio inferior como gesto de mi mentira, y le devolví el beso. Seguía sensible por el tema que Pilar había sacado a flote, así que estaba intentando con mucho esfuerzo no llorar enfrente de Joy.

―Solo si me prometes ser buena persona, tienes que portarte bien, ¿Me lo prometes?

La pequeña asintió y sonrió, mientras volvía a jugar con su muñeca en el suelo.

La canción había terminado.



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HOLA :)

Siento el retraso, se suponía que tenía que subir el domingo pero he tenido exámenes finales y hasta ahora no he tenido un rato libre para escribir el capítulo (que es un poco más largo de lo normal, para recompensar la espera).

Espero que os guste el primer capítulo, quería dejar reflejada la situación actual de Daelyn y su vida, así que espero que no os parezca demasiado aburrido.

Hay una cosa que quiero decir y es que me sabe fatal hablar así de Jin lol, Jin es miembro de mi grupo favorito (BTS) y es un amor de persona en realidad ;____; no tiene nada que ver con esta versión xd.

Espero que os haya gustado, y no tengáis mucha prisa por ver a los gemelos, todo llegará a su tiempo jajaja.

Gracias por leer :)

Comentad y votad pls xx

María.

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