Saga Elementos y Sombras III:...

Par AngeloGRico9

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La guerra continúa a pesar del resurgimiento de los Seis Elementales, pero ahora el planeta no sólo se enfren... Plus

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Epílogo

Capítulo 13

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Par AngeloGRico9

Aaron POV

Extrañamente la jaqueca se ha ido y Omen esta tan silenciosa como puede serlo. Me negaba a abrir mis ojos, puede que la jaqueca y el ruido hayan desaparecido de mi mente, pero la pereza era algo común en mí, cada vez que debía despertarme.

Giré un poco sobre la cama, aún con los ojos cerrados, hasta que choqué contra otro cuerpo, ¿Quién estaba conmigo en la cama? ¿ME emborraché y me acosté con alguien? La verdad es que no recuerdo nada de lo sucedido antes de caer dormido, ¿Por qué tengo mi memoria tan turbia? Espera... ¿Tuve sexo con alguien? ¡¿Perdí mi virginidad?! ¡NO, eso no es bueno!

Me obligué a abrir mis ojos, sólo para averiguar si mi virginidad se conservaba intacta y en caso de haberla perdido, necesitaba saber que el tío con el que me enrollé no es del todo feo.

Me llevé una sorpresa gigante al abrir mis ojos, el cuerpo que se encontraba conmigo en la cama no era un hombre, era una mujer, y tristemente no era cualquier mujer, era Madeline, la mujer a la cual solía llamar "madre"

-¡Aaaaahhhh!- Grité alarmado, dándole una patada a Madeline y lanzándome de la cama para ser recibido por el frío suelo de madera.

-¿Qué mierda, te pasa?- Madeline se asomó por el borde de la cama, recostando su rostro sobre ella, y cerrando sus ojos tal como lo hacía cuando la despertaba de sus siestas en casa. Cada vez que cerraba así sus ojos, mientras fruncía el ceño y apretaba sus labios, era una clara señal de que estaba cansada, que había tenido días duros. Pero la verdad, es que ahora no me importaba en lo más mínimo.

-¿Qué haces aquí?- Mire alrededor, el color negro y violeta me hicieron saber que estábamos en mi habitación- ¡¿Qué haces en mi casa, en mi habitación?!- Estaba gritando demasiado fuerte.

-¿No lo recuerdas?- Preguntó, ella- Porque la verdad es que yo tampoco tengo muy buena memoria, sólo recuerdo desmayarme en tu porche, el resto de la historia, no la sé.- Las palabras de Madeline revolvieron mi mente, me permitió recordar todos los acontecimientos del día anterior: Recuerdo haber lastimado a Derek hasta el punto de casi asesinarlo, recuerdo lastimar a Elliot, también puedo recordar los rostros de terror que tenían mis amigos hacia mí, y por último estaba el recuerdo de Madeline cayendo en mis brazos, en el porche, a la vez que el silencio y la oscuridad se apoderaban de mí.- Me siento peor que cuando me iba de copas con mis amigos cuando era una adolescente. Ni siquiera en esos momentos, me emborrachaba tanto para perder la memoria.

-¡Cállate!- Le grité desesperado por su actitud. Me hablaba como si fuera su amigo- ¡¿CHICOS?!- llamé con fuerza en busca de alguien pero ninguno subió, nadie cruzó la puerta.- ¡Joder!, ¿Alguien puede explicarme por qué la zorra de Madeline está en mi cama?- Grité en espera de alguien pero nadie llegó -¿Elliot?- Esta vez use mi mente, estaba rogando porque el ángel me pudiera escuchar- Elliot, s me estás escuchando: ¡Sube de una puñetera vez a mi habitación!

-Voy para allá- La respuesta de Elliot no tardó en llegar. Madeline me observaba con una pequeña sonrisa en su rostro. Yo simplemente me senté mejor sobre el suelo y me preparé para que el castaño cruzara la puerta. Pero no sucedió...

De repente, unos pequeños brillitos azules, empezaron a atravesar la madera del suelo, las pequeñas esferas brillantes revoloteaban frente a mí, cada vez había más y parecían estar dando forma a algo. Me preparé para lo peor, en caso de que alguna especie de Mythi estuviera apareciendo frente a mí. Cuando las luces finalmente tenían una forma más estable, dejaron de brillar y poco a poco, la silueta frente a mí, le dio forma a Elliot, quien me observaba con ¿Temor?

-¡¿Cómo coño has hecho eso?!- Pregunté retrocediendo, asustado.

-Cálmate, Aaron. Recuerda que mi nuevo status como arcángel, trae algunos beneficios...- Susurró Elliot, quien al parecer quería acercarse a mí, pero no se atrevía.

-¿Así que ahora puedes...?- No terminé la frase. En su lugar, me concentré en examinarlo. Fue muy extraño ver como él, se hacía corpóreo a través de todas esas luces, ¿Y si un día de estos las luces no llegan completas? ¿Se quedaría sin una pierna, sin un brazo o algo?, la voz de Elliot me sacó de mis pensamientos

-Teletransportame. Eso puedo hacerlo- Respondió el castaño mientras observaba la habitación y posaba su vista sobre Madeline- ¡Tú!- El arcángel la señaló- Tienes mucho que explicar...

-Cálmate, nuero. Detesto que griten cuando recién me he despertado. Deberías apuntar esos tips. Así, quizás puedas ganarte a tu suegra.- Respondió la mujer rubia a la cual antes amaba.

-¡Cállate, Madeline!- Le dije con furia, vergüenza e incomodidad, ya que Elliot se sintió igual de incómodo al recordar la antigua relación que poseíamos.

-Oh, ya veo- Madeline paseó su vista de Elliot hacia mí- Problemas en el paraíso.

-Si no te callas, te juro que ahora mismo te voy a romper la cara- La amenacé, realmente no estaba de humor para soportarla.

-Me gustaría ver cómo lo intentas...- Susurró engreídamente la rubia, Como si saboreara cada palabra

-¡Oh, tú te lo buscaste!- Me levanté del suelo, a la vez que Elliot se alejaba de mi camino, evitando tocarme, como si tuviese una enfermedad contagiosa. No le di importancia a su gesto, mi objetivo era Madeline, la cual sólo me observaba con una sonrisa, ni siquiera intentaba alejarse, seguí sentada en el suelo. Cuando estaba a punto de lanzarme contra ella, una jaqueca fuerte me obligó a caer de rodillas en el suelo. Llevé mis manos a mi cabeza como si eso pudiese solucionarlo, intenté usar mis poderes curativos en mí, pero no estaban surtiendo efecto. La jaqueca no era de carácter médico o humano, la jaqueca provenía del ruido en mi cabeza, Omen estaba gritando con toda su fuerza en mi mente. - ¡¿Pero qué sucede?! ¡¿Qué te pasa Omen?!- esperé que las voces me dieran una respuesta, pero en su lugar sólo seguían gritando.

-Esas son tus voces evitando que cometas una locura. Sólo te dejarán en paz en cuanto desistas de tus ganas de herirme- Respondió con toda tranquilidad Madeline mientras miraba sus uñas

-¿Y tú no piensas ayudarme?- Miré estupefacto a Elliot quien al recibir mi mirada, levantó sus manos en señal de rendición.

-Omen sabe lo que hace, yo no me meto en esos asuntos- Respondió el arcángel aún con sus manos levantadas- y la verdad, es que Omen me da un poco-mucho de miedo.- Elliot llevó sus manos a su cuello y lo rasco incómodo.

-Bien...- Susurré, intentando soportar la jaqueca- Omen, me abstendré de mis ganas de asesinar a Madeline, pero por favor, deja de producirme estos dolores de cabeza- Esperé unos segundos y poco a poco pude sentir como las voces en mi cabeza se calmaban hasta finalmente volver al silencio... -Gracias.

-¿Estás bien?- Preguntó Elliot.

-Sí, ya ha pasado- Lo miré e hice un leve asentimiento para que entendiera que Omen se había calmado- ¿Dónde están los demás?- Pregunté extrañado al recordar que los había llamado pero ninguno había venido

-Están en el patio trasero. Cuando tú y Madeline se desmayaron, Cath creó una camilla hecha de plantas para poderlos traer hasta tu habitación sin tocarlos. Los observamos durante unos minutos, a pesar de que Madeline llegó totalmente golpeada, tras pasar unos minutos junto a ti, se recuperó, tal como si tú la estuvieras curando inconscientemente. Thomas nos ordenó que esperáramos en el patio trasero. Desde ese momento estábamos todos afuera, incluido Thomas, lo mejor era evitar el contacto contigo. – Elliot bajó su mirada apenado, pensó que me sentiría mal al saber que ninguno se me acercaba. Por supuesto, me afectaba, pero los entendía, yo no quería que me tocaran, mucho menos después de recordar lo que le hice a Derek, Elliot y Luke. – Pero ahora lo importante es que Madeline nos diga qué hace aquí, y qué es lo que sabe sobre tu estado

-Oh, cariño, por favor, llámame suegra.- Madeline se levantó del suelo y tomó asiento en la cama- Pero será mejor que todos los demás estén presentes cuando os informe sobre lo que sé.

-No caeremos en tu trampa- Respondió serio, Elliot- Sé que quieres tenernos cerca para que Aaron pueda herirnos. Por algo nos alejamos- Vale, fingiré que eso no me hirió...

-Te aseguro que ese no es mi plan, Aaron no es el único que está hiriendo a los que toca. Yo también lo hago, pero este no es el caso. Mientras Aaron y yo estemos juntos o cerca, no podemos herir a nadie.- Respondió con seriedad, Madeline, ¿A caso debo permanecer cerca de esta maldita?- ¿No me crees, por qué no lo intentas?- Elliot me observó con duda, esperando una respuesta de mí, yo, simplemente me limité a encogerme de hombros.

-Vamos a intentarlo...- Susurró Elliot, a lo cual Madeline se puso en pie, acercándose a él- ¡Contigo no, loca!- Le grito mientras se alejaba de ella- ¡A ti no te confío ni un pastel en el horno!, tocaré a Aaron, así lo descubriré

-Elliot, yo no creo que sea buena ide...- Estaba negándome, pero en menos de diez segundos ya tenía la mano de Elliot sujetando la mía.

No pasó nada, no lo lastimé. Lo único que causó nuestro tacto, fue que mis mejillas se tornaran de un color rojo y mi cara se sintiese caliente.

-Bien, creo que está bien...- Susurró Elliot, girando su rostro y ocultándolo de mi vista.- Iré por los demás. Espérenos en la sala de estar.- Y sin decir alguna otra palabra, Elliot se desintegró en esferas azules brillantes, las cuales salieron por la ventana.

-Vamos...- Esperé a que Madeline se pusiera en pie y empezara a caminar para ir tras ella. Necesitaba mantenerla vigilada. Después de todo, ella es parte del bando del Concejo y de Azael.

Al llegar a la primera planta de la casa, la obligué a tomar asiento en el sillón individual, mientras tanto, yo tomé asiento en el sofá frente a ella. No la perdería de vista.

-¿Qué es lo que mantienes mirándome?- Preguntó Madeline mientras miraba las puntas de su rubio cabello

-Sabes que te odio...- Susurré con asco

-¿Por qué? ¿Quizás, se deba a que yo no quería morir a manos del concejo?, ¡Entiéndelo, iban a asesinar a todas las banshees!, además ya deberías saberlo... En esta familia cada uno se va por su cuenta...

-¡¿Por eso nunca me ayudaste?! Cada vez que mi padre llegaba ebrio a casa y no se dirigía a tu habitación, Tú sabías qué era lo que él me obligaba a hacer, pero aun así no me ayudaste... ¡Tenía tan sólo seis años!, ¡Se supone que a esa edad un niño debe ver a sus padres cómo héroes!, Pero yo sólo podía ver a mi padre como un monstruo con aroma a alcohol y un extraño "juego" que me obligaba a jugar con él; y a mi madre..., a ti te veía como una maldita miedosa, responsable de que tuviera esas voces en mi cabeza, ¡Nunca me quisiste enseñar a mejorar mis habilidades, ni siquiera cuando no entendía qué me sucedía!

-¡Oh, hijo!, deja de ser tan dramático. Al final tu padre murió, y tú aprendiste a manejar tus habilidades...- Madeline no levantaba su mirada de su cabello.

-¡NO ME LLAMES ASÍ!- Me puse en pie a la vez que le gritaba- ¡El bastardo de mi padre me torturó durante casi siete años, un día estuvo a punto de penetrarme!, ¡Es por él que nunca me he atrevido a tener relaciones sexuales! – Tomé un respiro al sentir como mis lágrimas salían por mis ojos. El recordar a mi padre obligándome a practicarle sexo oral, era algo traumante; por suerte el bastardo nunca tuvo oportunidad de penetrarme- Y respecto a mis habilidades, las aprendí a controlar demasiado tarde...- Susurré con los recuerdos golpeando mi mente con fuerza, las lágrimas fluían fuertemente.

-Sí, una lástima... Madeline dejó de mirar su cabello para posar su vista en sus uñas...- ¿Cómo era su nombre? ¿Carl? ¿Steve?, no lo recuerdo bien.

-¡Scott, ese era su nombre! Y no tienes el maldito derecho a pronunciar su nombre, es mejor que no lo recuerdes...-A mi mente vino la imagen del chico de color de piel trigueña, con esos tiernos ojos color chocolate y sus rizos de cabello negro cayendo sobre su rostro.

-Puede que no recuerde su nombre, pero sí, recuerdo muy bien el escándalo que se hizo. La policía y criminalística estaban en casa...- Cada palabra de Madeline me hacía recordar más- ¿Tienes idea de cuantos contactos tuve que mover para hacer pasar eso como un accidente? Los humanos son difíciles de convencer y comprar- Madeline me veía con una sonrisa al ver el efecto que causaba en mí- Pero lo que no entiendo, es ¿Por qué me prohíbes pronunciar su nombre? Si tú no deberías tener el derecho ni de pensar en él, no deberías poder conservar su recuerdo

-Yo... Yo no quería- Susurré con tristeza, las lágrimas me estaban empapando la ropa.

-Pero lo hiciste...- Susurró Madeline cerca de mí- Fuiste tú...- No pude evitarlo, tras esas palabras mi mente retrocedió a ese momento, obligándome a recordar aquello que no quería ver de nuevo

Inicio del Flashback

-¡Scott!- Grité pegándole al moreno con mi cuaderno de química- ¡Despierta, dijiste que ibas a prestarme atención!, necesitas aprobar ese examen

-Ya, rubito. No te preocupes, he estado estudiando...- Susurró adormilado con su cabeza sobre mi almohada. Estábamos juntos en mi habitación, acostado sobre mi cama, intentando repasar.

-¿Ah, sí?- Pregunté con una medio sonrisa- Nómbrame tres funciones orgánicas- Lo miré satisfecho, esperando que él aceptara no haber estudiado nada.

-Alcoholes, Amidas y Cetonas- Respondió el moreno con una enorme sonrisa- Puedo seguir: Alcanos, Alquenos, Alquinos, Éteres, Aminas, Aldehídos, Areno, Fenoles, Anhídridos...- Scott empezó a nombrar las funciones orgánicas sin problemas y a explicar cuál era el grupo funcional de cada uno. Me dejó sorprendido

-Si estudiaste tanto, ¿Por qué organizaste esta tarde de estudio?- Le pregunté confuso

-Porque aparte de que seas el nerd del instituto, también eres el chico más guapo y tierno...- Susurró Scott, levantándose un poco de la cama, apoyándose sobre sus antebrazos y mirándome con una tierna sonrisa- Además, se supone que eres mi novio... sólo quería pasar tiempo con mi rubito- Lo miré totalmente sonrojado, me giré y escondí mi rostro en la almohada- Aunque al parecer a mi novio aún le da vergüenza que lo vea sonrojado, aunque se ve hermoso con ese color en sus mejillas. Incluso, aún me pregunto, ¿Cuándo podré besar a mi novio por primera vez? Ya han pasado tres meses...- Las palabras de Scott, me dejaron mudo.

Es verdad, nunca lo había besado. Siempre he guardado mi primer beso para alguien importante, y realmente creo que ese es Scott, aunque lo que temo no es darle mi primer beso, lo que temo es que no le guste. Scott es dos años mayor que yo, tiene 16 años, sólo toma algunas clases de cursos inferiores, porque él viene de otro país, así que lo obligaron a acostumbrarse al sistema educativo de aquí. Sé que Scott ya ha besado a otros chicos, y estoy seguro que besarán mejor que yo, ¿Y si me deja después de saber lo torpe que soy besando?

-Hey, cariño...- Scott empezó a acariciar mi espalda sobre la camisilla, dibujaba pequeñas figuras en mi espalda- Sabes que no te voy a presionar, estaba bromeando. Cuando te sientas listo, yo estaré aquí.

Sé que él no me presiona, pero yo mismo lo hago. Muchas chicas del instituto están tras él. Además Becca dice que es un poco extraño que aún no haya besado a mi novio tras casi cuatro meses de estar juntos... Creo que lo haré, ¡Si, lo haré!

No puedo evitar sentir muchas mariposas en mi estómago mientras me giro y lo observo al rostro. Al parecer las voces en mi cabeza también se han puesto un poco alegres, porque están murmullando muchas cosas. Scott sabe que soy un Mythi, y lo acepta, a pesar de que mi madre me decía que no debíamos confiar en los humanos, yo confiaba plenamente en Scott, él no siente ese odio enfermizo hacia los Mythis, como los demás humanos. Además aún no soy un completo banshee, sólo sé crear campos de fuerza y tengo estas malditas voces en mi mente. Mi madre dice que poco a poco mis poderes se despertarán, ahora que estoy en la adolescencia.

-Yo... Quiero besarte- susurré, llamando la atención de Scott, el cual me observó sorprendido.

-¿Estás seguro?- Preguntó el moreno mirándome con ternura.

¿Estoy seguro de que quiero besar a Scott?, Sí... Si él me ama como yo a él, estoy seguro de que soportará que sea un inexperto besando. Quiero hacerlo, quiero que Scott sea mi primer beso.

-Sí, lo estoy. Pero... podemos empezar despacio- Le pedí, observando como él se sentaba en la cama con las piernas cruzadas.

-Por supuesto que sí... Si no te sientes cómodo, podemos dejarlo a un lado. Dime cuando quieras alejarte- Scott me cargó con sus fuertes brazos hasta sentarme en sus piernas, ese simple gesto me hizo sonrojar- Voy a empezar besando tus mejillas, esas mejillas que se sonrojan ante mi tacto. Empezaré con ese simple gesto, no te preocupes...- Susurró Scott a mi oído

El moreno alejó su rostro de mi oído, y se acercó lentamente hasta mi mejilla. Podía sentir su respiración sobre mi piel. Scott se acercó lentamente y posicionó suavemente sus labios sobre mi mejilla derecha. Las voces en mi cabeza gritaron... ¿Estarán alegres?, yo lo estoy.

Los labios de Scott se sentían suaves en mi mejilla, podía sentir como una pequeña corriente de calor entraba a mi cuerpo en el sitio donde manteníamos el contacto. Scott se alejó rápidamente

-¿Qué sucede?- Pregunté confuso al ver su piel pálida

-Nada, es sólo que un escalofrío recorrió mi cuerpo.- dijo con su voz cansada- supongo que así se siente poder besar finalmente al amor de tu vida. – Scott se veía un poco cansado, peor alegre... Yo por el contrario, me sentía repleto de energía, como si pudiera corre un maratón, todo esto por el beso de Scott. Así que esto se siente tener un poco de contacto con tu pareja. Si eso fue u beso en la mejilla, no puedo esperar a sentir sus labios sobre los míos. – Ahora vamos con la otra mejilla- Scott me giró y puso su mano sobre mi mejilla, su tacto estaba frío a pesar de que estábamos en verano y hace poco él estaba caliente. Pero aun así, yo disfrutaba de su tacto, no sé por qué. Simplemente sentía una corriente de calor entrar a mi cuerpo en los sitios donde me tocaba

Scott acercó su rostro a mi mejilla, y lentamente volvió a posar sus suaves labios en mi mejilla. Y ahí estaba de nuevo, ese calor que ingresaba en mi cuerpo y me hacía sentir e maravilla, las voces en mi mente gritaban de regocijo, mientras Scott me besaba. Mi novio se separó un momento de mi mejilla y me susurró las palabras más hermosas que he escuchado.

-Te amo... Gracias por aceptarme como tu pareja, nunca he sido tan feliz como lo soy a tu lado.- Dijo con ternura. Aunque su voz se escuchaba cansada y adormilada como si hubiera estado haciendo ejercicio todo el día.

Scott devolvió sus labios a mi mejilla y me besaba con ternura a la vez que ese calor seguía inundando mi cuerpo, era un calor delicioso. Pero, de repente el calor se detuvo y los labios de Scott ya no se movían sobre mi mejilla

Me giré hacia él para preguntarle qué sucedía. Pero al girarme, su cuerpo se desplomó sobre mi cama. Pensé que estaba bromeando, siempre lo hacía, fingiendo hacerse el dormido. Pero esta vez su piel estaba demasiado pálida, demasiado reseca, sus labios estaban violetas, su rostro se veía demacrado y al tocarlo, su piel estaba completamente fría.

-¿Scott...?- Lo llamé, peor él no me respondió- No estoy para bromas, acepté darte un beso y bromeas antes de darme mi primer beso, que mal novio...- Susurré jugando. Pero él, de nuevo no respondió.

Me quedé esperando unos segundos para que se despertara, pero no lo hizo, así que con temor, llevé mis dedos a su cuello e hice presión, espere y espera, pero ninguna palpitación llegó... Scott no tenía pulso, Scott había muerto...

Recuerdo haber gritado fuertemente hasta romper los vidrios de la ventana. Esa fue la primera vez que grité por una muerte. Recuerdo que mi madre subió a mi habitación corriendo y cuando vio la escena simplemente se giró y salió de nuevo de la habitación.

Recuerdo también cómo la policía había ingresado a mi habitación, el forense también lo hizo, seguro mi madre los había llamado. Un oficial me sacó de allí, me alejó del cuerpo inerte de Scott, yo mantuve mí vista fija en su cuerpo hasta que me llevaron fuera de la habitación.

Siempre me he mentido, diciendo que aquel miembro del concejo que asesiné en el Tetra Luna, fue la primera vez que asesiné con mis habilidades; nunca he querido aceptar que Scott, fue mi primera víctima.

Mi madre se encargó de manipular sus contactos, para hacer pasar su muerte, como una sobredosis. Los padres de Scott, estaban devastados, no podían creer que su hijo era un drogadicto, ¡Y NO LO ERA!, Scott, era un joven maravilloso, brillante, educado, gentil, amoroso. No era un drogadicto, simplemente cayó en las redes del amor, y yo fui la asquerosa arma que acabó con él...

Ese día, a mis catorce años, se manifestaron todos mis poderes por primera vez; ese día, maduré como Banshee; ese día, aprendí a odiarme a mí mismo; ese día, asesiné a un alma inocente; ese día, perdí al amor de mi vida...

Fin del Flashback

-¡Tú, maldita zorra!- Derek entró a la sala de estar apuntando con su dedo índice a Madeline

La mujer rubia, observó extrañada a Derek, pero tras unos segundos, las lágrimas empezaron a caer de su rostro, mientras ella se lanzaba al suelo rasguñándose el cuerpo y gritando con enojo y tristeza

-¿Derek?, ¿Qué haces?- Pregunté confuso ante el pelirrosa.

-No te preocupes, guapo. Sólo le estoy dando una prueba de mí, ella aún no me había conocido- La sonrisa de Derek estaba cargada de ira, sus facciones estaban rígidas.

Por el pasillo, aparecieron los demás elementales, junto a Thomas, Adam y Olivia. Todos se quedaron estáticos en su lugar al ver a Derek apuntando a Madeline, quien se retorcía en el suelo.

-¡¿Qué me pasa?!- Gritó entre el llanto la mujer

-¿Te gusta lo que sientes?- Preguntó sádicamente, Derek- Ese es todo el daño que le has causado a Aaron, a este rubio frente a ti, aquel que es tu "hijo", definitivamente no todas las madres merecen ese título.- Derek se acercó más a Madeline y ésta grito más fuerte- Eso que sientes ahora, es el temor que Aaron sentía cuando su padre llegaba y tú nunca lo ayudaste-¿Derek sabía eso?, ¿Cómo lo supo?, el pelirrosa se acercó más y Madeline ahora imploraba que se detuviese- Lo que sientes en este instante, es la soledad que Aaron lleva en su corazón, porque nunca tuvo una verdadera madre, tuvo un bastardo como padre y nunca tuvo un hogar.- Derek se acercó mucho más- Ahora, estos son los golpes que él recibió por parte de su padre...- En el cuerpo de Madeline empezaron a aparecer marcas de mano, de cinturones y más, toda ellas se veían rojizas, algunas moradas, y muchas de ellas sangraban

*-El señor de los sentimientos, debe detenerse ahora o terminará hiriéndonos también a nosotros*- Por primera vez en dos días, Omen se dignó a hablarme claramente

-Derek, detente, por favor... Si sigues, me lastimarás también a mí- Aunque hace ya unos minutos quería detenerlo, ahora todos los elementales sabían cosas sobre mi pasado. Quizás no saben la historia completa, quizás sólo piensan que mi padre era un abusivo de golpes, y eso está bien, no quiero que sepan las demás cosas que él me hacía, además Derek no comentó nada sobre Scott, y eso es un alivio.

-Está bien...- Susurró resignado, Derek a la vez que bajaba la mano que tenía apuntando hacia Madeline. La rubia, dejó de llorar al instante, pero su cuerpo aún conservaba las marcas de golpes- La próxima vez que intentes hacer sentir mal a Aaron, no te lo perdonaré, no te asesinaré con mis manos, porque sería una estupidez tener que lavármelas después y untarme de tu asquerosa sangre. Pero te juro que te pondré en un estado tan triste, que no pararás de llorar por días, y yo seré feliz viendo como mueres deshidratada y triste...- Derek lo dijo con tanto enojo, que hasta a mí, me dio un miedo horrible. El pelirrojo se giró hacia mí y me vio con una enorme sonrisa, de esas que generalmente él posee. Se acercó al sillón, tomó asiento junto a mí y me abrazo...- Ya está todo bien, Aaro...

-Bien, creo que es hora de que dejes el papel de príncipe encantador y la bruja esta, empiece a comentar todo lo que sabe- Elliot nos separó a Derek y a mí, y tomó asiento en el sillón, justo en medio de los dos. El cuerpo musculoso de Elliot, me dejaba apretado contra el sillón, pero él no pareció importarle...- Sí me importa, es sólo que me alegro de poder volver a tener contacto físico contigo...- Susurró suavemente Elliot, ¡El muy maldito me estaba leyendo la mente!- Tú casi me matas ayer, creo que el que te lea la mente, no es cosa del otro mundo...- La sonrisa arrogante que tenía Elliot me obligó a sonreír, no podía evitar hacerlo. Cuando él siempre intentaba tenernos de buen humor a todos los del equipo.

[...]

Tras casi media hora, de discusiones entre todos, y con Madeline avivando el fuego, logramos que todos aceptaran escuchar lo que ella quería decir, a pesar de que ninguno se sentía cómodo con su presencia, aunque a Madeline no le importaba, incluso tras estar unos segundos cerca de mí, sus heridas causadas por Derek, se curaron, yo no lo hice, ella tampoco, era como si mis voces se encargaran de hacerlo. Así que supongo que de esa forma fue como se curó cuando nos dejaron en mi habitación, ya que ella venía demasiado herida.

-Bien...- Madeline se sentó en el borde del sillón y puso sus manos sobre sus piernas, dispuesta a iniciar su explicación- ¿Recuerdan que Aaron y yo, somos las últimas banshees sobre el planeta? –Todos asintieron- En fin, como saben, hay una en cada bando, Aaron está para ustedes y yo estaba sirviendo a Azael. Yo hacía trabajos simples, como asegurarme de prever cualquier ataque y mantenerme centrada en ver futuras muertes de nuestra causa. La cosa es que a medida que pasaba el tiempo, mis poderes empezaron a aumentar, ¡Ahora era capaz de hacer viajes astrales e incluso de prever el futuro sin estar relacionado a una muerte, mis gritos eran más fuertes y mis campos de fuerza más estables!- Thomas me observó, como haciéndome la seña de que eso mismo me había empezado a suceder a mí- La cosa es que cuando Azael observó esto, se alegró mucho y ordenó que me encerraran en una celda, no entendía porque lo hacían, hasta que Azael finalmente me dio la cara y me contó todo- Madeline tomo aire y se arregló un mechón de cabello antes de continuar- La muerte de las banshees, siempre fue plan de Azael, que el concejo se encargó de ejecutar, sólo querían dejarte a ti y a otra viva, ¿El por qué? Es simple... así te asesinarán sin ponerte un dedo encima. Las banshees siempre nos hemos encargado de servir como anclas entre el inframundo y el mundo terrenal, nuestros gritos son señales que guían a los muertos hacia su descanso y que advierten a los vivos sobre su deceso. El inframundo es algo delicado, además de ser un sitio enorme, eso dicen. La cuestión es que al haber tan sólo dos banshees, era cuestión de tiempo para que el desequilibrio se diese, es demasiado poder para contener, nuestra fuerza viene de la muerte, y ahora sólo somos nosotros dos, recibiendo todas las muertes que suceden en el planeta a diario. Un cuerpo de banshee no pude soportar eso, por eso hace un mes, mi cuerpo se empezó a deteriorarse y me encontraba enferma.

-¿Hace un mes?- Pregunté confuso- Yo empecé a sentirme mal, hace tan sólo unos días.

-Eso es porque tú no estás sólo, tu cuerpo ya posee una fuerza poderosa que te ayuda a almacenar ese poder, ¡Eres un Elemental!, eso te ha ayudado a sobrellevar la situación, por eso hasta hace poco, enfermaste. Yo llevo enferma meses, pero hasta hace una semana, cuando Azael quería asesinarme, pude escapar. El vampiro no se esperaba que al tocarme, empezaría a absorber su energía, cada persona que intentó tocarme, moría rápidamente, tristemente a Azael sólo pude dejarlo débil, pero con la dificultad de los guardias para tocarme, pude escapar de ese lugar y buscarte.

-¿Por qué te quería asesinar? ¿Y por qué buscar a Aaron?- Preguntó Elliot muy interesado

-¿No es obvio? Si me asesina, todas las muertes del planeta recaerán sobre los hombros de Aaron, incluso con su status como Elemental, no podrá soportar todo ese poder y al final, su cuerpo se desintegrará y morirá... ¿Por qué busqué a Aaron? Simple, mis voces me lo dijeron, dijeron que en cuanto estuviéramos cerca, nuestro poder combinado, nos daría un poco más de estabilidad, podríamos soportar más fácil esa cantidad de energía. Aunque tristemente, yo no soy una elemental así que el proceso de desintegración, ya empezó en mí...- Madeline levantó un poco su blusa, enseñando parte de su abdomen, donde tenía unas ampollas negras y parecía carne pudriéndose- Ya tan sólo me queda como máximo un mes, así que al fin de cuentas, el plan de Azael se cumplirá. Yo moriré y es cuestión de tiempo antes de que Aaron también...

-¡No, no morirá!- Gritó Becca con furia- Debe haber algo que podamos hacer

-Puedo intentar buscar información, pero aun así, no creo que pueda recompilarla suficientemente rápido. Las banshees siempre fueron precavidas respecto a su información como especie- Dijo Thomas alterado

-No importa, mantendremos a Madeline viva mientras tanto- Dijo con determinación Luke

-Sí, podemos darle tiempo- Susurró Adam- Podemos incluso salvar a Madeline también.

-No hay nada que puedan hacer por mí- Dijo con determinación Madeline- Pero trataré de mantenerme viva el suficiente tiempo para que salven a Aaron- Todos la miramos con interrogación- No es por él que lo hago. Simplemente quiero frustrar los planes el bastardo de Azael por haberme utilizado.

-Vale... -Todos asintieron

-Entonces deberíamos empezar a...- Elliot iba a hablar, peor un canario, entró volando por la ventana abierta de nuestra casa. - ¿Qué no se supone que las aves no vuelan si no hay luz? La luz del sol, se fue desde que nuestras maldiciones hacen efecto

-Oh, esa chiquilla viene hacia mí- Dijo Derek mientras se acercaba a ella. El canario cantó en el oído de Derek, las facciones del pelirrosa cambiaron drásticamente.- Tenemos visitas. Las aves eran nuestro sistema de alarma. Cuatro personas se acercan...- Todos nos tensamos al escuchar eso

-Vienen por mí- al momento que Madeline susurró eso. Los vidrios de la ventada de la sala de estar se rompieron e ingresaron los cuatro.

Frente a nosotros, estaban: Mason, en su forma de lobo, representante de la oscuridad; Agustín, el tritón, comisionado del Agua; Axel, el fénix, portavoz del Fuego; y Michael, el maldito Baku, comisionado de la Luz.

-Madeline, cariño. Finalmente te encontramos, ¡No te imaginas lo preocupado que estábamos por ti!, vamos a casa- Michael decía todo esto con sarcasmo y una sonrisa en la boca.

-Que te den, Michael- Madeline, le escupió en la cara.

Tan sólo ese gesto bastó, para que se iniciara la batalla en nuestro hogar. Giré mi rostro hacia Madeline y le hice una seña para que me siguiera. Juntos creamos un campo de fuerza que nos cubría a todos, la unión de nuestros poderes hacía el campo de fuerza completamente imposible de romper.

-Gracias, chicos. Pero debemos luchar- Habló decidido, Thomas- No los podemos tener aquí en nuestra casa, donde guardamos la información sobre nosotros, donde están sus cosas preciadas. Debemos asesinarlos...

-Concuerdo contigo, Thomas- Elliot habló decidido- Pero primero orbitaré a Aaron y Madeline a un lugar seguro.

-Ni loca me pierdo esta batalla- Dijo Madeline con una sonrisa

-Tampoco lo haré, igual, no pueden separarnos a ella y a mí- Dije con una sonrisa

-Ya veo de donde viene la terquedad de Aaron- Habló Olivia limpiándose una inexistente lágrima de felicidad.

-Bueno... supongo que debemos pelear- Sarah abrazó fuertemente a Becca

-Somos once contra cuatro. Llevamos las de ganar- Afirmo la dragona, pero después de decir esto. Apareció una manada de lobos junto a Mason, el maldito se había traído su manada de hombres lobos.

-Igual, podemos contra ellos- Luke sonó seguro y observó con una sonrisa a Adam el cual se limitó a girar el rostro y evitar su mirada

-Vale. Enlázanos, Elliot- Derek miró al arcángel en espera.

-¿Todos están enlazados?- La voz de Elliot resonó fuertemente en mi mente

-Agua- Respondió Sarah, a la vez que sus uñas se convertían en garras que chorreaban líquido espeso

-Fuego-Le siguió Becca mientras dejaba su cola de dragón salir

-Tierra- Cath respondió mientras cambiaba su piel y la convertía en madera

-Aire- Luke, hizo que la mitad de su cuerpo se hiciese invisible

-Oscuridad- Susurré a la vez que en mis manos tenía dos pequeños campos de fuerza en forma de discos

-Sentimientos- Derek hizo que su carcaj apareciera tras su espalda y su arco en la mano

-¡Adam!- Dijo alegre el ángel mientras en sus manos creaba esferas de luz

-Thomas- El anciano dejó que su pico saliera de su rostro a la vez que le salían algunas plumas

-Olivia, la parca más ardiente que han visto- La azabache hizo que su hoz apareciera y nos observó con una sonrisa

-¿Madeline? ¿Por qué debemos decir nuestros nombres?- La rubia nos miraba con pregunta, pero nos limitamos a ignorarla

-y quien los comunica, luz- Los típicos intentos de Elliot de subirnos el humor.

-¡¿Piensan salir?! ¿O debemos quemar esta casucha?- Michael gritaba mientras nos observaba a través del campo de fuerza

-Este es el plan- Todos centramos nuestra atención en las palabras de Elliot- ¿Derek, a cuantos Mythis puedes dejar sin poderes?

-Quizás unos quince, aún no he practicado mucho con esa habilidad. Pero si hago eso, tendré que mantener la concentración en eso, no puedo moverme mucho o usar otro poder.

-Bien, te encargarás de anular los poderes de la mitad de la manada de lobos, mientras Olivia y Thomas los asesinan - Le respondió Elliot- Aaron, te protegerá en un campo de fuerza, para que tu concentración no sea perturbada. Sarah, te encargarás de hipnotizar la otra mitad de la manada mientras Adam, se encargará de asesinarlos, Madeline te protegerá- Los tres afirmaron con un gesto- Luke, Becca, Cath y yo nos encargaremos de los miembros del concejo- Todos los demás afirmamos y sonreímos- Tengan cuidado. Cualquier dificultad, comuníquenla mediante el enlace. Ya pueden dejar caer el campo de fuerza...- Madeline y yo nos coordinamos y juntos dejamos caer el campo de fuerza a la vez que el concejo se alistaba para atacarnos y nosotros nos dispersábamos para cumplir el plan.

Corrí junto con Derek, Olivia y Thomas. Llamamos la atención de algunos miembros de la manada, saliendo por la ventana rota hacia el patio delantero, mientras Sarah y Adam llamaban a los demás, llevándolos hacia la salida que había en la cocina, la cual daba al patio trasero. Elliot, Becca, Cath y Luke, también llevaron a os miembros al patio trasero, mientras les lanzaban esferas con sus elementos o los golpeaban.

-¿Listo?- Le pregunté a Derek cuando estuvimos en el patio delantero, ya que esta era su primera batalla real, al menos en esta vida.

-Yo nací listo- Derek observó a la mitad de la manada que se acercaba a nosotros y levantó su mano, señalándolos con el dedo índice.

De repente, los lobos que estaban corriendo hacia nosotros, empezaron a perder su pelaje y perdieron el equilibrio sobre cuatro patas, finalmente cayendo al suelo. Ante nosotros se encontraban aproximadamente catorce hombres totalmente desnudos y atemorizados al no saber qué había pasado con su forma de lobo.

-Esa es nuestra señal- Dijeron Thomas y Olivia, los cuales se apresuraron a atacar a los hombres.

Algunos de los hombres, corrían en dirección a Derek al ver que él era el causante de su pérdida de forma animal. Cree el campo de fuerza alrededor de Derek, quedándome por fuera de este para atacar a cualquiera. Los antiguos hombres lobos intentaban acercase, pero eran detenidos por Thomas quien atravesaba sus cuerpos con su pico, o por Olivia la cual los partía en dos con su hoz. Los pocos que se acercaban mucho, eran asesinados por mis gritos sónicos. Fue algo genial haber aprendido a enfocar mis gritos, ya que ahora, cuando apuntaba, mi grito atravesaba el cuerpo del hombre, dejándolo inerte en el suelo, con un agujero en su cuerpo o sin cabeza.

Ya tan sólo quedaban unos cinco, hombres cuando un dolor en mi cabeza me hizo caer de rodillas

-Madeline, ¡Ten cuidado!- Escuché la voz de Adam.

Miré a Thomas, Olivia y Derek, como preguntándoles si podrían encargarse de esto solos.

-Ve con ellos, yo protejo a Derek, mientras Thomas asesina- Olivia se posicionó junto a Derek y me dedicó una sonrisa. Afirmé con una sonrisa y dejé caer el campo de fuerza alrededor de Derek

Corrí rápido hacia la casa de nuevo. Asesinaba algunos hombres lobos que se cruzaban en mi camino, me limitaba a lanzar campos de fuerza en forma de dagas, los cuales los atravesaban, o también lanzaba pequeñas esferas de oscuridad.

*-Apúrate-* Gritó Omen en mi cabeza

Salté la ventana, atravesé la casa que ahora eran simples muebles quemados o dañados y me introduje en el otro campo de batalla. En el patio trasero, la cosa no estaba mejor.

Elliot se encargaba de Mason, al parecer, el arcángel estaba orbitando en diferentes lugares mientras el lobo lo perseguía, estaba cansándolo. Becca tenía un anillo de fuego alrededor de Agustín, la dragona estaba evitando que el obtuviera humedad del aire, las sirenas y los tritones no son nada si están completamente secos. Luke se estaba haciendo cargo de Azael, cada vez que el Baku intentaba lanzar esporas del sueño, Luke se encargaba de crear torbellinos que las absorbían y alejaban de los demás. Por otro lado, Cath, estaba con Alex, el emisario del fuego, el cual estaba siendo atrapado por miles de enredaderas, a pesar de que el fénix las quemaba, estas volvían a nacer y lo atacaban.

Un poco más alejados. Estaban Sarah, Adam y Madeline. La banshee tenía un pequeño rasguño en su brazo, al parecer causado por un hombre lobo, de resto, se encontraba intacta, protegiendo a Sarah, la cual estaba cantando los lobos estaban bailando mientras Adam los cortaba con sus alas.

*-Juguemos en el bosque mientras el lobo está, ¿El lobo está? OH, el lobo se acerca al bosque y cuando llegue, una vida se acabará-* Detestaba cuando Omen no me daba la información concreta, y tristemente no podía obligarla, si lo hacía, me arriesgaba a descontrolar el equilibrio que tiene Omen gracias a la presencia de Madeline.

Estuve completamente atento a mis amigos, evitando que algún detalle se me escapara, también estuve observando a Madeline, listo para defenderla. Pero fue un poco tarde. Cuando me giré un lobo me lanzó al suelo, con sus grandes patas, me encargué de él gritando en dirección a su cabeza, la cual explotó, manchándome de sangre. Me puse en pie tan rápido como pude, pero tan sólo esos segundos que me quitó el lobo, bastaron para que otro lobo se acercara corriendo a toda velocidad a Madeline y con sus garras hiciera un corte en su garganta.

El cuerpo de la rubia cayó de rodillas al suelo, mientras un silencio inundaba todo el lugar. Corrí tan rápido como pude hacia ella. Me arrodillé a su lado, sirviéndole como apoyo mientras miraba su herida en el cuello. La herida estaba repleta de un polvo amarillo, reconocí inmediatamente su olor... Azufre. No podría curarla lo suficientemente rápido, ya era tarde... Mis voces sabían que pronto moriría y no podía hacer nada para salvarla. Supongo que Madeline también lo supo

-Mierda... No podré frustrar los planes de Azael- Dijo Madeline mientras tosía sangre.

-Tal parece que moriremos los dos...- Susurré con una sonrisa sabiendo cual sería mi futuro. Ya no había nada que hacer a excepción de resignarme.

-Me niego a que nuestra especie desaparezca de la faz de la tierra. Somos una antigua y orgullosa especie. No nos iremos tan fácil de aquí- Madeline se empezaba a quedar dormida- Asegúrate de sobrevivir...- sus ojos se empezaron a cerrar- Dile a Thomas que busque información sobre "La Lealtad", eso podría salvarte...- Después de eso, Madeline cerró sus ojos y no los volvió a abrir. La rubia exhaló por última vez, mientras la vida se escapaba de su cuerpo. Allí, en ese momento, murió la mujer que alguna vez me había traído a la vida, me había hecho la vida un infierno y de la cual dependía mi vida.

La jaqueca no se hizo esperar, el dolor era insoportable, Omen había perdido su única estabilidad. Ahora de nuevo estábamos como una pequeña bomba a la cual nadie se puede acercar.

Giré mi vista hacia el campo de batalla, a pesar de que mi visión era nublosa, pude observar perfectamente como Cath atravesaba con sus hiedras, el corazón de Alex, el comisionado del fuego había muerto; Junto a Becca, se hallaba un cuerpo incinerado, Agustín, el portavoz del agua, había muerto. Giré mi vista a Elliot, pero tristemente Mason emprendía la huida, junto a su manada, Elliot lo había dejado de lado y se acercaba preocupado a mí. Luke, también había dejado libre a Michael y corría apresurado hacia Adam, el cual se veía agotado.

Pero esta vez no dejaría que el concejo se escapara, no sin también llevarme una vida. Cree un campo de fuerza alrededor de Michael que se encontraba en plena huida. Lo arrastre dentro de mi campo de fuerza mientras lo acercaba. El rostro de terror del Baku, era una obra de arte. Cuando lo tuve frente a mí, no tuve que usar ninguno de mis poderes, sólo dejé caer el campo de fuerza y puse mi mano sobre su brazo. Solo eso bastó para que de sus ojos, boca, oídos y nariz empezara a salir sangre (Tal cómo le había sucedido a Derek, Elliot y Luke el día anterior) Pero esta vez no me detuve, dejé mi mano ahí, sintiendo como absorbía toda su vida, lo dejé seco. Su cuerpo ahora era un simple cadáver grisáceo. Había asesinado a otro miembro del concejo, y me siento bien por ello...

No me importaba la jaqueca, ni el cansancio. Sólo quería asesinar de una vez por todas a aquellas personas que nos querían muertos, era como decir "ojo por ojo".

-Tengo un poco de esporas del sueño de Michael en un pequeño torbellino. Si quieres puedo lanzarlas sobre Aaron para que le ayude a sobrellevar el dolor...- Luke hablaba con Elliot junto a mí. Todos observaban el cadáver frente a mí y luego me miraban a mí.

-Hazlo, duérmelo...- Susurró Elliot mientras me observaba.

Luke hizo que un pequeño torbellino que estaba alejado, se acercara a mí y deshizo las corrientes de viento sobre mí. Todas las esporas me rodearon y poco a poco empecé a sentirme cansado. En ese momento pensé, que estaba aburrido de terminar la mayoría de mis días desmayados o dopado...


Nota del Autor:
¡Hola, Gritones!, vaya que me encontraba un poco desaparecido. Realmente lamento no haber podido actualizar durante este tiempo, pero son pequeños imprevistos ajenos a mi voluntad. La cosa es que este capítulo lo he escrito largo, para compensaros por teneros abandonados. Si os gustó el capítulo, por favor no olvidéis VOTAR Y COMENTAR, sabéis que siempre os lo pido, así que por favor, hacedlo (.-.) Por cierto:

¿Qué os pareció, Scott? (Yo shoré cuando lo escribí ಥ_ಥ )

 

La imagen de arriba ↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑ representa a "Madeline", ya que algunos me habíais pedido subir una nueva imagen de ella. Allí la tenéis.   RIP Madeline
Sin más, que decir, os agradezco por la paciencia y la espera y os recuerdo que pronto estaré subiendo nuevas imágenes en la página en Facebook. No os lo perdáis.
Un abrazo, gritones.


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