Narra Paula*
Llegué a la firma de abogados en la que trabaja harry, justamente hoy tenía que encarar a Alex, en el juicio, pero harry me dio instrucciones precisas de llegar juntos a la corte.
-bien, Paula, hoy dictan sentencia, el juez tiene todas las pruebas y los testigos, ¿estás nerviosa?- fuera de los tribunales harry era el chico más lindo y sensible que yo hubiera conocido jamás, pero dentro de estos pareciera que no tiene sentimientos, al llegar su cara automáticamente parecía tallada en hielo y sus ojos se asemejaban a los de un tigre siberiano tratando de conseguir a su presa.
-la corte entra en sesión…tomen asiento- el juez puso en evidencia las pruebas frente a todos, fotografías mías con los ojos morados, mis brazos llenos de golpes, declaraciones de otras chicas contra Alex y la mía.
-con esto tenemos que al acusado se le encuentra culpable… se le sentencia a 3 años en prisión, y terapia psicológica…caso cerrado- harry sonrió haciendo que sus hoyuelos se marcaran en sus mejillas, mi alma volvió a descansar cuando dieron sentencia, tres años en prisión no bastarán para reparar el daño que ese bastar’do me hizo, pero por lo menos era algo.
-bueno, Paula, hemos ganado… ¿Qué te parece si hoy sales a cenar conmigo y mi novia?-
-no, gracias, pero no quiero hacer de mal tercio- salimos de la corte y caminamos al estacionamiento con el frío viento chocando en contra de nuestros rostros.
-claro que no harás de mal tercio… mi amigo louis también asistirá- lo que me faltaba, encontrarme otra vez con louis, ese… descarado, que primero coquetea conmigo y luego resulta que tiene novia.
Flashback*
Después de tanto baile fui al baño a retocarme un poco el maquillaje que se me iba cayendo por el sudor, no había chica alguna así que entré con más confianza, pero justamente detrás de mí venía la chica de ojos verdes, amiga de danielle y los demás… creo que su nombre es eleanor.
-hace calor, ¿cierto?- dijo ella sonriéndome como si me conociera de toda la vida, viéndola bien era muy bonita.
-sí, un poco…- no tengo mucho que decirle por lo que corté la conversación.
-¿y de donde conoces a danielle?-
-somos socias, tenemos una escuela de baile-
-oh, vaya, eso es genial… creo que no nos hemos presentado… soy eleanor, estuve en la escuela con dani… y soy la novia de louis- ¿así que louis tiene novia?, ¿entonces porque coquetea conmigo?, claro, todos los hombres son iguales, ¿es que yo jamás aprenderé la lección?
-es un placer, soy Paula-
Fin del flashback*
-lo siento harry, no puedo, ya será en otra ocasión… muchísimas gracias por todo-
Fin de la narración*
(_______)
¿Qué estaba a punto de hacer?, besar a liam ya me había dejado bastante Mal parada, ahora resulta que casi le digo que lo amo, pero también amo a Ross, “sabes que eres una perra”, otra vez esa voz en mi cabeza que me desespera, hacía mucho tiempo no la escuchaba, me miré al espejo y la que estaba parada frente a mí no era yo.
“hola ______, ¿me extrañaste?” (Esa chica, la vi antes, era mi reflejo cuando tenía 16, extremadamente delgada, con mucho maquillaje, cabello perfecto y ropa de marca)
-vete, déjame sola-
“¿no crees que te estás excediendo en la comida?, te ves más gorda que la última vez que nos vimos” (sus ojos penetraron en los míos haciéndome sentir mal)
-no estoy gorda, ¡déjame en paz!-
“oh, sí, sí lo estás, pero conmigo volverás a ser la princesa de antes, no la ballena de ahora”
-no es cierto… no estoy gorda- cerré mis ojos y los volví a abrir bruscamente, ella seguía allí mirándome fijamente, sonriendo con autosuficiencia, enseñándome la cicatriz en el abdomen, esa “p” que tanto significaba y que ya casi no se veía.
“ven conmigo, juntas lo lograremos de nuevo, lograremos la perfección, tu vida era más fácil a mi lado”
-mentira, tú solo haces daño- ella soltó una carcajada que retumbó en cada rincón del baño.
“estás tan sola… que me necesitas, no tienes otra opción” (¿y si ella tiene razón?, me siento muy sola).
-no… no sé-
“si lo haces te sentirás mejor… deja a liam y a Ross, solo seremos tu y yo, como en los viejos tiempos”
-pero me harás daño-
-¿con quién hablas?- me giré asustada, detrás de mí estaba jeannine con el ceño fruncido viendo hacia el espejo que ahora solo nos reflejaba a nosotras dos con el uniforme del hospital, la verdad es que si me veo algo gorda, aunque no he comido nada desde ayer en la cena, me veo como si tuviera unos cinco kilogramos encima… ¿Qué me está pasando?
-yo… hablaba con mi mamá, por teléfono…acabo de terminar la llamada… debo irme, te veo después- dije tomando mi bolso del lavamanos y colgándomelo al hombro, ya era la hora de ir por josh a la escuela.
-¿estás bien?... – jeannine me tomó del brazo antes de que abriera la puerta.
-sí… ¿Por qué lo preguntas?- me solté de su agarre.
-porque te ves pálida… ¿estás segura que te encuentras del todo bien?-
-sí, ya te lo dije… tengo algo de prisa, nos vemos mañana- abrí la puerta y salí lo más rápido que pude, el corazón me latía con fuerza y en mi cabeza solo estaba la imagen de “ella”, necesito relajarme, tal vez si hablo con mi mamá. Sí, eso haré, tomé mi celular y una vez que estuve dentro del auto llamé a su trabajo.
-¿hola?-
-mamá, soy yo… ________, ¿tienes tiempo?- acomodé el espejo del auto para tener una mejor vista.
-hola, cariño… lo siento, tengo un paciente justo ahora-
-¿puedes salir más tarde?-
-tengo pacientes todo el día… ¿te parece si nos vemos mañana?- apreté el teléfono contra mi mejilla y cerré fuertemente mis ojos.
-está bien… adiós mamá- finalicé la llamada y abrí los ojos de nuevo, los ojos de la vieja yo estaban mirándome a través del espejo retrovisor.
“la gente siempre te decepcionará… yo no”
-ya cállate- encendí el auto y puse marcha ignorando lo que hace segundos me pasaba, tenía que llegar por josh a tiempo. y él no podía darse cuenta que me pasa algo, nadie puede, nadie quiere darse cuenta, perfecto para todos, ¿no creen?.