—Señorita Julieta ¿está lista?— grito mamá desde el otro lado de la casa.
Me encontraba frente al espejo de mi habitación, llevaba un vestido muy contemporáneo para mi gusto, y es que simplemente no me gustaba. Volví a hacer un gesto de desagrado, tome mi bolsa con mi cambio de ropa, y me encerré en el baño.
Quitarse semejante vestido como era con el que iba a actuar, no era nada fácil. Luego de luchar por casi diez minutos, logre quitarme ese vestido, y colocarme mi jeans y mi blusa. Ate las cintas de mis tenis, y guarde el pesado vestido de actuación sobre una bolsa.
Esta pesaba y no lo niego. Baje con cuidado las esclareas de la casa, y me encontré con mi mama que estaba esperando en la puerta de entrada.
—¿Si quedo bien el corte?— pregunto con entusiasmo mientras quitaba de mis manos la bolsa.
—Perfecto— y es que, aunque ya tenía el vestido, este era muy largo para mi persona.
Salimos por la puerta principal, y llegamos al auto. Guarde la pesada y grande bolsa en el baúl, y me subí, corriendo pues ya íbamos algo atrasadas.
—¿Segura que no quieres que me quede?— pregunto mamá mientras me ayudaba a bajar la pesada bolsa del auto. Asentí, y luego de un beso en la mejilla, empecé a caminar con la bolsa entre manos. Me imagino verme algo ridícula, pues no podía cargarla.
Jake llega corriendo, y me arrebató de mis manos la pesada bolsa.
—¿Qué llevas? ¿Un muerto?— bromeo, mientras se acomodaba esta en las manos.
—Sería mejor— dije entre dientes.
—¿A dónde vas?— pregunto mientras empezábamos a caminar por el pasillo de entrada del colegio.
—Al gimnasio, hoy será la representación de la obra—.
—Y por lo que oí, será "Romeo y Julieta" ¿Verdad? —.
—Lamentablemente, cierto—.
—¿Y tú eres Julieta? —.
—Pues, al ser la única chica del grupo, me obligaron a hacerlo—.
—¿Dejas que sea tu Romeo?— dijo antes de robar un pequeño beso de mis labios.El beso, fue tierno y pequeño. Sentía el color aparecer en mi mejillas. Jake mordió su labio inferior.
Y me recordé: [...]Solo sí me lo robas[...]
Ansiaba llegar a la entrada del gimnasio.
—¿Te dejo aquí?— dijo Jake mientras señalaba con la cabeza la puerta de entrada a los baños de damas. Y es que, no me cambiaria en pleno gimnasio.
—Si, gracias— dije mientras intentaba sostener la bolsa.
—Vicky, yo la llevo— dijo con una sonrisa algo coqueta en sus labios.
Sonreí tímidamente, y entre en la sección de baños. Me asegure que no hubiera nadie, y le abrí la puerta a Jake, para que este pudiera pasar y dejar la bolsa cerca.
—¿Segura que no hay chicas por la costa?— pregunto con una amplia sonrisa. Y es que Jake, poseía una sonrisa tan perfecta.
—No— dije entre risas.
Este, entro por la puerta, arrastrando la bolsa, y se apoyó sobre los lavamanos.
—No me cambiare, mientras tú estás aquí— dije como pretexto.
Este hizo un puchero, y salió por la puerta.
Entre a un baño, jalando la bolsa e intente cerrar la puerta, lamentablemente, la bolsa era tan grande, que no cerraba.
Saque mi celular, y llame a Brenda, la cual, llegó rápidamente junto con Natalia y con un candado y una llave. Cerró con estos la puerta principal de baño de damas, y me ayudó a cambiarme.
Luego de un gran esfuerzo, y con ayuda de mis amigas, logre entrar en el gran vestido. Ellas abrieron la puerta, y salí por el corredor. Jake estaba enfrente, sentado en el suelo. Subió la mirada y se levantó rápidamente.
—Julieta, déjeme decir, que es muy hermosa— dijo luego de plantar un beso en mi mejilla.
Sonreí mostrando los dientes, y por acto involuntario, mordí mi labio inferior.
Con Jake, Brenda y Natalia, caminamos hacia el gimnasio. El vestido no era con corte de princesa, era recto pero con una larga cola. Ceñido de la cintura, y libre de las piernas, era color rojo.
—Te quiero acompañar en ensayo— dijo Jake sujetando mis manos— pero los de jardinería, me están esperando— dijo algo triste. Arrugué mi nariz divertidamente, y este se fue.
—Nosotras, nos quedamos— dijeron mis amigas mientras Brenda agarraba del brazo a Natalia.
—¡Vicky el ensayo casi comienza!— dijo Mis Alisson atreves de un megáfono. Mis amigas, sujetaron mis cosas, y se fueron a sentar hasta la grada más alta de todo el gimnasio.
Subí a la tarima, y comencé con mis líneas. Luego Evelio se apareció siguiéndome con la escena. No lo había visto en todo el día. Llevaba unas medias color morado, junto con un pantaloncillo de el mismo color, y una camisa a juego. Encima, llevaba un enorme sombrero, muy de la época.
Si yo me sentía, boba, Evelio se a de sentir peor.
—¡PERFECTO!— Dijo Miss Alisson, luego de nuestro ademan en grupo de despedida.
Los pocos presentes ante el ensayo, aplaudieron.
—Vicky y Evelio, por favor vengan— dijo detrás de su mesa de dirección.
Evelio y yo empezamos a caminar.
—¿Si?— preguntamos los dos a el mismo tiempo.
—No se como decirlo— dijo algo frustrada –pero por favor, muestren amor, –y –dijo incomoda— ustedes, por decisión de dirección, se darán el beso en la mejilla— dijo mientras juntaba sus manos.
Evelio, ya lo había discutido con ella, y es que no queríamos besarnos, o al menos yo no en escena.
—¿No hay problema?— dijo con una mueca de confusión en su rostro.
—Mejor para mí— dije con una sonrisa.
—Empezamos en media hora— dijo Miss Alisson.
—Vicky ¿Podemos hablar?— dijo Evliomientras rozaba su mano con mi codo.
Lo seguí, y salimos del gimnasio. Luego paró en seco en el pasillo y soltó un suspiro.
—¿Pasa algo?— pregunte miedosa a una respuesta.
—Vicky — tomó aire y dijo— me gustas.
Sonreí ante eso, pues esperaba mucho oírlo.
—Pero solo me gustas— apresuro a decir –No siento, nada hacia ti— dijo en forma de decepción. La sonrisa de borro rápidamente de mis labios.
—Perdón, pero no quiero, nada contigo— dijo antes de marcharse por donde volvió.
Y aunque, parezca raro, esperaba encontrar un vacío ante esas palabras, un dolor, algo. Pero, nada surgió. Sonreí, intentando parecer bien y me dije a mi misma entre susurros
—No me duele, porque ya no me gustas— y ya no lo hacía. Evelio ya no me gustaba. Toque con las yemas de mis dedos mis labios- pues no creí lo que dije- y sonreí más fuerte.
Camine sonriente hacia el gimnasio.
—¿Todo bien?— se apresuró a decir Brenda mientras me recibía en la puerta del gimnasio junto a Natalia.
—Perfecto— dije sonriendo.
Me senté en la grada más baja del gimnasio junto a mis amigas, mientras repasaba mis líneas. Poco a poco el gimnasio se llenó. Hasta que llegó el momento por el cual tanto había trabajado.
Me subí en la tarima lentamente, y vi a mi alrededor un montón de caras, algunas conocidas, otras no. Solo quería ver a alguien: Jake.
Lo visualice, hasta arriba y sonreí, ya me sentía segura para iniciar.
Y mis queridas lectoras, así es como le damos fin a esta historia.
PERO, ¿fin? No, aun no. ¿Quieren saber que paso con Vicky y Evelio?
El domingo, (o mañana) por la tarde, estaré subiendo el Epilogo de las vidas de nuestros protagonistas.
El lunes, me dedicare a subir ¡TRES EXTRAS! Sobre una, u otra cosilla, que se, que quieren saber, sobre Evelio/Vicky.
No se pierdan el Epilogo, pues aclarare muchas cosas allí.
Gracias por estar siempre comentando y votando la historia.
Es todo un orgullo, saber que hay personas a las cuales les gusta tu trabajo.
Nos vemos en unos días.
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