"¡Hahhh!"
Agotada y sudada, suspiré simplemente dejándome caer al suelo, sentándome allí en medio de la sala de práctica. A esas horas de la noche ya todos los demás trainees se encontraban durmiendo o quién sabe. Hace apenas dos o tres años me uní a esta companía y vine desde japón, por supuesto, apenas pudiendo comunicarme con mis compañeras de entrenamiento en un principio, sólo lo básico, lo que aprendí en el entrenamiento que tuve allá, pero por supuesto, no siempre era suficiente. Habían momentos en que decían algo, yo suponía que era gracioso al ver a todos riendo por lo que sólo me reía. Quizás más por el hecho de que me sentía torpe. Las jergas no se me daban muy bien, entendía perfectamente a los adultos o gente desconocida, pero cuando escuchaba esas palabras que jamás me enseñaron no lograba entenderlo ni por asociación. Aún así, con el poco tiempo que llevaba aquí habían ya algunos que se admiraban de mis habilidades en el baile, por lo que me senti orgullosa, y por supuesto, si quiero mantener esos alagos y ser digna de ellos, debía esforzarme más y más cada día.
Habían días en que extrañaba a mi hermana, y a mis padres por supuesto, pero Mina y Sana estaban conmigo y ya no me sentía tan sola. Con el tiempo comenzamos a ser más como hermanas, siempre unidas, apoyándonos una a la otra. Sin embargo.. estos últimos días había algo en mi cabeza, no lograba concentrarme y todos lo notaron, ellas por supuesto, estaban preocupadas por el hecho de que me equivocara tanto en los pasos de los bailes. Incluso frente al coreógrafo constantemente me pasaba, y era desesperante, ¿por qué esa imagen se repetía una y otra vez en mi cabeza? Quizás ya debería dejar de evadir las preguntas y buscar respuestas, pero no sabía qué era lo correcto.
"Bien chicos, por el momento ya pueden descansar"
Indicó el instructor de baile, casi de un solo trago bebí toda la botella de agua. Me senté en una esquina, de pronto Mina y Sana tuvieron que ir al baño, yo estaba cansada, la noche anterior había estado hasta muy tarde bailando, porque claro, a veces ni siquiera notaba el pasar del tiempo haciendo lo que más me apasionaba. Por lo cual sólo me quedé allí tendida en un costado de la sala de práctica. Habían unas cuantas chicas en la sala, no le tomé mucha importancia, pero de un momento para otro alguien se paró frente a mi, obstruyendo el paso y mi visión.
- Eres Hirai Momo ¿no? ¡Eres increíble bailando!
Exclamó animosa una chica desconocida que ahora se había sentado junto a mi, yo sólo asentí y le agradecí un poco desganada por lo agotada que estaba. Momento, yo he visto a esta chica antes, pero suele ser muy seria cuando ensaya ¿no? Su mirada esta vez es distinta, se ve cálida, jovial, incluso dulce..
- ¿Y tú eres?
- Oh, perdón, me llamo Kim Dahyun˜
Me sonrió con un gran ánimo, me sentí grosera al actuar tan fría con ella por lo que me enderecé y le sonreí igualmente
- Un gusto, que lindos ojos tienes
Le dije con calma, su rostro enrojeció ligeramente antes de agradecerme, y luego sacó su celular
- ¿Podrías darme tu número? Me gustaría saber más de ti, ya sabes, debemos ser amigas entre todas, después de todo en algún momento estaremos quizás en el mismo grupo y debutemos si la suerte está de nuestro lado˜ Por cierto, hablas muy bien en Coreano, tu pronunciación es linda
Rió un poco al decir aquello, por supuesto, aún no sabía cómo era el acento de Seoul, por lo que hablaba con mi acento natal, de seguro le causaba gracia pero no quiso ser descortés
- Claro
Le respondí con simpleza y le dicté mi número. Por la noche como de costumbre me dispuse a ensayar, esta vez no estaba con todas las energías por haber dormido menos por lo que de seguro no rendiría para tanto. Estaba sola en la gran sala de entrenamiento, cuando escucho unos pasos y la veo allí, parada en la entrada con una dulce sonrisa juguetona. Se veía menor que yo, su presencia me resultó agradable. Al ver que me detuvo se disculpó rápidamente dispuesta a marcharse
- No es necesario, por favor quédate, en serio, me agrada mucho estar acompañada
Le dije sonriendo, y entonces pensé, que vergüenza, estaba completamente sudada, incluso con marcas de sudor en la ropa. Aunque no es como que no nos veamos así todo el tiempo, no sé porqué ahora me preocupaba eso.
- Te había enviado un mensaje hace una hora atrás, supuse que estabas aquí y quise venir, quizás mirando pueda aprender un poco.. No soy exactamente buena en nada, sólo lo suficiente como para estar aquí..
- ¡No digas eso! Sólo es esfuerzo lo que necesitas, tú ya sabes bailar, sólo debes concentrarte, verás que no necesitas ningún tipo de don, sólo dedicación y pasión
Le garanticé con una gran sonrisa, ella sólo rió y se sentó detrás mío
- ¿Podrías enseñarme tus mejores pasos? Quiero ver qué tan buena puedes llegar a ser
- Con gusto
Respondí con orgullo, sin embargo estaba nerviosa, siempre que me pedían demostrarlo se me hacía incómodo. Hacerlo por mi cuenta era sencillo, hacerlo frente al público era sencillo, pero me preocupaba el no poder satisfacer a quien me miraba cuando me lo pedían, porque ya tendrían una alta expectativa de lo que yo fuese a hacer, y lo que menos quería era decepcionar a la gente que me admira. Por ello, día a día debía esforzarme un poquito más. Luego de enseñarle lo que estuve ensayando hasta entonces me aplaudió efusivamente
- ¡Eso fue increíble!
- Gracias, gracias˜
Le hice una reverencia leve sonriendo, sin embargo mi cuerpo ya no daba para más
- Ahora si me disculpas, estoy un poco cansada
- Oh claro, por supuesto, buenas noches
Me respondió dulcemente antes de marcharse. Desde ese día, todos los días, pensaba en su sonrisa, en sus amables palabras y su cálida forma de ser.
Por supuesto, este día no era la excepción, por lo que supuse que quizás debía pasar más tiempo con ella. No es malo tomarse un descanso de vez en cuando, así que le invité a comer conmigo después de la práctica.
- ¿Sabes? Eres la primera chica de Corea que se acerca a mi queriendo ser mi amiga y no sólo una conocida, me agradas mucho
- ¿en serio? tú también me agradas
Me dijo sonriendo como acostumbraba hacer, entonces sorpresivamente me tomó del brazo. Por supuesto que me agradó, por lo que la dejé hacerlo mientras caminabamos hacia uno de esos puestos callejeros, aún no he probado de esa comida, con Sana y Mina sólo nos dedicamos a probar de restaurantes, pero he oído que esta comida es fresca y muy buena, por lo que me sentía con ganas de probarla. Conversamos casualmente mientras comíamos, por supuesto, la comida estaba deliciosa por lo que estaba contenta.
- Vaya, si que te gusta comer
- Me encanta, ¡más cuando la comida es muy rica!
- Hahah, boba
Se rió de mi mirándome mientras yo prácticamente me atragantaba con comida.
- Un deportista debe comer bien ¿no? Bailar es muy agotador y consume mucha energía, además, no es como que vaya a engordar por esto
- ¿Deportista? Hmm, en parte lo es supongo.. no lo había pensado de esa forma. Por supuesto, tu dedicación a ello es mucho mayor, es más probable que tu cuerpo consuma esas calorías
- Dahyun ahh˜
De pronto la abracé, sin pensarlo, sólo sentí que debía hacerlo. Su cuerpo estaba cálido, y comenzaba a helar, por lo que me sentí a gusto. Ella no se opuso, incluso me correspondió
- No sabía que te gustaba el cariño, eso fue tierno
Me comentó, yo sólo atiné a reír un poco y la miré apartándome un poco
- Y a ti qué te gusta?
- hmm, no lo sé, tendrás que averigüarlo
Respondió con una sonrisa juguetona. Habiendo acabado de comer volvimos al edificio de la compañía, por supuesto, Dahyun sólo me acompañaba, mientras fuera sólo una trainee tenía la oportunidad de volver a casa al acabar el día, mientras que yo debía quedarme allí ya que la empresa se había vuelto mi nuevo hogar.
- Me siento un poco mal por dejarte aquí sola..
- Mina y Sana estan conmigo, de todas formas ya deben estar durmiendo, pero no te preocupes, es como vivir con hermanas, ya estamos acostumbradas y nos hemos vuelto muy cercanas
- En ese punto te envidio un poco, yo aún no he socializado lo suficiente, es decir, conozco a todos, pero es difícil, algunos ya son amigos de hace mucho tiempo y me siento fuera de lugar
- No digas eso, algún día como dices, puede que debutemos juntas, entonces seremos tú, yo y quizás dos o más nuevas amigas que tendrás siempre a tu lado, y serán como una nueva familia
- Pero.. ¿y si no quedo? no soy tan buena, en cambio tú eres excelente bailando, luego están Jihyo y Nayeon que son las mejores cantando, Mina también y ella baila ballet..
- No no no, eso no importa, yo no sé cantar ¿sabes? pero quizás si nos esforzamos logremos aprender. Te aseguro que si sigues mis pasos serás una gran bailarina, y tan sólo nos quedaría mejorar nuestro canto
- Hmm..
- ¿Qué pasa?
Noté que se había puesto seria, estábamos paradas ahora frente a mi habitación, me preocupaba que hablar fuerte despertara a las chicas por lo que estábamos murmurando en voz baja
- ¿Tendrás ese tiempo? No quiero interrumpir tus ensayos, además supongo que igual deberás pasar tiempo con tus amigas, no quiero irrumpir..
- Boba, ya basta con eso, yo quiero estar contigo, entiéndelo, yo te ayudaré, y será beneficioso para ambas, ¿o no quieres que lo hagamos juntas?
- Claro que quiero, pero no quiero aprovecharme de ti, yo no estoy haciendo nada a cambio
- Me estás dando tu amistad, eso es más que suficiente para mi.
Le sonreí y me acerqué a ella, alzando mi mano para acariciar suavemente su mentón, como si fuese un gatito. A veces me daba esa impresión, que ella era como un dulce e indefenso gato.
- Babo...
Lloriqueó y me abrazó fuertemente, momento...¿está llorando? omo, ¿qué debo hacer...? me aparté un poco de ella y con mis pulgares sequé sus lágrimas
- Hey, ¿por qué lloras?
- Estoy feliz..
- ¿Tanto? boba, no llores...
No pude evitar sonreír, me pareció increíblemente tierno, entonces me acerqué a ella y le di un suave beso en la frente. Sólo quise hacerlo, por supuesto, logré sacarle una sonrisa con eso
- Está bien, no lo haré. ¿me besarás en la frente cada vez que llore?
- Si es para calmarte y reconfortarte, si.
- Entonces lloraré más seguido
Bromeó riendo un poco, haciendo que yo también ría. Tuvimos que despedirnos hasta el día siguiente.